jueves, 31 de agosto de 2023

¿Cómo realizar lo ordinario de modo extraordinario? Papa Francisco lo explica con ejemplo de primera santa norteamericana

Santa Kateri Tekakwitha. Foto: Petteri Järvinen

Audiencia general del Papa miércoles 30 de agosto sobre el celo apostólico, la pasión de evangelizar: el testimonio de Santa Kateri Tekakwitha

(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 30.08.2023).- Por la mañana del miércoles 30 de agosto el Papa Francisco concedió la habitual catequesis semanal a un nutrido grupo de peregrinos que llenaron el Aula Pablo VI del Vaticano. Siguiendo el ciclo de sus catequesis sobre “el celo apostólico del creyente, la pasión por evangelizar”, el Sumo Pontífice dedicó su catequesis a un “testigo del celo apostólico”: Santa Kateri Tekakwitha, primera santa nativa de Norteamérica. Ofrecemos a continuación la traducción al español de la catequesis del Papa realizada por ZENIT

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Siguiendo con nuestra catequesis sobre el celo apostólico y la pasión por el anuncio del Evangelio, hoy nos ocupamos de Santa Kateri Tekakwitha, la primera mujer nativa de Norteamérica canonizada.

Nacida hacia 1656 en un pueblo del norte del Estado de Nueva York, era hija de un jefe mohawk no bautizado y de una madre algonquina cristiana, que enseñó a Kateri a rezar y a cantar himnos a Dios. A muchos de nosotros también nos presentaron al Señor por primera vez en la familia, especialmente nuestras madres y abuelas. Así comienza la evangelización y, de hecho, no olvidemos esto, que la fe se transmite siempre en dialecto por las madres, por las abuelas. La fe debe transmitirse en dialecto y nosotros la recibimos en este dialecto de nuestras madres y abuelas. La evangelización comienza a menudo así: con gestos sencillos, pequeños, como los padres que ayudan a sus hijos a aprender a hablar con Dios en la oración y les hablan de su amor grande y misericordioso. Y los fundamentos de la fe para Kateri, y a menudo también para nosotros, se pusieron así. La recibió de su madre en dialecto, el dialecto de la fe.

Cuando Kateri tenía cuatro años, una grave epidemia de viruela azotó a su pueblo. Murieron sus padres y su hermano pequeño, y Kateri quedó con cicatrices en la cara y problemas de visión. A partir de entonces, Kateri tuvo que enfrentarse a muchas dificultades: sin duda, las físicas debidas a los efectos de la viruela, pero también las incomprensiones, persecuciones e incluso amenazas de muerte que sufrió tras su bautismo el domingo de Pascua de 1676. Todo esto hizo que Kateri sintiera un gran amor por la cruz, signo último del amor de Cristo, que se entregó hasta el final por nosotros. Dar testimonio del Evangelio no consiste sólo en lo que es agradable; también hay que saber llevar las cruces de cada día con paciencia, confianza y esperanza. Paciencia ante las dificultades, ante las cruces: la paciencia es una gran virtud cristiana. Quien no tiene paciencia no es un buen cristiano. La paciencia para tolerar: para tolerar las dificultades y también para tolerar a los demás, que a veces te aburren o te ponen dificultades… La vida de Kateri Tekakwitha nos muestra que todo desafío puede superarse si abrimos nuestro corazón a Jesús, que nos da la gracia que necesitamos: paciencia y un corazón abierto a Jesús, ésta es la receta para vivir bien.

Después de ser bautizada, Kateri tuvo que refugiarse entre los mohawks en la misión jesuita cercana a la ciudad de Montreal. Allí asistía a Misa todas las mañanas, pasaba tiempo en adoración ante el Santísimo Sacramento, rezaba el Rosario y llevaba una vida de penitencia. Estas prácticas espirituales suyas impresionaban a todos en la Misión; reconocían en Kateri una santidad que atraía porque brotaba de su profundo amor a Dios. Es propio de la santidad atraer. Dios nos llama por atracción, nos llama con ese deseo de estar cerca de nosotros, y ella sentía esa gracia de la atracción divina. Al mismo tiempo, enseñaba a rezar a los niños de la Misión y, a través del cumplimiento constante de sus responsabilidades, incluido el cuidado de enfermos y ancianos, ofrecía un ejemplo de servicio humilde y amoroso a Dios y al prójimo. La fe se expresa siempre en el servicio. La fe no es componerse uno mismo, su alma: no; es servir.

Aunque la animaron a casarse, Kateri quiso dedicar su vida por completo a Cristo. Incapaz de entrar en la vida consagrada, hizo voto de virginidad perpetua el 25 de marzo de 1679. Esta elección revela otro aspecto de su celo apostólico: la entrega total al Señor. Ciertamente, no todos están llamados a hacer el mismo voto que Kateri; sin embargo, todo cristiano está llamado cada día a comprometerse con corazón indiviso en la vocación y en la misión que Dios le ha confiado, sirviéndole a Él y al prójimo con espíritu de caridad.

Queridos hermanos y hermanas, la vida de Kateri es un testimonio más de que el celo apostólico implica tanto la unión con Jesús, alimentada por la oración y los sacramentos, como el deseo de difundir la belleza del mensaje cristiano mediante la fidelidad a la propia vocación. Las últimas palabras de Kateri son hermosas. Antes de morir dijo: ‘Jesús, te amo’.

Por tanto, también nosotros, tomando fuerza del Señor, como hizo Santa Kateri Tekakwitha, aprendamos a realizar las acciones ordinarias de modo extraordinario y crezcamos así cada día en la fe, en la caridad y en el testimonio celoso de Cristo.

No lo olvidemos: cada uno de nosotros está llamado a la santidad, a la santidad cotidiana, a la santidad de la vida cristiana común. Cada uno de nosotros tiene esta llamada: continuemos por este camino. El Señor no nos fallará.






























Diez consejos para no sucumbir al peligroso pecado capital de la envidia y alejarlo de nuestra vida

      Es fundamental estar atento y vigilante, pues destruye a la persona


La envidia es un pecado capital, muy frecuente
y que puede destruir a la persona.

La envidia es uno de los siete pecados capitales y puede destruir a la persona y a todos aquellos que están a su alrededor. Como todo pecado provoca división y separación, y sobre todo aleja de Dios.

El padre Ed Broom, oblato de María Inmaculada y experto en evangelización digital, recuerda que es importante reconocer este pecado en nuestro interior, rechazarlo y pedir la gracia de Dios para expulsarlo de nuestras vidas.

Para ello, este sacerdote ofrece en Catholic Exchange diez sencillos consejos que podemos aplicar en nuestras vidas para vencer el pecado de la envidia:

1. Ser honestos en admitirlo

Si no admitimos y no aceptamos la realidad de la envidia en nuestros corazones, nunca seremos capaces de vencerla. ¡La ceguera a los defectos no los vence sino que los agrava!

Hay una expresión en español que lo resume perfectamente: “No hay peor ciego que quien no quiere ver”.

Sacerdote confesando a un joven.

2. Confesión.

Ceder voluntariamente a la envidia es un pecado. Por lo tanto, llevar este pecado al sacramento de la Confesión se convierte en curación. Eso es porque la gracia sacramental específica de la Confesión es la curación para nuestra alma de la enfermedad moral del pecado.

3. El “Agere Contra” ignaciano

Esta es una expresión de San Ignacio de Loyola que significa: “hacer lo totalmente contrario”. En lugar de herir a la persona que envidias, hazle bien, ya sea con oración o con acción.

4. Reza por quien envidias

Una vez que las malas tendencias, especialmente las de la envidia, se llevan a la oración, Dios puede hacer milagros. Puede mover las montañas más altas de nuestro orgullo, ira y envidia.  Por nosotros mismos solo somos la esencia de la debilidad y la miseria. Sin embargo, Dios es Omnipotente. "¡Todo es posible con Dios!".

Una chica rezando.

5. Felicitaciones y elogios

Cuando la envidia echa raíces en el corazón la tendencia, con respecto al habla, es criticar, denigrar y degradar a la persona. ¡Vence a la envidia elogiándolo o felicitándolo por sus buenas cualidades! ¡Haz esto en la presencia de Dios o en presencia de otros!

6. Da gracias a Dios

Agradece a Dios desde el fondo tu corazón los maravillosos talentos que le ha dado a todas las personas en este mundo, pero especialmente a la persona que más envidia.

Lo que envidiamos es simplemente un talento que Dios ha dado que ha sido reconocido y cultivado. ¿Por qué envidiar los dones de Dios?

7. Cultivar un espíritu de equipo

En un juego de equipo si un jugador logra el punto definitivo, no es un solo jugador quien gana el partido, sino todo el equipo.

Cuando rezamos el Padre Nuestro reconocemos que Dios es el Padre de toda la humanidad y de todos y cada uno de nosotros en particular. Eso significa que todos somos hermanos y hermanas del mismo Padre Celestial. Por tanto, tu victoria es mi victoria; tu derrota es mi derrota

Recuerde las palabras del Apóstol San Pablo al respecto: “¡Alégrate con los que se alegran; llora con los que lloran!”. Santa Teresa de Lisieux dijo que cuando se hace el mal, el mundo entero desciende. Sin embargo, cuando se hace el bien, el mundo entero se eleva más cerca del cielo. ¿Por qué no regocijarse por las victorias espirituales de los demás? ¡La Tierra se ha elevado más cerca del cielo!

8. Autoconocimiento de nuestros talentos

Una parábola muy reveladora se encuentra en el capítulo 25 del Evangelio de San Mateo. A tres hombres se les dan talentos. Dos de ellos duplican los talentos con trabajo duro. El último, por miedo y pereza, cava un hoyo y entierra el talento bajo tierra.

Al regresar, el Maestro hace una interpretación de los frutos conseguidos. Los dos primeros servidores fieles y trabajadores son elogiados y premiados por su dedicación. Sin embargo, el sirviente perezoso que escondía su talento debajo del suelo fue castigado.

¡Todos tenemos talentos! Arte, música, deportes, estudio, comunicación, pintura, escritura, cocina, oración, espiritualidad, todos estos son talentos dados por Dios. Pueden cultivarse y prosperar y ser útiles para cultivar la “Civilización del Amor” o pueden dejarse en barbecho, oxidarse y deteriorarse. De hecho, incumbe a todos que descubramos nuestros talentos específicos y luego los cultivemos al máximo. Al hacer esto, no nos centraremos en los talentos y el éxito de nuestro "rival" y no permitiremos que la envidia nos posea y conquiste.

9. Lista de Acción de Gracias

En la vida del joven jesuita San Juan Berchmans John se produjo un incidente, pertinente a la hora de conquistar y aplastar la cabeza del diablo de la envidia.

San Juan Berchmans.

San Juan Berchmans (1599-1621) siguió los pasos de otros santos jóvenes jesuitas como San Estanislao de Kostka (1550-1568) o San Luis Gonzaga (1568-1591).

Juan vivía en una comunidad tanto con hermanos como con sacerdotes. Imbuido de un auténtico espíritu de caridad, Berchmans era muy consciente de los talentos y dones que Dios había otorgado a cada uno de los miembros. Por lo tanto, este santo escribió una lista de todos los miembros de la comunidad jesuita. Luego, junto a todos y cada uno de los miembros, escribió una virtud o atributo positivo y luego compuso una letanía de acción de gracias a Dios por esa virtud.

¿Por qué no enumerar a los miembros de su familia y al lado de cada uno escribir un atributo positivo y agradecer a Dios por ese regalo? ¡Una excelente manera de vencer la envidia!

10. Magníficat de María

Acude a María y reza a ella cuando te sientas tentado a caer en la envidia. ¡Di un rápido Ave María cuando tengas la tentación de estar celoso! Sé agradecido y alaba a Dios con el himno de alabanza de María: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador…”.

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miércoles, 30 de agosto de 2023

Si murieras hoy, ¿para quién sería todo lo que acumulaste?

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El consumismo de la actualidad nos arrolla y nos impide pensar en lo que es verdaderamente importante

El Evangelio de San Lucas presenta un episodio muy actual: un hombre rico obtuvo grandes cosechas. Tenía tanto, que sus graneros ya no podían contener su producto, por eso decide que los destruirá y hará unos más grandes. Después tiene un diálogo consigo mismo: 

«Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida».  Sus planes parecían buenos, sin embargo, Jesús dice que Dios le da una respuesta inesperada: «Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?» (Lc 12, 19-20).

Aprender a vivir en austeridad

Esa misma historia se repite a diario; hombres y mujeres se esmeran en trabajar en exceso para llenarse de bienes materiales, sin dejar tiempo para lo importante. Y aquí es donde nos encontramos con el tema del consumismo, ese que nos impide ver la esencia de lo que verdaderamente vale la pena en esta vida.

Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante (España), habló a los jóvenes en Lisboa, en la pasada Jornada Mundial de la Juventud sobre esta cuestión, recordando que sus padres los habían educado con mucha austeridad, pues no se tiraba la comida y la ropa pasaba de unos a otros, comentando que el consumismo lo ha invadido todo, «todo es de usar y tirar, nada se arregla y todo tiene que ser nuevo», por eso el consumismo «corrompe el alma», porque se puede vivir mejor con menos; sin embargo, las personas se llenan de tantas cosas que no pueden verlo.

Además, si nos pusiéramos a reflexionar lo dicho por nuestro Señor Jesucristo, realmente podríamos entender que todo lo que acumulamos nos ata a lo meramente material y a veces, se cometen verdaderas injusticias, porque lo que tenemos en exceso, y que tal vez no volveremos a utilizar, le pertenece a los que carecen de todo.  

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¿Y si murieras esta noche?

Por eso, si nos aplicásemos las palabras del Señor al rico «hoy mismo vas a morir»,  preguntémonos ¿para quién será todo lo que acumulamos en el camino de nuestra existencia? Dice un dicho mexicano que los bienes son para remediar los males, pero si morimos dejándolo todo, es posible que también dejemos problemas.

Vale la pena hacer un ejercicio de sinceridad y pedir a Dios que nos ayude a ver que, tarde o temprano, nos iremos de este mundo y será mejor que lo hagamos con las maletas vacías, pues, finalmente, como dice la canción del conocido cantante Napoleón: «nada te llevarás cuando te marches». Que el Espíritu Santo acreciente en nosotros la virtud de la generosidad.


Mónica Muñoz, Aleteia

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El importante papel que juega la mujer en la Iglesia

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El Papa Francisco ha dicho que la Iglesia es mujer porque es madre, maestra y esposa de Jesucristo

Desde antes de que nuestro Señor Jesucristo comenzara su vida pública, la mujer tuvo un papel importantísimo en la historia de la salvación, basta con leer las historias de Ruth, Esther y Judit en el Antiguo Testamento de la Biblia, o, en el Evangelio de Lucas, el episodio de la visita del arcángel Gabriel a la joven María de Nazaret para pedir su consentimiento para ser la madre del Hijo de Dios. Sin Ella, la historia del cristianismo no hubiera sido posible.

También es verdad que a lo largo de los siglos, las mujeres han tenido que enfrentarse con desigualdades, y que se ha luchado desde distintos ámbitos para recibir el mismo reconocimiento que los hombres, no sin llegar a posturas extremas como la del feminismo radical, pero indudablemente, no se puede entender a la humanidad sin la presencia femenina.

Lo que dice el Papa Francisco

Respecto a este tema, el Papa Francisco ha mencionado constantemente que la mujer tiene un papel importantísimo. En entrevistas concedidas a diversos medios ha mencionado que la Iglesia es mujer, porque es madre, maestra y esposa de Jesucristo. Además, ha buscado que las mujeres sean plenamente partícipes de las tareas administrativas en el Vaticano porque, como una vez afirmó ante un grupo de periodistas durante un viaje apostólico, una Iglesia sin mujeres es como el grupo de Apóstoles sin María.

Las catequistas hacen una espléndida labor

Este pensamiento ha hecho eco en los Obispos de todo el mundo. Quien también lo ha expresado es el Cardenal Carlos Aguiar Retes, que comentó a través de las redes sociales de la Arquidiócesis primada de México que la mujer tiene un papel fundamental, «nada más es cuestión de mirar a las catequistas; y digo “las catequistas” porque el número de “los catequistas” no llega ni al 10% del país. De manera que el 90% está sostenido por mujeres que nos ayudan a sembrar, en la niñez, la fe. Es espléndida esta labor» declaró.

El Cardenal concluyó diciendo que en las visitas pastorales que ha realizado en las parroquias de la ciudad  ha descubierto «el gran tesoro que tenemos en la mujer católica mexicana».  

Hay que destacar que este reconocimiento ha abierto a las mujeres la posibilidad de adentrarse en el ámbito eclesial, ocupando sitios tradicionalmente reservados a los hombres, y que no rompe ninguna regla o canon establecido por la Iglesia, tales como los dicasterios de la Santa Sede y las Curias Episcopales en las Diócesis de todo el mundo, donde hay mujeres desempeñando el cargo de secretaria canciller o de presidente de alguna Comisión Diocesana de Pastoral.

Mónica Muñoz, Aleteia

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Estas 7 razones te convencerán de bautizar a los más pequeños



¿Tienes dudas de bautizar a tu bebé? Estas 7 contundentes razones, basadas en el Catecismo de la Iglesia Católica, te llevarán volando a la capilla para que tus hijos reciban este sacramento lo antes posible.

El Catecismo indica que el bautismo es “el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu (‘vitae spiritualis ianua’) y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos”.

Estas 7 razones te convencerán de bautizar a los más pequeños

1. Con el bautismo será oficialmente un hijo de Dios

El Catecismo indica que toda persona nace con la mancha del pecado original, por lo que, “los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo para ser librados del poder de las tinieblas”.

La Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento”, agrega.

2. Los libera del pecado original

“El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende: el perdón del pecado original y de todos los pecados personales; el nacimiento a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo”, agrega.

3. Formará parte de la comunidad de la Iglesia

El Catecismo indica que “el Bautismo constituye el fundamento de la comunión entre todos los cristianos”.

“Justificados por la fe en el Bautismo, se han incorporado a Cristo; por tanto, [...] son reconocidos con razón por los hijos de la Iglesia católica como hermanos del Señor”, señala. “El bautismo constituye un vínculo sacramental de unidad, vigente entre los que han sido regenerados por él”, agrega.

4. Compartirá el sacerdocio de Cristo

“Por el Bautismo participan del sacerdocio de Cristo, de su misión profética y real, son ‘linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz’. El Bautismo hace participar en el sacerdocio común de los fieles”.

5. Tendrá un “sello espiritual indeleble”

El Catecismo indica que el bautismo infunde un “sello espiritual indeleble” de pertenencia a Cristo. Este sello “no es borrado por ningún pecado, aunque el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación”.

6. Será marcado por el Espíritu Santo

“El Bautismo, en efecto, es el sello de la vida eterna. El fiel que ‘guarde el sello’ hasta el fin, es decir, que permanezca fiel a las exigencias de su Bautismo, podrá morir marcado con ‘el signo de la fe’”.

7. Recibirá gracias necesarias para su vida

El Catecismo indica que la “Santísima Trinidad da al bautizado la gracia santificante” para:

  • Ser “capaz de creer en Dios, de esperar en Él y de amarlo mediante las virtudes teologales”.
  • “Poder vivir y obrar bajo la moción del Espíritu Santo mediante los dones del Espíritu Santo”.
  • “Crecer en el bien mediante las virtudes morales”.

ChurchPOP

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lunes, 28 de agosto de 2023

Papa Francisco va a Rusia (por videoconferencia) y se «encuentra» con un exsatanista

Videomensaje Del Papa Francisco A Jóvenes Reunidos En En San Petersburgo, Rusia . Foto: Vatican Media


(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano- San Petersburgo, 26.08.2023).- Por la tarde del viernes 25 de agosto, el Papa Francisco se conectó a través de video-conferencia con unos 400 jóvenes rusos católicos que se encontraban físicamente presentes en San Petesburgo en ocasión del X Encuentro Nacional de Jóvenes Católicos de Rusia. El encuentro se desarrolló del 23 al 27 de agosto. El tema elegido para el evento fue el mismo de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa: “María se puso de pie y se fue rápidamente” (Lc 1, 39).

Los jóvenes rusos procedían de 54 ciudades del país, uno de los territorialmente más extensos. De hecho, algunos tuvieron que viajar 9,000 kilómetros para llegar a una de las ciudades culturalmente más importantes de Rusia.

El encuentro inicio con dos testimonios: el de Alexander y Varvara. Alexander tiene 34 años y fue satanista. Contó al Papa que participó en rituales ocultistas hasta que cumplió 24 años, aproximadamente. Tuvo una conversión y ahora es seminarista. Ahora le mueve sacar a las personas de la oscuridad pues sabe que la debilidad humana, una experiencia de violencia o los traumas pueden orillar a las personas al satanismo. «Me parece que esta experiencia liberadora es más importante que todos nuestros planes sobre cómo llevar a la gente a Cristo. Es más importante que todas nuestras disputas sobre la forma de la liturgia, las iglesias, los edificios, el papel de ciertas personas en la Iglesia. Porque todo esto -concluye- no es capaz ni de atraer ni de salvar. Es Cristo quien realmente cura, quien realmente conduce de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, de Satanás a sí mismo y al Padre», dijo al Papa el ahora seminarista.

Por su parte, Varvara Molotilova compartió con el Papa cómo se transmitió la fe católica en su familia, un hogar de ocho hermanos donde ella es la segunda.

Estos encuentros para jóvenes católicos se celebran desde el año 2000 y además de los jóvenes católicos rusos participan tanto jóvenes estudiantes de países Armenia y Azerbayán, además de los obispos de las diócesis católicas de Rusia.

¿Qué respondió el Papa?

El Papa dio como respuesta un discurso en español que ofrecemos a continuación:

Queridos jóvenes, queridas jóvenes: que la paz y la alegría de Jesús estén con ustedes.

Hace tres semanas, hemos celebrado en Lisboa la Jornada Mundial de la Juventud con jóvenes de todo el mundo. Hoy siento una gran alegría por estar aquí, compartiendo este momento de fe y de esperanza con ustedes. El lema de esta Jornada Mundial de la Juventud fue: “María se levantó y partió sin demora”. Quiero proponerles tres ideas en torno a este lema, para que luego puedan seguir trabajándolas ustedes en la reflexión que hagan los grupos, cada cual desde su propia experiencia.

Primera idea: llamados y en salida

Dios llama a caminar, Dios nos manda salir y caminar. Cada uno de ustedes, como María, es llamado por Dios. Sí, llamado por Dios, elegido y llamado. Todos somos elegidos y llamados. Pregúntense ustedes: ¿yo soy elegido, elegida? ¿Soy llamado? Sí, el Señor los llamó desde el comienzo de sus vidas, los llamó por sus nombres. Llamados antes de los talentos que tenemos, antes de nuestros méritos, antes de nuestras oscuridades y heridas, antes de todo hemos sido llamados. Llamados por nuestro nombre, tú a tú. Dios no va al montón, no. Dios va del tú a tú.

Isabel, que era estéril, y María, la Virgen: dos mujeres que se convirtieron en testimonio, ¿de qué?, de la fuerza transformadora de Dios. Dios transforma. Es esa experiencia del amor desbordante de Dios que no se puede dejar de compartir. Por eso, María se levantó y se fue sin demora, fue rápido. Tiene que levantarse con prisa. Cuando Dios llama, no podemos quedarnos sentados. Levantarnos y con prisa, porque el mundo, el hermano, el que sufre, el que está al lado y no conoce la esperanza de Dios necesita recibirlo, necesita recibir la alegría de Dios. Me levanto con prisa para llevar la alegría de Dios. Esta primera idea: somos llamados y en salida.

Segunda idea: el amor de Dios es para todos y la Iglesia es de todos

El amor de Dios se reconoce por su hospitalidad. Dios acoge siempre, crea, crea espacio para que todos tengamos lugar y se sacrifica por el otro, está atento a las necesidades del otro. María se quedó tres meses con Isabel, ayudándola en sus necesidades. Estas dos mujeres están creando espacio para las nuevas vidas que nacen: Juan Bautista y Jesús. Pero también crean espacio una para la otra, se comunican. La Iglesia es una madre de corazón abierto, que sabe acoger y recibir, sobre todo a quien tiene necesidad de mayor cuidado. La Iglesia es una madre amorosa, porque es la casa de los amados y es la casa de los llamados. ¡Cuántas heridas, cuánta desesperanza se pueden curar donde uno se pueda sentir recibido! Y la Iglesia nos recibe. Por eso, sueño con una Iglesia donde ninguno sobra, donde ninguno está de más. Por favor, que la Iglesia no sea una “aduana” para seleccionar a quienes entran y a quienes no. No, todos, todos. La entrada es libre. Y después que cada uno sienta la invitación de Jesús a seguirlo, a ver cómo está delante de Dios; y para este viaje están las enseñanzas y los Sacramentos. Recordemos el Evangelio: cuando el señor del banquete manda a llamar a los cruces del camino dice: “Vayan y traigan a todos” (cf. Mt 22,9). No se olviden esta palabra: todos. La Iglesia es para todos: jóvenes y viejos, sanos y enfermos, justos y pecadores. Esto quería decir Jesús: todos, todos, todos.

Y la tercera idea: es vital que los jóvenes y los ancianos se abran uno al otro

Los jóvenes, al encontrarse con los ancianos, tienen la oportunidad de recibir la riqueza de sus experiencias y sus vivencias. Y los ancianos, al encontrarse con los jóvenes, encuentran en ellos la promesa de un futuro de esperanza. Es importante, ustedes, jóvenes, que dialoguen con los ancianos, que dialoguen con los abuelos, que escuchen a los abuelos, que escuchen esa experiencia de vida que va más allá de la de los padres. El punto de encuentro entre María e Isabel son los sueños. Ambas soñaban. Los jóvenes sueñan, los viejos sueñan. Es precisamente el sueño, la capacidad de soñar, la visión del mañana lo que ha mantenido y sostiene unidos a las generaciones, como nos recuerda el profeta Joel: “Sus ancianos tendrán sueños, sus jóvenes tendrán visiones” (cf. 2,28). Así los ancianos sueñan con tantas cosas: la democracia, la unidad de las naciones…; los jóvenes profetizan, son llamados a ser artesanos del ambiente y de la paz. Isabel, con la sabiduría de los años -era vieja-, fortalece a María, que era joven y estaba llena de gracia, guiada por el Espíritu.

Queridos jóvenes: no quiero echar un sermón largo. Los invito a ser constructores de puentes. Constructores de puentes entre las generaciones, reconociendo los sueños de aquellos que han ido por delante en el camino. La alianza entre las generaciones mantiene viva la historia y la cultura de un pueblo. Deseo para ustedes, jóvenes rusos, la vocación de ser artesanos de la paz en medio de tantos conflictos, en medio de tantas polarizaciones que hay de todos lados, que acechan nuestro mundo. Los invito a ser sembradores de semillas, de semillas de reconciliación, pequeñas semillas que en este invierno de guerra no brotarán por el momento en la tierra helada, pero en una primavera futura van a florecer. Como dije en Lisboa: tengan la valentía de sustituir los miedos por los sueños. Sustituir los miedos por los sueños. Sustituyan los miedos por los sueños. No sean administradores de miedos sino emprendedores de sueños. ¡Dense el lujo de soñar a la grande!

Queridos jóvenes: gracias por este tiempo que me han regalado, por haber querido compartir conmigo un poco de sus sueños y sus esperanzas, de sus temores y sus sufrimientos. Gracias a Bárbara por su testimonio de familia. Gracias a Alexander por su testimonio de vida. Gracias. Y gracias a todos ustedes por el testimonio que están dando hoy en esta reunión.

Los invito a que miren a María, encuentren al Señor, concíbanlo en el corazón y rápido, con prisa llévenlo a quienes están lejos, llévenlo a quienes los necesitan. Sean signo de esperanza, signo de paz y de alegría, como María, porque con la misma “humildad de su servidora”, puedan ustedes también cambiar la historia que les toca vivir. Juéguense por el futuro, anclados con las raíces de los abuelos. Los saludo con afecto. Estoy contento de comunicarme con ustedes. Les doy mi bendición. Rezo por ustedes y, por favor, no se olviden de rezar por mí.

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y la siguiente
































La receta de un exorcista para expulsar al diablo

GABRIELE AMORTH


El exorcista más famoso del mundo ha entregado valiosos consejos espirituales para armarte contra el mal

El padre Gabriele Amorth (1925-2016) fue exorcista en la diócesis de Roma durante unos treinta años. Conocido mundialmente, escribió numerosos libros sobre su ministerio y fundó la Asociación Internacional de Exorcistas (IAE) con el padre francés René Chenessau en 1994.

En un video de 2015, el padre Amorth compartió los tres requisitos básicos que necesita un sacerdote para expulsar eficazmente al Maligno. Estos son la fe, la confesión y el ayuno. Aunque este vídeo estaba dirigido específicamente a los sacerdotes del Pontificio Ateneo Regina Apostolorum de Roma, también puede ser de gran utilidad para los laicos. 

1FE EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO

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El primer requisito para expulsar al diablo es la fe en el nombre de Jesucristo, explica el padre Amorth. Recuerda un pasaje del Evangelio en el que los discípulos, regresando gozosos de su misión, dicen a Jesús: “Señor, hasta los demonios se someten a nosotros en tu nombre” (Lc 10,17). En efecto, la fe es la fuente del poder del exorcista que puede así ordenar a Satanás que se aleje del poseído. 

Si la fe resulta ser una condición fundamental para los exorcistas, lo es igualmente para los laicos en su lucha diaria contra el mal y la tentación. En muchos libros, el exorcista italiano explica que la fe es un don que debe ejercitarse y profundizarse continuamente para no perderse. También había escrito en el libro Un esfuerzo contra el mal : «Puedes hacer bautizar a tu hijo, pero si no lo educas, si no lo acostumbras a rezar o a ir a la iglesia, perderá la fe». 

2LA CONFESIÓN

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La segunda condición mencionada por el padre Amorth es la confesión, en la que insiste especialmente, explicando que un exorcista debe confesarse con frecuencia. ¡Cuenta incluso la historia de un exorcismo durante el cual el demonio había revelado todos los pecados del sacerdote que estaba exorcizando…! Pero también cita a muchos exorcistas que se confesaban todos los días, como Pellegrino Ernetti, exorcista de la ciudad de Venecia durante 40 años o el beato Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina. «Los santos son astutos y quieren ser puros, puros, puros», afirma en el video.

Cuán importante, en efecto, también para los laicos, recurrir con frecuencia al sacramento de la reconciliación para rechazar al acusador, recibir fuerza contra el pecado y vivir más en comunión con el Señor.

3EL AYUNO

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El tercer consejo del padre Amorth para expulsar al diablo es ayunar. «Tenemos que tener esa valentía… especialmente nosotros en Occidente que somos ‘comedores’ y valoramos la buena comida», bromea en el video. Si el ayuno es, ante todo, la privación de alimentos, el padre también indica que existen otras formas del mismo, como las pantallas, Internet, determinadas lecturas, las palabras, para aprender a ser dueños de todas nuestras acciones. El ayuno resulta ser un arma poderosa para nuestra alma. 

Así, la fe, la confesión y el ayuno son los tres ingredientes espirituales esenciales, según el famoso exorcista italiano, para ganar nuestra lucha contra Satanás y vivir una verdadera conversión de corazón.


Aline Iaschine, Aleteia

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domingo, 27 de agosto de 2023

Educar a nuestros hijos en la gratitud

 

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La gratitud es primordial para cualquier cristiano, pues aspiramos a la santidad. Miriam Esteban reflexiona sobre esta virtud y propone maneras sencillas de inculcarla dentro del hogar

Más de una vez me he visto absorbida por la falsa idea según la cual dar supone perder lo que se da. Cada uno puede trasladar esto a su contexto y situación. Luego, por suerte, recapacitas, subes de las tinieblas y te preguntas: ¿qué puedo entender de la santidad si el primer paso es olvidarse de uno mismo? Y sí, efectivamente, uno se da cuenta de que tristemente no ha entendido nada

Hace unos días, tuve la oportunidad de visitar la tumba de San Pelayo en el Norte de España. San Pelayo fue un niño mártir en el 925 d.C. Su vida es una vida de fe, entrega y servicio y, aunque se podrían destacar muchísimas cosas en tan corta edad, hay una frase suya que se me quedó grabada: “Ser una ofrenda con Cristo cada día”. 

Hoy, más que nunca, hace falta educar en la entrega y el servicio. Hoy, donde nada es “gratis”, donde de todo se espera recompensa, reconocimiento, méritos y medallas, es totalmente necesario educar en la belleza de la entrega al prójimo. 

En palabras más entendibles para los más pequeños: vivir para entregar ese trocito de ti que quizá, sin que te des cuenta cuenta, le falta al otro. Estamos hechos para vivir en comunidad, en hermandad, dándonos, a pesar de que, a veces, nos cueste o signifique renunciar a momentos confortables y apetecibles. Volviendo a San Pelayo, ¡como cambia el instante vivido con la vista puesta en, «ser una ofrenda con Cristo cada día”!

Gratitud en la familia

¿Cómo proponer esto desde la familia?, ¿cómo enseñar esto a nuestros hijos?

Pues, primeramente, siendo nosotros ejemplo, haciendo ver que la familia es un equipo y no una balanza. Claramente, esto implica una fuerte voluntad personal de darse a los demás, gratuitamente, sin gritarlo al mundo. Y, como todo, esto en parte también es educable.

Podemos animar a nuestros hijos a realizar ciertas tareas por el bien común de la familia o como forma de demostrar el amor en el hogar. Detalles como preparar con cariño un desayuno, ayudar y explicar la lección a un hermano pequeño, preparar la bolsa de la merienda para todos, sacar la basura, poner una lavadora y tantas otras cosas educan a los niños en el servicio al prójimo por el bien común.

Gracias a esta mirada altruista, todo se engrandece pues, para empezar, incluso el acto menos apetecible va cargado de una belleza intrínseca. Toda la teoría pierde su valor si no tenemos en cuenta que lo más importante es que nuestros hijos puedan experimentar la satisfacción interior después de haber hecho algo valioso por los demás. Como padres, debemos ayudarles a aprender a descubrir las necesidades de los demás, manifestación del amor generoso hacia el prójimo. 

Es una forma de vivir que se resume muy bien en esta frase de Madre Teresa de Calcuta:

“Lava los platos no porque estén sucios ni porque te digan que lo hagas. Sino porque amas a la persona que lo usará después”. 

Miriam Esteban Benito, Aleteia 

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sábado, 26 de agosto de 2023

Redes «di-sociales»: ellos diseñaron un producto adictivo; si los padres abdican, ¿qué hacer ahora?

 La revista «Tempi» consulta a expertos
sobre medidas públicas y familiares


Cada vez surgen más iniciativas públicas y privadas ante el problema de la adicción infantil a la comunicación digital y a las redes sociales, y otros riesgos aunque no haya adicción.


 Cada vez más estudios confirman que pasar horas con el smartphone daña mental y físicamente a los niños. Y hay quien querría prohibirlo por ley. Cuidado con "dejar olvidados" a nuestros hijos en línea, confirman los expertos. Pero somos nosotros, y no el Estado, quienes debemos ir a recogerlos. 

Así plantea esta cuestión la revista italiana Tempi, en cuyo número de agosto Piero Vietti ha entrevistado a diversos expertos con opiniones coincidentes en cuanto a la importancia del problema, pero no tanto en cuanto a las soluciones.

La trampa del algoritmo. Redes di-sociales

El actor estadounidense Tom Holland, de 26 años, famoso por interpretar a Spider Man en la saga de películas de Marvel, ha publicado un breve vídeo en su perfil de Instagram, que siguen casi 70 millones de personas, para anunciar que se "tomaba un descanso de las redes sociales por mi salud mental. Instagram y Twitter me resultan demasiado estimulantes y abrumadores". El actor cuenta que se involucra demasiado y entra en una especie de espiral "cuando leo cosas sobre mí en internet" y que esto "es muy perjudicial para mi estado mental. Por eso he decidido dar un paso atrás y eliminar" las aplicaciones de redes sociales, Instagram en particular, de sus dispositivos.

Si un actor de éxito de Hollywood no ha podido soportar la presión y la invasividad de dos de las redes sociales más utilizadas del mundo, ¿cómo se las apañan las personas "normales", sobre todo las más jóvenes y frágiles?

El Servicio de Salud Pública de Estados Unidos ha publicado recientemente un documento sobre la relación entre la salud mental de los jóvenes y las redes sociales, en el que pide a los responsables políticos y a las empresas tecnológicas que no subestimen el problema de las consecuencias nocivas para la salud de los menores que se derivan del uso de estas plataformas digitales. Las cifras son impresionantes: hoy en día, en Estados Unidos, alrededor del 95% de los jóvenes de 13 a 17 años afirma utilizar alguna plataforma social, y más de un tercio afirma hacerlo "casi constantemente". Aunque 13 años suele ser la edad mínima exigida para registrarse, casi el 40% de los niños estadounidenses de entre 8 y 12 años utilizan las redes sociales.

Demanda colectiva contra las grandes tecnológicas

En un informe publicado a finales de julio, la Unesco sugería prohibir los teléfonos inteligentes en las escuelas para mejorar el aprendizaje de los alumnos y ayudar a proteger a los niños del ciberacoso.

Según la agencia de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura, hay pruebas de que el uso excesivo del teléfono móvil está relacionado con un menor rendimiento académico y que pasar mucho tiempo delante de la pantalla tiene un efecto negativo en la estabilidad emocional de los niños. El documento explica que la tecnología digital en su conjunto, incluida la inteligencia artificial, debe estar siempre sujeta a una "visión de la educación centrada en el ser humano" y nunca suplantar la interacción cara a cara con los profesores.

El 6 de enero, las escuelas públicas de Seattle presentaron una demanda contra Meta (propietaria de Facebook, Instagram, WhatsApp), Google (YouTube), TikTok (de la empresa china ByteDance) y Snap (que controla SnapChat) acusando a estas empresas de haber "explotado con éxito los vulnerables cerebros de los jóvenes, enganchando a decenas de millones de estudiantes de todo el país a través de un circuito vicioso de respuestas positivas en las redes sociales que conduce a un uso excesivo y abusivo de las plataformas" al proponer a los menores registrados en sus plataformas contenidos "con demasiada frecuencia perjudiciales y que tiende a la explotación debido a intereses económicos".

La depresión y la ansiedad son los dos síntomas más comunes entre los adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales, pero también se ha registrado un efecto similar en numerosos estudiantes universitarios sobre los que se realizó un experimento en Estados Unidos en 2021. Un estudio reciente afirma que limitar el uso de las redes sociales a 30 minutos al día produce mejoras significativas en la salud mental, y desactivar una plataforma social durante un mes mejora el bienestar subjetivo de las personas. Entre los adolescentes, son las chicas las que más sufren: el aumento del uso de las redes sociales se corresponde en muchos casos con un aumento de los trastornos del sueño, la depresión relacionada con el ciberacoso, la baja autoestima relacionada con la imagen corporal y los trastornos alimentarios.

Un juego "adictivo"

Sin embargo, todos vivimos con smartphones y tabletas perpetuamente conectados a las redes sociales, y en muchos casos dejamos que nuestros hijos las usen desde pequeños. "Las redes sociales en general son malas para todos", dice a Tempi Giuseppe Lavenia, psicólogo y psicoterapeuta, presidente de la Asociación Nacional de Adicciones Tecnológicas. "Está claro que según la edad el riesgo varía. Un adolescente que está formando su identidad tiene más dificultades que un adulto para enfrentarse a las imágenes que ve en las redes sociales. Utilizar las redes sociales en una etapa de la vida en la que la identidad está poco estructurada y el control de los impulsos mal gestionado puede desembocar en trastornos alimentarios o depresión. Desde un punto de vista neurofisiológico, hasta los 21 años la estructura craneal de un ser humano no está completamente formada; trivialmente, la evaluación de un riesgo -pienso en un 'reto' peligroso- es menos eficaz".

El problema de los dispositivos móviles no se reduce a la adicción o a la pornografía. Es la misma forma de aprender y relacionarse la que cambia. La educadora Catherine L'Ecuyer insiste mucho sobre ello.

Kathleen y Jeff Spence son los padres de Alexis, una niña de Seattle a la que, a los once años, le dieron un teléfono móvil para poder estar en contacto cuando volviera del colegio. Sus padres le dieron algunas normas y establecieron algunas restricciones de uso del smartphone, pero en poco tiempo Alexis aprendió a saltárselas y se abrió un perfil en Instagram (lo único que tenía que hacer era responder "sí" a la pregunta "¿tienes 13 años o más?"). Buscando vídeos de fitness, se topó con contenidos que sugerían dietas que el algoritmo empezó a reproducir cada vez más, junto con publicaciones de chicas obsesionadas con su peso. Alexis empezó a tomar pastillas para adelgazar y a enfrentarse a las imágenes que Instagram le ofrecía a diario y se volvió adicta a ellas, hasta el punto de caer en la depresión. Todo ello sin el conocimiento de sus padres.

El abogado de la familia Spence fundó el Social Media Victims Law Center, que apoya a más de 1.200 familias que emprenden acciones legales contra las grandes tecnológicas que -es la tesis del abogado- supuestamente "diseñaron intencionadamente un producto adictivo. Saben que si los niños siguen conectados, ganan más dinero. No importa lo dañino que sea el contenido".

Una propuesta en el Parlamento

En Italia se presenta cíclicamente una propuesta de ley para prohibir o restringir las redes sociales a los menores de 13 años y controlar de alguna manera el acceso a las mismas. También ha ocurrido en esta legislatura, con una propuesta de Azione e Italia Viva. Una propuesta que, sin embargo, en los resúmenes hechos en las redes sociales por los mismos parlamentarios del antiguo tercer polo tenía un regusto prohibicionista, con la idea de que el Estado debe ocupar el lugar de los malos padresTempi ha hablado de ello con Elena Bonetti, ex ministra de Igualdad y Familia, ahora diputada por Italia Viva: "El mundo de la red en general, y de las redes sociales en particular, se está convirtiendo en un instrumento de relaciones y encuentros en el que habitan incluso los más jóvenes; por consiguiente, como en todos los contextos de nuestra experiencia humana, debemos asegurarnos de que entren en él con la conciencia adecuada y de que existan vías educativas de acompañamiento y protección diseñadas para ellos. En los últimos años se ha producido una explosión del uso de las redes sociales sin regulación ni vías de acompañamiento. Las familias no interceptan el uso que sus hijos hacen de las redes sociales, y los datos muestran cómo pueden ser contextos nocivos, utilizados para transmitir mensajes negativos absorbidos por niños sin herramientas para comprenderlos".

El proyecto de ley no se limita a prohibir las redes sociales a los menores de 13 años, sino que prevé, en la línea de una normativa francesa equivalente, ofrecer "herramientas de prevención e información a los jóvenes y a las familias". La idea es formar una mesa con la Presidencia del Consejo, la Consejería de Políticas de Familia, los ministerios y las propias plataformas tecnológicas para "evaluar qué redes sociales tienen elementos críticos y peligrosos para los más jóvenes, prohibiendo el acceso a ellas antes de los 13 años".

No hablamos de WhatsApp, aclara Bonetti, "sino de redes sociales identificadas como no manejables para los menores de 13 años. En cambio, entre los 13 y los 15 años prevemos un acceso autorizado por quienes tengan responsabilidad educativa sobre el menor". No solo: la propuesta pide que se introduzca el llamado control parental en todos los dispositivos, "que luego se podrá desactivar, pero es una forma de ayudar a los padres a ser más conscientes de la herramienta que ponen en manos de sus hijos".

"Comprender, no prohibir"

"El Estado debería mantenerse lo más alejado posible de las decisiones sobre este tema", dice a Tempi Stefano Epifani, presidente de la Fundación para la Sostenibilidad Digital y profesor de Sostenibilidad Digital en la Universidad de Pavía, a quien la idea de una ley le parece "pésima". "El problema está ahí y es evidente, dejar a un niño solo en una red social es como dejarlo solo en la plaza de una ciudad desconocida. A diferencia de la televisión, las redes sociales son medios de comunicación bidireccionales, el problema con los menores es realmente este, pero al prohibir el acceso por debajo de cierta edad, el riesgo es crear una generación de 'inadaptados digitales'". No es adelantando en el tiempo la entrada en un mundo "peligroso" como se resolverá el problema, observa Epifani, "el Estado debe ocuparse de que los profesores y los padres sean adecuados, crear conciencia digital, hacer formación. Lo que se necesita es un conocimiento progresivo de la herramienta, no un bloqueo que, además, puede sortearse fácilmente, entre otras cosas".

"Es bueno que la política se ocupe de este tema, pero la solución no es prohibir", dice Giuseppe Lavenia, que también señala que "la propuesta de la que hablamos solo se refiere a las redes sociales, y no a servicios de mensajería igualmente peligrosos como Telegram". Bonetti insiste en que "la nuestra pretende ser una ley que capte el tema educativo: la protección de los menores es una de las piezas del proceso de empoderamiento, que se hace dando a los niños la conciencia de poder ser protagonistas sabiendo manejar ciertas solicitaciones. Este proceso educativo se hace en todos los contextos, mientras que las cuestiones sociales han sido descuidadas hasta ahora, con enormes daños que emergieron con fuerza durante la pandemia".

Sin embargo, la solución no puede ser ludista: no podemos fingir que no vivimos en un mundo perpetuamente conectado en el que la tecnología digital es fundamental para comunicarnos, aprender, trabajar y vivir. Tom Holland vuelve a publicar en Instagram, pero mucho menos que antes.

Las redes sociales no son solo herramientas malas, sucias y feas. El documento del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos recoge cómo en muchos casos las redes sociales "pueden proporcionar beneficios a algunos jóvenes, haciéndoles formar parte de una comunidad positiva y proporcionándoles conexiones con otras personas que comparten las mismas identidades, habilidades e intereses. Pueden proporcionar acceso a información importante y crear un espacio para la autoexpresión".

Dopamina y cortisol

El riesgo proviene de su consumo incontrolado, sobre todo a una edad temprana. Lavenia habla de adicción patológica: estudios científicos registran un aumento de cortisol y dopamina, la molécula orgánica que regula la sensación de placer, en el cerebro de las personas asociado al uso de las redes sociales. "La dopamina se activa cuando esperamos una respuesta", explica la psicóloga. "Cuando publicamos un post y esperamos likes o comentarios, la dopamina se activa en nuestro cerebro".

La psiquiatra Marian Rojas explica con precisión los mecanismos que regulan la adicción y cómo se activan y utilizan a través de los dispositivos móviles.

Por eso no podemos evitar mirar inmediatamente las notificaciones y revisar la pantalla de nuestro teléfono todo el tiempo. "Los dispositivos digitales causan también una adicción física", explica Lavenia. La ansiedad, la depresión, la comparación constante con modelos inalcanzables propuestos sin cesar por el algoritmo afectan a la salud mental de los niños. Los padres y los educadores son la clave.

Bonetti habla de "acciones sinérgicas" necesarias para, en primer lugar, crear "conciencia entre los padres. Pienso en una amplia campaña de información a través de los medios de comunicación, incluidas las plataformas sociales. Hay que hacer mucho en las escuelas, concienciar también a los educadores, y el tema debe entrar en el debate público, porque hay que explicar las normas introducidas, así como los riesgos de estar solo en la red, donde la captación de menores es una lacra que hay que combatir".

"¿Le darías un coche a un niño de 10 años? No", dice Lavenia. "Un smartphone es tan peligroso como un coche, o un cuchillo. Hay que darlo a la edad adecuada, estoy de acuerdo en que antes de los 13 años las redes sociales no sirven, pero esa norma ya existe y son los padres los que hacen que sus hijos la burlen. El problema no es la herramienta en sí, sino el hecho de que tú como madre o padre no te ocupes de ella. Un padre no sabe nada de lo que su hijo hace en Internet, así que la distancia digital se convierte en distancia relacional. Los adultos que dicen 'ese mundo no lo entiendo y no me importa', por lo que aceptan ignorar una parte de la identidad de sus hijos, en lugar de ocuparse de ella".

Pero entonces, ¿debe un padre quitarle o no el smartphone al hijo que se lo pide? Tratando la adicción a la tecnología, Lavenia ha visto cientos de casos a lo largo de los años de "padres que dejan a sus hijos pequeños tener smartphones libremente, y luego cuando tienen 15-16 años vienen a mí porque sus hijos ya no salen de casa. Pero para entonces ya es demasiado tarde".

En Italia hay unos 200.000 chicos aislados, dice a Tempi el especialista que el pasado noviembre abrió una clínica en Lucca para tratar a los hikikomori, término japonés utilizado para indicar a quienes deciden encerrarse en casa, evitando cualquier tipo de contacto directo con el mundo exterior. "Al cabo de un mes estaba llena. La solución, sin embargo, no puede ser la clínica. Hace falta una relación con la vida real. Los chicos quieren contar lo que hacen conectados, explicar la carencia que intentan llenar en la red. Y la mayoría de las veces la carencia es paterna. Si le doy al niño una herramienta que también sustituye las funciones del padre, el riesgo es ese. Si pongo siempre la pantalla delante de un niño que llora, le estoy haciendo un flaco favor porque no le estoy enseñando a lidiar con la frustración, sino a tener una solución externa a través de un dispositivo".

"El mal es nuestra ausencia"

"El reto es crear una generación que no se someta a estas herramientas, sino que se sobreponga a ellas", continúa Epifani. Es un trabajo largo y complicado en el que el Estado no puede ocupar el lugar de quienes educan, "pero puede y debe apoyar las trayectorias educativas, proteger a los menores y ayudar a las familias, creando las condiciones para que el entorno social sea un lugar seguro y adecuado para acoger incluso a los más jóvenes respetando plenamente sus derechos", dice Bonetti. ¿Cómo? Lavenia propone una "carné provisional" (también ha creado un aplicación especial llamada OK Digital): las estadísticas nos dicen que los padres regalan un smartphone a sus hijos a los 10 años. Y hasta que alguien consiga intervenir en los algoritmos, esas plataformas seguirán siendo lugares construidos para crear adicción. Hay que buscar algo más fascinante que la pantalla y al mismo tiempo saber utilizarla. "¿Por qué no introducir un mecanismo que proporcione un "carné digital" a los menores y a sus padres? Que haya educación digital en la escuela primaria, de tercero a quinto curso, y que el carné se obtenga en el último curso". La educación digital debe pasar por la escuela, dice Lavenia, "y un padre debe poder decir que no, imponer tiempos cortos de uso, firmar una especie de contrato con su hijo. Si le doy un smartphone y no le digo cuáles son las normas, no puedo imponérselas después. Luego, claro, como cualquier adolescente, el chaval intentará saltárselas, pero será dentro de una relación. El mal no está dentro del móvil, el mal es nuestra ausencia. Los chicos nos necesitan".

ReL Traducido por Verbum Caro.

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