sábado, 30 de septiembre de 2023

Conócete, acéptate, supérate, dijo San Agustín en el siglo V

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Agustín, gran santo del siglo quinto, tuvo una vida colmada de experiencias de toda clase y daba consejos tan actuales como si se tratase de un "coach" de la actualidad

Vivimos una época en la que está muy de moda la superación personal, lo que no es extraño, ya que los conflictos internos están a la orden del día. Los «coaches» de vida tienen trabajo al por mayor, como si no existiera ningún otro antídoto contra el vacío existencial que sufren los seres humanos gracias a la ansiedad, el deseo de reconocimiento y la prisa por ganar fama y fortuna, que es una constante entre las personas del siglo XXI.

Por eso, llama la atención que pensemos que lo que nos ocurre es novedad, sin entender que el mundo ha atravesado por etapas semejantes desde siempre, y que la vida pierde sentido cuando el hombre se deja influir por ideologías distintas a la fe en Cristo. San Agustín fue una excelente muestra de cristiano ejemplar, que vivió para combatir las herejías de su tiempo, defendiendo con su privilegiada mente las enseñanzas de Jesucristo y dando forma al conocimiento divino, para que todo el mundo tuviera acceso a él, pero de manera correcta.

Mente brillante, carne débil

Agustín fue un joven sumamente inquieto, a los 18 años tuvo un hijo sin casarse, amaba al niño pero no deseaba el matrimonio; el futuro Padre de la Iglesia lucho contra sí mismo durante muchos años, hasta que entendió que su naturaleza sensual le exigía vivir en castidad, como lo demuestra otra de sus frases: «Casarse está bien. No casarse está mejor», sabedor de que se trataba de un distractor para su sed de conocimiento.

Supo «de qué pie cojeaba» – es decir, se conoció a sí mismo – , puso remedio a su situación, sabedor de que por sus propias fuerzas no lo lograría, porque en su proceso de conversión pedía a Dios la castidad, «pero todavía no», y no fue sino hasta que escuchó la voz de un niño decir «toma y lee» que, asiendo la Sagrada Escritura, abrió al azar y leyó este pasaje de San Pablo:

«Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias» (Rom 13,13).

Luego de este encuentro con el Señor, se aceptó y se superó. Sus Confesiones son el resumen de una vida de pecado y redención, donde el protagonista siempre será Dios, que quiere la salvación de todos los seres humanos.

Confesión: la mejor terapia

Confesion

Reflexionando en la experiencia del Obispo de Hipona, podemos sacar varias enseñanzas para nuestra vida:

«CONÓCETE»EXAMEN DE CONCIENCIA

Para conocerse a sí mismo, existe un método muy efectivo: realizar un examen de conciencia. En él podremos revisar, palmo a palmo, nuestras actitudes frente a los retos y problemas, siendo sinceros y sin atenuar la responsabilidad de nuestros actos, como lo hizo San Agustín.

«ACÉPTATE»AMEMOS NUESTRA PERSONA

Somos pecadores y tenemos defectos, eso no nos hace menos dignos ni menos importantes que nadie. Aceptemos la realidad y con ella, amemos nuestra persona, que es obra de Dios. El perdón que Dios nos otorga cada vez que nos reconciliamos con Él nos da la certeza de que al Señor lo único que le interesa es que estemos cada vez más cerca de la meta, que es el cielo. Acojámonos a su protección.

«SUPÉRATE»ESFUERZO DIARIO

Ciertamente, estamos en camino de santificación; día a día hay una nueva oportunidad para comenzar nuevamente, por eso, hay que superarnos y ser mejores que ayer. No nos quedemos en la mediocridad, busquemos escalar un poco más en la búsqueda de la perfección, que eso se consigue a diario y con esfuerzo, voluntad y oración.

Y un último consejo: San Agustín llegó a la verdad con mucho estudio y reflexión. Así como el cuerpo requiere comida, la mente y el espíritu también necesitan alimento.

Mónica Muñoz, Aleteia

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La rutina también puede ser buena para una pareja

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La rutina es como un punto de referencia necesario en la pareja. Procura una cierta comodidad diaria y nos calma.

Mientras que, para muchas parejas, la rutina es sinónimo de aburrimiento, de hábitos repetitivos y lineales, lo cierto es que resulta positiva en la vida cotidiana. A modo de punto de referencia, permite a los amantes construir un refugio. Es también un verdadero desafío a lo largo de los días y fortalece, a través de esta dificultad, el vínculo entre las dos personas.

Como una agradable rutina, la vida diaria en una pareja necesita estar salpicada de rituales de placer para los dos. Por ello, estos son algunos consejos de Maylis Duffaut, consejera matrimonial y familiar de la asociación CLER Amour et Famille, y de Karine Danan, psicoterapeuta de adultos y parejas, para hacer hueco a la rutina diaria y apreciar su verdadero valor.

Aceptar la rutina como un punto de referencia

Si miramos la rutina desde otra perspectiva, veremos que crea hábitos tranquilizadores para los miembros de la pareja. Tomar el café juntos por la mañana, llamarse o enviarse un mensaje durante la pausa del almuerzo o compartir la experiencia de la jornada por la noche.

“La rutina puede parecer negativa, pero vivir juntos todos los días tiene algo muy bueno y dulce”, considera Maylis Duffaut, consejera matrimonial y familiar de CLER Amour et Famille. “Encontrar olores, ciertos gestos o sensaciones con un sabor familiar es reconfortante”.

Estos hábitos permiten a la pareja crear puntos de referencia. “La rutina aporta rituales”, confirma Karine Danan, psicoterapeuta. Y toma el ejemplo de una pareja que fue a verla:

“Todos los días, cuando vuelven del trabajo, se reúnen alrededor de un aperitivo. Es el momento de contarse el día, de encontrarse, de relajarse juntos, como una transición entre el trabajo y la vida familiar. ‘Nuestra cita diaria nos acerca más’, asegura la pareja. ‘Los dos estamos muy ocupados y somos muy activos, este ritual nos invita a relajarnos con entusiasmo. A veces faltamos a nuestras citas, pero es muy raro. Dos o tres días sin nuestra pequeña cita y nos sentimos perdidos’”.

Como un equilibrio frágil, la rutina y sus manías también pueden desgastar a la pareja. “La rutina agota”, advierte Maylis Duffaut. “Ya no hay nada nuevo» y comenta que «la rutina hace referencia a los rituales, pero no debe oponerse a la noción de deseo, a la necesidad de sorprender al otro, de sorprenderlo cada día”.

Ser uno mismo gracias a la rutina

“La rutina nos permite actuar sin pensar o, más bien, actuar pensando en otra cosa”, describe Karine Danan. Evita las dudas, las grandes reflexiones y las pérdidas de tiempo. “La vida cotidiana es sinónimo de confort en el sentido de que no requiere ningún esfuerzo adicional. En nuestra vida profesional y personal, siempre hay una noción de adaptación a las cosas nuevas, a un mundo exterior o a un entorno desconocido”, señala Maylis Duffaut.

“Aporta un cierto alivio el volver a casa y poder relajarse, sin necesidad de hacer más sobre esfuerzo. Ante la bondad del otro, podemos mostrarnos tal y como somos, ser uno mismo en una relación auténtica”.

Mientras estamos en esta fase de “descanso mental”, también tenemos la oportunidad de optimizar nuestro tiempo, para que sea útil para hacer otra cosa. “Cuando nuestro cerebro ha adquirido una serie de gestos y destrezas, puede pensar en otra cosa”, explica Karine Danan. “La rutina crea un espacio de libertad para poder concentrarse en la novedad”. En la pareja, estos hábitos son numerosos, pueden aprovecharse para poner la mente en “pausa”, para pensar en nuevas perspectivas para los dos u otros proyectos conjuntos.

Entender la rutina como un desafío para la pareja

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En vez de temblar de impaciencia con la idea del próximo viaje de dos o desconectarse organizando salidas permanentes, ¿y si la felicidad estuviera en la rutina diaria? “El amor está más profundamente arraigado en lo ritual”, explica Maylis Duffaut.

Cuando el corazón ya no palpita tanto como antes, es un verdadero desafío reanimar la llama. Si se tiene la voluntad de revivir el deseo, todo es posible. Es mucho más interesante cuando es un poco difícil. Se gana perspectiva, profundidad”.

Para ver la rutina como un elemento positivo en la pareja, también es necesario mirarla con otros ojos. “Para que esa rutina no rime con aburrimiento, hay que saber hacer lúdico lo que aparentemente no lo es”, recomienda Karine Danan. “Si vemos las cosas que hay que hacer como aburridas o represivas, inevitablemente lo serán.

Todo lo que hacemos, cada día, nos aporta algo. En la vida de una pareja, ¿cuál es el beneficio? Y si esta rutina no nos trae nada bueno, ¿qué nos anima a seguir adelante? ¿Qué podríamos cambiar?”. Hacer preguntas es una forma de analizar a la pareja, ponerla en cuestión para lograr progresar.

“¿Cómo podemos hacer que el mañana sea tan vivo como lo es hoy?”, se pregunta Maylis Duffaut. “¡Es la vida cotidiana la que debe ser extraordinaria!”. Este desafío se debe también a la indisolubilidad del matrimonio. “Pase lo que pase, permanecemos juntos. Pero, ¿a qué precio?”, pregunta la consejera matrimonial.

“El matrimonio cristiano implica fidelidad en el seno de la pareja y respetar el compromiso hecho ante el Señor de hacer feliz al otro a lo largo de nuestras vidas. Lo primero es cumplir esa promesa trayendo felicidad a la vida cotidiana. La bondad debe ser recíproca, el viaje debe hacerse juntos. Es una fuerza común”.

Instaurar rutinas de placer

La pareja necesita encontrar su lugar en el ritmo frenético de la vida. “En una pareja, es importante definir cuándo se podrá establecer un ritual, un encuentro repetido”, recomienda Maylis Duffaut. “Tomaos un tiempo para escucharos sin preocuparos por nada más, aunque sean 10 o 15 minutos. Esto es esencial para el equilibrio”.

El ámbito familiar ocupa mucho espacio, los niños están en el centro de nuestra atención. La cuestión es desbloquear un momento para los cónyuges, sin lavar los platos al mismo tiempo, ni alimentar al pequeño. Solos los dos.

“Puede ser un momento de ternura, por ejemplo, abrazarse al menos tres veces al día. Al principio, esta cita puede parecer un poco forzada y no muy natural”, prosigue la consejera matrimonial. “Pero muy pronto, será algo familiar. Es extraño y mágico a la vez, con el paso del tiempo, este ‘imperativo’ se convertirá en un momento ansiado por la pareja, una rutina de placer”.


Mathilde Dugueyt, Aleteia 

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La pornografía, también un grave mal social: «Ha esterilizado a generaciones enteras de hombres»

        Auguste Meyrat destaca que sus efectos no son solo individuales


El impacto de la pornografía no es solo individual: millones de hombres han perdido el espíritu emprendedor y la virtud del esfuerzo, sostiene Auguste Meyrat. El impacto social de esa pérdida es incalculable. 


Cada vez se es más consciente del riesgo individual que implica el consumo de pornografía por su naturaleza adictiva y su negativo impacto en las relaciones personales.  Se aborda menos, sin embargo, su capacidad para transformar la sociedad en su conjunto, un efecto aún más dramático. Es la perspectiva de Auguste Meyrat, doctor en Humanidades, en un reciente artículo en Crisis Magazine (los ladillos son de ReL):

La pornificación de la sociedad

En los momentos en que, cíclicamente, el discurso público se centra en el tema de la pornografía, siempre se plantea en términos de la persona individualmente. Hay mucha ciencia que demuestra que el consumo de pornografía afecta al cerebro y la salud reproductiva, y que tiene una naturaleza adictiva. Muchos críticos también apuntarían a cómo la estimulación constante de contenidos pornográficos deforma la visión de una persona sobre el sexo y las personas. Además, para atraer a un público más amplio, el lenguaje [de la pornografía] siempre es secular y frío, con escasa referencia a la moralidad.

Cuando la moralidad entra en la conversación, suele ser en referencia a los productores de pornografía. Explotan y cosifican a las personas implicadas (en su mayoría mujeres). Y, en muchos casos, también abusan de menores y las coaccionan, lo que incluso ha provocado las críticas de los escritores del New York Times

Quienes defienden la pornografía como la mera exposición de una actividad entre adultos que dan su consentimiento deben entender que se trata de personas que venden sus cuerpos y su dignidad por dinero y para tener seguidores. En la mayoría de los casos, son vulnerables a los depredadores que se aprovechan de su baja autoestima, su desesperación económica y su ingenuidad. En consecuencia, muchos actores porno luchan contra la adicción, las relaciones abusivas y el suicidio.

Diferencia con otros vicios

Sin embargo, a pesar de reconocer el daño que la pornografía inflige a los individuos implicados, pocas personas consideran el efecto que tiene en la comunidad. Aunque algunos han comparado la pornografía con otros vicios como el alcoholismo o la drogadicción, esta analogía es engañosa por dos razones. En primer lugar, ver pornografía está mucho más extendido, ya que casi el 80% de los estadounidenses la consumen mensualmente. Si se aplicara este mismo porcentaje al alcohol o las drogas, una parte importante de la población estaría muerta.  

En segundo lugar, a diferencia del alcoholismo y la drogadicción, la adicción a la pornografía no es visible inmediatamente. Mientras en un alcohólico o un drogadicto los signos de su hábito se ven rápidamente en el deterioro corporal y la pérdida de vigor, ver pornografía no deja señales claras en el usuario. Muchos considerarán que este hecho demuestra que la pornografía no daña a nadie, excepto a aquellos que crecen en hogares sexualmente represivos y desarrollan complejos de culpa. 

Un freno al ímpeto y la creatividad

Sin embargo, la pornografía deja una señal en el usuario, y esto se puede ver en el mundo desarrollado. En efecto, ha esterilizado a generaciones enteras de hombres que ahora carecen de la iniciativa necesaria para casarse y tener hijos. También ha emasculado a los hombres en general, que ya no sienten tanta inclinación a construir y alcanzar sus logros. Desde el punto de vista demográfico esto supone un desastre, ya que ahora muchos países tienen tasas de natalidad por debajo del nivel de reemplazo, lo que hace que haya menos trabajadores y más personas mayores. También supone un desastre desde el punto de vista cultural, ya que conduce directamente a una sociedad decadente y poco creativa, formada por adultos egoístas que viven y encuentran sentido en el momento presente y nada más

Un hombre sentado junto a una televisión.

"Las mujeres parecen haber ascendido tanto como los hombres han caído": ¿Triunfo del feminismo... o de la pornografía?

Esto se debe a que la pornografía destruye el impulso humano. Si se compara con sacar el teléfono y ver vídeos excitantes, salir con una persona y mantener una conversación es harto difícil y poco interesante. Si se compara con el fácil placer que produce la pornografía, el placer duradero de un matrimonio feliz, o incluso de un trabajo bien hecho, es relativamente inútil. Si se compara con la satisfacción sin estrés del sexo virtual, la satisfacción ganada con el esfuerzo de criar a los hijos y construir un negocio es irreal. Como señala Rousseau en el último libro de Emilio (y como ilustra con humor el programa Futurama en uno de sus episodios), muchos logros personales y de la civilización se basan en el impulso natural de los hombres por impresionar a las mujeres

Impacto social de la lujuria

Este es el principal problema de la lujuria. Aunque se asocia a las pasiones incontroladas y a la agresividad, la lujuria tiene más en común con la inactividad y la mediocridad de la pereza que con la ardiente destructividad de la ira o el orgullo. Shakespeare lo expresa en el Soneto 129: "El gasto del espíritu en un derroche de vergüenza es la lujuria en acción". San Agustín también da fe de este efecto embotador de la lujuria en sus Confesiones. Incluso después de haber resuelto sus objeciones intelectuales al cristianismo, solo cuando renunció a su lujuria pudo finalmente pasar a la acción y convertirse. 

Como explica Marc Barnes en un brillante ensayo sobre el tema, gran parte del mundo actual se ha convertido a la pornografía. Y mientras la mayoría de los hombres languidecen en su lujuria, las mujeres los han superado en todos los ámbitos de la vida: en la escuela, los negocios, la política y, en su caso, en el hogar. Aunque esto podría considerarse un triunfo del feminismo, también podría verse como un triunfo de la pornografía. Las mujeres parecen haber ascendido tanto como los hombres han caído. Aunque esta evolución podría llevar a algunas mujeres a regodearse y a algunos hombres a quejarse, la mayoría de los hombres y mujeres simplemente se lamentan del reto que supone encontrar una pareja del sexo opuesto con la que estar al mismo nivel.

No es casualidad que los dos mayores ejemplos de culturas pornificadas sean los dos países que actualmente experimentan un descenso de la población: Japón y Alemania. Estos dos países, que en su día fueron potencias industriales y tecnológicas, se encuentran ahora en el ocaso de su prosperidad. Ambos han abrazo la pornografía sin restricciones y el sexo virtual, y ahora, lejos de  ser las sociedades militantes y enérgicas que eran hace un siglo, son naciones de "herbívoros" pasivos. Muchas mujeres han renunciado a encontrar pareja, ya que muchos de los hombres han perdido su masculinidad y prefieren la intimidad con mujeres artificiales. 

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"Dado que nunca se prohibirá la pornografía, corresponde a las personas normales hacerlo por sí mismas. Este es un ámbito en el que la Iglesia debe desempeñar un papel mucho más activo"

Sin embargo, cuando se plantea el problema de la despoblación, pocos demógrafos, o ninguno, mencionan la presencia e influencia de la pornografía. Más bien analizan factores económicos como la urbanización y la secularización que han hecho que casarse y tener hijos sean cosas poco prácticas. Por lo tanto, cuando hacen propuestas para contrarrestar las bajas tasas de natalidad, siempre se trata de subvencionar la paternidad y la maternidad de alguna manera. Recientemente, Hungría ha aplicado este tipo de políticas con éxito, ganándose la aprobación de muchos conservadores. Por su parte, los progresistas suelen ser partidarios de traer más inmigrantes para compensar la pérdida de población.

Sin embargo, una solución mucho más sencilla sería prohibir por completo la pornografía en internet. Esta sugerencia ha sido avanzada por algunos conservadores, que han argumentado que el fácil acceso a la pornografía en internet es un mal de la sociedad que debe ser eliminado por el bien común. Los libertarios han rechazado esta idea alegando la libertad y aduciendo que se intentaba "legislar la moral". El debate se ha convertido rápidamente en la idea de si los conservadores deben priorizar el bien común o la libertad. En cuanto a la prohibición de la pornografía, esta idea no ha llegado a ninguna parte y se ha abandonado.

La misión de la Iglesia

Dado que nunca se prohibirá la pornografía -de hecho, es más probable que el gobierno prohíba las críticas a la pornografía, considerándolas una desinformación odiosa-, corresponde a las personas normales hacerlo por sí mismas. Este es un ámbito en el que la Iglesia debe desempeñar un papel mucho más activo predicando regularmente contra la pornografía, reconociendo que su perniciosa influencia sobre el alma está directamente relacionada con la formación de las familias y el logro de la excelencia moral. Y, lo que es más importante, los padres deben poner límites estrictos a sus dispositivos, incluso limitar el uso de internet por completo, haciendo todo lo posible para eliminar la tentación para ellos mismos y para sus hijos.

Por supuesto, eliminar el acceso a la pornografía no dará como resultado inmediato un hogar y una comunidad renovados y vibrantes, pero sirve para sentar las bases. Hace demasiado tiempo que no se aborda este problema, minando el empuje de muchos hombres que entran en la edad adulta. Si se empieza a actuar ahora, puede que no recuperen esa inocencia anterior, pero sí la energía. A su vez, podrán canalizar esa energía para tener sus propias familias y, con suerte, preservar la inocencia de sus propios hijos.

ReL

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y la Iglesia






















viernes, 29 de septiembre de 2023

(VIDEO) Reza esta poderosa oración a los santos Arcángeles

 


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La biblia menciona que hay miles de ángeles, pero solo conocemos el nombre de tres arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael, con misiones especiales en la tierra.

Sabemos por la biblia que los arcángeles a los que Dios asignó misiones especiales fueron tres: San Miguel (Apocalipsis 12, 7), San Gabriel (Lucas 1, 19) y San Rafael (Tobías 12, 15), de tal modo que, rezarles es parte de la piedad del cristiano, y fuera de ellos desconocemos cuántos y quienes más haya. Pero invocar a estos tres protectores nos ayudará a solicitar a Dios lo que es necesario para nuestra vida y salvación.

Aleteia comparte para este fin, la siguiente oración a los santos Arcángeles:

ORACIÓN A LOS SANTOS ARCÁNGELES

Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Santos Arcángeles,
Ministros de la luz del Señor,
han evocado su nombre los más poderosos
para recibir la poderosa intercesión del infinitamente Eterno.

Yo también, humildemente les pido que sean mi defensa férrea ante la tentación de mis guardianes en el momento de mi muerte.
Santos Arcángeles, diamantes creados durante lo
increado, manifestados por la gloria de Dios, impulsados
en la lluvia infinita del Espíritu Santo, impregnados de la
eterna luz del alma divina.

Yo también, humildemente les pido que sean mis guías
en el camino espiritual, mis compañeros en los pasos de vida.
Santos Arcángeles que conocen el trono del Señor y han manifestado el amor perfecto al nombre de María siendo
esta Reina de los ángeles, para cobijar con su bondad a
la humanidad sufriente.

Yo también, humildemente les pido que sean la represa
exacta para que los vaivenes de mi alma no me hagan
perder nunca el santo temor de Dios y la santa
aceptación de su voluntad.

Santos arcángeles, Príncipes celestiales de la luz
de los benditos coros angélicos, conocedores de los
diferentes cielos que conforman el único y verdadero
cielo, obradores inexorables de la voluntad de Dios Padre,
único, perfecto y Todopoderoso.

Intercedan por mí y eleven mi pedido de gratitud al Señor
y a cada uno de ustedes, para que nunca me abandonen en la lucha contra aquel que se oculta en las tinieblas, para que las palabras muertas de la confusión nunca puedan dañarme ni apartarme del camino y para que en el momento de mi muerte, junto a Jesús y María Santísima, me ayuden a reintegrarme con el amor infinito de mi único Padre. Amén

Mónica Muñoz, Aleteia

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para conocerlos mejor















De Perú a Suecia


 

¿Cómo es vivir la fe en un país donde la mayoría no cree en la religión? La numeraria del Opus Dei, Monick Tello, lleva 18 años experimentando las dificultades y alegrías de crear comunidad católica en Suecia.

En una entrevista con ChurchPOP, Monick contó cómo llegó a vivir en Estocolmo y el reto que significa ser católico en un país donde, según datos de Ipsos Global Advisor, el 50% de la población declara no tener religión.

De Perú a Suecia

Monick nació y creció en Perú, en una familia católica practicante. Sus padres fallecieron cuando ella era joven, pero dejaron una semilla fuerte de fe en Monick y sus 6 hermanos. Estudió comunicaciones en la Universidad de Lima y vivió varios años en Chile, donde conoció al Opus Dei.

“Cuando estuve en Chile, por esas casualidades de la vida, conocí a una agregada que me enseñó un poco, y la verdad, yo creo que quizás desde muy joven siempre andaba buscando algo, pero sin saber qué”, agregó.

Monick señaló que en Perú tuvo una experiencia de discernimiento vocacional, pero, a pesar que la vida religiosa le encantaba, sabía que ese no era su camino.

“Me gustaba mucho esa vida de contemplación, de oración y de trabajos de voluntariado, entonces ya con todo ese bagaje de vida, me fui a Chile, ahí conocí al Opus Dei y me di cuenta que, de algún modo, sí que era lo que yo buscaba, porque era como buscar a Dios en lo ordinario, en lo de cada día”, remarcó.

Poco tiempo después, regresó a Perú, donde decidió entrar en la obra. Pasó dos años en Lima, luego viajó a Cañete, donde trabajó en temas de voluntariado, algo que la apasionaba desde niña.

“Cuando tenía 14, 15 años, mis padres no querían que me fuera a La Victoria (Perú), que era donde estaba la casa de la Madre Teresa, donde había muchos lugares pobres, y yo me escapaba para ir, porque el voluntariado siempre me ha traído muchísimo”, señaló.

Luego de 3 años en Cañete, fue a Roma a estudiar filosofía y teología, ahí el obispo prelado la animó a ayudar a la labor del Opus Dei en Suecia, una invitación que aceptó.

Monick en el Congreso Internacional de Universitarios en Roma en 1999. Créditos: Monick Tello

Ser católica en
Suecia

Con casi 18 años viviendo en Suecia, Monick ha pasado por todo un proceso de adaptación.

“Tú llegas aquí y dices: ‘voy a conquistar el mundo, ahora yo evangelizo a todo mundo, y todo mundo va a ser católico’, después te das cuenta que eso es otro romance”, indicó.

La numeraria resaltó que vivir en Suecia no solo ha representado aprender un idioma, sino que ha sido un camino para entender la cultura y el modo de vida del país.

“Definitivamente, aquí no se habla de Dios en la vida ordinaria, porque eso es parte de tu vida privada, y una característica de esta sociedad es que nadie habla de su vida privada, eso es algo muy restringido a ti misma o a un círculo muy muy pequeño cercano a ti”, resaltó.

Entre sus anécdotas, Monick contó cómo una niña preguntó a un compañero de clase que había hecho por Semana Santa, a lo que el niño dio una respuesta preocupante.

“Él dijo: ‘nada, he estado en casa, la playa’”, indicó Monick. “La niña le dice ‘¿no has ido a la iglesia?’ y el niño le dijo: ‘¿qué es la iglesia?’. O sea que ni siquiera sabía reconocer el edificio, no te estoy hablando de una fe, no te estoy hablando de una iglesia concreta, sino el edificio llamado iglesia, no sabía reconocerlo, y eran unos niños de 8 a 9 años más o menos”, lamentó.

Esta anécdota “te da una pauta de lo lejano que es esta sociedad a la fe, a Dios, a la religión, la iglesia es un estorbo, sobre todo la iglesia católica”, agregó.

Monick es catequista de confirmación y a los jóvenes que se preparan para este sacramenteo siempre les indica que los admira.

“Yo a ustedes los admiro porque yo vengo de un mundo en que a la edad de ustedes yo no tenía que defender mi fe, yo simplemente la recibí, la viví, está en mi ADN, jamás me he planteado existe Dios, es la iglesia la correcta, lo que me están diciendo es verdad o no, yo nunca he pasado por ese tipo de preguntas en mi vida a vuestra edad, pero ustedes quizás son el único católico en un colegio de 600 alumnos, y son los únicos que están en contra del aborto, y son los únicos que quieren casarse y vivir bien, eso es admirable, eso a mí me genera orgullo y admiración por ustedes”.
Jóvenes hispanohablantes en Roma. Créditos: Monick Tello

¿Qué puedo hacer cómo creyente en un país donde la comunidad católica es pequeña?

Monick señaló que los católicos suecos enfrentan un gran problema: una iglesia jóven y pequeña.

“Yo he visto cómo mi madre católica educaba a una hija católica, aquí muchas madres jóvenes conversas del luteranismo al catolicismo no tienen idea de cómo educar a sus hijos en el catolicismo porque nunca fueron educados así”, remarcó.

Frente a esta realidad, la numeraria indicó que los católicos extranjeros "estamos llamados a evangelizar y a aportar nuestra fe”.

“Un católico, creo yo, tiene como una característica principal la alegría, más allá de dónde vengas, o de qué cultura”, señaló. “Eso es algo que podemos aportar, nuestra natural alegría, porque la alegría es símbolo de esperanza, si yo tengo esperanza en que algo se soluciona estoy alegre, si no tengo esperanza no la estoy, una alegría que no es precisamente saltar en un pie, pero esa alegría que me lleva al encuentro del otro”, agregó.

Marcela, Monick y más jóvenes del grupo hispanohablante. Marcela se preparaba para realizar la Primera Comunión y Confirmación. Créditos: Monick Tello

Monick animó a los jóvenes a integrarse y dar más de uno cuando lleguen a un lugar distinto, porque la educación católica, poca o mucha, es algo que siempre llevaremos con nosotros.

“Ante todo yo soy iglesia, y eso es una de las cosas que a mí me gusta de la Misa de envío cuando termina la JMJ, me envía el Papa a mí, a mí como persona sola, a Monick, a evangelizar, a dar lo que he recibido, entonces el decir, no, es que como me fui me alejé de la fe porque no había nadie, te aseguro que no es así, me alejé porque de pronto nacieron otros intereses de por medio, pero no porque la iglesia me dejó sola”, remarcó.

 Harumi Suzuki, ChurchPOP






























miércoles, 27 de septiembre de 2023

4 cosas vitales que recordar sobre los adultos mayores

An elderly man holds up four fingers

Cada etapa de la vida trae consigo sus propios retos, sin embargo, el ritmo tan vertiginoso al que avanza la sociedad puede hacer que la generación de adultos mayores se adapte con mayor dificultad

Mientras la sociedad avanza a una velocidad vertiginosa, es importante recordar que hay una generación de mayores que quizá no se mueva al mismo ritmo.

Sin embargo, sin estas señoras y señores mayores no estaríamos hoy aquí. Por lo tanto, por encima de todo, nuestros parientes, amigos y vecinos mayores deben ser apreciados y valorados de verdad por las muchas cosas que aún hoy pueden enseñarnos.

A la hora de cuidar de nuestros abuelos o de otros miembros mayores de nuestra comunidad, es importante tener en cuenta ciertos factores y sentimientos a los que pueden tener que enfrentarse, y las formas en que puedes ayudarles:

Pueden sentir frustración física

Al llegar a la tercera edad las personas se ralentizan de forma natural, lo cual puede hacerlas sentir frustradas; su audición también se deteriora y las hace sentir nerviosas cuando hay mucha gente charlando a su alrededor.

¿Cómo podemos ayudarlas? Bueno, para cualquiera de nosotros es difícil enfrentarse a las diferencias físicas, pero cosas tan sencillas como mantener una conversación directa con ellas son de gran ayuda. También podemos ir más despacio cuando caminamos a su lado. Además, ¡coméntale todas las cosas que todavía es capaz de hacer!

Sin embargo, también es necesario prepararse para cuando actividades del hogar o pequeñas salidas de casa ya no sean tan fáciles. Parte de ello consiste en asegurarle a la persona que no estará sola. Es importante que sepa que, si la casa y el jardín se vuelven demasiado pesados, podemos encontrar soluciones.

Cuando se trata de pedir ayuda, muchas personas mayores sienten lo mismo. Una forma de responder a esa reticencia es proporcionar ayuda antes de que los mayores se den cuenta de que la necesitan. Encárgate de algunas tareas básicas que puedas hacer durante la visita, como sacar la basura o hacer pequeñas reparaciones.

También puedes implicar a tus hijos, explicando a tu familiar o amigo mayor que le están haciendo un favor. Gracias a ellos, tus hijos aprenderán a cuidar de los demás.

Pueden estar rodeados de pérdidas

Starszy człowiek zakrywa swoją twarz dłońmi

Aunque todos vivimos sin saber cuándo volveremos a casa, en nuestra juventud nos sentimos un poco más invencibles. Aplazamos las cosas hacia el futuro porque damos por sentado el mañana. Sin embargo, a medida que pasan los años, nos damos cuenta de lo preciosa que es la vida.

Pueden perder amigos, ver a sus amigos enfermar gravemente y, en el caso de los matrimonios, enviudar. Ven que su círculo de amigos se reduce y esa perspectiva se hace aún más real.

La muerte es inevitable, por supuesto, pero la mejor manera de ayudar a los familiares y amigos mayores es estar presente. A veces es tan sencillo como llamar por teléfono para ver cómo están. También es importante planificar el tiempo que pasarán juntos, para que tengan cosas que esperar mientras se enfrentan a un futuro más incierto.

Tienen necesidad del ayer

Es común reconocer en las personas mayores un deseo de echar la vista atrás. Rememoran mucho más que antes y necesitan hablar de gente que no conocemos.

Es importante dejar que compartan esos momentos con nosotros. Podemos saber más de ellos y, a veces, de las travesuras que hacían, ¡lo cual siempre es divertido!

Puede ser estupendo hacer viajes literales por el carril de los recuerdos con nuestros seres queridos mayores. Si hace buen tiempo, súbanse al coche y viajen juntos a lugares que llevan en el corazón. Estos momentos pueden ser preciosos tanto para los mayores como para los pequeños.

Necesitan sentirse valorados

madre e hija familia

Una de las cosas más importantes que necesitan nuestros mayores es sentir que se les sigue valorando. Eso significa, sobre todo, escuchar sus consejos, ya que tienen mucho que compartir. También podemos invitarles a participar activamente en nuestras vidas. Eso sí, hay que tener paciencia si tienen problemas para manejar los nuevos aparatos para bebés o las últimas tecnologías.

Y respecto a la tecnología, es muy importante dedicar tiempo a ayudarles a desenvolverse en nuevas formas de hacer las cosas, como los sistemas de pago sin contacto, sobre todo si es algo que va a formar parte de su vida cotidiana.

Otra forma de hacer que alguien se sienta valorado es simplemente pasar tiempo con él. Así que busca a tus seres queridos mayores, disfruta de su compañía y recuerda que, aunque físicamente hayan envejecido, por dentro a menudo se sienten décadas más jóvenes y siguen queriendo participar plenamente en la vida.

Si alguno de nuestros lectores de la tercera edad quiere añadir sus propias perlas de sabiduría, nos encantaría que nos lo dijera en la sección de comentarios.


Cerith Gardiner, Aleteia 

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¿Un católico puede aceptar la Agenda 2030? Red de Redes arranca temporada respondiendo a la polémica

Los curas «youtubers»: «En su antropología 'transhumana'
hay un grito como el de Satanás»


Silva, Bronchalo y Domenech comienzan su nueva tanda de episodios analizando qué hay detrás de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en qué medida estos son aceptables -o no- por los católicos.


La segunda temporada de Red de Redes arranca mirando de frente un tema que acostumbra a levantar polémica: la Agenda 2030.

El programa de catequesis semanal de la ACdP, conducido por los sacerdotes y youtubers Jesús Silva, Patxi Bronchalo y Antonio María Domenech, comienza su nueva tanda de episodios analizando qué hay detrás de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en qué medida estos son aceptables -o no- por los católicos.

Pero… ¿quién no va a querer "hambre cero" o "pobreza cero"?

Según la web del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible "persiguen la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar la prosperidad como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible", y añaden que se trata de "un nuevo contrato social global que no deje a nadie atrás". ¿Cuál es -uno diría- el problema?

Antonio María Domenech empieza ofreciendo una clave: la Agenda 2030 y los ODS se presentan "con apariencia de bien". Patxi Bronchalo añade que leyendo los 17 ODS "más o menos todos estaríamos de acuerdo", pero destaca que estos se desarrollan después en 169 metas o sub-objetivos en los que empieza a descubrirse el pastel. "Bajo esa apariencia de bien -señala-, la Agenda 2030 mete una antropología".

Red RedesRed de Redes comienza su segunda temporada, después del gran éxito de la primera. 

La antropología de la Agenda 2030

Para el padre Jesús Silva, el problema es este: que la Agenda 2030 trae consigo una antropología, una concepción del hombre, que no es cristiana, ni mucho menos. "En la Agenda 2030 hay una concepción de que el hombre se hace a sí mismo, y de que no estamos condicionados por la biología, ni por la raza ni incluso por la especie", señala, y lo compara con la visión católica.

"Los cristianos consideramos las cualidades que nos vienen dadas -sexo, raza, cultura, lugar de nacimiendo- como un don de Dios, y tenemos que aceptarlas para desarrollar lo que estamos llamados a ser", recuerda Silva. Por eso -continúa- en la antropología "transhumana" de la Agenda 2030 hay un "grito como el de Satanás: '¡Non serviam!', "no acepto la voluntad de Dios".

¿Se puede aceptar la igualdad de género?

En concreto, los tres sacerdotes identifican tres grandes discrepancias o puntos conflictivos entre los ODS y el magisterio católico. En primer lugar, el quinto objetivo, "igualdad de género". "Si hablamos de hombre y mujer como diferentes y complementarios, pero iguales en derechos y en dignidad, estamos de acuerdo, pero los problemas empiezan cuando metemos el tema de la ideología de género y decimos que cualquier estilo de vida, modelo de familia o matrimonio es válido", explica Silva.

Domenech reflexiona sobre el fundamento bíblico de la distinción de sexo -"hombre y mujer los creó"- y lamenta que "hoy la gente niega la existencia de la ley natural". "La ideología de género -apunta Bronchalo- viene a decir que tienes que escoger tu género al margen de tu realidad biológica", y contrapone a ello la concepción cristiana: "Nuestro cuerpo, nuestra naturaleza, nos cuenta una historia".

Para Silva -que asegura que tras la Agenda 2030 hay lobbies de presión como la masonería o el Club Bilderberg- la lucha por la igualdad de género supone una herramienta en la imposición del "pensamiento único". "Le dan a la gente un enemigo falso para que tengan algo por lo que pelear, y piensen que están cambiando el mundo por llevar una banderita o usar cuatro siglas", dice.

La reducción de la población mundial

Otro punto conflictivo que identifican los tres sacerdotes es la reducción de la población mundial, que -dicen- está presente cuando la Agenda 2030 habla de reducir la pobreza, de salud sexual y reproductiva o del medio ambiente. "Se mete la idea de que el hombre es como un virus o un cáncer que está matando el planeta, una concepción del ser humano como una plaga que debería pedir perdón a la Madre Tierra y desaparecer", argumenta Silva.

Además, insiste, esta mentalidad va ligada a la promoción del aborto: "Como somos demasiados, hay que eliminar a los que sobran, que son los pobres y los hijos no queridos". Silva señala que esto responde a "haber desvinculado la sexualidad del amor, del vínculo y de la vida", y recuerda que para los católicos "la verdadera salud sexual es que a ti el sexo te dé vida, te haga ser feliz, y eso nosotros creemos que se realiza en el matrimonio cuando es un acto fecundo, de entrega y amor, abierto a la vida".

"Cuanto más destruida está la familia, más rota está la gente", concluye Bronchalo, y - citando al papa Francisco- lamenta la "colonización ideológica"que supone la Agenda 2030. A menudo -critica- se condicione la oferta de ayudas a gobiernos de países más pobres a la aceptación de estos postulados ideológicos.

Puedes ver aquí el programa completo de Red de Redes.

Como todos los episodios de Red de Redes, el capítulo concluye con una batería de recomendaciones. Domenech recomienda el libro 40 años en el círculo polar, la biografía del jesuita Segundo Llorent, que incorporó el estado de Alaska a los EEUU y que demuestra -dice- "que la evangelización y la misión no están reñidas con el día a día de la política y el orden social". Silva recomienda leer Atrapado en el cuerpo equivocado, de Pablo Muñoz Iturrieta, y Bronchalo trae a colación dos clásicos de George Orwell: 1984 y Rebelión en la granja.

ReL /Red de Redes-ACdP

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