domingo, 31 de marzo de 2019

EL PAPA, ENTRE IMANES Y PREDICADORAS

El momento más insólito de la visita de Francisco a Marruecos fue su encuentro con los imanes y predicadoras que se forman en la escuela creada al efecto por Mohamed VI. Fuente: Rome Reports.















Papa: ¿Para qué confesarse si siempre cometo los mismos pecados?

En la 6° Edición de las “24 horas para el Señor”, el Papa confesó a 11 personas en la Basílica de San Pedro, además defendió el sacramento de la reconciliación: “antes que el pecado veamos con amor al pecador”. 

POPE LENT PENANCE

El Papa recordó  a la mujer adúltera a la que Jesús salva de la lapidación y citó a san Augustin : “Quedaron solo ellos dos: la miserable y la misericordia” para exhortar a buscar la misericordia y el perdón de Dios.
“Se fueron, no tenían otros intereses. En cambio, Jesús se queda. Se queda, porque se ha quedado lo que es precioso a sus ojos: esa mujer, esa persona. Para él, antes que el pecado está el pecador. Yo, tú, cada uno de nosotros estamos antes en el corazón de Dios: antes que los errores, que las reglas, que los juicios y que nuestras caídas”.
“Nos puede asaltar una duda: no sirve confesarse, siempre cometo los mismos pecados”, expresó  el Pontífice que ha presidido una Liturgia Penitencial en la Basílica de San Pedro el viernes 29 de marzo 2019.
“Pero el Señor nos conoce, sabe que la lucha interior es dura, que somos débiles y propensos a caer, a menudo reincidiendo en el mal”, agregó. 
“Es importante recordar el perdón de Dios, recordar la ternura, volver a gustar la paz y la libertad que hemos experimentado. Porque este es el corazón de la confesión: no los pecados que decimos, sino el amor divino que recibimos y que siempre necesitamos”.
El Pontífice aseguró que con la confesión y el perdón, Dios “nos propone comenzar a reincidir en el bien, en pedir misericordia. Él será quien nos levantará y convertirá en criaturas nuevas”. 
“Entonces reemprendamos el camino desde la confesión, devolvamos a este sacramento el lugar que merece en nuestra vida y en la pastoral”, sostuvo.
“También nosotros vivimos hoy en la confesión este encuentro de salvación: nosotros, con nuestras miserias y nuestro pecado; el Señor, que nos conoce, nos ama y nos libera del mal. Entremos en este encuentro, pidiendo la gracia de re-descubrirlo”. 
Pidamos la gracia de una mirada semejante a la de Jesús, pidamos tener el enfoque cristiano de la vidadonde antes que el pecado veamos con amor al pecador, antes que los errores a quien se equivoca, antes que la historia a la persona”, añadió. 
El rito ha dado inicio a la 6° Edición de las “24 horas para el Señor”, iniciativa de oración y reflexión que tiene sus orígenes en el Año de la Fe (2012-2013) y sucesivamente tuvo un impulso con ocasión del Jubileo de la Misericordia (2015-2016).
En la predicación, el Papa sostuvo que “con Jesús, misericordia de Dios encarnada, ha llegado el momento de escribir en el corazón del hombre, “de dar no tanto leyes exteriores, que a menudo dejan distanciados a Dios y al hombre, sino la ley del Espíritu”, que “libera”. 
Sin embargo, planteó que “el mal es fuerte, tiene un poder seductor: atrae, cautiva. Para apartarse de él no basta nuestro esfuerzo, se necesita un amor más grande”. 
Sin Dios, sostuvo, no se puede vencer el mal: solo su amor nos conforta dentro, solo su ternura derramada en el corazón nos hace libres”. 
En este sentido, afirmó, “si queremos la liberación del mal hay que dejar actuar al Señor, que perdona y sana”. La confesión “es el paso de la miseria a la misericordia, es la escritura de Dios en el corazón”. 
La confesión individual ha iniciado en el siglo VI, una práctica difundida entre los monjes irlandeses. En la Iglesia primitiva no existía la confesión individual. 
El Papa, destacó, “el perdón no es una fotocopia que se reproduce idéntica cada vez que se pasa por el confesionario”.
“Tampoco yo te condeno”, es el lema de este año de la iniciativa las “24 horas para el Señor”, según el Evangelio de San Juan (8, 11). 
En la Basílica también se hizo la absolución colectiva de los pecados. El Papa ha sido el primero en confesarse cara a cara con un sacerdote. 

POPE CONFESSING
HANDOUT / VATICAN MEDIA / AFP

Luego, el Pontífice confesó a 11 personas de diversos países: Vietnam, Colombia, Polonia, Italia y otros. 80 confesores se ubicaron en varios confesionarios de la Basílica y atendieron a los fieles presentes para la absolución individual. 
Por último, cabe recordar que  el papa Francisco ha defendido la actualidad del sacramento de la confesión, aunque reconoció la dificultad a la hora de acudir a ella e instó a los sacerdotes “recién ordenados y a punto de serlo”, de ofrecer un servicio eficaz al servicio de la Misericordia divina.
Lo hizo durante la audiencia concedida el 29 de marzo a los participantes en el Curso sobre el Foro Interno, promovido por el Tribunal de la Penitenciaría Apostólica. 


Ary Waldir Ramos Díaz, Aleteia




















sábado, 30 de marzo de 2019

Nuevas e increíbles imágenes de bebés en el útero podrían salvar a miles de recién nacidos

Estas imágenes en 2D de corazones de bebés están ayudando a los médicos a curarlos

ULTRASOUND
Es algo extraordinario ver por primera vez el corazón diminuto de un bebé latiendo en la imagen de una ecografía. Al verlo palpitar a ese impresionante ritmo, el bebé que crece en nuestro interior se vuelve más tangible. Y ahora, gracias a las maravillas de la tecnología y a unos médicos muy aplicados, podemos ver a estos pequeños seres humanos bajo una luz totalmente nueva.
Un equipo de investigadores de la universidad King’s College London y del Guy’s and St Thomas’s Foundation Trust del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido ha estado trabajando en la elaboración de imágenes más detalladas del corazón del bebé in utero para ayudar a ofrecer un mejor tratamiento a los nacidos con afección cardiaca congénita.
Aunque las ecografías hasta ahora siguen suministrando a los médicos  mucha información sobre la salud del bebé no nato, sus diminutos corazones laten tan rápido que resulta difícil detectar problemas que el niño pueda desarrollar más adelante en la vida. De modo que, en el estudio de estos investigadores, un grupo de mujeres embarazadas fueron sometidas a un escáner de resonancia magnética que ofrecía una serie de imágenes en 2D del corazón del bebé, las cuales, acompañadas de un impresionante software, permitieron a los médicos recrear una réplica en 3D del corazón. 
En el caso de la bebé Violet-Vienna, del que informó la BBC, el estudio resultó ser de vital utilidad. Durante la ecografía habitual de las 20 semanas, los médicos pudieron detectar algunos problemas con los vasos sanguíneos que rodeaban el corazón de la pequeña y que estaban contrayendo su aorta.
La madre, Kirbi-Lea Pettitt, se unió al estudio, gracias al cual los médicos pudieron encontrar una manera de salvar la vida de Violet-Vienna. De hecho, en el preciso momento en que nació, los médicos se la llevaron rápidamente para suministrarle las medicinas necesarias para mantener abierta su aorta. Ahora, la pequeña de 11 se desarrolla con normalidad.
El equipo de investigadores cree que esta tecnología podría estar disponible en muchos más hospitales. Además, teniendo en cuenta que el uno por ciento de los bebés nacidos en Estados Unidos tienen afección cardiaca congénita (eso son unos 40.000 bebés), el tratamiento podría suponer la salvación de miles de bebés y padres preocupados.
De hecho, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informa de que la afección cardiaca congénita o cardiopatía congénita es el tipo de anomalía congénita más común en los EE. UU., un defecto que puede ser genético, derivado de una infección o a causa de ciertos medicamentos.
Una enorme fuerza impulsora para el estudio fue el profesor Reza Razavi, un especialista cardiólogo pediátrico cuya propia hija nació con un problema cardiaco. Las nuevas imágenes, que resultan ser tan impactantes como útiles, permiten a los médicos saber exactamente a qué se enfrentan y qué tratamiento u operación serán necesarios.
El profesor Razavi explicó que, aunque el software puede ayudar a tranquilizar y consolar a sus padres al ver la nueva vida, “también ayuda muchísimo a los bebés porque pueden recibir la operación apropiada en el momento apropiado y conseguir así los mejores resultados”.
Así que te animamos a echar un vistazo a estas hipnóticas imágenes de la resonancia magnética de un bebé ajetreado presumiendo de movilidad en el vientre de su madre, demostrándonos una vez más lo increíbles que son los bebés no natos y que ¡son capaces de hacer una rutina de gimnasia completa en entornos muy estrechos!



Cerith Gardiner, Aleteia 













Diálogos con Dios: “SÉ HUMILDE”



¿Sabes qué es lo que más me cuesta? La humildad. Conozco el valor que tiene la humildad para Dios. Las Escrituras están llenas de referencias sobre la humildad. “Sean humildes, amables, comprensivos, y sopórtense unos a otros con amor.”
(Efesios 4, 2)
San Agustín en su inmensa sabiduría decía: “Si quieres santo, sé humilde, si quieres más santo, sé más humilde, si quieres ser muy santo, sé muy humilde”.
La humildad es una meta difícil de alcanzar, involucra la templanza, el autodominio, el negarse uno mismo a ciertas cosas, el reconocer que nada podemos si Dios.
El Papa Francisco habló sobre la humildad: “La humildad sin humillación no es humildad. Humilde es aquel hombre, aquella mujer, que es capaz de soportar las humillaciones como las ha soportado Jesús, el humillado, el gran humillado”.
Sé que no soy humilde cuando me sale el mal carácter.
Siempre he soñado con ser santo, para agradar a Dios, un santo invisible, de los que nos hablan y que sólo Dios los ve. Pero me percato lo difícil que es trayecto y los cientos de piedras que debo esquivar para ascender a su montaña.
Cada piedra tiene un nombre, un pecado, la mayoría dicen: “ORGULLO” no directamente, pero significa lo mismo: “ALABANZA”, “VANIDAD”, “ARROGANCIA”.
A veces tengo diálogos íntimos con Dios. Me siento en un lugar solitario, le digo: “Aquí estoy Señor”. Lo tengo frente a mí, charlando como un amigo que me orienta e imagino que hablamos…
Humildad Claudio.
Me gustas humilde.
Te amo humilde.
Te lleno de gracias cuando eres humilde.
La humildad es la puerta para mis gracias.
Una persona humilde siempre es agradecida.
Agradece cualquier pequeño gesto, y acepta  todo. Y ofrece todo.
Me gustan los humildes porque la caridad habita en la humildad.
La humildad es un gesto de amor y abandono.
Mis santos, todos han logrado un alto grado de humildad.
¿Y todos fueron humildes Señor?
No todos, pero con un gran esfuerzo lo consiguieron.
Fueron humildes y amables.
¿Qué es un santo?
Un espejo de Dios. Donde se refleja mi caridad.
Donde los desamparados encuentran mi amor.
Sé humilde y será santo.
Sé santo y me encontrarás.
Los humildes heredarán la tierra.
En tu humildad, al aceptar la deshonra, las humillaciones, me abres la puerta de tu alma.
El santo abandono es la llave para abrir la puerta de la humildad.
El que acepta las cosas y las ofrece, me da la llave para entrar a su alma.
Yo toco y ustedes deben abrir.
Yo llamo y ustedes deben responder.
Y la  respuesta que más me llega, que más me agrada es la humildad.
 Claudio de Castro, Aleteia










viernes, 29 de marzo de 2019

CORO MISIÓN PAÍS: «LA LUZ DE JESÚS»

Ven y verás es el decimoquinto álbum de Coro Misión País, un proyecto de evangelización a través de la música impulsado por la Pontificia Universidad Católica de Chile desde 2004. «La luz de Jesús», con letra y música de Manuel Lorca, es uno de los temas que lo conforman.














jueves, 28 de marzo de 2019

¿Has perdido la fidelidad al Señor? El Papa llama a hacerse esta profunda pregunta en Cuaresma

El Papa celebra misa como cada mañana en la Casa Santa Marta / Vatican Media
El Papa celebró misa como cada mañana en la Casa Santa Marta

El Papa Francisco presidió este jueves la Eucaristía en la Casa Santa Marta donde destacó en su homilía la fidelidad que caracteriza al Señor. Por ello, en plena Cuaresma hizo una nueva invitación a la conversión.
De este modo, el Santo Padre advirtió acerca de lo que comporta tener un corazón que no escucha la voz del Señor, puesto que si lo hacemos durante “días, meses y años”, se vuelve “como la tierra sin agua”, “se endurece”.
Recordó que en ocasiones  cuando hay algo que no gusta, se desacredita y calumnia al Señor. De ahí que haya destacado que en el Evangelio Jesús es claro: “Quien no está conmigo está contra mí”. “O tienes un corazón obediente, o has perdido la fidelidad”.
El riesgo de perder la fidelidad
Según recoge Vatican News, el Papa indicó la pregunta que la Iglesia quiere que “nos hagamos hoy, cada uno de nosotros: ‘Yo, ¿he perdido la fidelidad al Señor?’. –  ‘No, no, voy a misa todos los domingos...’. –  Sí, sí, pero esa fidelidad de corazón: ¿He perdido esa fidelidad, o mi corazón es duro, es testarudo, es sordo, no deja entrar al Señor, se arregla con tres o cuatro cosas y luego hace lo que quiere?’. Esta es una pregunta para cada uno de nosotros: Todos debemos hacérnosla, porque la Cuaresma sirve para esto, para reexaminar nuestro corazón”.
Por tanto, agregó Francisco, ‘Escuchar hoy la voz del Señor’ es la invitación de la Iglesia. ‘No endurezcan su corazón’. Cuando uno vive con un corazón duro, que no escucha al Señor, va más allá de no escucharlo y cuando hay algo del Señor que no le gusta, deja de lado al Señor bajo algún pretexto, desacredita al Señor, calumnia al Señor, difama al Señor.
“Es lo que le sucedió a Jesús con la gente”, afirmó el Papa, refiriéndose a la página del Evangelio de San Lucas, para dejar claro lo que significa desacreditar al Señor. Jesús hizo milagros, sanó a los enfermos “para demostrar que él tenía el poder de sanación, también de las almas, de nuestros corazones”. ¿Y qué dijo esta gente obstinada? Que es a través de Belcebú, la cabeza de los demonios, que Él expulsa a los demonios”, recordó Francisco. Y señaló que “desacreditar al Señor” es “el penúltimo paso de este rechazo del Señor”. Primero, no escucharlo dejando que el corazón se endurezca, y luego desacreditarlo. Sólo falta “el último paso que no tiene vuelta atrás, y que es la blasfemia contra el Espíritu Santo”, dijo aludiendo a las fuertes palabras de Jesús, al final de este Evangelio:
Jesús trata de convencerlos, pero no va...Y al final, así como el profeta termina con esta frase clara –  ‘la fidelidad se ha ido’ – Jesús termina con otra frase que puede ayudarnos: ‘Quien no está conmigo, está contra mí’. ‘No, no, estoy con Jesús, pero a cierta distancia, no me acerco demasiado’: No, esto no existe. O estás con Jesús, o estás en contra de Jesús; o eres fiel o eres infiel; o tienes un corazón obediente o has perdido la fidelidad.
Cada uno de nosotros piense hoy, durante la Misa y luego durante el día: Piense un poco. ‘¿Cómo está mi fidelidad? Para rechazar al Señor, ¿busco algún pretexto, algo y desacredito al Señor?...’. No pierdas la esperanza. Y estas dos palabras – ‘la fidelidad ha desaparecido’ y ‘quien no está conmigo está contra mí’ – porque aún dejan espacio para la esperanza, también para nosotros.
Volver al Señor
El Papa Francisco concluyó su homilía recordando que estamos llamados a volver al Señor, tal como exhorta la Aclamación al Evangelio: “Vuelvan a mí con todo su corazón”, dice el Señor, “porque soy misericordioso y compasivo”. “Sí, tu corazón es tan duro como esta piedra”, “muchas veces me has desacreditado para no obedecerme”, “pero aún hay tiempo”:
Pero todavía hay tiempo: ‘Vuelvan a mí con todo el corazón’, dice el Señor, ‘porque yo soy misericordioso y compasivo: Yo olvido todo’. ‘Me importa que vengas a mí. Esto es lo que me importa’, dice el Señor. Y olvida todo lo demás. Este es el tiempo de la misericordia, es el tiempo de la compasión del Señor: Abramos nuestro corazón para que Él venga en nosotros.
ReL/Vatican Media












Ranking de la Felicidad


 felicidad



Existe un Ranking que mide la felicidad en diferentes países. Así es, 140 países han aceptado someterse al “Happy Planet Index”.
El Ranking de la Felicidad es el primer estudio especializado en el tema particular de la felicidad por países: eres feliz o no.
Los resultados del estudio son reveladores y aseguran los especialistas que estarán vigentes diez años más.
El resultado es la aplicación de una encuesta de 62 reactivos a más de 26 mil adultos de 100 diferentes municipios. Estos municipios representan el 42 por ciento de la población de cada país. A los encuestados se les cuestiona sobre diversos temas como la satisfacción con la vida, el balance de los estados afectivos, la presencia de relaciones de apoyo, la disponibilidad de tiempo para familia y los amigos, la posibilidad de descanso y de acceso a un nivel de vida que sea satisfactorio.
Las conclusiones de este estudio mundial son un poco sorprendentes. Estados Unidos se coloca en la parte baja de la tabla, en el lugar 108. Rusia en el 116. India en el 50. Y China en el 72.
Costa Rica está en el primer lugar del Ranking y México justo detrás, en el segundo lugar. Colombia ocupa el tercer lugar. Argentina está en el lugar 35, Brasil en el 34 y Chile en el 31. Otros países americanos como Venezuela y Nicaragua no pueden ser medidos por sus circunstancias sociopolíticas.
Noruega es el país europeo con mejor calificación: ocupa el lugar 12. Albania el 13. Y el tercer país europeo “más feliz” es España. ¿Será verdad? En el estudio, Francia cae al lugar 44. Alemania al 49 e Italia al 60.
La mayoría de los países árabes no aceptaron ser parte de este Ranking.
El Reino de Bután –país situado al sur de Asia considerado entre los 15 países “más felices”- fue la primera nación que empezó a medir la felicidad y su gobierno nacional estableció en su constitución que el Estado deberá esforzarse en la búsqueda de la Felicidad Nacional Bruta (FNB).
En México, el INEGI es uno de los organismos que estudian la felicidad. Ser feliz es parte de la esencia humana. La felicidad y el bienestar se han convertido en campos de estudio prioritarios.
El año pasado, el INEGI en colaboración con el Tecmilenio, aplicó una encuesta siguiendo parámetros universales. Los mexicanos encuestados dijeron que, en una escala del 0 al 10, se ubican en el 8.4 en materia de felicidad.
El resultado me parecía incorrecto. ¿Cómo sería posible una calificación tan alta en una tierra con pocas oportunidades para tantos? Pero el estudio demostraba que en México la felicidad está más relacionada con las relaciones familiares y sociales y no tanto con aspectos que tienen que ver con la situación económica.
Pero lo que más me llamó la atención fue la última sección de la encuesta. A los más de 26 mil encuestados se les pidió que en una sola palabra definieran la felicidad. Las palabras más referidas fueron: familia con un 25 por ciento, amor con 16 por ciento, alegría con 7, salud con 6 y tranquilidad con 3 por ciento.
El estudio no menciona la relación con Dios como clave para ser feliz. Aunque no hayan tomado el valor de la fe a la hora de medir la felicidad del ser humano, ahí está presente en los resultados.
El cristiano cree en un Dios que se ha hecho hombre para salvarnos y para que nuestra “alegría sea completa”. Los tres países más felices según este sondeo mundial son Costa Rica, México y Colombia. Los tres son países católicos. Sin duda, la fe es un factor clave para alcanzar la alegría. Y quienes hicieron el estudio lo saben, aunque no lo digan. Porque fe y alegría son inseparables y van de la mano.

Alegría en la verdad, ReL


















Maravillosas historias de ángeles Down

Hemos celebrado el 21 de marzo,  el Día Mundial del Síndrome de Down. E s una ocasión excelente para subrayar lo mucho que aportan estas personas a la sociedad.


MARIANA DE UGARTE

Filántropos, políticos, maestros, nadadores, gimnastas o bebés. El abanico de personas con síndrome de Down nos dice que todos merecen un mar de amor y de respeto. También sus familias, especialmente sus padres, a veces incomprendidos por una sociedad que tiende a lo útil y a cuantificar el beneficio económico.

El 21 de marzo es el Día Mundial del Síndrome de Down, una perfecta ocasión para reflexionar sobre qué hacemos nosotros -cada uno- para facilitar la inclusión de estas personas: en el sistema legal de los países, en el ámbito profesional, en la social…
Dedica un instante a ver este vídeo y seguro que no vas a quedarte indiferente.

Aquí encontrarás un vídeo que te va a gustar especialmente. Es de Look Up y está en el canal de Aleteia en Español de Youtube y en el perfil de Aleteia Español de Facebook, porque esto es una historia sugerente y con contenido.
Celebremos el Día Mundial del Síndrome de Down con la intención de dar un paso adelante en el reconocimiento social de estas personas a todos los niveles. Si ves el vídeo, no quedarás indiferente y querrás compartirlo:

 Dolors Massot, aleteia








miércoles, 27 de marzo de 2019

Simon, 4 años, tiene síndrome de Down. Y ayuda a sus 3 hermanitos discapacitados

Es la historia de una familia americana increíble: Jeremy y Nicole adoptaron 4 niños de Bulgaria, todos discapacitados; Simon es el último, aún no habla inglés, pero cuida con cariño a sus demás hermanos

SIMON CLARK, BULGARIA, DOWN
¿Por dónde se empieza a contar una historia así? Quizás del encuentro entre un hombre y una mujer que se enamoran, se casan pronto y después abren de par en par su sí a la vida de una forma absurda a los ojos de los demás. No es un caso aislado, aunque parezca raro. Hoy hablamos de una familia que vive en Salt Lake City, pero yo he visto milagros parecidos en mi ciudad… y cualquiera de ustedes – estoy segura – conoce otras historias también ejemplares.

Bendita locura

Jeremy Clark es profesor y se ocupa de niños con necesidades especiales, su mujer Nicole es enfermera: está ya escrito en su currículum que tienen una predisposición a cuidar a quienes lo necesitan. Son guapísimos, dicho sea de paso. A veces el resplandor de un rostro, muestra sin filtros la luz de un alma bella.
Qué hijos más perfectos tendrán, se diría viendo su foto… Pues la realidad es aún mucho más increíble: han adoptado a 4 niños discapacitados de Bulgaria. Sí, también a mí me pasa por la cabeza la palabra “locura” y después, leyendo su testimonio, le añado el adjetivo “bendita”.
Aquí están todos junto al árbol de Navidad, el pasado diciembre.

Alex, David, Jon y Simon

Alex, el mayor, tiene 6 años y síndrome de Down, como Simón, que tiene 4. Después están David y Jon, de 5 y 6 años, que tienen parálisis cerebral.
¿Se puede elegir voluntariamente construir una familia tan complicada sin morir en el intento? Por supuesto, Jeremy y Nicole tienen las competencias educativas y médicas necesarias, por su trabajo; pero también tienen algo más. Lo explica Jeremy:
Criar a cuatro niños con necesidades especiales requiere mucho trabajo, y hay muchas necesidades que atender. La clave es encontrar la alegría en cada actividad que hacemos. Hace poco cronometré cuánto nos cuesta lavar los dientes a todos y prepararlos para dormir: 30 minutos, así que aún empeñándose a fondo, hace falta un tiempo largo. Por suerte mi mujer Nicole, que ha sido enfermera durante diez años, ha dejado de trabajar para estar en casa a tiempo pleno y cuidar de los niños.  Dailymail)
Estoy segura de que Nicole trabaja muchísimo cada bendito día; también estoy segura de que no es masoquista, sino que disfruta contemplando el misterio de una felicidad compartida en el campo de batalla (… porque la felicidad verdadera no está bajo el sol de las Maldivas, sino más bien allí donde otros huirían lo más rápido que pudieran).
Cuidar de estos niños puede ser una gran experiencia. Siempre están entusiasmados y alegres. Son felices por las pequeñas cosas que otros niños dan por descontadas. (Ibid)
Y desde que Simon ha llegado, a Nicole le ha aparecido un ayudante de primera.

Simon el valiente

Su nombre de nacimiento en Bulgaria es Zadock y tiene 4 años. Desde hace pocos meses reside en Salt Lake City como cuarto hijo adoptivo de la familia Clark. Ahora se llama Simon y, aunque aún no habla inglés, es el parlanchín del grupo; sus hermanos tienen problemas con la verbalización. Parece que su llegada es comparable a un huracán de energía:
Desde que Simon se nos ha unido, los días se han hecho un poco más largos: empiezan un poco antes y terminan un poco después, así que tenemos más tiempo para ser buenos padres. (Ibid)
Viendo los videos de la familia Clark, el protagonista de la escena es sin duda Simón: sin que sus padres se lo pidan, lava los platos, da de comer a sus hermanos (comiéndose el la mitad, por supuesto), juega con ellos, ayuda a medicarles.
Es el centro del mundo, se siente amado por personas que le han puesto en el centro de su existencia. De estas familias es de donde el mundo puede recibir la esperanza verdadera: existir, y existir uno en compañía del otro sin cocientes intelectuales ni cualidades superheroicas. Existir como personas incompletas y necesitadas de ayuda, y encontrar la verdadera felicidad en ello.
Annalisa Teggi, aleteia















martes, 26 de marzo de 2019

«SÍ A LA VIDA» EN MADRID, ASÍ FUE

Este domingo se celebró en Madrid una multitudinaria manifestación bajo el lema Sí a la vida. Éste fue el ambiente de una concentración que exigió respeto al no nacido y ayuda a las madres a quienes se empuja a tomar una decisión que no quieren y les hace daño. Fuente: Actualidades















lunes, 25 de marzo de 2019

Munilla llama a unirse a Mater Fátima: «Este Rosario es capaz de cambiar el designio de la historia»

El obispo de San Sebastián llama a rezar por la paz el 4 de abril en el evento mundial de Mater Fátima


Estoy seguro de que este Rosario es capaz de cambiar el designio de la historia”. Esta es la convicción que ha mostrado el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, sobre Mater Fátima, el gran evento mundial de oración que se celebrará el 4 de abril, coincidiendo con el centenario  de la muerte de San Francisco Marto, en la parroquia de Fátima.

El prelado vasco anima a través de un vídeo a sumarse “a esta gran iniciativa” que será una “gran cadena mundial del Rosario a favor de la paz”.

Hoy la paz es muy necesaria, y monseñor Munilla confiesa: “Estoy pensando especialmente en la paz de Venezuela. Estoy pensando en la paz de Nicaragua. También de los países de Medio Oriente para que finalice esa guerra y los cristianos puedan retornar a Siria”.



El Rosario, la “palanca” del cambio

El obispo llama a confiar en el poder real de la oración y de la intercesión de la Virgen de Fátima. Recordando la frase popular de “dame un punto de apoyo y moveré el mundo”, Munilla cree que “ese punto de apoyo es Jesucristo, y la palanca es el Rosario”.

“El mundo cambiará si nos unimos todos a esa gran invitación que hemos recibido con motivo de ese centenario de la muerte de Francisco”, recalca este sucesor de los apóstoles.

El 4 de abril, una cita por la paz en el mundo

Este acto mundial de oración se celebrará de 20.00 a 21.00 (hora de Portugal) el 4 de abril en la parroquia de Fátima, aunque los organizadores de Mater Fátima han invitado a todo el mundo a unirse a este gran acto desde sus lugares de origen. Algunos de los santuarios católicos más importantes se han unido para rezar el Rosario a esa misma hora desde allí. También pueden hacerlo los cardenales, los obispos, parroquias, conventos o asociaciones.

En España, Mater Fátima será retransmitido en directo por Radio María por lo que será mucho más sencillo unirse a la celebración.  Este evento mundial tendrá su eje en la parroquia de Fátima bajo tres pilares:

– En primer lugar habrá una Adoración Eucarística en una Hora Santa.

– Dentro de este rato de Adoración se realizará el Rezo del Rosario por la paz.

– Como conclusión se producirá la Consagración al Inmaculado Corazón de María.


Siguiendo así la petición de la Virgen, estas serán las intenciones por las que se rezará este Rosario a nivel mundial el próximo 4 de abril de este 2019 y más adelante el 20 de febrero de 2020:

- Paz en el mundo, por el Santo Padre y por el fin del aborto.

- Conversión de los pobres pecadores.

- Reparación de los corazones de Jesús y María.

- Conversión de Rusia.

- Interceder por las almas del Purgatorio.

Publicado originariamente en Cari Filii News

ReL

















domingo, 24 de marzo de 2019

Exhortación apostólica “Vive Cristo” para los jóvenes: El Papa invita a los cristianos a orar

Que el “sí” de María se convierta en el “sí” de muchos
Benedicto-XVI-orando-en-la-casa-de-Loreto © forosdelavirgen.org
Benedicto-XVI-Orando-En-La-Casa-De-Loreto

El Papa Francisco invita a los cristianos a orar, en vísperas de la firma de su exhortación apostólica post-sinodal “Vive Cristo, esperanza nuestra”: una carta a los jóvenes, escrita en español, que sigue al sínodo dedicado a ellos en octubre. 2018.
Durante el Ángelus del 24 de marzo de 2019, que presidió en la Plaza de San Pedro, el Papa recordó: “Mañana, en la fiesta de la Anunciación del Señor, iré a Loreto, a la casa de la Virgen Maria. Y explica: “Elegí este lugar para la firma de la exhortación apostólica dedicada a los jóvenes. Pido vuestra oración para que el “sí” de María se convierta en el “sí” de muchos”.
El Santuario de la “Santa Casa” de Loreto es uno de los santuarios más importantes del mundo. Tiene vista a la ciudad de Loreto, que se encuentra a 30 km al suroeste de la ciudad de Ancona, en la costa adriática de Italia. Alberga las tres paredes de la casa semi troglodita de Nazaret donde, según la tradición, tuvo lugar la Anunciación y donde vivía la Sagrada Familia.
Según la leyenda, la “Santa Casa” fue transportada por los “ángeles” de Nazaret a Loreto. La investigación histórica ha establecido que cuando los sarracenos invadieron Tierra Santa, estas piedras fueron transportadas por mar por los cruzados en 1291, primero en la costa de Iliria y luego en Loreto, a salvo de los Estados papales, menos objetivo de las incursiones piratas.
Originalmente, la reliquia sagrada se colocaba al abrigo de una iglesia simple, pero, desde el siglo XIV, esta casa se convirtió en el objetivo de una peregrinación tan importante, en el camino a Roma, que comenzó la obra de la actual basílica y fortificaciones para protegerla, en 1469.
En 1507, el papa Julio II decidió desarrollar las obras designando oficialmente a Loreto como lugar de peregrinación y enviando al arquitecto del Vaticano, Bramante, a Loreto para dirigir la última fase del proyecto.










sábado, 23 de marzo de 2019

OMP presenta «Con Jesús Niño a la Misión», un proyecto de cuatro años para formar niños misioneros




Imagen del proyecto
Imagen del proyecto "Con Jesús niño a la Misión"


Obras Misionales Pontificias (OMP) acaba de presentar esta semana el proyecto pedagógico “Con Jesús Niño a la Misión” de Infancia Misionera. Al evento, celebrado en Madrid el pasado jueves, acudió medio centenar de educadores entre profesores, responsables de pastoral de diversos colegios, misioneros, etc., y en él el profesor, escritor y comunicador, Fernando Alberca, introdujo y puso en valor esta iniciativa de la Iglesia con una ponencia titulada “Niños felices, niños misioneros”.
El profesor Alberca explicó que a medida que el niño va descubriendo tres dimensiones fundamentales, “el sujeto, la familia y los demás (lo social)”, va adquiriendo su madurez y se va preparando para la misión: “Hacer bien a los demás es un síntoma de madurez, inteligencia y sensibilidad”. Este educador subrayó que es necesario “enseñar a los niños a descubrir su misión en la vida para transmitir lo mejor que tienen”.
Alberca, también director de un colegio en Córdoba, habló de la conveniencia de que el niño “conecte” con los otros y afirmó que “el ser humano está diseñado por Dios de forma perfecta para conectar sin que el otro pida ayuda”, porque las emociones (el miedo, el cansancio, etc.) se reflejan en su rostro. También sostuvo que “los niños están preparados para conocer la realidad sin prejuicios y para acoger todas las ideas”, incluida la de Dios. En este sentido, pidió que “por nuestros prejuicios no perdamos la posibilidad de que los niños sean felices” y dijo que “la misión hace felices a todos”.
De hecho señaló que para ser verdaderamente felices se deben cumplir estas condiciones: ser amado por encima de lo que uno estima que debe ser amado, o amar más allá de lo que uno pensaba que era capaz de hacerlo.
La Infancia Misionera más allá de una Jornada
Por su parte, el director de OMP, José María Calderón, subrayó la necesidad de que los niños reciban desde pequeños una “formación misionera” que les permita plantearse “la misión como una verdadera vocación, un sitio donde entregar la vida a Dios y a los demás”. Calderón dijo que la Jornada de Infancia Misionera se limitaba hasta ahora, básicamente, a un solo día y agradeció a su predecesor Anastasio Gil haber visto que esto no bastaba y que era necesario poner en marcha un “plan de formación en cuatro años para explicar en qué consiste ser un niño misionero”.
Fernando González, responsable en OMP del proyecto “Con Jesús Niño a la Misión”, explicó que se trata de una propuesta “para los niños de hoy”, que ofrece herramientas para trabajar con los niños “la humildad, la fraternidad, la solidaridad, la acogida del extranjero…” teniendo como referencia “a Jesús niño y los misioneros”.
A través de un recorrido por la infancia de Jesús, a través de los lugares geográficos en los que la vivió (Belén, Egipto, Nazaret y Jerusalén), OMP quiere ofrecer con esta iniciativa algunas herramientas para “ayudar a la tarea evangelizadora” que ya realizan muchos educadores, continuando con su propia identidad, pero “incorporando recursos que le den un color misionero” y que están orientadas “al encuentro con Dios, con los hermanos, y con el mundo y la sociedad”.
El director de OMP añadió que el proyecto estaba teniendo una gran acogida en Latinoamérica y que se han hecho peticiones a España para que sea traducido al inglés y al francés, para que pueda ser presentado también en Asia y en África. Como explicó Calderón en la presentación del acto, uno de los aspectos que más impresionan de la Infancia Misionera es su carácter de “universalidad”, porque aquí los niños aprenden a ayudar “no al misionero que me cae bien, sino a todos”, porque, “la Iglesia, como madre, cuida de todos sus hijos”.
Se puede ver la participación de Fernando Alberca en Youtube: 


















jueves, 21 de marzo de 2019

«En los conversos, ves que Dios a veces actúa con gradualidad, y otras, con sacudidas asombrosas»

Pablo J. Ginés, autor de «Conversos, buscadores de Dios», entrevistado en MaterMundiTV


Pablo J. Ginés habla de los procesos asombrosos que llevan a la gente a convertirse a la fe cristiana, a partir de los ejemplos de 12 personalidades
Pablo J. Ginés habla de los procesos asombrosos que llevan a la gente a convertirse a la fe cristiana, a partir de los ejemplos de 12 personalidades


El canal católico MaterMundiTv ha entrevistado a Pablo J. Ginés, periodista de ReligionEnLibertad, a propósito de su libro de testimonios Conversos, buscadores de Dios (Digital Reasons). 
El periodista lleva escribiendo sobre conversiones al cristianismo desde el año 2002 y explica que "en esta vidas se puede ver cómo actúa Dios, a veces con suavidad y gradualidad y otras con sacudidas asombrosas”.
"Todos son conversos, que dan el paso a creer e incluso a bautizarse, todos son del siglo XX, época de electricidad, gasolina, medicina moderna, incluso Internet, gente de nuestro tiempo", señala el autor sobre los protagonistas de su libro.
Un disidente intelectual y místico "el que más me impresionó"
"Yo pude entrevistar a en persona a Miroslav Marynovich y por eso es el que más me impresionó de los del libro. Era un disidente democrático, que no tenía fe, que al principio creía en el comunismo pero luego vio que el comunismo no cumplía nunca lo que prometía. Lo detuvieron, lo encerraron en la KGB de Kiev, y allí tuvo una experiencia mística. Pensé que sería un intelectual aburrido que me explicaría cuatro generalidades sobre Dios. Pero no."
"Empezó a contarme su testimonio de conversión mística, como si fuera un personaje de Dostoyevski, una lucidez febril, extraña, con un detalle tremendo. No cuenta argumentos intelectuales, sino la experiencia mística asombrosa que tuvo en la cárcel", explica el autor.
"Hay estudios desde los años 70 que miden las experiencias místicas en la población y oscilan entre un 30 y un 60% de la población. Por ejemplo, hay un libro que se llama Mysticism goes mainstream (El misticismo se hace corriente), un estudio sociológico con ensayos y encuestas", detalla el autor.
"Hay 'algo más', algo que hay que explorar, y cuando lo exploras piensas 'resulta que lo que dicen los cristianos encaja con lo que está sintiendo la gente en las experiencias místicas, y también con lo que mi corazón desea, y con lo que mi ética piensa que se debería hacer. Es bonito, pero es difícil. ¿Daré el paso de apuntarme a algo que es arriesgado? Pues estas son las historias de gente que dio el paso".
Varios tipos de conversos
Con todo, aunque en el libro hay varios conversos místicos, otros testimonios se convierten por la vía de la reflexión artística o ética o por la admiración hacia buenos ejemplos cristianos.
Conversos, buscadores de Dios recoge 12 historias apasionantes de conversos modernos, en situaciones bastante diversas.
Gary Cooper, popularísimo galán y actor de Hollywood
León Felipe, poeta español republicano, exiliado en México
Mijail Kaláshnikov, el inventor del terrible rifle AK-47, arma que ha matado a millones de hombres
- Un almirante japonés que llevó al Pacífico a jesuitas españoles que murieron mártires en la Segunda Guerra Mundial
Dos disidentes de la Unión Soviética, el "sistema perfecto" que predicaba la "virtud" sin Dios
John Moody, un famoso financiero lleno de preguntas filosóficas
- Benedict Daswa, un maestro africano que murió por enfrentarse a la cultura de la brujería
Elisabet Hesselblad y Anna Abrikósova, de origen luterano y ortodoxo, que volcaron su vida en servir y evangelizar como católicas
- Un artista japonés actual, impactado por la pintura cristiana de Occidente
- Un lector de Tolkien que, siendo ateo e hijo de ateos, se llenó de preguntas sobre el bien y el mal
conversos-buscadores-de-dios-2
El libro puede descargarse en formato digital por 6 euros aquí en Digital Reasons. También pueden comprarse ejemplares en papel en librerías o en la tienda online OcioHispano por 11,7 euros. 
La entrevista de 16 minutos en MaterMundiTV con Pablo J. Ginés sobre conversos históricos y experiencias místicas

ReL





RESCATADOS «A PRECIO DE SANGRE»

A precio de sangre es el título de este tema de Propiedad de Cristo, dúo católico formado por los cantautores dominicanos Gipsy y Nicky Vera, que llevan diez años entregados a un ministerio de evangelización mediante la música.















miércoles, 20 de marzo de 2019

Cantalamessa invita a sacar del olvido todo un clásico espiritual: «Imitación de Cristo», el Kempis


El padre Cantalamessa subrayó la necesidad de la soledad y del silencio (al menos interiores pero también exteriores) para la espiritualidad, sobre todo en el caso de los consagrados.
El padre Cantalamessa subrayó la necesidad de la soledad y del silencio
(al menos interiores pero también exteriores) para la espiritualidad,
sobre todo en el caso de los consagrados.

l capuchino Raniero Canalamessa, predicador de la Casa Pontificia, anima a rescatar del olvido todo un clásico: la Imitación de Cristo, del fray Tomás de Kempis(1380-1471), un canónigo agustino alemán que consagró con esa obra la llamada devotio moderna [devoción moderna], que reposa fundamentalmente en la interioridad por contraste con formas anteriores más vinculadas a la liturgia y la oración colectiva.
El padre Cantalamessa habló al respecto durante la predicación cuaresmal a la Curia Romana este viernes en la Capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico, donde señaló la necesidad de intensificar la vida interior en unas palabras que llevaban por título una expresión de San Agustín: In te ipsum redi! [¡Entra en ti mismo!].
El "lugar" en que cada uno de nosotros entra en contacto con el Dios vivo es la Iglesia "en sentido universal y sacramental", pero "en sentido personal y existencial es nuestro corazón", afirmó. Aunque no todos podemos retirarnos al desierto para encontrar al Padre, como hizo Jesucristo, "todos podemos refugiarnos en el desierto interior que es nuestro corazón". Como Zaqueo -comparó-, "buscamos a Jesús y lo buscamos fuera, por las calles, entre la multitud. Y es el mismo Jesús quien nos invita a entrar en nuestra casa en nuestro propio corazón, donde él desea encontrarse con nosotros".
Hoy se ha perdido el aprecio a esta interioridad, lamentó: "Un síntoma revelador de este descenso del gusto y estima de la interioridad es la suerte que ha tocado a la Imitación de Cristo, que es una especie de manual de introducción a la vida interior. De libro más amado entre los cristianos, después de la Biblia, ha pasado, en pocas décadas, a ser un libro olvidado".
Durante los siglos XIX y XX se popularizaron cientos de ediciones del Kempis (Imitación de Cristo), muchas de ellas en formatos muy pequeños para poder llevarlo siempre encima y servir de meditación en el templo o en cualquier lugar.
Señaló causas culturales generales, como "la emergencia de lo «social», que es ciertamente un valor positivo de nuestros tiempos, pero que, si no se reequilibra, puede acentuar la proyección hacia lo exterior y la despersonalización del hombre". Pero también causas específicas de la Iglesia, como el hecho de que el "ideal antiguo de la fuga del mundo se haya sustituido a veces el ideal de la fuga hacia el mundo. El abandono de la interioridad y la proyección hacia lo externo es un aspecto -y entre los más peligrosos- del fenómeno del secularismo".
El padre Cantalamessa explicó que la búsqueda del encuentro con Dios en el interior de cada uno está muy presente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Por un lado, "ya los profetas de Israel lucharon para trasladar el interés del pueblo desde las prácticas exteriores de culto y del ritualismo, a la interioridad de la relación con Dios". Por otro, "es el tipo de reforma religiosa que Jesús retomó y llevó a cabo... Quiso renovar la religiosidad judía, terminada a menudo en lo seco del ritualismo y del legalismo, poniendo en el centro de ella una relación con Dios intima y vivida".
"¿Por qué es urgente volver a hablar de interioridad y redescubrir el gusto sobre ella?", se interrogó. Porque "vivimos en una civilización toda proyectada hacia lo exterior". Y porque "evadirse, es decir, salir fuera, es una especie de palabra de orden... La evasión está, por así decirlo, institucionalizada. El silencio da miedo. No se logra vivir, trabajar, estudiar sin alguna voz o música alrededor. Hay una especie de horror vacui, de miedo del vacío, que impulsa a aturdirse".
Sin embargo, "la interioridad es la vía para una vida auténtica", porque "para el cristiano la autenticidad verdadera no se alcanza más que viviendo «coram Deo», en la presencia de Dios... Disipación es el nombre de la enfermedad mortal que nos acecha a todos".
Cantalamessa exhortó en particular a los consagrados a buscar la soledad y el silencio de forma efectiva: "Hay algunos que sueñan con la soledad, pero la sueñan solamente. La aman, siempre que se mantenga en el sueño y no se traduzca nunca en la realidad. En realidad, rehúyen de ella, tienen miedo de ella. La desaparición del silencio es un síntoma grave. Han sido eliminados casi en todas partes esos carteles típicos que en cada pasillo de las casas religiosas reclamaban en latín: Silentium! Yo creo que en muchos ambientes religiosos es necesario el dilema: ¡O silencio o muerte! O se reencuentra un clima y tiempos de silencio y de interioridad o es el vaciamiento espiritual progresivo y total".
TEXTO ÍNTEGRO DE LA PREDICACIÓN
«¡Entra en ti mismo!»
P. Raniero Cantalamessa, OFM Cap.
Segunda predicación, Cuaresma 2019
© Traducido del original italiano por Pablo Cervera Barranco.
San Agustín lanzó un llamamiento que a distancia de tantos siglos conserva intacta su actualidad: «In te ipsum redi. In interiore homine habitat veritas»: «Entra en ti mismo. En el hombre interior habita la verdad»[1] . En un discurso al pueblo, con insistencia aún mayor, exhorta: «¡Entrad de nuevo en vuestro corazón! ¿Dónde queréis ir lejos de vosotros? Yendo lejos os perderéis. ¿Por qué os encamináis por carreteras desiertas? Entrad de nuevo desde vuestro vagabundeo que os ha sacado del camino; volved al Señor. Él está listo. Primero entra en tu corazón, tú que te has hecho extraño a ti mismo, a fuerza de vagabundear fuera: no te conoces a ti mismo, y ¡busca a aquel que te ha creado! Vuelve, vuelve al corazón, sepárate del cuerpo... Entra de nuevo en el corazón: examina allí lo que quizá percibiste de Dios, porque allí se encuentra la imagen de Dios; en la interioridad del hombre habita Cristo, en tu interioridad eres renovado según la imagen de Dios»[2].
Continuando el comentario iniciado en Adviento sobre el versículo del Salmo «Mi alma tiene sed del Dios vivo», reflexionemos sobre el «lugar» en que cada uno de nosotros entra en contacto con el Dios vivo. En sentido universal y sacramental este «lugar» es la Iglesia, pero en sentido personal y existencial es nuestro corazón, lo que la Escritura llama «el hombre interior», «el hombre escondido en el corazón»[3]. A esta elección nos impulsa también el tiempo litúrgico en que nos encontramos. Jesús en estos cuarenta días está en el desierto, y es allí donde lo debemos alcanzar. No todos pueden ir a un desierto exterior; pero todos podemos refugiarnos en el desierto interior que es nuestro corazón. «En la interioridad del hombre habita Cristo», nos ha dicho Agustín.
Si queremos una imagen plástica, o un símbolo que nos ayude a aplicar esta conversión hacia el interior, nos la ofrece el Evangelio con el episodio de Zaqueo. Zaqueo es el hombre que quiere conocer a Jesús y, para hacerlo, sale de casa, va entre la multitud, sube a un árbol... Lo busca fuera. Pero hete aquí que Jesús al pasar lo ve y le dice: «Zaqueo, baja enseguida porque hoy tengo que quedarme a tu casa» (Lc 19,5). Jesús lleva a Zaqueo a su casa y allí, en secreto, sin testigos, ocurre el milagro: conoce verdaderamente quién es Jesús y encuentra la salvación. 
Nos parecemos a menudo a Zaqueo. Buscamos a Jesús y lo buscamos fuera, por las calles, entre la multitud. Y es el mismo Jesús quien nos invita a entrar en nuestra casa en nuestro propio corazón, donde él desea encontrarse con nosotros.
Interioridad, un valor en crisis
La interioridad es un valor en crisis. La «vida interior» que en un tiempo era casi sinónimo de vida espiritual, ahora, en cambio, tiende a ser mirada con sospecha. Hay diccionarios de espiritualidad que omiten totalmente las voces «interioridad» y «recogimiento» y otros que las llevan, pero no sin expresar algunas reservas. Por ejemplo, se destaca que, después de todo, no hay ningún término bíblico que corresponda exactamente a estas palabras; que podría haber habido, en este punto, un influjo determinante de la filosofía platónica; que podría favorecer el subjetivismo y así sucesivamente. 
Un síntoma revelador de este descenso del gusto y estima de la interioridad es la suerte que ha tocado a la Imitación de Cristo que es una especie de manual de introducción a la vida interior. De libro más amado entre los cristianos, después de la Biblia, ha pasado, en pocas décadas, a ser un libro olvidado.
Algunas causas de esta crisis son antiguas e inherentes a nuestra propia naturaleza. Nuestra «composición», es decir, el estar constituidos de carne y espíritu, hace que seamos como un plano inclinado; inclinado, sin embargo, hacia lo exterior, lo visible y lo múltiple. Como el universo, tras la explosión inicial (el famoso Big Bang), también nosotros estamos en fase de expansión y de alejamiento del centro. «No se sacia el ojo de mirar, ni el oído se sacia nunca de oír», dice la Escritura (Qo 1,8). Estamos perennemente en «salida», a través de esas cinco puertas o ventanas que son nuestros sentidos. 
Otras causas son, en cambio, más específicas y actuales. Una es la emergencia de lo «social» que es ciertamente un valor positivo de nuestros tiempos, pero que, si no se reequilibra, puede acentuar la proyección hacia lo exterior y la despersonalización del hombre. En la cultura secularizada y laica de nuestros tiempos el papel que desempeñaba la interioridad cristiana fue asumido por la psicología y el psicoanálisis, las cuales se detienen, sin embargo, en el inconsciente del hombre y en su subjetividad, prescindiendo de su íntimo vínculo con Dios. 
En el campo eclesial, la afirmación, con el Concilio, de la idea de una «Iglesia para el mundo» ha hecho que al ideal antiguo de la fuga del mundo, se haya sustituido a veces el ideal de la fuga hacia el mundo. El abandono de la interioridad y la proyección hacia lo externo es un aspecto —y entre los más peligrosos— del fenómeno del secularismo. Hubo incluso un intento de justificar teológicamente esta nueva orientación que ha tomado el nombre de teología de la muerte de Dios, o de la ciudad secular. Dios —se dice— nos ha dado él mismo el ejemplo. Al encarnarse, él se ha vaciado, ha salido de sí mismo, de la interioridad trinitaria, se ha «mundanizado», es decir, dispersado en lo profano. Se ha convertido en un Dios «fuera de sí».
La interioridad en la Biblia
Como siempre, a la crisis de un valor tradicional, se debe responder en el cristianismo haciendo una recapitulación, es decir, retomando las cosas en su principio para llevarlas a un nuevo cumplimiento. En otras palabras, se trata de partir de nuevo desde la palabra de Dios y, a su luz, encontrar, en la misma Tradición, el elemento vital y perenne, liberándolo de los elementos caducos de los que se ha revestido a lo largo de los siglos. Es lo que el Concilio Vaticano II siguió como método en todos sus trabajos. Igual que en la naturaleza, en primavera, se poda el árbol de las ramas de la temporada anterior para hacer posible que el tronco florezca de nuevo, así hay que hacer también en la vida de la Iglesia.
Ya los profetas de Israel lucharon para trasladar el interés del pueblo desde las prácticas exteriores de culto y del ritualismo, a la interioridad de la relación con Dios. «Este pueblo —leemos en Isaías— se acerca a mí solo con palabras y me honra con los labios, mientras que su corazón está lejos de mí y el culto que me rinde es un aprendizaje de costumbres humanas» (Is 29,13). El motivo es que «el hombre mira las apariencias, pero Dios escudriña el corazón» (1 Sam 16,7). «Rasgaos el corazón, no las vestiduras, —se lee en otro profeta» (Jl 2,13).
Es el tipo de reforma religiosa que Jesús retomó y llevó a cabo. Uno que analice la actuación de Jesús y sus palabras, fuera de preocupaciones dogmáticas, desde un punto de vista de la historia de las religiones, nota sobre todo una cosa: que él quiso renovar la religiosidad judía, terminada a menudo en lo seco del ritualismo y del legalismo, poniendo en el centro de ella una relación con Dios intima y vivida. Él no se cansa de apelar a ese ámbito «secreto», el «corazón», donde se opera el verdadero contacto con Dios y con su voluntad viva y del que depende el valor de toda acción (cf. Mt 15,10ss). El llamamiento a la interioridad encuentra su motivación bíblica más profunda y objetiva en la doctrina de la inhabitación de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en el alma del bautizado[4].
Con el paso del tiempo, en la visión bíblica de la interioridad cristiana algo se había ofuscado, contribuyendo a la crisis de la que he hablado anteriormente. En ciertas corrientes espirituales, como en algunos de los místicos renanos, se había ofuscado el carácter objetivo de esta interioridad. Insisten en volver al «fondo del alma» mediante lo que ellos llaman «introversión». Pero no siempre resulta claro si este «fondo del alma» pertenece a la realidad de Dios o a la del yo, o, peor aún, si es ambas cosas juntas, fusionadas de manera panteísta. 
En los últimos siglos el aspecto del método había acabado por prevalecer sobre el contenido de la interioridad cristiana, reduciéndola a veces a una especie de técnica de concentración y de meditación, más que en el encuentro con Cristo vivo en el corazón, aunque no han faltado en ninguna época espléndidas realizaciones de la interioridad cristiana. La beata Isabel de la Trinidad está en la línea de la más pura interioridad objetiva, cuando escribe: «Yo he encontrado el paraíso en la tierra, porque el paraíso es Dios y Dios está en mi corazón».
Regreso a la interioridad
Pero volvamos al presente. ¿Por qué es urgente volver a hablar de interioridad y redescubrir el gusto sobre ella? Vivimos en una civilización toda proyectada hacia lo exterior. Ocurre en el ámbito espiritual lo que se observa en el ámbito físico. El hombre envía sus sondas hasta la periferia del sistema solar, fotografía lo que hay en planetas lejanos; ignora, en cambio, lo que se agita a pocos miles de metros bajo la corteza terrestre y no consigue, por eso, prever terremotos y erupciones volcánicas. También nosotros sabemos, ahora en tiempo real, lo que sucede en el otro extremo del mundo, pero ignoramos lo que se agita en el fondo de nuestro corazón. Vivimos como en una centrifugadora en acción a toda velocidad.
Evadirse, es decir, salir fuera, es una especie de palabra de orden. Incluso hay una literatura de evasión, espectáculos de evasión. La evasión está, por así decirlo, institucionalizada. El silencio da miedo. No se logra vivir, trabajar, estudiar sin alguna voz o música alrededor. Hay una especie de horror vacui, de miedo del vacío, que impulsa a aturdirse. 
Tuve ocasión de entrar una vez en una discoteca, invitado a hablar a los jóvenes allí reunidos. Me bastó para hacerme una idea de lo que reina allí: la orgía del barullo, el ruido ensordecedor como droga. Se han hecho investigaciones entre los jóvenes a la salida de la discoteca y a la pregunta: «¿Por qué os reunís en este lugar?»; algunos han respondido: «¡Para no pensar!». Pero es fácil imaginar a qué manipulaciones se exponen los jóvenes que han renunciado ya a pensar. 
«Imponedles un trabajo pesado y que lo cumplan; y no hagáis caso de palabras engañosas», fue la orden del faraón de Egipto (cf. Éx 5,9). La orden tácita, pero no menos perentoria, de los faraones modernos es: «¡Imponed el ruido sobre estos jóvenes, que se aturdan con él, de modo que no piensen, no hagan elecciones libres, sino que sigan la moda que nos conviene, compren lo que decimos nosotros, piensen como nosotros queremos!» Para un sector muy influyente de nuestra sociedad, el del espectáculo y la publicidad, los individuos cuentan solo en cuanto que son «espectadores», números que hacen subir las «audiencias» de los programas.
Hay que oponerse con un rotundo «¡no!» a este vaciamiento. Los jóvenes son también los más generosos y dispuestos a rebelarse contra las esclavitudes y, de hecho, hay multitud de jóvenes que reaccionan a este asalto y, en lugar de huir, buscan lugares y tiempos de silencio y contemplación para reencontrarse de vez en cuando consigo mismos y, en sí mismos, a Dios. Son muchos, aunque nadie habla de ello. Algunos han fundado casas de oración y adoración eucarística perpetua y a través de la Red dan la posibilidad a muchos para que se unan a ellos.
La interioridad es la vía para una vida auténtica. Se habla mucho hoy de autenticidad y se hace de ello el criterio de éxito o fracaso de la vida. El filósofo quizá más conocido del siglo pasado, Martin Heidegger, puso este concepto en el centro de su sistema. Para el cristiano la autenticidad verdadera no se alcanza más que viviendo «coram Deo», en la presencia de Dios. 
«Un vaquero —escribe Kierkegaard— el cual, si esto fuera posible, es un yo delante de sus vacas, es un yo muy inferior; un soberano que fuese un yo frente a sus esclavos, lo mismo. En el fondo ninguno de los dos es un yo, en ambos casos falta la medida... Pero, ¡qué acento infinito adquiere el yo cuando adquiere conciencia de existir ante Dios, convirtiéndose en un yo humano cuya medida es Dios! […] Se habla muchos de vidas desperdiciadas. Pero desperdiciada es sólo la vida de aquel hombre que nunca se dio cuenta, porque no tuvo nunca, en el sentido más profundo, la impresión de que existe un Dios y que él, precisamente él, su yo, está ante este Dios»[5].
El Evangelio nos narra la historia de uno de estos «vaqueros». Había huido de la casa paterna y había gastado sus bienes y su juventud, viviendo disolutamente. Pero un día «entró en sí mismo». Pasó revista a su vida, preparó las palabras que tenía que decir y se puso en camino hacia la casa paterna (cf. Lc 15,17). Su conversión se realizó en este momento, antes de moverse, mientras estaba solo en medio de una piara de puercos. Se realizó en el momento en que «entró dentro de sí». A continuación no hizo más que ejecutar lo que había deliberado. La conversión externa fue precedida por la interior y recibió de esta su valor. ¡Cuánta fecundidad en aquel «entrar en sí mismo!». 
No son solo los jóvenes los que son arrollados por la oleada de exterioridad. También lo son las personas más comprometidas y activas en la Iglesia. ¡También los religiosos! Disipación es el nombre de la enfermedad mortal que nos acecha a todos. Se termina por ser como un vestido del revés, con el alma expuesta a los cuatro vientos. En un discurso dirigido a los superiores de una orden religiosa contemplativa, San Pablo VI dijo: «Hoy estamos en un mundo que parece enfrascado en una fiebre que se infiltra incluso en el santuario y la soledad. Ruido y estruendo han invadido casi todo. Las personas no logran ya recogerse. Víctimas de mil distracciones, disipan habitualmente sus energías detrás de las diversas formas de la cultura moderna. Periódicos, revistas, libros invaden la intimidad de nuestras casas y de nuestros corazones. Es más difícil que antes encontrar la oportunidad para ese recogimiento en el cual el alma logra estar plenamente ocupada en Dios».
Santa Teresa de Jesús escribió una obra titulada El castillo interior que es ciertamente uno de los frutos más maduros de la doctrina cristiana de la interioridad. Pero existe, por desgracia, también un «castillo exterior» y hoy constatamos que es posible estar encerrados también en este castillo. Encerrados fuera de casa, incapaces de entrar de nuevo en ella. ¡Presos de la exterioridad! San Agustín describe así su vida antes de la conversión: «Tú estabas dentro de mí y yo estaba fuera y te buscaba aquí abajo, lanzándome deforme, sobre estas formas de belleza que son tus criaturas. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo. Me retenían lejos de ti esas criaturas que no existirían tampoco si no fuera por ti que las haces existir»[6].
¡Cuántos de nosotros deberían repetir esta amarga confesión: «Tú estabas dentro de mí, pero yo estaba fuera!» Hay algunos que sueñan con la soledad, pero la sueñan solamente. La aman, siempre que se mantenga en el sueño y no se traduzca nunca en la realidad. En realidad, rehúyen de ella, tienen miedo de ella. La desaparición del silencio es un síntoma grave. Han sido eliminados casi en todas partes esos carteles típicos que en cada pasillo de las casas religiosas reclamaban en latín: Silentium! Yo creo que en muchos ambientes religiosos es necesario el dilema: ¡O silencio o muerte! O se reencuentra un clima y tiempos de silencio y de interioridad o es el vaciamiento espiritual progresivo y total. Jesús llama infierno a «las tinieblas exteriores» (cf. Mt 8,12) y esta designación es altamente significativa.
No hay que dejarse engañar por la objeción habitual: pero a Dios se le encuentra fuera, en los hermanos, en los pobres, en la lucha por la justicia; se le encuentra en la Eucaristía que está fuera de nosotros, en la Palabra de Dios... Todo cierto. Pero, ¿dónde «encuentras» realmente al hermano y al pobre, sino en tu corazón? Si los encuentras sólo fuera, no es un yo, una persona a la que encuentras, sino una cosa; te chocas más que encontrarlo. ¿Dónde encuentras al Jesús de la Eucaristía si no en la fe, es decir, dentro de ti? Un verdadero encuentro entre personas no puede tener lugar más que entre dos conciencias, dos libertades, es decir, entre dos interioridades. 
Es erróneo, por lo demás, pensar que la insistencia en la interioridad pueda perjudicar al compromiso activo por el reino y la justicia; pensar, en otras palabras, que afirmar la primacía de la intención pueda perjudicar a la acción. La interioridad no se opone a la acción, sino a un cierto modo de realizar la acción. Lejos de disminuir la importancia del actuar para Dios, la interioridad la fundamenta y la preserva.
El eremita y su eremitorio
Si queremos imitar lo que Dios ha hecho al encarnarse, imitémosle verdaderamente hasta el fondo. Es cierto que él se vació, salió de sí mismo, de la interioridad trinitaria, para venir al mundo. Sin embargo, sabemos cómo ha sucedido esto: «Lo que era permaneció, lo que no era lo asumió», dice un antiguo aforismo a propósito de la Encarnación. Sin abandonar el seno del Padre, el Verbo vino en medio de nosotros. También nosotros vamos hacia el mundo, pero sin salir nunca del todo de nosotros mismos. «El hombre interior —dice la Imitación de Cristo— se recoge espontáneamente porque no se dispersa nunca del todo en las cosas exteriores. A él no le perjudica la actividad exterior y las ocupaciones a su tiempo necesarias, pero sabe adaptarse a las circunstancias»[7].
Pero tratemos de ver también cómo hacerlo, concretamente, para recuperar y conservar la costumbre de la interioridad. Moisés era un hombre muy activo. Pero se lee que se hizo construir una tienda portátil y en cada etapa del éxodo fijaba la tienda fuera del campamento y regularmente entraba en ella para consultar al Señor. Allí, el Señor hablaba con Moisés «cara a cara, como habla un hombre con otro» (Éx 33,11).
Esto no siempre se puede hacer. No siempre se puede uno retirar a una capilla o a un lugar solitario para recuperar el contacto con Dios. San Francisco de Asís sugiere otra astucia más al alcance de la mano. Al enviar a sus frailes por las calles del mundo, decía: Nosotros tenemos siempre un eremitorio con nosotros dondequiera que vayamos y cada vez que lo queramos podemos, como eremitas, entrar en esta ermita. «Hermano cuerpo es la ermita y el alma el eremita que habita dentro de él para orar a Dios y meditar»[8]. Es la misma recomendación que santa Catalina de Siena expresaba con la imagen de la «celda interior», que cada uno lleva consigo y a la que siempre es posible retirarse con el pensamiento, para reanudar un contacto vivo con la Verdad que habita en nosotros.
Hemos escuchado al inicio el apremiante llamamiento de San Agustín a re-entrar en el corazón; terminamos escuchando otro llamamiento igualmente apremiante en la misma dirección, lo que San Anselmo de Aosta dirige al lector al comienzo de su Proslogion: «¡Venga, pues, desgracia humana, huye un momento de tus ocupaciones, apártate por un instante de tus tumultuosos pensamientos! Deshazte de las preocupaciones que te agobian y pospón tus laboriosos quehaceres. Entrégate un poco a Dios y descansa un instante en Él. ¡«Entra en el aposento» de tu espíritu, ahuyenta todo excepto a Dios y lo que te ayude a hallarle y, «una vez cerrada la puerta», búscale! ¡Ahora di «corazón mío», di todo entero ahora a Dios: «Busco tu rostro, Señor; tu rostro es lo que busco»! (Sal 27,8)». 
Con estos deseos y propósitos iniciamos nuestra jornada de trabajo al servicio de la Iglesia.
© Traducido del original italiano por Pablo Cervera Barranco.

[1] S. Agustín, De vera rel. 39, 72: PL 34,154.
[2] S. Agustín, In Ioh. Ev., 18, 10: CCL 36, 186.
[3] Cf. Rom 7,22; 2 Cor 4,16; 1 Pe 3,4.
[4] Cf. Jn 14,17.23; Rom 5,5; Gál 4,6.
[5] S. Kierkagaard, La malattia mortale, II, en Opere [Ed. C. Fabro] (Florencia 1972) 662-663 [trad. esp. Enfermedad mortal (Alba Libros, Madrid 2005)].
[6] S. Agustín, Confesiones, X, 27.
[7] Imitación de Cristo, II, 1.
[8] Leyenda Perugina, 80: Fuentes Franciscanas, n. 1636
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