viernes, 3 de julio de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Venid a Mí con más sencillez

Es como si conversara contigo...                                                               

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'



1416. 1 de enero de 1945.
En mi aposento, a las tres de la mañana. Yo Le dije: Feliz año, mi Amor! ¿Cuál es ahora la consigna?
Me contestó: Confianza. Ensánchate en Mí.
1417. 4 de enero de 1945. Hora Santa.
Yo tenía la mente dispersa en muchas cosas.
Me dijo: Dime que todo esto es para Mí, porque Yo te tenía presente en todos los momentos de Mi Vida. Yo había venido, por Amor, a salvaros. Y todo lo que llenaba Mis Días era para vosotros. Por eso no debes hacer nada fuera de Mí, aun cuando te parezca que las cosas no tienen la menor relación conmigo, la verdad es que la tienen. No Me hagas a un lado jamás, pues Yo estoy en todo momento preparado para recibirte. Si obraras de otra manera, Me harías creer que no Soy tu Amigo íntimo. ¿O ya no Lo Soy?
Yo: ¡Claro que sí, mi grande y hermoso Amor!
El: Dame las pequeñas palabritas de tu corazón. Enciéndelo, con la intención de encender el Mío; como si temieras que Yo no fuera suficientemente cariñoso y quisieras hacer, con tu dulzura, que Mi Corazón se fundiera de Amor. Me harías así cumplir bien con Mi Oficio. ¡Feliz de ti si crees en esto!
Ve pues hasta el fin de tus pensamientos de amor, de tus deseos y sacrificios de amor. Alárgalos valerosamente. Es para Mí que te amo. . . ¿diré que hasta la locura? Pues sí, la Locura de la Cruz.
Pero tú no te sientes del todo segura. Siempre esa distancia que pones entre Dios y la creatura. Yo trato de borrar esa distancia. ¡Almas bienamadas, venid a Mí con más sencillez! Como te lo he dicho tantas veces en la comparación del niño pequeñito que echa los brazos al cuello de su padre.
¿Son acaso necesarias tantas ceremonias para amar y agradecer? ¿No ves que el padre da más cariño del que recibe?
ReL

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