jueves, 29 de junio de 2023

Padre Mariano, aniversario de su ordenación sacerdotal 30 de junio

 Felicidades y abundantes bendiciones

(Rezamos los hermanos)

ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN
DE LOS SACERDOTES
(S.S. PABLO VI)

Ven, oh Espíritu Santo, y da a los sacerdotes, dispensadores de los misterios de Dios, un corazón nuevo que actualice toda su educación y toda su preparación, que les haga conscientes cual sorprendente revelación del sacramento recibido, y que responda siempre con nueva ilusión a los incesantes deberes de su ministerio, en orden a tu Cuerpo Eucarístico y a tu Cuerpo Místico. Dales un corazón nuevo, siempre joven y alegre.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a nuestros sacerdotes, discípulos y apóstoles de Cristo Señor, un corazón puro, capaz de amarle solamente a Él con la plenitud, el gozo, y la profundidad que solo Él sabe dar, cuando constituye el exclusivo y total objeto del amor de un hombre que vive de tu gracia; dales un corazón puro que sólo conozca el mal para denunciarlo, combatirlo y huir de él; un corazón puro como el de un niño, pronto al entusiasmo y a la emoción.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a los ministros del pueblo de Dios un corazón grande, abierto a tu silenciosa y potente Palabra inspiradora; cerrado a toda ambición mezquina, a toda miserable apetencia humana; impregnado totalmente del sentido de la Santa Iglesia; un corazón grande, deseoso únicamente de igualarse al del Señor Jesús, y capaz de contener dentro de si las proporciones de la Iglesia, las dimensiones del mundo; grande y fuerte para amar a todos, para servir a todos, para sufrir por todos; grande y fuerte para superar cualquier tentación, dificultad, hastío, cansancio, desilusión, ofensa; un corazón grande, fuerte, constante, si es necesario hasta el sacrificio, feliz solamente de palpitar con el Corazón de Cristo y de cumplir con humildad, fidelidad y valentía la voluntad divina. Amén.



¿Buscas invertir con criterios católicos? GFED contesta a 9 claves para aportar más al bien común

María Vázquez, CEO de GFED: «Nuestro ahorro se vuelve rentable...
 y gana toda la sociedad»


Religión en Libertad habla con María Vázquez, CEO de GFED, y con Antonio Ramírez, Director de Fundraising y Consultoría de GFED, sobre las opciones
que tiene el católico de invertir éticamente.

¿Qué hacen las congregaciones religiosas, las parroquias y muchos católicos particulares con su dinero? ¿dejan que su banco, o algún tipo de gestor, use esos ahorros en fondos de inversión?

A menudo se les dice que el dinero se emplea en fondos "éticos", por ejemplo, "contra la pobreza"... sin embargo, es muy probable que esos programas "contra la pobreza" incluyan abortos, esterilizaciones o anticoncepción en el Tercer Mundo.

Desde hace bastantes años lo que el mundo llama "ético", no es lo que la Doctrina Social de la Iglesia llama ético. Por eso, para ayudar a las congregaciones o a los particulares a saber invertir, existen empresas de gestión del patrimonio con criterios cien por cien católicos, como es el caso de la agencia de valores Gestión Fondo Endowment (GFED). 

Religión en Libertad habla con María Vázquez, CEO de GFED, y con Antonio Ramírez, Director de Fundraising y Consultoría de GFED, sobre las opciones que tiene el católico de invertir éticamente... para que sus ahorros le den beneficios a él y a todos los que le rodean (accede aquí a la web de GFED para saber más).

1-¿Para qué se crea un fondo de inversión "católico" y cuál es su misión?

-El fondo nace en el año 2013 y queremos dar cobertura a instituciones y particulares que necesiten un gestor que les ayude a crear una cartera diversificada y guiada por la Doctrina Social de la Iglesia. Se trata de un fondo muy simpático, mixto y conservador que está en el nivel 3 sobre 7 de riesgo.

»Buscamos sobre todo trabajar una filosofía con el cliente, trasladar todo lo que hemos aprendido en el mundo financiero desde dos ángulos: el dinero tiene que trabajar y no dormir, aunque eso implique, a veces, riesgo, y que, como católicos, queremos hacer bien las cosas. Que el dinero rente pero nunca pasando por encima de los principios éticos.

»En GFED, a parte del fondo, hacemos fundraising para proyectos alineados con nuestros valores, servicios de consultoría para fundaciones o asociaciones católicas para que sean más robustas, etc.

2 -¿En qué se diferencia de otros fondos "éticos"?

-Hay grandes bancos que ofrecen invertir de acuerdo a criterios, por ejemplo, judíos, o de cualquier iglesia o ideología. El cliente tiene un criterio y la entidad le ofrece lo que quiere. Con nosotros, en cambio, es distinto. A nosotros no nos da igual. Si quieres invertir con nosotros vas a tener que invertir conforme a la Doctrina Social de la Iglesia. No te vamos hacer una cartera con farmacéuticas que vendan abortivos, trafiquen con personas...

»No pretendemos hacer esto porque haya una moda de hacer fondos católicos, como en su día se hicieron fondos de tecnología o de otras cosas. Estamos convencidos de que es lo mejor que podemos hacer. Nuestro fondo tiene 180 valores y podemos dar razón de cada uno de ellos: hemos invertido aquí por esto o hemos hecho estas otras revisiones éticas.

3-¿Cómo defiende GFED los intereses éticos de sus clientes?

-Seleccionamos cuidadosamente los valores, presionamos en las Juntas... y garantizamos que se cumplen los principios hasta el último paso de la inversión. Siempre vamos al activo final y vemos si es elegible o no, sea un bono, una acción de una empresa...

»Analizamos de forma pormenorizada si forman parte de los elegibles, eso es muy difícil que lo hagan en otros sitios.

4-¿Sale rentable trabajar con un fondo de inversión "católico"?

-Al final ganas lo mismo o incluso más que en un fondo convencional. Muchas veces la rentabilidad media, ponderada por el riesgo, del modelo católico de inversión es superior al resto. Si las cosas se hacen bien, teniendo siempre en cuenta las exclusiones y con cuidado de no entrar al juego de lo que no es moralmente lícito, a largo plazo se paga.

María Vázquez es la CEO de Gestión Fondo Endowment (GFED).María Vázquez es la CEO de Gestión Fondo Endowment (GFED).

5-¿En qué documentos de la Iglesia Católica se apoyan?

-En los últimos años las encíclicas Laudato Si (2014), y Fratelli Tutti (2020) han sido las referencias sobre la evolución de la Doctrina Social de la Iglesia.

-La Pontificia Academia de las Ciencias Sociales publicó a finales del año 2022 Mensuram Bonam, un documento de referencia con las directrices del Vaticano sobre las inversiones sostenibles y responsables. Para nosotros es una guía de cómo invertir de acuerdo a los criterios de la fe y de la Doctrina Social de la Iglesia.

»El texto habla de "voz", de hablar con las empresas en las que inviertes para sugerirles cambios o que te expliquen cosas; de "voto", que en las Juntas Generales hagamos valer el voto; y de "salida", de tener una estrategia de salida razonable.

»El documento detalla muy bien las exclusiones que existen, no nos dice el nombre de la empresa en concreto pero nos explica por qué no invertir en ella. El documento es un inicio de cómo dar esa visión global al católico de cara a invertir y, también, de cómo nosotras, las entidades, no podemos bajar nunca la guardia. 

6-¿Qué les diría a ese particular o entidad católica que está pensando invertir?

-Ninguna inversión es neutra moralmente, eso apela a cualquier cristiano a que se tome en serio las inversiones. O van hacia el bien o van hacia el mal. Esto debería también animar a los católicos a saber quién mueve su dinero y si este hace bien las cosas.

»Además de todo ello, el hecho de invertir es fundamental. Lo del talento enterrado, que dice la Biblia, es verdad. Puedes tener una herencia... y enterrarla o hacerla producir. Lo bueno es que cuando inviertes, no solo obtienes beneficios sino que generas un impacto en aquello donde has invertido. Que pueden ser sectores alineados con tus principios y que hacen un bien a la sociedad.

Antonio Ramírez es Director de Fundraising y Consultoría de GFED.Antonio Ramírez es Director de Fundraising y Consultoría de GFED.

7-¿Y a aquel que tiene miedo y que duda de dónde podrán acabar sus ahorros? 

-Nosotros nos guiamos por un manual ético que contempla la existencia de un Comité Ético y un Consejo Asesor Ético en el que se discuten todas las novedades para poder invertir.

 »Y respecto al dinero, nosotros no tocamos dinero. Tenemos los valores en una entidad bancaria ajena, contamos con un auditor independiente, un depositario de los bienes distinto y las divisas nos las guarda otro tercero. La fórmula de los fondos es muy práctica porque da garantías.

»GFED invierte además en activos que se puedan liquidar día a día. Si mañana se quiere ir, se puede ir, esto da tranquilidad al cliente y nos da un plus de control y seguridad a nosotros para que haya liquidez diaria. 

8-¿En qué tipo de activos invierte el fondo y a qué plazos?

-En el fondo, un 50% va a renta fija y el otro 50% a activos con más riesgos. En un fondo típico de endowments a largo plazo la renta fija no suele superar el 15%... y el resto va a activos de riesgo.

-Nosotros no especulamos, invertimos. Tenemos prohibido hacer compras y ventas en el mismo día.

Puedes ver aquí una entrevista a la CEO de GFED en el canal Mater Mundi.

9-¿Quién puede contratar sus servicios?  

-Estamos abiertos a particulares e instituciones, especialmente a los católicos, porque compartimos principios. Tenemos fundaciones, congregaciones... cerca de la mitad son ya católicos particulares, que también quieren que su dinero se invierta en cosas bien hechas.

»El último documento del Vaticano dice que hay que invertir con ética pero también con alma. No solo se trata de poner tu dinero en una empresa que no produzca Co2, por ejemplo, y que luego pague una cuota por contaminar. Se busca que aspire a no contaminar más. Ese es el plus que ofrecemos nosotros.

Puedes acceder aquí a la web de GFED, para saber más sobre el fondo y sus servicios.

J. Cadarso, ReL

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San Pablo y las tres fuentes milagrosas del martirio

TRE FONTANE

Descubre un lugar mágico de Roma: la abadía de Tre Fontane

Cuenta la leyenda que cuando san Pablo durante las persecuciones de Nerón, fue decapitado (pena de muerte «digna» reservada para ciudadanos romanos) al sur de Roma en los campos de ejecución en Aquæ Salviæ, probablemente en el año 67 d. C.; su cabeza rebotó tres veces antes de detenerse, y en el suelo brotaron espontáneamente tres manantiales de agua: el primero de agua caliente, el segundo de agua tibia y el tercero de agua fría.

En el lugar se construyeron tres pequeños monumentos que podemos ver hasta hoy dentro de la iglesia construida a fines del siglo XVI para recordar el milagro.

En un tiempo los fieles podían beber de estas fuentes, su agua era considerada milagrosa y curaba diversas enfermedades, pero en 1950, debido a la contaminación, tuvieron que cerrarlas.

Dentro de la iglesia también se encuentra la columna donde tenían sujetado a san Pablo para decapitarlo.

La iglesia se encuentra en el complejo de la abadía que pertenece a los monjes trapenses, don del papa Inocencio a san Bernardo de Claraval como muestra de gratitud hacia el santo que tanto había hecho para restaurar la paz en la Iglesia durante el cisma de Anacleto II.

Quien visita este lugar, uno de los más importantes para la cristiandad, también puede visitar la iglesia de Santa Maria Scala Coeli y la iglesia de San Vicente y san Anastasio.

En Santa Maria Scala Coeli es donde se encuentra la celda donde tenían prisionero a san Pablo. Desde los primeros siglos allí existía una capilla dedicada a la Virgen, construida sobre una cripta donde se dice que fue enterrado san Zenón con sus 10.203 soldados, mandados a matar por Diocleciano después de la construcción de las termas.

La iglesia lleva este nombre por la visión en trance que tuvo san Bernardo en 1138 mientras celebraba una misa de difuntos en presencia del Papa Inocencio II. Vio una escalera en la cual iban y venían los ángeles guiando al cielo las almas liberadas del purgatorio y en lo alto de la escalera la Virgen María les daba la bienvenida.

La iglesia monasterio de los Santos Vicente y Anastasio fue construida de acuerdo a las reglas de estilo cisterciense, que exigen sobriedad y austeridad. De hecho, tenían prohibido construir suntuosos edificios con considerables decoraciones escultóricas y pictóricas. Las únicas decoraciones consisten en grandes figuras de los apóstoles representadas en los pilares de la nave central.






THREE FOUNTAINS

Si visitas Roma, no olvides pasar por este lugar tan importante para todo cristiano. Quizás esté un poco alejado del centro, pero es un verdadero oasis de paz donde puedes tranquilamente contemplar el evangelio sintiendo la presencia del gran misionero de todos los tiempos, san Pablo el apóstol de los gentiles.

Maria Paola Daud, Aleteia 

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martes, 27 de junio de 2023

Nicaragua: la situación de persecución contra la Iglesia contada desde el interior del país

Iglesia Católica En Nicaragua. Foto: Xevt

Los testimonios relatan la persecución en pequeñas cosas: en una parroquia, repartieron camisetas con mensajes bíblicos para una actividad. Les advirtieron que tenían letras azules sobre tela blanca y les impidieron usarlas porque eran los colores de la bandera nacional.

(ZENIT Noticias / Managua, 16.06.2023).- «Este es el momento en que los laicos católicos debemos de intensificar más nuestras oraciones y cooperar económicamente con nuestras iglesias para que puedan cumplir con sus obligaciones financieras y administrativas» expresa Martha Patricia Molina, autora del informe «Nicaragua: una iglesia perseguida».

«Me han quitado mi último espacio físico de libertad, pero no espiritual ni mental. En tiempos de persecución, la iglesia se fortalece. Para las personas de fe es un privilegio pertenecer a una organización que ha acompañado a su pueblo de forma tan valiente. Cada ataque contra la iglesia representa, en el fondo, una derrota para este gobierno», manifiesta un laico nicaragüense que no da su nombre porque solo traerá más éxito al poder de Ortega.

El Gobierno sandinista encuentra en la Iglesia una fuerza de resistencia que duele ante las medidas de control que aplica a todo el país. Ataca a los católicos, produciendo miedo en el clero y en los fieles, aunque no dejan de orar y trabajar.

Martha Patricia Molina Montenegro nació en Nicaragua en 1981. Estudió Derecho y es notario público, además de poseer una maestría en la universidad de Salamanca, España, con la tesis ‘Corrupción y Estado de Derecho’. Es autora del estudio «38 Mecanismos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes que se practican en las cárceles de Nicaragua». Es miembro del Consejo Editorial del diario La Prensa y ha publicado varias investigaciones sobre la corrupción en la administración pública de su país.

Explica que «los sandinistas siempre se han sentido señalados por la iglesia. Sin embargo, existen algunas diferencias con respecto a esos primeros años. En ese entonces, no se criminalizaba a los sacerdotes, no se les fabricaban delitos ni se les encarcelaba. Mucho menos se les arrebata la nacionalidad», comenta sobre la retirada de la ciudadanía a los opositores enviados al exilio en febrero. «Ser católico en Nicaragua en este tiempo de persecución es un riesgo».

Un sacerdote, que también pide callar su nombre, conoce bien a los policías vestidos de civil que asisten a las misas para espiar sus homilías y a los fieles que asisten a las celebraciones: buscan detectar a los críticos con el gobierno de Daniel Ortega. Toman fotos y graban videos en teléfonos sin recato. «Se meten al templo vestidos de civil para ver qué escuchan, si ven algo raro, pero siempre se van, como dice el dicho, con la cola entre las piernas. ¿Por qué? Pues porque siempre nosotros apelamos a la prudencia. No vamos a caer en la provocación. Lo que ellos tratan de hacer es provocarnos para ver qué decimos, y que haya confrontación para después tener algo con qué acusarnos».

«Se siente mucha tristeza de parte de los feligreses; hasta miedo. Me preguntan ‘Padre, ¿hasta dónde vamos a llegar?’. Pero yo siento que los feligreses no bajan la guardia», sostiene tras sus 20 años de sacerdote. «Estos últimos domingos he visto a más personas de lo normal en las misas que celebro. Las tres misas de los domingos están repletas y la iglesia que presido es bien grande». Los sacerdotes tienen pavor de ser apresados, porque ya han apresado a varios.

«El gobierno ha ido erradicando los espacios democráticos. La iglesia es el único bastión que queda, pues el clero no ha estado dispuesto a adularlos. Por eso, insisten en darle otro golpe para debilitarla. Pero no van a lograr eliminar la fe del pueblo», comenta Martha Patricia Molina.

Otro laico narra que el gobierno prohibió a las empresas privadas prestar servicios a los religiosos, con el aviso de quitarles los permisos o imponerles altas multas. «Hace unas semanas, hicimos una actividad en la iglesia y nadie quiso alquilarnos buses para trasladar a los participantes».

Al interior de las iglesias en Nicaragua, el ambiente de recogimiento se ha hecho tenso por los policías vestidos de civiles que asisten para informar a sus superiores sobre cualquier acto considerado como subversivo. La presión surte efectos. Algunos feligreses han dejado de asistir a misa por miedo, incluso en las festividades religiosas más populares. Otros viven la fe con prácticas religiosas en el hogar, como la lectura de la Palabra de Dios, el rezo del rosario y el ayuno.

Los testimonios relatan la persecución en pequeñas cosas: en una parroquia, repartieron camisetas con mensajes bíblicos para una actividad. Les advirtieron que tenían letras azules sobre tela blanca y les impidieron usarlas porque eran los colores de la bandera nacional. Llevar estos colores es castigado con prisión.

También expresan que «nos motivan a seguir predicando el evangelio. Aunque el Gobierno amenace con cerrar los templos o no podamos celebrar más misas, siempre vamos a escuchar a la gente; que sientan que estamos con ellos; que alguien les acompaña… Aunque algunos puedan sentir más miedo que otros, debido a tantas amenazas y persecución que llevan a la cárcel, replanteamos una y otra vez a la gente que no pierda la fe y la alegría, porque el día que nuestros fieles pierdan la esperanza, lo hemos perdido todo», precisa el sacerdote entrevistado.

«Simplemente hay que saber sortear al toro: rezamos en privado. En silencio y prudencia tratamos de hacer. Todos los días estamos sufriendo», mantiene el sacerdote. «Te puedo decir algo: nadie es ajeno a esta realidad en Nicaragua, pero la Iglesia ha sido perseguida desde el día uno de su fundación. La iglesia tiene mártires; la iglesia se ha hecho de persecución, sangre y lágrimas. A la Iglesia no la va a exterminar ningún poder humano en este mundo. Te lo digo por fe. Aún con sus errores, la iglesia permanecerá. Y Nicaragua no será la excepción».

Las persecuciones que ha sufrido la Iglesia son una medalla de honor, un testimonio de la fidelidad a su fundador. Él claramente les advirtió que las esperaran: «Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros» (Juan 15,20). «Hay mucha tristeza en los fieles, pero no bajan la guardia»: así es profesar la fe católica bajo el régimen de Ortega.

Rafael Manuel Tovar, Zenit

Vea también     Testimonios de cristianos
ante la persecución y la violencia





























lunes, 26 de junio de 2023

8 formas en que la devoción popular bien vivida es eficaz frente al laicismo: lo cuentan los obispos


La devoción y religiosidad popular puede ayudar a llevar la luz de la fe a muchos

 

Con motivo del trigésimo aniversario del viaje apostólico de San Juan Pablo II a España entre el 12 y el 17 de junio de 1993, los obispos de las diócesis de Andalucía han publicado una carta pastoral que recuerda especialmente las vistas del Papa polaco a Sevilla, Huelva o el Rocío. A lo largo de 60 puntos, el documento alterna las enseñanzas del pontífice con reflexiones y propuestas de los obispos en torno a la nueva evangelización a través de las devociones populares frente a una descristianización de la que ya alertó el mismo Papa.

Bajo el título María, Estrella de la evangelización. La fuerza evangelizadora de la piedad popular, los obispos pretenden recordar "el lugar importantísimo de la piedad popular en la vida cristiana", así como ayudar a los fieles a obtener la "energía para impulsar con toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora".

1º Iglesia, liturgia y evangelización, esencia de la piedad popular

En primer lugar, los obispos llaman a que la vida cristiana "sea percibida como bienaventuranza", para lo que es necesario integrar la piedad popular "en la armonía de lo que se cree, celebra, vive y ora".

Por ello, se menciona que verdadero cristiano no es "quien simplemente acepta el Credo", "reduce la vida cristiana a algunas celebraciones" o "se entrega a una acción que no brota de la liturgia ni está sostenido por una caridad iluminada por la fe".

"El solo ejercicio de ciertas prácticas de piedad no puede ser considerado manifestación auténtica de la fe. La piedad popular, para que sea realmente lo que está llamada a ser, para que ponga y exprese el afecto de la vida cristiana, ha de armonizarse con la doctrina de la fe de la Iglesia, con su celebración litúrgica, con el compromiso apostólico y misionero en favor de la evangelización y de la transformación del mundo, y con la vida de oración", recuerdan.

2º Profesar con los labios lo que se cree con el corazón

En este sentido, los obispos remarcan que si se busca una piedad popular "genuina", esta debe "tener como fuente la fe". Por eso, agregan, "la autenticidad cristiana de los ejercicios de piedad y devociones debe verificarse desde su conformidad con la doctrina de la fe, tal como es profesada por la Iglesia en el Credo: carece de sentido profesar con los labios lo que no se cree con el corazón, o, lo que es lo mismo, declarar externamente el Credo y vivir de manera contraria a la fe y moral de la Iglesia".

3º Evangelización y catequesis, compañeros de la piedad popular

Los obispos también recuerdan que la piedad debe ser, como han sido históricamente, "un medio muy eficaz para la transmisión del mensaje evangélico y para conservar la fe cristiana". Por eso, recuerdan que al mismo tiempo que en la evangelización, catequesis y educación cristiana "no se puede prescindir de la piedad popular, los ejercicios piadosos han de ir siempre acompañados de una catequesis correcta".

Puedes ver aquí la cómo fue la visita de San Juan Pablo II a la ermita de la Virgen del Rocío, el 14 de junio de 1993.

4º Lo sagrado, por encima de la devoción popular

A lo largo de la carta pastoral, los obispos también urgen a potenciar una adecuada formación que haga comprender "la preeminencia de la liturgia sobre las devociones populares" y "recuperar el sentido de lo sagrado y el decoro" en las celebraciones.

Remarcan la importancia de que las prácticas devocionales "no alteren" estas celebraciones: "La necesaria armonía entre Liturgia y piedad popular pasa siempre por el respeto de las normas litúrgicas. Los añadidos devocionales a la celebración no la hacen más solemne, como tampoco la hace más sencilla la supresión de lo estipulado por la norma litúrgica".

5º El respeto al domingo y la misa, "imprescindible"

En el plano litúrgico, la carta pastoral hace un llamamiento a que el domingo "sea de verdad el día dedicado al Señor", para lo que la participación en la Santa Misa "es imprescindible". Citando a San Juan Pablo II, alertan del "riesgo" de que "algunas tradiciones populares y culturales invadan la celebración de los domingos, `mezclando con el espíritu de la auténtica fe cristiana elementos que son ajenos o que podrían desfigurarla´.

6º Arma contra el laicismo y la descristianización

Refiriéndose a ella como "escuela de compromiso cristiano", los obispos recuerdan que la piedad popular "puede ofrecer recursos valiosísimos" para la evangelización "frente a la pretensión dañina de quienes se empeñan en desterrar de los espacios públicos las manifestaciones de fe".

"La descristianización que padecemos no comporta sólo la pérdida de la fe o su falta de relevancia para la vida personal y social, sino también un oscurecimiento del sentido moral. El reto evangelizador se encuentra hoy con el riesgo de ceder, por fuera, al laicismo que pretende desterrar de los espacios públicos la expresión de la fe y se obstina en plantear las relaciones humanas", expresa el documento.

7º Las hermandades, talleres de santidad

Buena parte del documento está dirigido a las Hermandades, a quienes se recuerda su llamado a ser "talleres de santidad" que cuiden la formación espiritual de sus miembros y sigan los ejemplos del Evangelio.

Es un sentido que las Hermandades encuentran en sus tres fines, "formación, culto y acción caritativa" y al que los obispos añaden el "cuarto fin" de la "participación activa en la misión evangelizadora de la Iglesia": "En el momento histórico que nos toca vivir, las Hermandades deben apoyar su vida en cuatro pilares inseparables: la formación, el culto (liturgia y devociones), la caridad y la evangelización".

 8º El primer fin de las hermandades, evangelizar a sus miembros

Además de "portadoras de esperanza" y "refugio de misericordia", los obispos contemplan la evangelización como uno de los primeros fines constitutivos de las hermandades. Hasta el punto de cifrar su "primera preocupación" en "llevar el Evangelio a todos sus miembros", pues "si la pertenencia a una hermandad no convierte en mejores católicos a sus miembros, de poco o nada sirven sus esfuerzos".

Para los obispos, las tareas, proyectos o preocupaciones de quienes están al frente de una Hermandad "no deberían centrarse prioritariamente en mejorar su patrimonio material, sino en el cuidado espiritual y corporal de quienes forman la Hermandad".

José María Carrera, ReL

Vea también       Entronización del Sagrado Corazón de Jesús en el Hogar





















Testimonio.y carta abierta de un cristiano homosexual


 

Transcribo lo que me ha enviado un amigo. Espero que os ayude. 

Querido lector: 

Como a buen seguro sabes en junio se celebra el llamado “Orgullo LGTBIQ+”, y durante este mes, son también numerosas las voces que abogan tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica, por que ésta cambie sus enseñanzas sobre los actos sexuales homosexuales, dado que pese a que estos parece que a día de hoy gozan de gran aceptación social en algunos países de Occidente, siguen siendo considerados como “intrínsecamente desordenados” por esta institución, declarando también que “no pueden recibir aprobación en ningún caso” (punto 2357 del Catecismo de la Iglesia Católica). Y dado que estas enseñanzas se encuentran en entredicho en la actualidad dentro de la propia Iglesia (siendo buena muestra de ello la intención de la Conferencia Episcopal alemana de celebrar ceremonias de bendición de unión de parejas homosexuales), es importante que se alcen voces defendiendo esta postura de rechazo a los actos (que JAMÁS a las personas) homosexuales. Es por ello que escribo esta carta, haciéndolo además sin ser alguien que ve “los toros desde la barrera”, sino que por el contrario soy parte directamente afectada por este asunto, dado que yo soy el primero que tengo tendencia sexual homosexual. Con ella quiero también hacer una serie de apreciaciones sobre lo que es tener tendencia homosexual, y le pido a Dios que esta carta llegue a quienes les pueda ser útil leerla.

 Pero antes de nada, una breve presentación de mi historia. Aunque ahora mismo resido en Madrid, nací en una ciudad del norte de España hace treinta años. Y fue en mi ciudad natal cuando teniendo trece años aproximadamente, me di cuenta de que mi cuerpo se excitaba no pensando en mujeres sino en hombres. Por tanto y viendo además que mis compañeros de colegio ya empezaban a tener sus primeros encuentros con chicas, decidí que yo también los tendría con otros “gays” como ya empezaba a decirse por entonces. Todo ello pese a que yo sabía perfectamente (gracias a la buena formación cristiana que recibí tanto en casa como en mi colegio), que no siendo ni bueno ni malo tener esta tendencia (dado que es algo que no se elige), los actos derivados de ella sí lo son, como lo son todos los actos sexuales fuera del matrimonio, tal y como ha recordado recientemente el Papa Francisco.

Por ello y teniendo esta intención de vivir mi sexualidad como el mundo nos dice a las personas con esta tendencia, durante los años 2010 y 2011 tuve tres encuentros con chicos (que gracias a Dios y subrayo lo de gracias a Dios, no fueron relaciones sexuales completas) a los que había contactado a través de una red social. Y tras cada uno de ellos me sentía peor que tras el anterior, dado que yo acudía en busca de amor y cariño y lo único que encontraba era una búsqueda de placer momentáneo y vacío. Irónicamente podría decir que esos chicos me utilizaron, aunque a buen seguro que ellos también podrían decir que fui yo quien les usó a ellos. Por ello tras el tercero de dichos encuentros, decidí que dijeran lo que dijeran las modas, viviría mi sexualidad tal y como enseña la fe en la que creo. Y no puedo sino darle las gracias a Dios por esa decisión que llega hasta el día de hoy.

Le doy gracias por dos motivos. El primero de ellos es por todo lo que me ha cuidado durante todos estos años, en los que lógicamente ha habido dudas o momentos en los que uno pensaba si esta cruz no sería quizá demasiado grande. Pero con una vida de gracia intensa y con voluntad de vivir una vida de santidad (a la que recuérdese todos estamos llamados), se puede vivir de este modo si se invoca para ello la ayuda de Dios, ya que sin Él ya se sabe que los hombres no llegamos ni a la vuelta de la esquina. También le agradezco la oportunidad que he tenido en los últimos años de desarrollar un proceso de conocimiento de mi mismo, gracias al cuál he identificado una serie de heridas emocionales en mi vida que poco a poco voy sanando usando para ello la mejor medicina que existe, que no es otra que el perdón a las personas que me las causaron. Y este perdón ha provocado una gran reducción de la tendencia sexual homosexual en mí, dado que en mis fantasías eróticas solo buscaba ser abrazado por necesitar precisamente un abrazo a causa de estas heridas presentes en mí. Animo a cualquier persona que lea esta carta a hacer lo mismo y a averiguar si en su historia hay heridas de este tipo y a perdonarlas a continuación. 

Por otra parte, en paralelo a ese proceso de sanación emocional, he podido también trabajar mi masculinidad a través del ejercicio físico. Y es que desde siempre había arrastrado un gran complejo de debilidad e inferioridad que hacía que no practicara deporte delante de otras personas. Y creo que esto se da en un altísimo porcentaje de hombres con tendencias sexuales homosexuales, que desconectan así de su corporalidad y potencian otras facetas como la sensibilidad artística o las actividades más intelectuales, como fue en mi caso. Con esto no estoy diciendo que esas actividades sean malas (al contrario de hecho), pero en tanto que el ser humano es mente y cuerpo, estos han de vivir en un sano equilibrio. Dado que de lo contrario lo que se da es un desconocimiento de la propia corporalidad que lleva a que esta se sexualice, dado que el instinto sexual del ser humano no es otra cosa que la búsqueda de algo desconocido, lo que se manifiesta en la complementariedad entre el hombre y la mujer. Por ello y pese a que esta idea puede parecer algo estúpida, creo que es realmente positivo que las personas que tienen este tipo de complejos físicos, hagan deporte y que además lo practiquen delante de sus amigos y conocidos para así afirmarse en su corporalidad. 

Lo dicho en el párrafo anterior puede parecer contradictorio con el hecho de que a día de hoy en el estilo de vida gay, hay una gran exaltación de la belleza masculina y del culto al cuerpo. Pero no obstante, esa concepción del estado físico esta pensada no para sentirse bien con uno mismo, sino para ser considerado atractivo por los demás (en otras palabras, querer ser querido). Por tanto, subyace una idea del cuerpo orientado hacia el exterior y no hacia uno mismo. 

 A continuación quiero dirigirme (desde el máximo respeto a la libertad personal de cada uno, solo faltaría lo contrario) a las personas con tendencia homosexual que no viven de este modo, esto es, que sí tienen relaciones sexuales (sea en pareja o no). A vosotros os invito a pararos un momento y a preguntaros a vosotros mismos en el silencio de vuestro corazón si verdaderamente sois felices con vuestra vida. Si la respuesta es que sí, nada que añadir. Pero si es que no, os invito a pedir a Dios que os lleve a esa felicidad a la que todos como seres humanos aspiramos, teniendo en cuenta que tal y como dice el salmo 19, 8 “Los mandamientos del Señor son rectos y alegran el corazón”.

Por otro lado a las personas con esta tendencia que viven del mismo modo que yo solo puedo deciros que debería escribir la palabra ánimo un trillón de veces y aún así me quedaría corto. Hay que ser conscientes de que en este camino habrá momentos de duda y de zozobra ya que poco a poco iremos viendo como las personas con las que hemos compartido nuestra juventud (hermanos y amigos principalmente), irán entrando en dinámicas de vida diferentes a la nuestra, siendo posible que ello nos cause sensación de desubicación o aún peor de soledad. Sería absurdo negar que eso nos va a pasar. Pero precisamente si pasa, lo que ha de hacerse es pedir a Dios que nos ayude a seguir este camino hacia Él, y cuanto mayor sea el sufrimiento que pueda haber, más insistencia debería haber en este ruego. Lógicamente esto no quita para que intentemos buscar “cireneos” que nos ayuden a portar esta cruz, del mismo modo que nosotros debemos ayudarles a ellos a llevar las que tengan, sean las que sean.

También quisiera dirigirme por medio de esta carta a las personas del entorno de la Iglesia Católica que disienten de las enseñanzas de ésta sobre este asunto. A ellas les suplico que sean muy pero que muy prudentes a la hora de tratar este tema, y que sean conscientes de que un consejo ambiguo o interpretable pensado más en agradar al oyente que en decirle la verdad, puede empujar a que esa persona se meta en una espiral de sufrimiento e infelicidad de la que es muy difícil salir. Y también les rogaría que recuerden la escena de Jesucristo y la adúltera, en la que el Señor le manifestó que Él no la juzgaba y por tanto le invitaba a marcharse libre (esto es, tratándole con misericordia), pero también le dijo que sus pecados quedaban perdonados, manifestando por tanto que sus actos no habían sido correctos. Y es que nunca ha de olvidarse que la misericordia no es un fin en si mismo, sino que es el camino sobre el que va la verdad. Por otro lado, es relevante también tener en cuenta de que en tanto que creemos en un Dios que nos quiere como hijos suyos que somos, todo lo que nos ha sido enseñado por medio de la Revelación (tanto sobre este tema como sobre cualquier otro), no es solo que esté bien sino que también es bueno para nosotros, y nos dará la mayor felicidad posible en esta vida (pese a los sinsabores que evidentemente habrá), y quizá algún día también en la otra. Y nunca olvidéis que Jesucristo dijo: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

 

Por otra parte, a aquellos miembros de la Iglesia Católica que sí comparten estas enseñanzas de su magisterio, les pido que sean tan misericordiosos a la hora de acoger a las personas con tendencia homosexual (vivan como vivan), como valientes a la hora de decir la verdad. Y es que es necesario reconocer por igual que en no pocas ocasiones no se ha aplicado en este tema la máxima de diferenciar entre acto y autor, y se ha juzgado a personas por sus actos. Y eso jamás es correcto tampoco. Por ello igual que ha de decirse la verdad, ésta ha de ser dicha con misericordia. 

 

Nada más. Concluyo pidiéndole a Dios una vez que esta carta llegue a aquellas personas a las que les pueda ser útil y que les haga tanto bien leerla como a mí me lo ha hecho escribirla. Acabo con una frase del Señor en el Evangelio: “He venido para que tengáis vida y la tengáis en abundancia”.

Que Dios os bendiga y la Virgen os guarde.

D.C.

Por  Estamos en sus manos

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Reino Unido: pasa a la Iglesia católica un exobispo anglicano de Gales

Reverendo Richard Pain. Foto: Conferencia Episcopal De Inglaterra Y Gales

El Reverendo Richard Pain será recibido
en el Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham.

(ZENIT Noticias / Gales, 15.06.2023).- El reverendo Richard Pain, antiguo obispo de Monmouth, será recibido en la plena comunión de la Iglesia católica dentro del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham, el domingo 2 de julio en St Basil & St Gwladys, Rogerstone Newport. Será recibido por el reverendo Keith Newton, Ordinario del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham.

Monseñor Newton declaró: «Estamos encantados de que, tras muchas oraciones, Richard haya pedido ser recibido en la plena comunión de la Iglesia católica. Será el primer obispo de la Iglesia anglicana de Gales en ser recibido en el Ordinariato desde su creación en 2011. Richard tiene un largo y distinguido ministerio en la Iglesia de Gales.  Tiene muchos dones que continuará utilizando para proclamar el Evangelio de Jesucristo a la gente de Gales».

Comentando su próxima recepción, Richard expresó su alegría por este nuevo paso en su camino cristiano: «Tras jubilarme del ministerio episcopal hace tres años, he tenido tiempo de reflexionar sobre la eterna pregunta del jubilado: ¿y ahora qué? El proceso de discernimiento continúa a lo largo de la vida y está constantemente determinado por el contexto, pero sobre todo por el susurro de la voz de Dios. La concepción benedictina de la obediencia –escuchar al Señor– ha sido significativa para mi formación personal. La llamada a la conversión que sigue me ha llevado a convertirme a la Iglesia católica a través del Ordinariato. Tengo mucho que agradecer a la experiencia adquirida a lo largo de toda una vida como anglicano.  Sin embargo, la llamada al catolicismo me parece natural y espiritual al mismo tiempo. Empezar de nuevo será un reto bienvenido y vengo –como todos– como aprendiz y discípulo. El Ordinariato, a través de la visión del Papa Benedicto, ofrece una vía generosa para recorrer un camino peregrino y pido vuestras oraciones».

Richard Pain nació en Londres en 1956. Estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Bristol y luego se licenció en Teología en la Universidad de Gales, Cardiff, mientras se preparaba para el ministerio anglicano. Richard fue ordenado sacerdote de la Iglesia de Gales en la catedral de Newport en 1986. Ha ejercido todo su ministerio en la diócesis de Monmouth, trabajando tanto en los valles como en el corazón de Monmouthshire. Sirvió como Vicario de Monmouth, luego como Archidiácono de Monmouth y fue elegido Obispo de Monmouth en 2013. Richard pasó muchos años en el discernimiento y la formación del clero. Fue obispo principal para el ministerio en la Iglesia de Gales y fue presidente del Instituto de St Padarn en su formación en 2016.

Richard se jubiló como obispo de Monmouth en 2019. Está casado con Juliet desde hace más de cuarenta años y tienen dos hijos. A Richard le gusta la fotografía y la guitarra clásica. El Ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham es una estructura similar a una diócesis, inaugurada bajo el mandato del difunto Papa Benedicto XVI para permitir a los antiguos anglicanos entrar en la plena comunión de la Iglesia católica, conservando al mismo tiempo algunos elementos de la tradición anglicana que nutrió a sus miembros.  Tiene su propia liturgia eucarística, que conserva algunos elementos del Libro de Oración Común.

Con información de la web de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales. Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT.
























domingo, 25 de junio de 2023

Tuvo que bajarse del tren con sus maletas en medio del desierto: eran sus últimos minutos como ateo

Bradley J. Birzer fue uno de los co-fundadores en 2010 del portal The Imaginative Conservative, desde donde ha incrementado la influencia que ya tenía como uno de los principales creadores de opinión en el ámbito del conservadurismo estadounidense.


Bradley Birzer.
La biografía e interpretación de Birzer sobre la figura de Russell Kirk realza la condición de converso católico del autor de 'The conservative mind' (1953). 

Profesor de Historia en el Hillsdale College de Michigan, ha escrito libros sobre autores contemporáneos referentes del pensamiento tradicional en el mundo anglófono del siglo XX, como Russell Kirk (1918-1994), Christopher Dawson (1889-1970) o J.R.R. Tolkien (1892-1973), o sobre el único católico firmante de la Declaración de Independencia, Charles Carroll of Carrollton (1737-1832), primo del entonces arzobispo de Baltimore.

La obra de Birzer sobre Tolkien, prologada por Joseph Pearce, destaca el significado religioso de la Tierra Media.
La obra de Birzer sobre Tolkien, prologada por Joseph Pearce, destaca el significado religioso de la Tierra Media.

Birzer fue educado como católico, pero en la época en la que estudiaba en la Universidad de Notre Dame había perdido la fe. Era 1988, dos años antes de licenciarse, y su país vivía “una década mágica y mística” bajo un “gran presidente”, Ronald Reagan, quien concluiría ese año su segundo mandato: los norteamericanos se sentían “muy orgullosos de liderar la civilización occidental”.
 
Ese curso, Brad lo hizo en la Universidad de Innsbruck, hermana académica de Notre Dame. Doce meses en Austria que incluyeron un alto vacacional entre semestres: del 1 de febrero y el 1 de marzo. “Un mes de exploración es algo así como el cielo para un veinteañero”, recuerda, así que barajó como destinos Escandinavia, las “misteriosas profundidades” de la Unión Soviética, el Cercano Oriente… “Pero comprendí”, añade, “que nunca dispondría de tanto tiempo para ir a un continente nuevo para mí, África”. Así que dos amigos y él, “tras mucho pensar y poco planificar”, decidieron dirigirse a Marruecos. “De camino”, señala, “me enamoré hasta los tuétanos del sur de España, especialmente de Sevilla”.

Y al cruzar el Estrecho de Gibraltar, como un bello presagio, una manada de delfines acompañó al barco en su ruta.

Frustración

Pero las cosas no empezaron bien: “La llegada al Norte de África disipó todos esos buenos presagios. Desde el momento en el que bajé del barco en Tánger, la vida se convirtió en un confuso caos, y ni superé mi malestar ni recuperé mis referencias culturales, espirituales o intelectuales. La mejor palabra para describir mi estado mental y anímico era… sobrepasado”.

“Digamos”, explica, “que no estaba nada preparado para la pobreza, para la omnipresencia de los retratos del rey [Hassan II], para las fuertes discusiones de las que parecía capaz cada marroquí”.

Aunque afirma que hizo todo lo posible por conocer y empaparse de la cultura local, la sensación no cambió: “Toda mi memoria de aquel tiempo es de movimiento, movimiento y más movimiento. En la mejor jornada de nuestra estancia –y uno de los días más memorables de mi vida– alquilamos un vehículo y fuimos hasta las aldeas beduinas. Los niños chillaban felices siguiéndonos en grupo por todo el pueblo. A nosotros nos gustaba tanto como a ellos, y competimos llevándoles de la mano cuando paseábamos”.

Al cabo de una semana, Birzer decidió volver a Austria y sus amigos quedarse un poco más, así que se separaron en Fez. Brad no lo sabía entonces, pero estaban a punto de suceder los hechos que desembocarían en su conversión, como él mismo cuenta en un artículo en The Imaginative Conservative (“Sorprendido por la fe: mi odisea marroquí”).

Un error fatal... o no

No sabía francés ni árabe y se sentía “cultural, intelectual y espiritualmente desorientado”. Para colmo de males, tomó por error un tren en sentido contrario al previsto: en vez de dirigirse hacia el este a Rabat, se dirigía hacia el oeste, a la conflictiva frontera con Argelia, en una peligrosa y violenta zona de nadie controlada por milicias irregulares. Ambos países habían estado al borde de la guerra varias veces y llevaban quince años sin relaciones diplomáticas, que justo restablecerían pocos meses después.

Mapa del norte de África.
Brad descubrió que no viajaba hacia el oeste, de Fez a Rabat, sino hacia el este, en dirección a Argelia, atravesando el desierto.

“Pasé horas en el tren antes de darme cuenta de que me dirigía en el sentido equivocado”, recuerda: “Mi modus operandi durante aquel año en Europa (me había convertido, o eso creía, en un experto del viaje en ferrocarril) consistía en encontrar un compartimento relativamente vacío, colocar mi equipaje y sumergirme en una buena y larga novela. Eso tiene ventajas cuando viajas hacia el lugar correcto, sin preocuparte por nada durante horas salvo en disfrutar del libro. Pero funciona peor cuando te sumerges en la historia sin darte cuenta de que te has equivocado de tren”

Así cuenta él mismo cómo se fue incrementando su angustia:

“Llevaba bastantes horas a bordo cuando comprendí mi error, bastante estúpido y potencialmente peligroso. Me di cuenta de esto último mediante algunas difíciles y chapurreadas conversaciones con varios marroquíes que se habían metido en mi compartimento y querían saber qué hacía un americano en mitad del desierto marroquí. Estaban muy excitados, y creo que no estaban seguros de si yo era una rareza curiosa o bien un intruso molesto.

»Con el compartimento cada vez más abarrotado, en un momento dado uno de los hombres se puso extremadamente agresivo (yo todavía intentaba arreglármelas para seguir ocupado y no llamar la atención mientras leía una novela de Agatha Christie) y empezó a abrir mi mochila, una estupenda Kelty que me había acompañado todo el año. Cuando intentaba impedírselo físicamente (con inquietud, pues no conocía las leyes y podía ser acusado de agresión), la puerta del compartimento se abrió de golpe y entró todo un caballero marroquí, impecablemente vestido con un traje blanco, y empezó a discutir a gritos en árabe con el aspirante a ladrón”.


La narración de Birzer evoca una célebre escena de 'El hombre que sabía demasiado' (Alfred Hitchcock, 1956). James Stewart, Doris Day y su hijo, una familia estadounidense también algo despistada, se encuentran en Marruecos. Durante un viaje (en este caso, en autobús) se ven envueltos en un incidente con un local de mal talante y reciben una ayuda inesperada (Daniel Gélin).

Las voces continuaron unos instantes, hasta que el hombre de blanco se volvió hacia Brad y le dijo, en un inglés fluido: “Joven, está usted en un gran peligro. No tiene ninguna razón para confiar en mí, pero debe hacerlo. Recoja sus cosas y bájese de este tren. Ahora”.

“No tengo ni idea de cuál era mi grado de sensatez en ese instante”, confiesa Birzer, “pero seguí el consejo. Sucedió que el tren se detuvo en ese momento en medio de una nada donde solo había dunas de arena. Salí, y el tren se fue. Allí estaba yo, de pie, solo en un mundo de arena y viento, desprovisto de agua, de árboles o de cualquier cosa que pareciese viva”.

El Expreso Oriental recorre el desierto del este marroquí. Aparece en una escena de 'Spectre' (Sam Mendes, 2015), donde James Bond [Daniel Craig] conoce una sensación parecida a la de Birzer.
El Expreso Oriental recorre el desierto del este marroquí. Aparece en una escena de 'Spectre' (Sam Mendes, 2015), donde James Bond [Daniel Craig] conoce una sensación parecida a la de Birzer. Foto: Frédérique Prabonnaud / Afp.


¿Fue en este momento cuando su ateísmo empezó a flaquear, y el Dios de la infancia volvió a presentarse como una instancia a quien acudir? “Mientras no dejaba de preguntarme qué locura me había desbordado”, dice, “apareció sobre las dunas un tren que se dirigía en la dirección correcta. Paró y me subí en él. Conseguí completar mi viaje de regreso a Rabat y Gibraltar y luego a España, Francia, Suiza y Austria”.

Segundo misterio en el ferrocarril

Y aquí viene la segunda aventura singular en un tren: “En mi viaje de vuelta tuve un único compañero de viaje en el compartimento durante todo el recorrido a través de Europa: un anciano, un antiguo nazi alemán que se había convertido al catolicismo. Para mi sorpresa (dada mi propensión a viajar solo y en silencio embebido en un libro), me contó toda su vida, su conversión y su fe. Lejos de aburrirme, encontré al hombre absolutamente fascinante y auténticamente sabio. Me recordó a mi abuelo materno, muerto hacía un lustro, el hombre más digno que he conocido jamás”.
 
En el artículo de The Imaginative Conservative, Brad declara su perdurable perplejidad: “Treinta años después, todavía no estoy seguro de qué pasó exactamente en aquel tren en Marruecos. Pero hay algo que sí sé. Cuando entré en Marruecos, yo era un ateo convencido. Cuando regresé a Austria, me había convertido en un convencido cristiano. El resto del tiempo, de marzo a julio de 1988, lo pasé en Innsbruck leyendo las Sagradas Escrituras, rezando el rosario en largas caminatas y meditando los misterios de la fe católica”.
 
Y concluye: “Fuera quien fuese aquel hombre vestido de blanco de Marruecos, me devolvió a la fe de la infancia. Fuera quien fuese el hombre de mi tren de regreso a Europa, me condujo a una comprensión adulta de la fe católica. Fue, realmente, un viaje trascendental”.

Carmelo López-Arias, ReL

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