viernes, 31 de julio de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Hija, ¡dame tu vida!

Es como si conversara contigo...                                                                                         

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1460. 30 de agosto.
Señor, yo querría cuidarte como Tú me cuidas.
El: Cuidarme, hija, es amarme, Me parece que no necesito otra cosa. Pero Mi Sed de amor es grande. ¿Te parece que te lo repito demasiado? Pero es que cada vez Mi Deseo es nuevo; ya sabes que el Amor nunca se repite, pues en Sí mismo encuentra acentos eternos. Tómate pues el cuidado de consolarme con la simplicidad de una mirada, una sonrisa interior. Incluso, una compasión que concedas a Mis Dolores, o una plegaria por los pecadores. Hija, ¡dame tu vida!
Yo: Pero Señor, ¡si ya la tienes!
El: Sí, pero la quiero sin cesar, como un flujo ininterrumpido, como una sinfonía sin fin.
Que todo esfuerzo sea por Mí, lo mismo cuando reprimes una palabra que cuando te revistes de dulzura; cuando anulas tu voluntad, que cuando te doblegas; lo mismo cuando olvidas alguna falta de atención, que cuando sacrificas un gusto para ayudar al prójimo...
Todo por Mí, querida hija y esto será tu felicidad. Estarás impregnada de Mí y Yo irradiaré desde ti.
ReL

Depresión: ¿Cómo convencer a un familiar para que se trate?


RELATIONSHIP

Tener un alguien en casa que sufre de depresión es una dura prueba, tanto más difícil cuanto que él o ella se niega a recibir tratamiento. Aquí tienes algunos consejos para acompañarle en el camino de la curación

La depresión de un familiar tiene a menudo repercusiones negativas sobre el hogar. La pesadumbre permanente del deprimido y su cansancio terminan por crear un clima insoportable, acentuado considerablemente cuando hay una negativa a tratarse. ¿Qué hacer entonces?

Mostrarle que comprendemos lo que está viviendo

Primero veamos lo que no hay que hacer. Existe una tentación grande de pedirle que “reaccione”, que “haga un esfuerzo” por salir de su marasmo. ¡Pero nunca le pediríamos a un cojo que echara a correr!
Así que no puedes pedirle a una persona deprimida que reaccione porque, precisamente, es su “voluntad” la que está aquejada: ¡se le hace una montaña incluso el tratarse!
La primera actitud consiste en mostrarle que comprendemos lo que está viviendo. La persona deprimida está en un estado permanente de sufrimiento: la vida le parece apagada, sin propósito. Solamente percibe lo negativo.
A la pérdida de motivación se añade un cansancio intenso que la paraliza en una necesidad de no hacer nada. Esto es susceptible de irritar a las personas que conviven con la persona con depresión, que pueden pensar que el enfermo no está poniendo de su parte.
Igual que una persona es capaz de una dedicación infatigable hacia un familiar que padece un cáncer porque sabe que no puede hacer nada, sucede a menudo que no se muestra el mismo apoyo con una enfermedad percibida de forma más o menos confusa como algo imputable al enfermo (al menos en la negativa a tratarse).

Liberar la palabra para acompañar hacia los cuidados necesarios



El familiar sano debe luego permitir al deprimido expresar los sentimientos negativos que le asaltan. Él puede ser el primer terapeuta en la medida en que acepte esos sentimientos, teniendo cuidado de no subestimarlos o corregirlos.
Además, resulta útil que el deprimido pueda formular los motivos de su rechazo a tratarse: algunos pueden estar fundamentados si, en el pasado, algún tratamiento no fuera concluyente.
Este diálogo, al aportar cierto alivio al enfermo, puede darle deseos de buscar otro centro u otro profesional más eficaz.
No obstante, a veces la terapia necesita ir acompañada de medicación.
A menudo el deprimido puede ser escéptico sobre la eficacia de los antidepresivos, por lo que necesita saber que puede salir adelante, aunque tenga tendencia a desesperarse a causa de las recaídas cíclicas de las fases depresivas.
El encuentro con otra persona que haya conocido la depresión y que haya salido victoriosa podrá demostrarle que merece la pena buscar entre la variedad de antidepresivos el que pueda aliviarle, confiando en los consejos profesionales.
Por último, aunque no menos importante, conviene tener presente que los momentos de meditación en el abandono al Señor tienen un auténtico valor terapéutico.
Edifa

Vea también Depresión - Síntomas, Diagnóstico, Causas, Posibles Reacciones


¿Cuál es la diferencia entre cuerpo, alma y espíritu?


Hay un lugar en el interior del ser humano donde Dios habita.

En el Nuevo Testamento la distinción entre cuerpo, alma y espíritu aparece solamente una sola vez. San Pablo dice en la primera carta a los Tesalonicenses: “Que Él, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo” (1Ts 5,23).
El Catecismo, a su vez, explica el pasaje:
A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así san Pablo ruega para que nuestro «ser entero, el espíritu […], el alma y el cuerpo» sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma«Espíritu» significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural, y que su alma es capaz de ser sobreelevada gratuitamente a la comunión con Dios(367)
Actualmente existe una tendencia de los teólogos que dice que el ser humano no posee alma, pues sería una visión dualista, platónica y que no correspondería al pensamiento bíblico, judío. Nada más equivocado que eso.
En el Antiguo Testamento, durante mucho tiempo no se habló de la “resurrección de la carne”. Al contrario, se creía que la persona vivía en el sheol (el lugar de las almas rebeldes olvidadas), eran “proverbios”, cuya existencia era sombría, hasta incluso umbrosa.
A pocos, Dios les fue revelando que aquellas “sombras” en realidad continuaban teniendo personalidad y que los buenos eran bendecidos y los malos castigados.
La idea de que al final de su vida la persona era recompensada –aunque aún no se hablara de resurrección– era muy clara en el Antiguo Testamento como un segundo paso, ya en la época de los profetas.
El tercer paso comienza a surgir. Tras la muerte, al final de los tiempos, el cuerpo y el alma se unirán y habrá la resurrección de los muertos. Poco después viene el Nuevo Testamento.
Jesucristo dice al Buen Ladrón en la Cruz: “Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,43). Ahora, el “hoy” del que habla solo puede referirse al alma del Buen Ladrón, pues el cuerpo, evidentemente, será sepultado, así como el cuerpo de Jesús también lo fue.
En el Nuevo Testamento cuando una persona muere existe un castigo eterno o una recompensa eterna y al final de los tiempos existirá también la resurrección de los muertos. Es una clara distinción entre el cuerpo y el alma.
El catecismo enseña que el cuerpo y el alma son una sola naturaleza humana, no son dos naturalezas que se unen, sino una sola realidad.
Y con la ruptura de esa realidad única llamada muerte, algo terrible sucede, algo que no estaba en el plan de Dios. Incluso así, el hombre es cuerpo y alma, material y espiritual respectivamente.

El espíritu: el lugar donde Dios habita

La Iglesia enseña con toda claridad que no son dos almas, sino cuerpo y alma. Existe, sin embargo, una única alma humana, el lugar donde habita Dios. Se trata del “espíritu”, es decir, una realidad sobrenatural que existe en los hombres.
Así, aquellos que son hijos de Dios bautizados –cuerpo y alma– por el hecho de ser templos de Dios, poseen un “lugar” donde Dios habita. Es posible decir también que el lugar donde Dios habita en cuanto Espíritu Santo es lo que se llama “espíritu”.
El alma como un todo es responsable de diversas cosas: inteligencia, voluntad, fantasías, etc., pero ni siquiera es ahí donde Dios habita. Este es el lugar más profundo del hombre, donde él es él mismo de tal forma que no es más él sino Dios. “Interior intimo meo”, como lo definió san Agustín.
El ser humano no fue abandonado a sí mismo, naturaleza pura. Dentro de su naturaleza existe otra naturaleza, la sobrenatural, la presencia de Dios. La naturaleza agraciada por Dios (en los paganos es la gracia de Dios).
Pero los bautizados poseen una consistencia aún mayor, pues pueden y deben reconocer que son hijos de Dios, templos del Espíritu Santo.
P. Paulo Ricardo, Aleteia

Vea también Modo de comportarse ante uno y otro espíritu



¿Aún son los casados más felices que los demás? Sí, según la ciencia y pese a estudios puntillosos

Nuevos estudios pueden matizar detalles, pero el matrimonio, estadísticamente, da felicidad

El matrimonio sigue siendo fuente de felicidad, según los estudios sociológicos

¿Es poca la diferencia en la felicidad entre los solteros, los casados y los divorciados? Un nuevo estudio trata de apuntar en esa dirección, pero eso va contra sus propios datos y de hecho contra un consenso bien establecido en los estudios sobre felicidad y matrimonio en EEUU.
La Universidad Estatal de Michigan (Estados Unidos) ha difundido una nota sobre una investigación que busca medir y comparar la felicidad de los casados, los solteros y los que han tenido una vida de pareja "accidentada". En la nota consideran que la diferencia no es muy significativa, pero un poco de atención a los datos muestra que sí lo es. William Chopik y Mariah Purol, los investigadores del estudio, creen que la vida matrimonial feliz no parece aportar mucha más felicidad que una soltería feliz.
El estudio es novedoso en clasificar a las personas de edad ya madura, en 3 categorías y luego pedirles que puntúen su felicidad actual, tras muchos años de vida, autoconcediéndose una nota del 1 al 5. Para el lector español, más acostumbrado a las notas del 1 al 10, puede ser mejor usar la puntuación decimal.
Los que pasaron casi toda su vida en un solo matrimonio puntuó su felicidad en un 8 sobre 10.
Los que nunca se casaron ni trataron de tener relaciones matrimoniales o similares, se puntuaron con un 7,6 sobre 10.
Los que entraron y salieron en varias relaciones, con divorcios, rupturas o enviudando, se autoconcedieron un 7,4 sobre 10.
Los investigadores consideran que la diferencia es pequeña. Pero el estudio tiene muchas limitaciones. Para empezar, muchos hablan de su felicidad "hoy", bastantes años después de haber pasado los peores momentos de sus rupturas o divorcios.
Publicado en el 'Journal of Positive Psychology', examinó las historias de relación de 7.532 personas, de 18 a 60 años. A la tercera categoría (de historias accidentadas) pertenecían sólo un 13%.
Citando unos versos de Shakespeare sobre los que aman y pierden frente a los que nunca amaron, Mariah Purol, una de las autoras del estudio, consideró que "aquellos que 'han amado y perdido' son tan felices hacia el final de la vida como aquellos que 'nunca han amado en absoluto'". (Quizá hablar de "hacia el final de la vida" a los 60 años es un poco inexacto en nuestros días).
"Parece que se trata menos del matrimonio y más de la mentalidad. Si puedes encontrar la felicidad y la satisfacción como persona soltera, es probable que te aferres a esa felicidad, sea con anillo en el dedo o no", concluye Purol.
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Tener pareja feliz... ¡te da buena salud!
Sin embargo, en un estudio anterior, el mismo William Chopik, profesor de psicología, junto con Ed O’Brien, de la universidad de Chicago, analizando 1.981 parejas casadas ya jubiladas, encontró que tener un cónyuge feliz aporta buena salud, incluso si el encuestado no es especialmente feliz.
“Simplemente el tener una pareja feliz puede aumentar tanto tu salud como esforzarte por ti mismo en ser feliz", afirmó el investigador en un estudio que publicó en "Health Psychology", a partir en encuestas a parejas de 50 a 94 años midiendo su felicidad y salud durante 6 años.
¿Cómo es que la felicidad del cónyuge puede aportarnos buena salud? Chopik consideraba 3 posibilidades:
un cónyuge feliz nos cuidará más y mejor, mientras que uno infeliz tendría tendencia a dedicarse más bien a sus problemas
- los cónyuges felices consiguen que las personas menos felices lleven una vida saludable con buenos ciclos de sueño, comida sana, actividad física...
un cónyuge feliz, incluso si no te hace feliz a ti, te simplifica y serena la vida... y eso previene contra riesgos como el abuso de alcohol, drogas, y otros comportamientos dañinos
Así, el nuevo estudio quizá infravalora los beneficios del matrimonio (quizá por su sistema de automedición de felicidad) frente al anterior, que constataba los beneficios objetivos en la salud de tener un cónyuge feliz.
En la misma universidad de Michigan en 2012 un estudio de Stevie C. Y. Yap investigó la felicidad de 1.366 personas antes de casarse y durante los años siguientes a su matrimonio (siempre comparando con grupos de control de similar nivel sociocultural). La conclusión es que "la gente, como media, no es que sea más feliz después de casarse de lo que era antes de casarse, pero si es más feliz de lo que hubiera sido si se mantuviera soltera".
Lo más contundente: preguntar quién se siente muy feliz
En mayo de 2019, Nicholas H. Wolfinger, en IFStudies.org (del Institute for Family Studies)  admitía que "es cierto que la evidencia de los beneficios directos del matrimonio es más débil de lo que solía ser. Los estudios han demostrado que los beneficios del matrimonio a la salud y a los ingresos masculinos son un producto de la selección, no de la causación: los hombres más sanos y con más ingresos son los que tienen más probabilidad de lograr casarse, para empezar. Sin embargo, nadie ha puesto en duda los beneficios del matrimonio para la felicidad en las décadas posteriores a que lo hiciera el difunto sociólogo Jesse Bernard en su libro The Future of Marriage".
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Y se demuestra esta relación entre felicidad y matrimonio con cifras de la General Social Survey de 2010-2018:
- el 40% de los casados de 18 a 50 años se declaran "muy felices"
- sólo el 24% de los separados/divorciados sin hijos (y el 18% de los que tienen hijos) se declaran "muy felices"
- y sólo un 21% de los nunca casados se declaran "muy felices"
Estos datos, mucho más robustos que el nuevo estudio de William Chopik y Mariah Purol, de hecho, sumados a su estudio, siguen confirmando que el matrimonio es (estadísticamente) una fuente de estabilidad, felicidad y salud, mucho más que cualquiera de sus alternativas.
 P.J.G./ReL


jueves, 30 de julio de 2020

Estoy a la puerta y llamo: Humildad, Dulzura y Misericordia

Es como si conversara contigo...                                                                                          

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1458. 20 de agosto de 1945. Misa Mayor sobre la Explanada.
Sé una servidora de amor. ¿Sabes cuál es el nombre de una servidora de amor? Su nombre es la bienamada.
1459. 21 de agosto. Al regreso de Lourdes.
No pienses que pierdes a Lourdes porque sales de ahí; porque Yo estoy siempre contigo para dirigirte y ayudarte en la fidelidad a tus resoluciones. El Esposo lleva el paso para que la esposa no tropiece.
Y ¿qué es lo más conmovedor entre la timidez de la esposa y las atenciones del Esposo? Porque el Esposo es feliz de que su esposa Le procure la oportunidad de una nueva atención delicada.
¿Quieres darme la felicidad de ver cómo sigues Mi Método? Porque supongo que aprobarás a tu Profesor, que posee secretos a ningún otro parecidos, que tú reconoces y (con una sonrisa) no te han dado hasta aquí motivo de queja. Animo, pues.
Tus ojos, en la Luz. Yo Soy la Luz. No Me pierdas la Mirada, ahora que lo has comprendido, ¡La Mirada de Dios! Con ello repararás tantas otras miradas, tuyas y de los otros.
Y, ¿qué decir del amor que hay en una mirada, una mirada de tu corazón sobre el Pobre Cordero de Dios que es pura Humildad, Dulzura y Misericordia? Pondera estas palabras con amor. Tres palabras que te doy al salir de Lourdes.
ReL

Dejada por muerta en un pozo, una joven musulmana dice que fue salvada por Jesús

Salvada por Jesús

Créditos: Frank van Leersum, Flickr , CC BY 2.0 / Wikimedia Commons
¿Una niña musulmana salvada por Jesús? “Cuando mi cuerpo fue arrojado al pozo, vi que mi alma se estaba yendo al infierno a través de una terrible oscuridad. Tenía muchas ganas de obtener una gota de agua para mi sed profunda. Sabía que mi alma estaba vagando no por el agua terrenal, sino por el agua de la vida, que es la Palabra de Dios “.
Ramza, una niña, nació en una familia musulmana devota en el Medio Oriente y creció observando cuidadosamente todos los requisitos del Islam. Su padre era bastante rico y, como tal, tenía tres esposas y trece hijos, que recibieron una buena educación.
Su primera exposición al cristianismo ocurrió en la escuela. Un amigo, cuyos padres trabajaban para la organización de evangelismo protestante no confesional Bibles4Mideast , le contó a Ramza sobre el Evangelio, aunque Ramza no estaba interesado.
Una vez adolescente, el padre de Ramza planeó casarla con un anciano que ya tenía varias esposas. Durante una acalorada discusión en la que Ramza se resistía, su padre la golpeó en la cabeza con una silla. Pensando que la había matado accidentalmente, él y su madre metieron su cuerpo en una bolsa, se fueron al campo y la dejaron caer en un pozo vacío.
¿Salvada por Jesús
Pero ella todavía estaba viva. Y fue entonces cuando comenzaron sus visiones.
“Vi el Evangelio, dado por mi amigo de la escuela frente a mí”, escribe . “Me consoló un poco. Traté de atraparlo; pero mis manos no pudieron tocarlo. El Evangelio dirigió mi alma a un jardín increíble “.
Entonces Jesús apareció:
“Había un hombre fuerte, sano y hermoso parado dentro del pozo. Él atrapa el saco de mi cadáver en sus manos. Desató el saco. Me frotó la cabeza y el cuerpo. Abrí los ojos como si me despertara de un sueño. Vi marcas clavadas en sus manos. El era mi Señor Jesús.
Me llevó en sus manos y me sacó del pozo. Él me dijo: ‘Yo soy la resurrección y la vida; El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá (Juan 11:25).
Me postré ante él. Dije con lágrimas de alegría: ‘Señor Jesús, tú eres mi Señor y Salvador. Has crucificado y has muerto por mí. Has resucitado de hecho. Soy toda tuya. Creo en ti.’
Levanté la cabeza y lo miré. Pero no había nadie. Él [había] desaparecido”.
Unos minutos más tarde, Ramza dice que fue encontrada por una pareja cristiana que dijo que Jesús los había guiado hacia ella. Con su cuidado, ella se recuperó y ahora trabaja con algunas otras mujeres en una granja, aprendiendo más acerca de Jesús.
“Oren”, dijo ella, “para que se salven los miembros de mi familia, parientes y toda la gente de Medio Oriente”.
Así fue como esta joven musulmana habría sido salvada por Jesús.

¡Oremos por la conversión de los musulmanes!

ChurchPOP
Vea también  La Iglesia y los Musulmanes - Benedicto XVI



Siendo generoso con elogios iluminarás cualquier día gris

JOY   Alegría Optimismo

11 cosas buenas que pasan cuando expresamos aprecio por los demás… y cuando lo recibimos

Todos tenemos esos días oscuros en que nos sentimos desganados o nos invade el mal humor. En momentos como esos cuando es más probable que dejemos entrar un viento frío haciendo un comentario negativo o lanzando una crítica entre dientes, es mejor mirar a nuestro alrededor y elogiar a alguien para abrir paso a una luz más cálida.
No sólo es muy posible que impactes a esa persona, sino que pronto sentirás que estás escapando de esa nube negra que te ha estado persiguiendo todo el día.
Un gesto sincero como el elogio que afirma a otro, sea por unos bonitos zapatos o una sonrisa radiante, puede hacer una diferencia transformando tu pronóstico del tiempo ese día.
Los elogios para que sean efectivos tienen que ser genuinos. Puede parecer algo inofensivo decirle a alguien que se ve bien cuando en realidad no es así, pero solo el elogio que es verdadero irá lejos y para eso es importante estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor.
Solemos dar por sentado lo que está bien y solo mencionar las cosas negativas que necesitan solucionarse. Por eso, se requiere un esfuerzo voluntario para ser mejores observadores.
Todo el mundo tiene cualidades y con un poco más de atención se pueden ver los detalles de bondad que salen en los rasgos del carácter, comportamientos o apariencia.
Pero para ser bueno dando elogios no solo hay que ejercitar la mirada y notar lo que merece ser elogiado, sino también saber cómo decirlo.
Lo primero es ser lo más específico posible. Es agradable escuchar que uno es inteligente, amable o bonito, pero esto se aplica a mucha gente. Cuando eres específico, le estás mostrando a la otra persona que lo dices de verdad.
En lugar de decirle a alguien que simplemente “se ve bien”, podrías decirle que esa chaqueta le queda fenomenal y le hace resaltar el color de sus ojos, por ejemplo.
Es bueno ser claros para expresar lo que valoramos, como cuando el mensaje es más efectivo al decirle a un niño “¡te felicito por juntar tus juguetes!” en vez de conformarnos con un simple “muy bien”.
Gran parte de lo que decimos también se comunica por el tono de voz y nuestro lenguaje corporal.
Los elogios podrían malinterpretarse si no están acompañados por gestos no verbales que reflejen respeto como sonreír o mostrar entusiasmo en lo que se comunica y que son importantes para acompañar y dar fuerza al mensaje.
Otro dato importante es que los elogios tienen que estar “limpios” y no mezclarse con críticas, como cuando una madre podría decirle a su hijo: “al fin viniste a la mesa la primera vez que te he llamado”.
Esto no será tan constructivo, así como tampoco hacerlo a destiempo. Para que no parezca algo artificial y tenga un efecto inmediato, tiene que decirse en el momento justo.

MOM,SON,PRAISE
Shutterstock

¿Y cuando te elogian a ti?

Y si quieres darlos, también tienes que aprender a recibirlos. A veces las personas se sienten incómodas porque no lo han experimentado antes o lo ven como un acto falto de humildad y no saben cómo reaccionar.
El elogio sincero es un acto de amor. Aprender a aceptarlo es tan necesario como aprender a darlo y para eso con un amable “gracias” será suficiente.
Nunca escatimes los elogios y haz que lluevan porque, al igual que ocurre después de una tormenta, estos aparecerán llenos de aprecio y gratitud como rayos de sol que permitirán crear un mejor clima de relaciones positivas y un sentimiento de conexión con uno mismo y con los demás aportando grandes beneficios:

1.
AUMENTAN LA AUTOESTIMA

Recibir elogios ayuda a crear la sensación de que somos valorados y apreciados. Todos tenemos una gran necesidad de pertenecer y ser reconocidos. Los elogios son un aporte a la hora de satisfacer esas necesidades y permiten desarrollar una imagen muy positiva de uno mismo.

2.
PROMUEVEN LAS BUENAS CONDUCTAS

Ante malos comportamientos, es importante también poner foco en los aspectos positivos; algo que requiere poco tiempo y menos esfuerzo que regañar. Elogiar las buenas conductas es tan importante como saber poner límites. Los elogios pueden construir la base ideal en donde se fortalece el buen comportamiento.

3.
MANTIENEN UNIDAS A LAS PERSONAS

Los elogios son como un pegamento en las relaciones. Con un elogio breve y natural, podemos hacer que una relación se mantenga fuerte y sana. Un “gracias por preparar esta cena tan rica” puede tener un efecto muy positivo llenando la relación con palabras de afirmación que comuniquen amor.

4.
DESPIERTAN LA CREATIVIDAD

Encontrar algo bueno que decirle a alguien al menos una vez al día tiene el poder de dejar de lado bloqueos mentales o pensamientos negativos y despejar los caminos para encontrar soluciones y canales de acción, ya que es capaz de crear un espacio para pensar de manera positiva.

5.
MEJORAN LAS CONDICIONES DE UN LUGAR

Es común que nuestro entorno se desborde de críticas o gente que busca señalar lo que está mal. Pocos se toman el tiempo para indicar lo que se hace bien. Cuando eliges edificar a la gente con un elogio y no derribarla, puedes llegar a un lugar y dejarlo en mejores condiciones de las que estaba antes de pasar por allí.

6.
HACEN SENTIR BIEN

El elogio nos permite satisfacer necesidades humanas básicas al sentirnos valorados. Tener el hábito de elogiar nos ayuda a notar y apreciar lo que es bueno y lo que nos gusta. Nos ayuda a crear una perspectiva optimista y más feliz de la vida.

7.
AYUDAN A CRECER EN LO BUENO

No se trata de dejar de ver defectos, sino tener por objetivo el lograr que lo mejor de cada uno aflore. Es nuestra tarea alentar y plantear desafíos que impliquen crecimiento. Los elogios posibilitan que al valorar un comportamiento bueno, este se repita. ​​Si le dices a una persona cuánto te gustó su sonrisa, es probable que vuelva a sonreír la próxima vez que te vea.

8.
FACILITAN HACER CORRECCIONES

Elogiar puede ser un buen comienzo para encarar una conversación difícil o una manera de superar un obstáculo incómodo. Si empiezas con un elogio que muestra aprecio sincero, será más fácil luego hacer una corrección o tener que decir algo desagradable, como una suerte de “anestesia” que nos prepara antes del dolor.

9.
NOS PREDISPONEN A LA COLABORACIÓN

Los elogios nos ayudan a comunicar ese aprecio que sentimos unos hacia otros y este nos predispone mejor a querer cooperar y colaborar con colegas, amigos o familiares. Cuando aparecen los problemas, saberse apreciado ayuda a trabajar y superar esas dificultades.

10.
CREAN CONFIANZA

Cuando alguien más se da cuenta de lo más mínimo sobre otra persona, es más probable que se pueda creer una vínculo de amistad. Todos necesitamos a alguien en nuestras vidas en quien podamos confiar, y cuanto más construimos a otros, más nos estamos construyendo a nosotros mismos.

11.
NOS HARÁN MÁS FELICES

Cuando tienes el hábito de elogiar, es muy probable que también seas elogiado. Cuando alguien te note, te sentirás especial incluso si es solo por un momento. Serás más feliz, tus familiares serán más felices y muy pronto todos lo que hagan contacto con tu entorno, se sentirán más felices también.
Cecilia Zinicola, Aleteia




miércoles, 29 de julio de 2020

El «daño irreversible» de la tendencia transgénero: «Toda una generación de chicas está en riesgo»

«Brillante» investigación sobre un fenómeno femenino en alza

Hasta hace no muchos años, la cuestión transgénero era un asunto básicamente de varones adultos. Cada vez más es un problema de chicas adolescentes. Foto: Sharon McCutcheon / Unsplash.
Hasta hace no muchos años, la cuestión transgénero era un asunto básicamente de varones adultos. Cada vez más es un problema de chicas adolescentes. Foto: Sharon McCutcheon / Unsplash.


La tendencia social, cultural y política de imposición de la ideología de género está haciendo un "daño irreversible" a las chicas adolescentes y jóvenes multiplicando los casos de disforia de género y obligando a padres y médicos, mediante una coacción social insoportable, a respaldar su "transición" y medicarlas de por vida.
Es la tesis de un libro recién publicado por Regnery en Estados Unidos, Irreversible damage [Daño irreversible], subtitulado La manía transgénero que seduce a nuestras  hijas. Su autora, Abigail Shrier, es colaboradora habitual en el Wall Street Journal, se formó en la Universidad de Oxford y es doctora en Derecho por la Universidad de Yale.  
Shrier describe un fenómeno que empieza a preocupar en términos de salud global. En muy pocos años, la disforia de género (un grave malestar con el propio sexo biológico) ha pasado de ser diagnosticada en un 0,01% de población, en la primera infancia y casi exclusivamente en varones, a ver cómo se dispara el número de casos, en la preadolescencia y primera juventud, y sobre todo en chicas
Los colegios e internet
La mayoría de las ellas nunca habían experimentado problema alguno con su sexo biológico hasta que se dieron una de dos circunstancias, o las dos:
-o bien una actividad organizada del colegio, extracurricular pero en horario escolar, durante la cual alguien ajeno al centro y normalmente enviado por asociaciones LGBT les contaba su experiencia de 'salir del armario' como transgénero o les introducía en la complejidad del fenómeno;
-o bien descubrían en las redes sociales, a través de algún compañero o amigo, una comunidad de influencers transgénero.
Para muchos padres, el momento en el que descubren lo que está pasando es haciendo frente a peticiones que pueden llegar a mastectomías dobles o a bloqueadores de la pubertad con una potencial infertilidad permanente.
Para conocer esta realidad, Shrier ha llevado a cabo cerca de doscientas entrevistas a jóvenes que se reconocen transgénero, a sus padres, a consejeros y médicos que impulsan la 'transición' de género, a psicólogos y educadores, a investigadores y también a chicas que 'detransicionan", esto es, que lamentan lo que se han hecho a sí mismas e intentan volver a la normalidad.
Lo que Shrier ha descubierto, explica Regnery, es que las chicas transgénero ven inmediatamente impulsado su estatus social entre sus pares, pero no es fácil dar marcha atrás una vez emprendidos los primeros pasos de la 'transición'. La finalidad de su libro es precisamente informar de todo esto a sus padres para que puedan "proteger" a sus hijas de decisiones erróneas, porque "toda una generación está en riesgo".
Un estudio "brillante"
No hace falta decir que la movilización del lobby LGBT contra Shrier para censurarla ha sido instantánea. Aunque Amazon vende el libro, se dirigió a la editorial para advertirle de que no insertaría publicidad pagada, por entender que Irreversible Damage incluye críticas a la orientación sexual... aunque no es así.
Ella ha estado presente en todo tipo de foros para defender su estudio, que ha sido considerado "brillante" incluso por personas que han trabajado en la denominada perspectiva de género, como Julian Vigo, profesora de antropología cultural. Considera que los ataques recibidos son más bien prueba "de la fuerza de su investigación y del poder de su alegato".
Y coincide con ella en la constatación del auge de este fenómeno preadolescente y postadolescente femenino y su importante prevalencia en Estados Unidos, Reino Unido y Escandinavia: "El transgenerismo ya no es un coto cerrado para hombres adultos, como en tiempos fue", apunta Vigo.
La seguridad de la "etiqueta"
En un artículo en Spiked reseñando la obra, Vigo coincide con Shrier en la importancia de la enorme cantidad de tiempo que dedican los jóvenes de hoy a la socialización on line, donde la etiquetación juega un papel decisivo.
La propia Shrier lo pudo comprobar durante varias de las experiencias con ellos que llevó a cabo para su libro, donde la categorización demostró tener un papel mucho más relevante, por la "seguridad" que transmite la etiqueta a quien se identifica con ella, que el propio encuentro interpersonal: “Muchas de las adolescentes que adoptan una identidad transgénero nunca han tenido ninguna experiencia sexual o romántica”, apunta.
También detectó que muchas chicas, en este contexto, empiezan a sentirse 'extrañas' a su propio cuerpo e incómodas con su sexo biológico, con el que hasta entonces no habían sentido incomodidad alguna, a raíz de la primera menstruación.
'Felicidad' a toda costa
La “afirmación de género” es omnipresente en las escuelas públicas de Estados Unidos, y según Shrier las aulas están siendo invadidas por terapeutas deseosos de empujar a los niños por un camino que conduce a una medicalización de por vida.
Otra parte del problema, sugiere, es cultural. Ya no podemos soportar la idea de que nuestros niños no sean felices. En cuanto aparece la infelicidad, por cualquier causa, debe ser tratada. “Quizá hemos educado a los adolescentes en considerar la felicidad como un estado natural y constantemente accesible”, explica Abigail. Y si eso implica afirmar la identidad de género que elijan los jóvenes y respaldar la transición, se sigue adelante pese a las reticencias que suscita el sentido común de los padres, a quienes preocupan sus hijas de carne y hueso, no la satisfacción de expectativas ideológicas.
Un tercer factor clave, señala Vigo al comentar el libro, "es la cultura transgénero on line", que  "se engancha a la necesidad de los adolescentes actuales de establecer una identidad social". El estudio recoge un hecho que "seguramente no es coincidencia":  "Más del 65% de los adolescentes incrementaron su presencia en las redes sociales y su tiempo on line inmediatamente antes de anunciar su identidad transgénero”.
Un gurú trans como Ty Turner transmite la idea de basta con pensar que eres trans para ser trans, y muchos le siguen: "Esto muestra con qué rapidez el típico cuestionamiento de uno mismo propio del adolescente se ha transformado en la expectativa de una afirmación inmediata", dice Vigo. Pero a lo que conduce es a una gran confusión, como el ejemplo de una de las entrevistadas, quien dice que "normalmente se identifica como ‘un 60% hombre’ y el resto... está 'hecha un lío’".
"Si tus padres te quisieran...", "Te vas a suicidar..."
Shrier también critica las tendencias coactivas de la cultura trans que se difunden on line, del tipo: “Si tus padres te quisieran, apoyarían tu identidad trans” o “Si no te apoyan en tu identidad trans, probablemente te suicidarás”.
Hay incluso influencers trans que instruyen a los niños sobre cómo convencer a los médicos de que son trans para que les receten bloqueadores hormonales u hormonas: "El daño que todo esto hace al cuerpo de las chicas es terrible", comenta Vigo.
"Y lo que es peor, el mundo médico no ofrece resistencia" añade: "Cuando Shrier le pregunta a Randi Kaufman, terapeuta de género, sobre esos padres que no pueden entender el discurso de la identidad de género, Kaufman responde: 'Les digo que, como no podemos cambiar la mente, tenemos que cambiar el cuerpo'. Haciéndose eco de las ideas que circulan on line, Kaufman dice que si los padres no apoyan a sus hijos trans, pueden ‘intentar suicidarse’”.
Chicas explotadas
"Irreversible Damage es un libro que hay que leer", concluye Julian Vigo su reseña: "Retrata a una generación de chicas que están siendo explotadas por una moda cultural que muy pocos adultos están dispuestos a cuestionar. Es una investigación exhaustiva y equilibrada sobre lo que equivale, para las chicas, a un sexismo bajo otro nombre. Un sexismo que les dice hoy a las chicas que, si no les gusta ser chicas, ni lo comenten ni intenten cambiar, sino que se conviertan en pacientes del médico para el resto de su vida".
Carmelo López-Arias / ReL

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Estoy a tu puerta y llamo: No conoces bastante a mi Madre

Es como si conversara contigo...                                                                                        

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'



457. 19 de agosto. Lourdes, en el Rosario.
Yo:  Señor, ¿qué vas a pedirme esta tarde?
El: Te voy a pedir la alegría. En ti tienes la fuente de la paz más serena, la que te arrebata de ti misma, pues Me recibiste hoy por la mañana en amistad y amor; porque estás en este momento más cerca de Mi Madre y sabes que Yo estoy en tu corazón como un Esposo vigilante. ¿No has visto cómo he cuidado de ti y no te da esto mucha alegría? ¿Y no Me confesaste ya tus faltas y tu pequeñez, llena toda tú de arrepentimiento? Mira: cuando te acusas de este modo, sea ante Mí, sea ante Mi Madre, te levantas. Y más tarde verás cómo Soy Yo el que te levanta. Lo que ahora te pido es simplemente que creas en Mi Poder infinito y en Mis Méritos.
Yo: Sí, mi Señor.
El:"¿Crees en la Bondad con que te aplico esos Méritos? 
Sí, Señor.
Porque lastimarías Mi Amor si no pensaras que te amo lo suficiente para esto. ¡Cuánto necesito que estás segura de Mí! Siente Mi Ardor. Ilumina tu ardor con el Mío. Y pídelo todo por medio de Mi Madre, que es tan buena y esta tan atenta al cuidado de vuestras almas. ¡Si lo supieras! Tú no la conoces bastante. Date a Ella sin devolución, como Yo de Niño.
Y piensa en que debes estar en medio de la multitud como si estuvieras sola conmigo. Como si no existiera más que Yo; como si el movimiento de los transeúntes no fuera sino el movimiento de las ramas de los árboles.
Ven a Mí directamente, por el camino más corto. ¡Me corre tanta prisa tenerte!
Tu Influencia se hará sentir. No podrías desinteresarte de esta influencia, que es como la sombra de tu alma. Yo tenía Mi Sombra. La sombra de San Pedro curaba a los enfermos. ¡Si pudieras curar las llagas de las almas que se te acercan! Pídemelo. Pídeselo a Mi Madre, ¡Hija querida! ¿Me permitirás seguir viviendo sobre la Tierra por medio tuyo?
ReL

Ahora más que nunca necesitas un rincón de oración en casa

WALL

Son tiempos de confinamiento, tiempos de soledad para muchos, de dolor para otros. Tiempos para mirar hacia adentro, para rezar, para meditar. Busca un lugar en tu casa para recogerte y convierte tu hogar en una «iglesia doméstica». Aquí algunas ideas para crear un espacio en casa dedicado a la oración

Para afrontar estos tiempos difíciles, esta prueba a la que nos somete el coronavirus, son muchas las familias que están recurriendo más que nunca a la oración. Padrenuestros, rosarios, novenas…
Ante esta situación y dado que no podemos salir de casa ni visitar una iglesia, conviene buscar un lugar en nuestro hogar para establecer en él un clima de oración. En Aleteia queremos animarte a establecer un rincón de oración.
Como su nombre indica, se trata de instalar un lugar para rezar. Escoge bien el lugar cuyo tamaño varía en función de las características de la vivienda y la familia: desde una estantería, pasando por un armario grande o una despensa hasta una pequeña habitación, un trastero, un desván…
Este rincón de oración formará parte de la casa, instalado de forma permanente. No se trata pues de colocar para el tiempo de oración un icono y una vela que después se retira.
La permanencia de ese lugar en la casa recuerda a todos, a lo largo del día, el papel de la oración en nuestra vida, su importancia vital.
Un padre nos contó que, en su casa, el rincón de oración está en el salón y que ahí una lamparilla está permanentemente encendida delante del icono, tal como hacen los cristianos de países orientales.
Sus hijos le han dicho que cuando se levantan por la noche y pasan por delante, la luz les recuerda la presencia de Dios y los tranquiliza.
El rincón de oración facilita el recogimiento. Llama a la oración. Es también una potente herramienta para la catequesis familiar aunque no está exclusivamente reservado a la oración colectiva porque cada uno y de forma individual podrá tener allí la calma y el silencio necesario para encontrar a Dios durante el día.

Encuentra inspiración en estos rincones de oración

Galería fotográfica 

¿Cómo crear nuestro rincón de oración?

Será nuestro rincón, el de nuestra familia, tan único como ella lo es. No se parecerá a ningún otro y formará parte de las tradiciones y de los tesoros de la familia.

¿Dónde instalar un rincón de oración?

El primer paso es elegir la ubicación del rincón de oración. A veces se tantea un poco, se prueba en un lugar y luego en otro antes de encontrar el mejor. La evolución de la familia, los deseos de los niños también pueden llevar al cambio. Incluso en las viviendas pequeñas, existen varias posibilidades y hay que saber que existe un lugar ideal en sí mismo: el rincón de oración puede estar en el vestíbulo tanto como en la cocina, en la habitación de los niños tanto como en el salón. Sin embargo, se pueden identificar algunos criterios de selección:
  •  Que haya espacio suficiente para que toda la familia se reúna (con espacio extra para invitados ocasionales).
  • Que sea un lugar que favorezca la calma, que no distraiga la atención. Si se instala delante de una ventana que da a la calle, el ruido y la animación del exterior pueden impedir el recogimiento.
  • Que sea lo más estético posible… o que pueda llegar a serlo. Evite la proximidad del cubo de basura o del cesto de ropa sucia.
  • Que podamos pasar delante con frecuencia durante el día, que no sea relegado a un lugar al que nadie nunca va.
  • Y que al mismo tiempo esté lo suficientemente aislado para que podamos ir a rezar a solas. Sabemos que este último criterio puede resultar difícil de cumplir en hogares no muy grandes donde viven cinco o seis personas. Esto puede dificultar la educación para la oración personal pero no debe desanimarnos. Nos corresponde a cada uno de nosotros inventar una vida familiar que permita a cada niño (y a sus padres) encontrar momentos de calma y soledad durante el día para respirar, encontrarse a sí mismo y rezar.

¿Qué colocar en un rincón de oración?

Una vez elegido, el «rincón» queda por concretar lo que allí colocaremos.
  • Un crucifijo
  • Una imagen de la Virgen María: una escultura, un cuadro o un icono. Es muy importante no elegir esta imagen o estatua de forma aleatoria sino una advocación de María a la que nuestra familia tenga especial devoción. También se ha de tener en cuenta la belleza. Es esencial que el niño asocie muy pronto Dios a la belleza. Por lo tanto, es recomendable evitar las imágenes oscuras o feas, tanto como las reproducciones de mala calidad. 
  • Vela(s): otro elemento importante del rincón de oración cuya llama nos recuerda el amor de Dios, el fuego del Espíritu Santo, y la luz de Cristo que nos guía. Algunas familias encienden tres velas: una por cada persona de la Santísima Trinidad. Otras encienden tantas velas como miembros de la familia: cada uno la suya y cuando faltan personas sus velas están ahí para representarlas. Durante el Adviento o la Cuaresma, el número de velas puede aumentar de semana en semana. En la fecha aniversario de su bautismo, los niños también pueden encender su vela, si llegan a conservarla.
  • Flores (reales e artificiales). Las plantas traen vida y alegría. Los niños también estarán encantados decorar con flores rincón de oración.
  • Mensajes y peticiones de oración: Un tablero de corcho en el que colgar las peticiones de oración escritas puede ser muy útil. Algunas familias también utilizar tarjetas que pegan con whasi tape a la pared. En este tablón se podrán colgar dibujos infantiles, frases del Evangelio (del día o del domingo), fotos de personas por las que rezamos especialmente (por ejemplo los ahijados), etcétera.
  • Una moqueta gruesa o una alfombra favorecerá el recogimiento y el confort.
  • Una buena iluminación
  • Una pequeña estantería con libros y cuadernos de oración
  • Cojines, taburetes o pequeños bancos
  • Un altavoz Bluetooth para escuchar música espiritual
  • Y aquellas cosas que nos animen a acercarnos a Dios
¡Tan solo nos queda ir a rezar allí!
Por Christine Ponsard, Edifa Aleteia
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