martes, 31 de marzo de 2020

Los misioneros comienzan a vislumbrar cómo será el futuro


fome, hunger, hambre

La emergencia sanitaria por el Covid-19 ya ha llegado a todos los continentes. Las Obras Misionales Pontificias (OMP)  han recogido el testimonio de algunos misioneros que han duplicado su compromiso, preocupados por las consecuencias que la pandemia tendrá en muchas personas pobres que viven en la calle o que comen solo gracias a los pequeños trabajos diarios.
“Con esta situación creada por el coronavirus se agudiza la pobreza, no hay para comer”, explica el misionero Domingo García Hospital, sacerdote de la OCSHA, desde Perú. En Piura, donde él vive, la inmensa mayoría de la población sobrevive con el trabajo informal al día. En la parroquia tienen funcionando cinco comedores (ollas comunes), en las que se apoya con algunos alimentos a mujeres organizadas, que cocinan para todas las familias.
En Lurín, las Hermanitas de los Pobres acompaña a 35 ancianos pobres en un hogar de acogida. María Henar González es consciente de que son la población con más riesgo, están en aislamiento, siguiendo las instrucciones del gobierno.
“Vivimos de limosna, las hermanitas suelen salir a pedir. Ahora que no podemos salir confiamos plenamente en la Providencia de Dios que no nos falte nada para nuestros ancianos” explica la hermana.
En Brasil, en la diócesis de Bacabal, el sacerdote diocesano de Getafe, el padre Alberto Íñigo Ruano, a través de las redes sociales se une en oración con la gente de su parroquia con una hora de adoración al Santísimo, el Rosario y la Misa. “Cada semana salgo con la Custodia por las calles de la ciudad y por las comunidades – comenta -. Las familias que quieren recibir la bendición salen a la puerta con una vela en la mano. Es impresionante.”
En Chile hay otro sacerdote español, el padre Álvaro Chordi. Misionero de ADSIS en Santiago de Chile, lleva varios días impulsando una campaña desde la parroquia San Saturnino para ayudar a los inmigrantes y personas sin techo en estos momentos de emergencia. “Antes de empezar la cuarentena, repartimos lotes de comida para varios días. Además, la parroquia está abierta 4 horas al día para que los indigentes puedan pasar a los baños de la parroquia”.
En África, al norte de Chad, la tribu de los samburu conoce poco sobre el virus. Allí, el misionero de Yarumal de origen colombiano, Luis Carlos Fernández está visitando todas las comunidades para alertarles, y explicarles la importancia de lavarse las manos. “Las medidas contra el virus se están haciendo cada día más estrictas. Cerraron escuelas, y ahora cierran los mercados. El hambre, que es la que más mata gente en el mundo, será más mortal que el coronavirus”, explica.
En Camerún, el misionero javeriano, el navarro Ángel de la Victoria, escribe un blog con el día a día en la misión. Según cuenta, aunque las escuelas han cerrado, la gente sigue su vida con normalidad. Muchos de ellos porque ignoran o no se creen la gravedad del virus, pero otros tantos porque tienen que trabajar, como las miles de mujeres que temprano de madrugada hacen buñuelos que luego venden en las calles.
Desde Mozambique, el misionero somasco Carlos Moratilla, ha aplicado las medias preventivas en el hogar que dirige para niños de la calle, y se ha unido a la oración de toda la Iglesia: “Hemos hecho una procesión y un rosario con la Virgen de Fátima, y hemos rezado por todos los implicados y afectados por la enfermedad. Lo hemos hecho con separación de un metro como mínimo entre nosotros”.
Las OMP invitan a todos a vivir este tiempo en clave misionera ofreciendo en su sitio web puntos de oración, meditaciones, entretenimiento para niños y adultos.
Agencia Fides, Aleteia




Estoy a tu puerta y llamo: Creer en Mi Ternura misericordiosa

Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1301. 18 de febrero. Al entrar a la iglesia: "Te estaba esperando. Ponte silenciosamente a Mis Pies. Silenciosamente, que todo recuerdo de las cosas del mundo se apague. Te quiero toda para Mí.
¿Lo quieres tú también? Yo no Me tomo nada por la fuerza, siempre espero que Me den. ¿Te acuerdas de aquel pobre loco que iba todos los días por un camino en busca de su hija muerta años atrás? Yo espero siempre a Mis hijos. Algunos están muertos desde hace tiempo a la vida de la Gracia. Ruega para que finalmente Me den la alegría de creer en Mi Ternura misericordiosa.
"Otros viven de la Vida del Padre, pero están distraídos por las preocupaciones de la vida y el cuidado de ganar dinero. "Mis más íntimos, los que mejor Me han comprendido, aquellos a quienes devora el celo de Mi Casa, los que desean ser para Mí más queridos, como Juan, Lázaro o Magdalena, ésos son los que beben en la fuente misma de un agua que jamás se agota.
"¿Acaso no son Mis Palabras algo siempre nuevo en tu oído? ¿No sacas de Ellas una fuerza que te asombra?"
ReL

¿Y si el secreto de las parejas que duran fuera el humor?

Las tensiones cotidianas, las peleas, los bajones de ánimo, la rutina… Todo esto puede influir negativamente en la serenidad de la pareja. ¿Y si el humor fuera un remedio imparable a los problemas de la vida conyugal?
SZCZĘŚLIWA PARA

El aburrimiento es el enemigo mortal de las parejas. Sin una comunicación para ajustarse a las evoluciones inevitables del uno o del otro, y sin inventiva, es difícil ver cómo una pareja puede aspirar a perdurar.
La rutina del día a día, el hábito monótono y aburrido no son, por lo general, elementos muy apreciados. Es cierto que hay excepciones: hay cónyuges que aman tanto su tranquilidad que se acomodan muy bien a una vida tranquila y sin turbulencias.
Existen “parejas somníferas” a las que les encanta la calma chicha de la paz, la ausencia de problemas, la comodidad de una dulce somnolencia. Sin embargo, por lo general a las parejas les viene bien poner un poco de sentido del humor en una vida que, de lo contrario, tendería rápido a la hibernación.

Algunas reglas del humor en la pareja

El humor es un comportamiento necesario en la vida de pareja. Es una forma de fantasía que es tan valorada en la vida social como en la vida familiar. Permite desdramatizar las situaciones, hace nacer sonrisas cómplices, reduce tensiones.
Sin embargo, el humor no es algo natural para todo el mundo. Hay personas tan serias que olvidan que dentro de cada uno de nosotros hay un niño que necesita jugar, relajarse, bromear.
¡Ni que decir tiene que hay distintos colores de humor!
Está el humor sarcástico de quienes caen en la burla fácil, a veces vulgar incluso, que encontramos a menudo en ciertos humoristas.
Está el humor evasivo, que es una elegante pirueta para no hablar de uno mismo o no responder a alguna pregunta seria.
Está el humor narcisista de quien busca complacer e impresionar y dar una imagen de sí mismo como una persona ocurrente y simpática.
Pero el humor que se valora es el humor astuto de quien relativiza el peso de las presiones de la vida. Es señal de que se posee cierta fuerza, ya que parece permitir no hacer un drama de las dificultades del día a día.Este humor aporta alegría y distensión en el seno de la pareja.
Resulta en particular reconfortante para el cónyuge que tiene necesidad de esta fuerza tranquilizadora. Ser chistoso, divertido, fantasioso son cualidades importantes siempre y cuando estén dentro de los límites de la razón.
Denis Sonet, Edifa - Aleteia

Vea también Algunas diferencias entre el hombre y la mujer (humor)


Un llamado Urgente: “Quiero que recéis el Rosario todos los días” (la Virgen en Fátima)



Esta es la hora de prueba en la que los católicos debemos tener el coraje y determinación para vivir en santidad, custodiar nuestro estado de gracia y vivir en la presencia de Dios.
Los tiempos de prueba son tiempos de santidad. Siempre ha sido así. Basta estudiar los tiempos de santa Catalina de Siena, san Francisco de Asís y otros grandes santos de nuestra Iglesia. El mundo se convulsionaba y ellos con su humildad, lograron transformarlo.
Es algo en lo que a menudo pienso. Ellos no criticaron la Iglesia ni a los pecadores, nunca señalaron a nadie por la vida que llevaban. Hicieron algo mejor, que dio grandes frutos de fe.
Si leer sus vidas te sorprendes. ¿Pero qué hicieron de especial?,  te preguntas. La respuesta es sencilla:  Vivieron el Evangelio en su radicalidad. Amaron tanto a Jesús que quisieron agradarle en todo.
¿Qué nos dicen las Escrituras?
“No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo.”
(Mateo 7 21)
Hagamos lo que Dios, nuestro Padre, nos pide, transformemos al mundo  con el amor.
Todo en esta tierra es perecedero, todo pasa, excepto el alma inmortal. Nuestro propósito debe ser la santidad y como fruto de ella servir a los demás, como el menor de todos.
Saquemos nuestros Rosarios y recemos con fervor, demos la batalla en este tiempo de prueba.
Iluminemos al mundo. Cada uno como una pequeña lumbrera, pero sumados seremos un gran fuego de amor, que llegará a la presencia de Dios.
Llevo días pensando en las almas de aquellos que han partido y los que están por partir y le pido a Dios Misericordia.
Rezar el Santo Rosario es lo que me mantenido estos días con una gran paz interior. Me brinda consuelo y me permite estar en la presencia de Dios y seguir los pasos de la vida de Jesús en cada misterio. Es una oración Cristocentrica. Te ayuda a conocer mejor a Jesús y agrada mucho a nuestra Madre del cielo.
Esta tarde recé el santo Rosario con Vida, mi esposa y pensé en ti, quería contarte estas cosas para que te animes a rezarlo y lleves en el alma la esperanza y la alegría de saber que no estamos solos, que Dios nos acompaña en este tiempo de prueba.
¿Te animas a sacar tu Rosario, rezarlo en familia y dar la batalla? 
Recemos el Rosario TODOS LOS DÍAS.  La Virgen desde su primera aparición el 13 de mayo de 1917 en Fátima lo ha pedido, por la conversión de los pecadores. “Quiero que recéis el Rosario todos los días”. Nosotros, sus hijos, lo haremos.
 Claudio de Castro, Aleteia 



10 maneras con las que poder prepararse para estar en gracia y afrontar en paz el final de la vida

Consejos del padre Ed Broom cuando el coronavirus ha mostrado al hombre su fragilidad y finitud

El padre Broom ofrece sugerencias para estar preparados para estar en gracia
El padre Broom ofrece sugerencias para estar preparados para estar en gracia

La pandemia del coronavirus está cobrándose miles de vidas humanas y mantiene confinadas en sus casas a cientos de millones de personas en todo el mundo. El miedo a la muerte es más palpable ahora que nunca. Y este virus ha puesto de manifiesto la fragilidad del hombre y su finitud, lo que está llevando a muchos en este momento de excepcionalidad a realizarse preguntas que antes tenían.
La muerte siempre está ahí, llegará a todos, pero el coronavirus la ha hecho más visible para todos, también para los más jóvenes. Y por ello es importante estar bien preparados por si llegara y así poder disfrutar con el Señor en el Paraíso.
El padre Ed Broom, oblato de la Virgen María y ordenado sacerdote por San Juan Pablo II, reconoce que es un tema del que cuesta hablar en este momento, pero que es necesario y urgente pues muchos seres humanos se juegan su salvación. Por ello, ofrece en Catholic Exchange 10 sugerencias concretas para ayudar a recibir las numerosas gracias que existen y así morir, cuando toque, en estado de gracia:
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1 . Vivir cada día como si fuera el último
“¿Cuánto tiempo realmente perdemos diariamente o cuánto hemos malgastado hasta este momento en nuestras vidas? Todos los días debemos levantarnos y entregarnos totalmente a Jesús a través de María y esforzarnos por no negarle nada al Señor, imitando a Santa Teresa de Lisieux”, explica el padre Broom.
2. Huir del pecado como la peste
El coronavirus está poniendo en jaque al mundo y llevándose numerosas vidas por delante. El miedo a día de hoy al virus es enorme y esto es algo comprensible. Pero este sacerdote se pregunta si no se debería temer incluso algo peor: “¿Qué tal el temor de ofender a Dios a través del pecado? ¿Qué tal el miedo a perder el alma y morir en pecado mortal?”. Por ello, recuerda que “ciertamente un virus físico puede ser catastrófico para el cuerpo. Sin embargo, el pecado es un virus moral que se come y corrompe la fibra misma de nuestra alma, que tiene un valor infinito y eterno”.
3. Vivir en la presencia de Dios
Santa Teresa de Ávila, doctora de la Iglesia, señaló que una de las principales razones por las cuales se peca es porque la persona vive ajeno a la Presencia de Dios. Se olvida que todas las acciones, pensamientos e incluso intenciones son vistos por Dios como el sol brillando al mediodía.
4. Rezar más cada día
El padre Broom recomienda esforzarse por rezar un poco más y un poco mejor cada día. El punto clave es poder llegar a un momento de la vida en el que no se pueda vivir sin la oración. Es decir, que se convierta en una cuestión de vida o muerte en nuestra vida espiritual.
Al igual que se necesita aire para los pulmones, la oración lo es para el alma. Qué aire es para los pulmones, así que la oración es para el alma. Una persona sin oración se secará y se sofocará.
rezar
5. Reconciliarse
En el Evangelio, Jesús afirma que si antes de hacer una ofrenda en el altar esa persona tiene algo contra su hermano primero tiene que hacer las paces y sólo entonces podrá realizar la ofrenda. “En otras palabras, Jesús quiere que al menos nos esforcemos por vivir la misericordia y superar cualquier forma de resentimiento en nuestra vida”, afirma este sacerdote. Por ello, anima a recordar las palabras del poeta católico inglés, Alexander Pope: “errar es humano; perdonar es divino".
6. Nunca desesperarse, sino confiar en la misericordia de Dios
Al llegar al momento de la muerte y en esta estancia terrenal la pregunta que sugiere el padre Broom es: “¿confiamos realmente en la infinita misericordia de Dios?”. Para ello recuerda las palabras de San Pablo cuando dijo que “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”. Igualmente, Santa Faustina insistía en que “el peor de los pecadores puede ser el más grande de todos los santos”. Todo depende de la disposición del corazón y de tener una confianza ilimitada en que la misericordia de Dios es infinita.
7. El don de la iglesia: indulgencia plenaria
La Iglesia Católica tiene un depósito infinito de gracias que pueden recibirse por medio de las indulgencias, incluida la indulgencia plenaria. Para adquirir una indulgencia plenaria, los requisitos son los siguientes, teniendo en cuenta las disposiciones específicas que se dan ahora con el coronavirus y el confinamiento
-Confesión. Una confesión bien preparada y sacramental. En caso de no poder optar por la confesión la Santa Sede pide un acto de contrición y arrepentimiento con la intención de confesar en cuanto sea posible hacerlo.
- Oración. Si el Rosario más sagrado se recita en la familia o frente al Santísimo Sacramento, esta es una oración que puede ayudarnos a adquirir la Indulgencia Plenaria.
- Rezar por el Papa. Después del Rosario, se deben ofrecer oraciones por la intención del Santo Padre: Nuestro Padre, Dios te salve, y Gloria.
- Misa y comunión. De capital importancia es la asistencia a la Misa, la participación plena, activa y consciente en la Misa, y lo más importante, la recepción ferviente y amorosa de la Sagrada Comunión: el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad del Señor Jesús. En este caso muchas personas tan sólo pueden optar a la comunión espiritual.
- Renunciar y rechazar el pecado en su totalidad.
Si estas cinco condiciones se llevan a cabo con pureza de corazón e intención, entonces la Indulgencia Plenaria se puede adquirir perdonando no sólo los pecados sino también el castigo temporal que se acumula.
rosario
8. Nuestra Señora del Rosario
En Fátima, Nuestra Señora pidió a los niños, Jacinta, Francisco y Lucía, en cada una de las apariciones que se rezara el Rosario. “Cada vez que rezamos el Rosario nos estamos preparando para una muerte santa y feliz cincuenta veces. ¿Cómo y con qué palabras? Las últimas palabras del Ave María: ‘Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén’. ¡Le rogamos a Nuestra Señora que esté con nosotros en esos últimos y críticos momentos para que podamos exhalar nuestra alma en las manos de Dios!”, explica este sacerdote.
9. Recibir los últimos sacramentos antes de la muerte
El padre Broom destaca “la gracia de recibir los tres sacramentos antes de morir, y el perdón Apostólico. Este es el orden apropiado: confesión sacramental seguido por la Unción de los enfermos; y finalmente, la recepción de Viático, la última Comunión antes de su partida.
Como una ventaja adicional, el sacerdote puede ofrecer el Perdón Apostólico que consiste en estas breves pero poderosas palabras: “Por los santos misterios de nuestra redención, que Dios todopoderoso te libere de todos los castigos en esta vida y en la vida futura. Que te abra las puertas del paraíso y te dé la bienvenida a la alegría eterna". 
10. ¿Qué palabras te gustaría que fueran las últimas en la Tierra?
“He pensado –reflexiona el padre Broom- en esta pregunta con cierta frecuencia y llego a esta conclusión. Quisiera que mi corazón en esos últimos momentos exprese tres sentimientos”. Son las siguientes:
-"Señor Jesucristo, ten piedad de mí, pobre pecador".
- "¡Jesús, confío en ti!"
- "¡Jesús, te amo!"  
ReL

Vea también Condenado a muerte llora cuando aplazan la ejecución


lunes, 30 de marzo de 2020

Estoy a tu puerta y llamo Dame lo que espero de ti

Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1279. 19 de noviembre. "Dirígete con frecuencia a Mi Sensibilidad. Muchos Me tienen por indiferente y alejado, pero Soy sensible. Estoy más cerca de vosotros que vosotros mismos.
Todo lo que Me decís con cariño Me encanta y hace las Delicias de Mi Corazón. Cree en esto y vendrás a Mí con mayor frecuencia, aunque no Me ves. Pero creyendo con esta Fe segura, atesoras méritos para ti misma y para los demás. "¡Es tan fácil dirigirse a Mí como al Único!
Una mirada, una sonrisa interior, son mucho para Mí y esto es para ti sumamente sencillo. Da. Yo acepto tomar el papel de un Mendigo que aguarda y a Quien tú amas. Más tarde se volverán las tornas y seré Yo el que dé; tú volverás a encontrar tus dones en los Míos. ¡Qué intercambios entre nosotros!"
1280: 26 de noviembre de 1942. En la iglesia de Ingrandes. "Cuando entres a la iglesia, que es Mi Casa, deja a la puerta todas tus preocupaciones. Estás en la Casa de tu Amigo, donde nada puede alcanzarte. Piensa en Mí, en amarme y consolarme; dime lo que más agradable te parezca y digno de que Yo lo oiga. Dime toda tu alma, Yo te escucho. Nada hay tan secreto como nuestros corazones, ni los ángeles mismos saben lo que en ellos pasa. Y Yo Soy el más discreto.
Desbórdate en la alegría del amor. Nadie sabrá las palabras que Me dices. Este silencio es como el terciopelo del cofrecito que guarda el tesoro. Franquea los límites de tu lenguaje habitual; tus palabras más cálidas serán como flores nuevas sobre las cuales descansaré en el secreto de tu ser. ¡Pequeña creatura, tan amada!
"Dame lo que espero de ti. Permanece en Mi Corazón. ¡Es tan fácil agradarme! Yo Soy como un Juez pequeño, ligado por el Amor."
ReL

¿No consigues levantar el ánimo a un ser querido que sufre? Prueba esto

Cuando un ser querido está pasándolo mal, no siempre es fácil encontrar
las palabras adecuadas para levantarle el ánimo.
RELATIONSHIP
   
“Hoy tengo la moral baja…”. Todos hemos escuchado una frase parecida de alguien de nuestro entorno. Y cuando intentamos observar qué le pasa, descubrimos a una persona abatida, sin energías, alicaída. Tiene la sensación de no poder salir del agujero en el que está metida y puede tener la impresión de estar hundiéndose más. ¿Cuál es ese mal siempre dispuesto a surgir después de un suceso doloroso? 
¿Cómo ayudar a esa persona que sufre a salir de su situación?
¿Y si fuera un “mal espiritual”?
Ese sentimiento de tristeza que quizás nos abrume podría ser natural, “normal”, cuando experimentamos desprecio, odio, indiferencia, incluso violencia, o después de un suceso que suscita aflicción (duelo, separación, fracaso de una empresa…). Entonces, no es ni bueno ni malo moralmente pero puede ser destructor de nuestro profundo ser si lo cultivamos hasta convertirlo en un estilo de vida, cerrándonos al control de las virtudes morales sobre las pasiones del alma, como nos enseña san Francisco de Sales.
Podemos hablar de “mal espiritual” cuando nos dejamos abatir por esos males que vivimos como algo insuperable y que nos afectan en nuestro ser más profundo, en nuestra alma, hasta el punto de entorpecer o incluso paralizar nuestra capacidad de entendimiento y de acción.
Así aconseja San Francisco de Sales en su Introducción a la vida devota: 
“La tristeza mala perturba el alma, la inquieta, infunde temores excesivos (…), es como un invierno crudo que priva a la tierra de toda su belleza y acobarda a los animales (…). Esfuérzate en contrariar vivamente las inclinaciones de la tristeza, y, aunque te parezca que en este estado todo lo haces con frialdad, pena y cansancio, no dejes, empero, de hacerlo”
Pero, más concretamente, ¿qué podemos hacer para afrontar esos momentos de decaimiento cuando afectan a nuestro cónyuge, nuestros hijos o algún otro ser querido? Y todo sin juzgarles y aportándoles el apoyo y el consuelo que esperan…

Estar ahí para esa persona y rezar

Sin duda, es necesario comenzar por aprender a admitir nuestros propios momentos de tristeza sin juzgarnos a nosotros mismos. Y saber escoger al amigo adecuado para expresarlos, porque “todo lo que no se expresa, queda impreso en el cuerpo”, como diría el sabio.
Es importante también cultivar los sentimientos contrarios, ocuparse en acciones dirigidas hacia otra cosa más que a nosotros mismos para desviar al espíritu de las preocupaciones que lo afligen.
Sea hombre, mujer o niño, lo importante es estar ahí, estar presente. Asegurar al otro su amor indefectible sin querer borrar de un plumazo el malestar. El tiempo rematará el trabajo. Y la oración puede ayudarnos también, según el consejo del apóstol Santiago: “Si alguien está afligido, que ore” (St 5,13).

Marie-Noël Florant (Asesora matrimonial y familiar)

Edifa - Aleteia

Ver también Depresión, síntomas, diagnóstico, causas, posibles reacciones


domingo, 29 de marzo de 2020

«En medio del llanto sigan teniendo fe, aunque la muerte parezca haber ganado», pide el Papa

El Papa Francisco volvió a rezar el Ángelus desde el interior del Vaticano / Vatican Media
El Papa Francisco volvió a rezar el Ángelus desde el interior del Vatic

Que la Virgen María nos ayude a ser compasivos como su Hijo Jesús, que ha hecho suyo nuestro dolor. Que cada uno de nosotros esté cerca de los que están en la prueba, convirtiéndose para ellos en un reflejo del amor y la ternura de Dios, que libera de la muerte y hace vencer la vida”, lo dijo el Papa Francisco en su alocución antes de rezar la oración mariana del Ángelus de este 29 de marzo, V Domingo de Cuaresma.
El Santo Padre, comentando el Evangelio de este Domingo (cf. Jn 11, 1-45), que narra la Resurrección de Lázaro recordó que, Jesús era muy amigo de Lázaro, Marta y María. Y cuando Él llega a Betania, Lázaro llevaba ya cuatro días muerto; Marta corre al encuentro del Maestro y le dice: «¡Si tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto!». Jesús responde a Marta: «Tu hermano resucitará»; «Yo soy la resurrección y la vida; el que crea en mí, aunque muera, vivirá». Luego Jesús «conmovido profundamente se echó a llorar» por la muerte del amigo. Con esta perturbación en su corazón, fue al sepulcro, agradece al Padre que siempre le escucha, hace abrir la tumba y grita en voz alta: «¡Lázaro, ven afuera!». Y Lázaro salió con «los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario».
¡Quiten la piedra de su corazón!
Después de relatar los momentos más sobresaliente de la narración del Evangelio, el Papa Francisco dijo que, “aquí tocamos con la mano que Dios es vida y dona vida, pero asume el drama de la muerte. Jesús habría podido evitar la muerte de su amigo Lázaro, pero ha querido hacer suyo nuestro dolor por la muerte de nuestros seres queridos, y sobre todo ha querido mostrar el dominio de Dios sobre la muerte”. En el Evangelio, precisa el Pontífice, vemos que la fe del hombre y la omnipotencia del amor de Dios se buscan y finalmente se encuentran. Lo vemos en el grito de Marta y María y todos nosotros con ellas: «¡Si hubieras estado aquí!...». Y la respuesta de Dios no es un discurso, es Jesús.
“Yo soy la resurrección y la vida... ¡Tengan fe! En medio del llanto sigan teniendo fe, aunque la muerte parezca haber ganado. ¡Quiten la piedra de su corazón! Dejen que la Palabra de Dios devuelva la vida donde hay muerte”
Quitar las piedras de todo lo que sabe a muerte
También hoy, afirma el Santo Padre, Jesús nos repite: "Quiten la piedra". Dios no nos ha creado para la tumba, nos ha creado para la vida, hermosa, buena, gozosa, a pesar que «la muerte ha entrado en el mundo por envidia del diablo» como dice el Libro de la Sabiduría, y Jesucristo ha venido a liberarnos de sus ataduras. Por lo tanto, subraya el Papa, estamos llamados a quitar las piedras de todo lo que sabe a muerte: la hipocresía con la que vivimos la fe, es muerte; la crítica destructiva a los demás es muerte; la ofensa, la calumnia, es muerte; la marginación de los pobres es muerte. “El Señor nos pide que quitemos estas piedras de nuestros corazones, y la vida entonces volverá a florecer a nuestro alrededor. Cristo vive, y quien lo acoge y se adhiere a Él entra en contacto con la vida. Sin Cristo, o fuera de Cristo, no sólo no hay vida, sino que se vuelve a caer en la muerte”.
Publicado en Vatican News


Estoy a tu puerta y llamo: Confía en Mi mano que te guía

Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1297. 11 de febrero. En la iglesia de Fresne. "No creas que la amabilidad con que debes dar testimonio y alabanza a la Bondad se refiere solamente al prójimo; también debe haberla en toda relación que tengas con Dios. A Dios se Le llama -y lo es- el infinitamente Amable. Sé tú también amable con El y el intercambio será dulcísimo. Sólo más tarde podrás entender lo bien recibidas qué fueron tus amabilidades.
"Acostúmbrate a caminar, como los ciegos, en la obscuridad. Ten confianza en que Mi mano es la que te guía. La mayor ofensa que podrías hacerme sería la de dudar de Mí. Hija Mía, tan pequeña y tan débil, piensa seguido: ‘Qué sería de mí sin Mi grande Amor? ¡El lo es Todo y yo no soy nada!'
"Humíllate por tus desfallecimientos. Piensa que Yo expié por ellos cuando desfallecí Yo mismo en el terrible camino del Calvario; y que esto te dé ánimos para el amor. ¿No hemos dicho tantas veces que el amor es lo único que cuenta? Y no existe sino una sola desgracia: la de no amar a Dios.  Fomenta el anhelo de ser útil a la causa de Dios en la medida de tus pocas fuerzas.
Desaparece de ti misma. Anhela no recordarte nunca a ti misma sino para deplorar tus infidelidades; y haz frecuentes actos de Fe en la Presencia de Dios, en la cual estás siempre. Esto te hará más fácil amarlo y hablarle con intimidad. Arrójate en Mis Brazos, pues aquí estoy contigo. Y que sea con alegría, pues tu alegría es el ornamento de tu amor."
ReL


Cómo el cristianismo nació en las casas particulares


En los primeros siglos, a los cristianos no se les permitía celebrar su fe públicamente
 y se los obligaba a “guardar el domingo” en casa

Si bien el cristianismo se asocia más comúnmente con iglesias grandes y hermosas donde la liturgia se celebra regularmente, al principio era una historia muy diferente.
Los cristianos fueron minoría durante los primeros siglos, y fueron perseguidos por casi todos los demás. Además, no tenían recursos para erigir iglesias grandes y grandiosas. En cambio, mantuvieron la fe y se reunieron en casas particulares.
La Enciclopedia Católica afirma “que los primeros lugares dedicados al culto cristiano fueron las habitaciones en viviendas privadas se admite en todas las fuentes … la afirmación en sí misma apenas necesita pruebas”.
La evidencia de esto se encuentra incluso en el Nuevo Testamento, especialmente en los Hechos de los Apóstoles.
Íntimamente unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón (Hechos 2,46)
Se cree que las cartas de san Pablo están dirigidas a congregaciones de cristianos que se reunían en las casas de los demás para la Eucaristía.
Las Iglesias de la provincia de Asia les envían saludos. También los saludan en el Señor, Aquila y Priscila, junto con los hermanos que se congregan en su casa”. (1 Corintios 16,19)
Estas reuniones generalmente se llevaban a cabo en casas más grandes, pero estas casas solo podían acomodar alrededor de 40-50 personas.
Esto significa que estas “iglesias” eran bastante pequeñas y los pastores locales atendían las necesidades de solo un puñado de familias.
Sin embargo, una vez que el cristianismo ya no estuvo bajo persecución, la Iglesia creciente necesitaba construir edificios mucho más grandes para albergar a todos los fieles. Ya no se necesitaban casas particulares y la misa se podía celebrar abiertamente sin ninguna amenaza.
Curiosamente, este no ha sido un episodio aislado: durante la historia, cada vez que el cristianismo no se podía practicar en público, los cristianos volvían a reunirse en las casas, sobreviviendo así la Iglesia a muchas pruebas.
¿Podría suceder lo mismo durante la epidemia de coronavirus, haciendo de cada hogar cristiano una pequeña iglesia?
Philip Kosloski, Aleteia




Lo que Dios quiere de nosotros, ahora, es purificarnos

¿Cómo interpretar la Biblia? ¿Qué nos dice al hombre de hoy?
¿Qué perlas esconden sus textos?
BIBLE

Oscar García Aguado es un sacerdote  madrileño que ha escrito dos pequeñas obras: “Aprende a manejar la Biblia. Aproximación al Antiguo Testamento” y “Aprende a manejar la Biblia. Para disfrutar del nuevo testamento”. Se trata de dos libros que nacen por una petición, la que le hizo el Delegado de Catequesis de Madrid, Manuel María Bru: “Oscar, tienes que plasmar por escrito tu experiencia”.
Se trata de la experiencia de dar unas Escuelas de Biblia o Lecciones Bíblicas a catequistas y para la formación de adultos y de laicos en las parroquias. Todo este itinerario de las escuelas bíblicas queda escrito en estos libros.



Estos días de confinamiento, de quedarnos en casa, de ver películas y leer muchos libros… pueden ser buen momento para leer o releer la Biblia y para ello hace falta tener algunas nociones que Oscar explica muy bien: “La Revelación no se reduce a la Biblia. La Revelación de Dios es dinámica”.
Oscar, dices en tu libro que “para leer la Biblia hay que tener unas reglas interpretativas y una prudencia”. Esto de abrir la Biblia al azar, leer unos versículos y ver qué nos dice Dios… no sirve, ¿verdad? Esto no es el oráculo de Delfos…
No, precisamente la Biblia no se debe utilizar como la bola de cristal, para adivinar qué es lo que tenemos que hacer en cada momento. No, la Biblia es parte de un diálogo que Dios quiere establecer con cada uno de nosotros. Por tanto, ese diálogo hay que cuidarlo bien, porque hay que entender muy bien el mensaje. Es importante que no podamos acceder a la Biblia como si fuera un método adivinatorio, sino que la Biblia tiene que servir para la oración, para el encuentro personal con Dios, para vivir según su voluntad, para el anuncio de su Amor,… La Biblia ha sido escrita para ese hecho de fe.
Cito textualmente del libro: “Toda palabra escrita en la Biblia podemos decir que es palabra de Dios  si está unida a lo que Dios quiere”. Ahora me pregunto… ¿Y cómo sabemos qué es lo que Dios quiere? 
La Revelación de Dios no se agota en la Biblia. Es una premisa que todo el mundo tiene que tener claro. La Revelación no se reduce a la Biblia. La Revelación de Dios es dinámica. Es decir: Es ese encuentro que Dios desde el inicio de la humanidad (Génesis) ha tenido contacto con el hombre y que se ha ido revelando poco a poco en cada circunstancia a los hombres de cada época. Ahora también a nosotros.
Es cierto que nosotros tenemos el bagaje de toda esa revelación maravillosa, de esa historia de salvación que se ha iniciado desde Abraham a nuestros días, desde el cúlmen de Jesucristo, desde esa Palabra de Dios hecha carne que ha irrumpido en la historia. Ya tenemos ese bagaje.
Ahora bien…Hay que tener en cuenta que Dios habla a cada uno de nosotros y ese hablar tiene palabras y esas palabras realmente están en la Biblia, pero… necesitamos un intérprete.
La Biblia da palabras a la voz de Dios en nuestro corazón, pero ahora tenemos que encontrar un intérprete y ese intérprete es el Espíritu Santo que palpita en la Iglesia. Es la Iglesia la que tiene la interpretación adecuada para saber qué quiere Dios de mí.




En tu primer libro sobre el Antiguo Testamento nos hablas de perlas. Cuéntanos alguna que nos pueda servir para estos días…
Muchísimas. Ahora mismo en estos días yo recomendaría… Por ejemplo: El Salmo 8:“¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra! (…) ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él? El Salmo 23: El Señor es mi pastor, nada me falta… El consuelo de Isaías en el capítulo 49: “Mira, te llevo tatuada en mis palmas…” Ezequiel 36 y Oseas 2. Cuando uno lee estos textos te das cuenta enseguida de que lo que Dios quiere de nosotros, ahora, es purificarnos. Purificarnos y sacar de nosotros lo mejor. Dejar caminos, dejar senderos que teníamos que abandonar y abrir un camino más auténtico… y cómo nos va a dar un agua pura y cómo nos va a enamorar en el desierto; cómo quiere quitarnos de muchas idolatrías. Nos hace una verdadera interpretación del tiempo contemporáneo, del tiempo que vivimos.
Para interpretar la Biblia dices que si no se conoce a Cristo no se puede interpretar ni el Nuevo ni el Antiguo Testamento…
No lo digo yo, lo dice San Jerónimo. El desconocimiento de la Escritura es el desconocimiento de Cristo. Efectivamente, el centro de toda la Escritura es Cristo, es el Acontecimiento de hace 2.000 años. Es lo que hace interpretar todo el Antiguo Testamento y lo que hace interpretar todo lo que se dice después de Él. Cristo se lo dice a los discípulos de Emaús: “Pero que torpes y necios sois para entender lo que dijeron de mí los profetas”. Empezando desde Moisés y pasando por todos los profetas les hizo entender que todo hablaba de Él. Para leer la Biblia hay que leerla desde Cristo Resucitado.




Vamos al Nuevo Testamento. Me gusta la advertencia que haces… la de decir: “Buah…Esto yo ya me lo sé”
Tenemos un peligro los que leemos habitualmente el Nuevo Testamento. Lo escuchamos en Misa o lo leemos en las Apps con las lecturas de cada día. Son tentaciones de vanidad, de que como todo ya nos suena… parece que no tiene que decirnos nada nuevo. La Escritura es para que podamos hablar con Dios.
En el momento en el que estamos…sin querer podemos caer en una lectura equivocada del Apocalípsis. ¿Cómo se debe leer? ¿Es una especie de visión del fin del mundo, o no?
El Apocalipsis es una Revelación para la comunidad cristiana del tiempo donde fue escrita, pero también  trasciende esa Revelación al momento presente a cristianos de toda época. El Apocalipsis se ha leído siempre. No se lee ahora porque hay una circunstancia adversa o muy negativa, también se lee en momentos benéficos.
El Apocalipsis es la palabra inspirada que Dios le dio al Apóstol San Juan en unas revelaciones para decirle a la comunidad cristiana, ante la persecución sobre todo ya romana, que le dijo: ¡Ánimo!¡Fuerza! La última palabra no la tiene el mal sino que la tiene Dios, la tiene Cristo victorioso y esa es la misma palabra que se trasciende ahora a nosotros: ¡Ánimo! ¡Fuerza! La ultima palabra en la Historia la tiene Dios.
Alvaro Real, Aleteia

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sábado, 28 de marzo de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Yo en ti y tú en Mí


Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1296. 4 de febrero de 1943. "Debe haber un encanto en tu voz y en todo lo que haces, ya que vives para Mí." Yo: "Bien quisiera estar segura de eso, Señor." El: "Repítemelo con frecuencia para que ante ti misma no pueda haber ningún equívoco. Y eso Me agradará. ¿Para qué o para quién más podrías tú vivir? Todo pasa, sólo Yo quedo. Así como solamente Yo tengo necesidad de tu vida. Sí, Mi Amor desciende hasta eso; tiene necesidad de Sus creaturas en Una Intimidad de amor... ¿Y acaso no Soy Yo 'Uno entre vosotros'? ¿No Me llamé a Mí mismo ‘el Hijo del Hombre’?
Tengo necesidad de la ternura de Mis hermanos. Fui a mendigar la ternura de Pedro, Santiago y Juan durante Mi Agonía.
¡Y cuánto es lo que doy a las almas que bajo el influjo de Mi Gracia, Me dicen su amor! Pero mucho más es lo que doy a las que vienen a Mí sin previa invitación y que sienten no poder vivir sin Mi Compañía. Sé una de ellas, hija. Ponme como delante de tus ojos y lo verás todo y verás a todos como a través de Mí.. . Entonces habrá fiesta en Mi Corazón, porque el tuyo no podrá ya apartarse del Mío. Esta fue la consigna para este año. ¿Lo recuerdas?:  En Nuestros Corazones. Yo en ti y tú en Mí.
Piensa con frecuencia: `sólo Él tiene necesidad de mi vida, sea lo que fuere lo que otros puedan necesitarme'. Porque no hay otro fuera de Mí que tenga ese deseo con la misma intensidad. Es el Deseo de un Dios, ¿cómo podrías tú imaginar Su Fuerza? Toma la delantera y El te colmará."
ReL

Una oportunidad única para abrir a la familia una puerta especial: la Biblia

¿En su casa leen la Biblia?





Vitaminas para prevenir y curar virus espirituales

Durante una pandemia, buscamos alimentarnos bien para mantenernos sanos y no contraer el coronavirus. Estamos pensando en nuestro bienestar físico y el de nuestros seres queridos, y tenemos razón. Pero, ¿será que también estamos
pensando en armarnos espiritualmente?
VITAMINE-NATURAL-PILLS

Vigilamos la propagación del Covid-19 en nuestro territorio y aplicamos escrupulosamente las normas básicas de higiene, como el lavado de manos. ¿Pero también estamos atentos al progreso de nuestra vida espiritual?
Mientras exprimimos naranjas para el desayuno, ¿pensamos en las “vitaminas espirituales” que nuestros corazones necesitan para crecer en el amor de Dios? Consejos para encontrar estas “vitaminas”:

En la oración, Dios “recarga nuestras pilas”



PRAYING
fizkes | Shutterstock

Un aparato eléctrico sólo puede funcionar si está enchufado o si está cargado. Lo mismo se aplica a nosotros. Sólo podemos “trabajar” si estamos conectados a Dios, si no nos olvidamos de recargarnos las pilas.
Cuanto más saturados, apurados, cansados y abrumados estamos, más urgente es detenerse y rezar. No de vez en cuando: todos los días.
Sin prisa: tomando un tiempo para calmarte, para deshacerte de tu peso en las manos de Dios.
La fatiga, como todos hemos experimentado, nos atrapa en un círculo vicioso: porque estamos cansados, tendemos a malgastar nuestra energía y a desperdiciarla, lo que nos agota. La única salida es poner todo en manos de Dios:
Señor, no son mis planes los que importan,
pero lo que quieres hacer a través de mí.
Espero todo de ti.
Sin ti, no puedo hacer nada.

La Palabra de Dios, un alimento indispensable



BIBLE
Lincoln Rogers | Shutterstock

Leer y meditar la Palabra de Dios no es un lujo sino una necesidad. La Sagrada Escritura es como una hogaza de pan de la que la Iglesia, como una madre, nos da un trozo cada día: esta porción diaria de pan son las lecturas de la liturgia, especialmente las de Misa.
Cada uno de nosotros puede leerlas en su misal.
Por supuesto, no lo entendemos todo. A veces estamos tan cansados o distraídos, que tenemos la impresión de que estamos perdiendo el tiempo leyendo estos textos que no están a nuestro alcance.
Pero eso es olvidar que el Espíritu Santo, Él, nunca está cansado o distraído. Y es Él quien hace que la Palabra brote en nosotros, es Él quien nos permite asimilarla para que pueda ser verdaderamente un alimento para nosotros.

Poderosos sacramentos



Capture d'écran Facebook / Virna Flores

¿Acaso pensamos lo suficiente en el poder de los sacramentos, especialmente los “sacramentos del camino” que son la Eucaristía y la Reconciliación?
¿Sabemos cómo aprovechar la fuente inagotable que comenzó a fluir dentro de nosotros en el día de nuestro bautismo?
Y esta fuente nunca se seca, incluso si somos físicamente incapaces de tener acceso a los sacramentos como la Eucaristía o la Penitencia, la gracia de nuestro Bautismo nos da la posibilidad de tener siempre acceso a ellos a través de nuestro deseo espiritual. 
Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna” (Juan 4:14).
Los sacramentos son un tesoro inagotable, donde cada día podemos tomar lo que necesitamos para vivir. A través de ellos, Dios entra en nuestra carne, para nutrirnos, sanarnos, perdonarnos y santificarnos.

Virus más terribles que el Covid-19

Dios nos da lo que necesitamos para crecer en su amor. Nos lo da incansablemente, en abundancia. Pero aun así debemos estar preparados para recibirlo.
Dios siempre está delante de nosotros como un mendigo: nunca fuerza su entrada. Depende de nosotros abrir la puerta. ¿Cómo lo hacemos? A través de la atención a los demás, el compartir, el perdón que abre nuestros corazones, preparándolos así para recibir el regalo de Dios.
La fatiga hace que nos encerremos en nosotros mismos: tensos por nuestras obligaciones o dificultades, puede que no siempre estemos disponibles para los demás.
Cuando nuestros oídos, nuestros ojos, nuestro corazón están cerrados a nuestros hermanos, Dios no puede entrar en nuestra casa.
A medida que el Covid-19 se extiende por el mundo, no debemos olvidar que todos necesitamos “recargarnos de vitaminas” para resistir a los otros “virus” desagradables llamados desánimo, retraimiento o desesperación.
Recordemos armarnos contra estos virus espirituales que son los más terribles ya que atacan lo más valioso que hay en una persona.
Por Christine Ponsard, Edifa, Aleteia

Vea también Acompañamiento espiritual del enfermo


viernes, 27 de marzo de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Amabilidad para con todos

Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1294. 27 de enero de 1943. Pasada la Comunión, decía yo "Juan bautizaba porque él era el Bautista. Y tú, Señor, curabas porque eras el Salvador. Pero yo, ¿qué soy?, ¿por qué me distingo?" Me contestó: "Tu signo distintivo ha de ser la amabilidad para con todos, para dar testimonio de Mi Bondad."
1295. 30 de enero, en mi aposento. " Por qué tenéis el hábito de ofrecerme solamente
vuestras aflicciones? ¿No crees que la misma complacencia Me da el ofrecimiento de vuestras alegrías? ¡Con tal que el amor sea el mismo!"
ReL

Poderosa súplica para rezar ante la pandemia de coronavirus

Una oración sencilla y poderosa: “¡Jesucristo, cúranos!…”
COINS PRIERE FENETRE

Kerry Weber, editora ejecutiva de la revista America, la revista de los jesuitas de Estados Unidos, ha escrito una oración desde el corazón mismo de la crisis para enfrentar al coronavirus con la fe en que solo Jesucristo salva.
En su súplica, Weber toca todos los puntos que los católicos tenemos para presentarle a Nuestro Señor Jesucristo por lo que le ha puesto entre las notas más leídas de esta prestigiosa plataforma de comunicación católica:
Jesucristo, tú viajaste por pueblos y aldeas “curando cada enfermedad y dolencia”.A tus órdenes, los enfermos fueron sanados.Ven en nuestra ayuda ahora, en medio de la propagación global del coronavirus,
para que podamos experimentar tu amor curativo.
Sana a los que están enfermos con el virus.
Que puedan recuperar su fuerza y salud a través de una atención médica de calidad.
Cúranos de nuestro miedo que impide que las naciones trabajen juntas y los vecinos se ayuden unos a otros.
Cúranos de nuestro orgullo, lo que puede hacernos reclamar invulnerabilidad a una enfermedad que no conoce fronteras.
Jesucristo, sanador de todos, permanece a nuestro lado en este momento de incertidumbre y tristeza.
Estate con los que han muerto por el virus. Que descansen contigo en tu paz eterna.
Estate con las familias de los que están enfermos o han muerto.
Mientras se preocupan y lloran, defiéndelos de la enfermedad y la desesperación.
Que conozcan tu paz.
Estate con los médicos, enfermeras, investigadores y todos los profesionales médicos
que buscan sanar y ayudar a los afectados y que se ponen en riesgo en el proceso.
Que sepan de tu protección y tu paz.
Estate con los líderes de todas las naciones.
Bríndales la previsión de actuar con caridad
y una verdadera preocupación por el bienestar de las personas a las que deben servir.
Dales la sabiduría para invertir en soluciones a largo plazo
que nos ayudarán a prepararnos o a prevenir futuros brotes.
Que conozcan tu paz mientras trabajan juntos para lograrla en la tierra.
Ya sea que estemos en casa o en el extranjero,
rodeados de muchas personas que padecen esta enfermedad o de solo unos pocos,
Jesucristo, quédate con nosotros mientras aguantamos y lloramos, persistimos y nos preparamos.
En lugar de nuestra ansiedad, danos tu paz.
¡Jesucristo, cúranos!
Jaime Septién, Aleteia
Vea también: Libro de Oración para Niños (formato pdf)