sábado, 29 de junio de 2019

12 reglas de oro para portarse bien durante la Misa


 participar en la misa

Para poder aprovechar al máximo los grandes frutos espirituales que se recibe en la Misa se debe participar en ella con reverencia.

Aquí 12 reglas de oro o consejos prácticos, gracias a Aggie Catholic Blog, que servirán para aprovechar la Misa al máximo y participar, activa y reverentemente, en la Eucaristía.

1. No usar el celular: No lo necesitas para hablar con Dios

Los teléfonos celulares nunca deben utilizarse en Misa para hacer llamadas o enviar mensajes de texto. Es posible contestar una llamada de emergencia, pero fuera del templo. Por otro lado, sí es posible usar el teléfono para lecturas espirituales u oraciones, aunque se debe ser discreto.

2. Ayunar antes de la celebración eucarística

Consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida, al menos desde una hora antes de la Sagrada Comunión, a excepción del agua y de las medicinas.

Los enfermos pueden comulgar aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior. El propósito es ayudar a la preparación para recibir a Jesús en la Eucaristía.

3. No comer ni beber en la iglesia

Las excepciones serían: alguna bebida para niños pequeños o leche para los bebés, agua para el sacerdote o para los miembros del coro (con discreción) y para los enfermos.


Llevar un bocadillo a la iglesia no es apropiado, porque el templo es un lugar de oración y reflexión.

4. No goma de mascar

Al hacer esto se rompe con el ayuno, ocurre una distracción, se es descortés en un entorno formal, y no ayuda en la oración.

5. No usar sombrero

Es descortés usar un sombrero dentro de una iglesia. Si bien esta es una norma cultural, debe cumplirse. Así como nos sacamos el sombrero cuando se hace un juramento, igual debe hacer en la iglesia como un signo de respeto.

6. Santiguarse con agua bendita al entrar y salir del templo

Este es un recordatorio del Bautismo, sacramento por el que renacemos a la vida divina y somos hechos hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Es necesario estar plenamente consciente de lo que sucede al santiguarse, y debe hacerse diciendo alguna oración.

7. Vestir con modestia

A los católicos se les invita a asistir vestidos adecuadamente ya que, si es algo que se suele hacer comúnmente para una fiesta o algún otro tipo de compromiso, no hay razón para no hacer lo mismo al asistir a Misa.

8. Llegar algunos minutos antes del inicio de la Misa

Si por alguna razón no se puede llegar a tiempo, es recomendable sentarse en la parte de atrás para no molestar a las demás personas. Llegar a la Misa temprano permite orar y prepararse mejor para recibir a Cristo.

9. Arrodillarse hacia el Sagrario al entrar y salir del templo

Al permitir que nuestra rodilla toque el piso, se reconoce que Cristo es Dios. Si alguien es físicamente incapaz de hacer la genuflexión, entonces un gesto de reverencia es suficiente. Durante la Misa, si se pasa delante del altar o del tabernáculo, se debe inclinar la cabeza con reverencia.


10. Permanecer en silencio durante la celebración

Al ingresar al templo se debe guardar silencio. Si se tiene que hablar, hágalo de forma silenciosa y breve. Recuerde que mantener una conversación puede molestar a alguien que está orando.

Si tiene un niño o un bebé, puede sentarse cerca de alguna salida ante cualquier contratiempo.

Recuerde que no hay razón para sentir vergüenza por tener que calmar o controlar a su hijo, dentro o fuera de la iglesia. Enséñeles a comportarse, especialmente con su propio ejemplo.

11. Inclinarse al recibir la comunión

Si es Dios, entonces se puede mostrar respeto inclinando cabeza como reverencia. Si lo desea puede hacer una genuflexión. Esta es una práctica antigua que ha continuado hasta el día de hoy.

12. Espere a que la Misa termine

Debemos permanecer en la Misa hasta la bendición final. Recuerde que uno de los mandamientos de la Iglesia es oír Misa entera los domingos y fiestas de guardar.

Es una buena costumbre, aunque no requerida, ofrecer una oración de acción de gracias después de la celebración.

Finalmente, la salida debe ser en silencio a fin de no molestar a otras personas que deseen permanecer en el templo rezando.


ACI Prensa

cómo vestirse para participar en la misa























viernes, 28 de junio de 2019

Este pueblo ordena hoy a 6 jóvenes, 3 son hermanos: ¿El secreto? Una capilla de Adoración Permanente

Este viernes serán todos sacerdotes: «No es casualidad», afirman

De izquierda a derecha: Roberto (34 años) y los gemelos Ferdinando y Carmine (30 años).


Bracigliano es un pequeño pueblo de la provincia de Salerno, en la región sureña italiana de Campania. Tiene apenas 5.500 habitantes, pero un hecho realmente sobrenatural se ha producido en esta localidad, y que tuvo su origen en 2010 cuando el párroco decidió arriesgarse e instalar en esta parroquia rural una capilla de Adoración Permanente. Uno de las principales intenciones era pedir para que hubiera jóvenes que respondieran a la llamada del Señor para ser sacerdotes.
Este viernes, festividad del Sagrado Corazón de Jesús, la Archidiócesis de Salerno-Campagna-Acerno, que tiene poco más de 500.000 católicos, está de fiesta puesto que pese a la crisis vocacional generalizada de Occidente va a ordenar sacerdotes a 14 jóvenes.
ordenados
El poder de la Adoración Eucarística
Pero en esta cifra hay datos realmente llamativos. De estos 14 nuevos sacerdotes, seis provienen precisamente del pueblecito de Bracigliano. Y todos coinciden en que la Adoración Perpetua y la implicación de toda la comunidad han sido fundamentales para llegar a este punto. No queda aquí la cosa pues de estos seis neo-sacerdotes, tres de ellos son hermanos: Roberto De Angelis (34 años) y los gemelos Carmine De Angelis y Ferdinando de De Angelis, de 30 años.
Carmine habla al diario Avvenire del llamativo hecho de que tres hermanos sean ordenados sacerdotes el mismo día. Este gemelo afirma que “siempre he guardado en mi corazón y en mi mente la semilla que el Señor ha puesto en mí. Mis padres lo cultivaron con su estilo educativo basado en una fe auténtica y en principios sólidos. Cuando Ferdinando dijo que también quería ser sacerdote no me sorprendió. Pero ambos sí lo hicimos cuando, en cambio, nos dimos cuenta que nuestro hermano mayor, Roberto, quería ser sacerdote. Él fue el primero en partir, y al año siguiente le seguimos Ferdinando y yo”.

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El pequeño pueblo de Bracigliano, en Salerno, tiene ahora seis nuevos sacerdotes 
"Esto no es casualidad"
Los hermanos De Angelis explican la importancia para su llamada vocacional que tuvo el extraordinario hecho de que se abriera esta capilla de adoración permanente. Ahí Dios empezó a trabajar en ellos para despertar esta llamada. “Somos de un pequeño pueblo de unos 6.000 habitantes donde se abrió en 2010 la Adoración Eucarística Perpetua con la intención especial de pedir que los jóvenes respondan a la llamada del Señor. La oración traza una línea y nunca permanece sin ser escuchada por lo que con la insistencia de los fieles se ha producido esta hazaña. Sólo hemos ofrecido disponibilidad y Dios ha hecho el resto”, explican.
Por ello, añaden que “no es casualidad que esto haya ocurrido, nuestra vocación nace de la Adoración Eucarística en nuestra comunidad”.
El ejemplo de un sacerdote y la insistencia de su madre
Dos elementos más tuvieron gran influencia en estos tres hermanos. “El párroco, Emmanuel Vivo, nos dio una bella imagen del sacerdocio. Como dice el Papa emérito Benedicto, el cristianismo trabaja por atracción”, afirman los hermanos.
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Por otro lado, Carmine revela que también su madre ha tenido un papel fundamental, aunque lo han sabido ahora. En declaraciones a La Stampa afirma que todavía en algún lugar del breviario de su madre, una maestra de escuela jubilada, había una oración que recitaba todos los días sin que lo supieran sus cinco hijos. “Señor, toma a uno de mis hijos como sacerdote”, pedía con insistencia ella. Su hijo afirma que “somos una familia devota, pero sólo descubrimos que nuestra madre rezaba por esto una vez que ingresamos en el seminario, así que el Señor eligió a tres de nosotros para cumplirlo”.
"¿También tú?"
Roberto, el hermano mayor de los De Angeli y el que abrió camino, estaba estudiando la carrera de Idiomas en la universidad cuando sintió esta llamada. “Me atraían las iglesias, tenía que entrar y rezar, y viendo la magnificencia de las obras de arte me hablaban de la belleza que conduce a Dios”.
Sus hermanos pequeños, los gemelos Carmine y Ferdinando, estaban estudiando Informática cuando también anunciaron su decisión de dejar todo para ir al seminario. “Mamá podía suponerlo con Roberto y Ferdinando, pero conmigo, el más rebelde, no se lo esperaba. ‘¿También tú? ¿Quién lo hubiera adivinado?’, dijo ella. Miró a mi hermano Luca, que dijo: ‘Todos serán sacerdotes’. Pero ella es feliz, al igual que mi padre Giovanni”. Junto a estos tres hermanos serán ordenados sus vecinos de Bracigliano, Alfonso Basile, Raffaele Mazzocca y Giovanni Galluzo.

Javier Lozano / ReL







jueves, 27 de junio de 2019

7 heridas en nuestra cultura de las que nos puede sanar el Sagrado Corazón de Cristo

En esta devoción se cumple la frase bíblica: Sus heridas nos han sanado.


¿Cómo sanar las heridas del corazón de hoy? Con las heridas del corazón de Cristo...


José María Alsina, sacerdote superior de los Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (hhnssc.org), sigue reflexionando sobre lo que aporta la espiritualidad del Sagrado Corazón en nuestros días. Esta asociación de clérigos busca "en todo dar a conocer el Corazón de Cristo, clave de comprensión de la fe cristiana y esperanza de salvación". Su artículo "10 razones por las que la devoción al Corazón de Jesús es atractiva para un joven" alcanzó una gran difusión y numerosas copias y reenvíos. 
Recientemente, el P. Alsina estuvo paseando en el Cerro de los Ángeles con una mujer mucho más "viral": María Martínez (Amaia), antigua enfermera en Bilbao, que participó en numerosos abortos, muy antirreligiosa, que se convirtió de forma asombrosa en una misa en el Himalaya. Su testimonio de una hora en YouTube acumula ya 420.000 visitas. Una versión más breve en LaContra TV, de solo 10 minutos, centrada en el aborto, tiene 110.000 visitas. Una entrevista más detallada y espiritual que concede en MaterMundiTV suma casi otras 10.000.
Entrevista larga, en MaterMundi, a María Martínez; es más detallada en las fases de su proceso religioso
María acudirá al Cerro de los Ángeles a la vigilia con jóvenes de la noche del sábado 29 de junio al domingo 30, cuando se renovará la Consagración de España al Sagrado Corazón.
Alsina hablaba con ella. "Al llegar al Cerro de los Ángeles nos acercamos con María al monumento profanado durante la guerra civil española. María miraba aquel rostro de Jesús desfigurado por las balas y los golpes de maza y repetía: 'Yo conozco ese odio'. Le pregunté: '¿qué quieres decir?' María me explicaba que como fruto del mal que ella había causado y el mal que se había hecho a sí misma, el odio invadió su corazón. La Iglesia y todo lo que le hablaba de Dios para ella era una “denuncia” a su propio “mal”. Hasta que escuchó en su corazón esa palabra del Señor que le decía que le amaba en su pecado, con su pecado. Eso le mostró cómo lo había llevado Él en sus heridas. María me enseñó que el odio es fruto de no haber conocido el Amor de Jesús que con la “herida de su Corazón”, cura al que está “herido” por no haberle conocido".
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Milicianos anticlericales fusilan el Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles; 
luego lo dinamitaron y desfiguraron con mazos... los restos siguen allí para invitar a la reflexión y oración sobre el misterio del odio
De la herida de desconocer el Amor de Dios, dice el P. Alsina, se derivan muchas otras. Él escribe una lista de 7, "de las que el Corazón de Jesús nos cura".
7 heridas en nuestra cultura de las que nos sana el Corazón de Cristo
1.- La herida de la desconfianza
La desconfianza arraiga en el corazón del que se siente inseguro de sí mismo. El hombre de hoy es profundamente desconfiado. La seguridad la encontramos en el sabernos amados. Viviendo en el Corazón de Jesús escuchamos esa palabra sanadora: “Tú eres mi hijo amado el predilecto”. Esa palabra nos sana y nos hace confiar contra toda desconfianza.
2.- La herida de la dureza de corazón
Decía San Bernardo que es el peor de todos los males. La dureza de corazón muchas veces es fruto de un sufrimiento “mal encajado”. ¡Cuántos corazones duros encontramos que ya no saben gozar con el bien y entristecerse ante el mal! El Corazón de Jesús ablanda nuestro corazón porque nos hace descubrir que cuando nosotros sufríamos Él sufría con nosotros y por nosotros.
3.- La herida del narcisismo
Narciso fue aquel joven que se ahogó mirando su propio rostro en un lago. ¡Cuánta angustia en nuestros contemporáneos por vivir siempre pendientes de sí mismos! Quien se sabe contemplado por un Amor gratuito sale de sí mismo al encuentro de los demás. El que experimenta la mirada del Corazón de Jesús, aprende a olvidarse de si mismo y a mirar a los demás con admiración y agradecimiento.
4.- La herida de la impureza
El pecado original tuvo como primera consecuencia una mirada posesiva del hombre respecto a la mujer y de la mujer respecto al hombre. En nuestros días el consumo de pornografía ha llegado a límites insospechados. Tiene como consecuencia más dificultad para vivir el amor desde una visión integral del cuerpo como templo del Espíritu. El Corazón de Jesús cura la herida de nuestra impureza restaurando la mirada hacia nuestro cuerpo y el de los demás, percibiéndonos como un don y un misterio los unos para los otros.
5.- La herida de la secularización
La sociedad occidental se ha acostumbrado a vivir sin Dios. Como decía el título de un libro de Tatiana Gorícheva, rusa convertida en la época soviética, "hablar de Dios resulta peligroso". Un mundo sin Dios es un mundo triste porque no sabe responder a las preguntas más profundas que anidan en el corazón humano. El Corazón de Jesús es signo de un Amor que quiere reinar en todos los Corazones. La familia que lo acoge, el pueblo que lo reconoce como su Señor queda curado de la herida de la secularización y encuentra la paz y la alegría de la salvación.
6.- La herida de la indiferencia
A todos nos duele que en una conversación no nos tomen en cuenta. El mundo digital nos tiene anestesiados ante el mundo real que es el de los hombres que caminan a nuestro lado con alegrías y esperanzas, con tristezas y sufrimientos. El Corazón de Jesús nos despierta del sueño de la indiferencia ante el que vive y sufre a nuestro lado y nos hace caer en cuenta de que Dios, en Jesús nos ha amado en serio. Cuando nos abrimos a ese amor dejamos de ser indiferentes para con Dios y para con los demás.
7.- La herida de la ingratitud
De las primeras cosas que se aprenden cuando uno se sabe amado es a dar gracias. La carencia de amor gratuito incapacita al hombre actual para la gratitud. Quien se pone ante el Corazón de Cristo percibe que es amado por un amor que no pide a cambio más que nos dejemos amar por Él. Ese amor nos cura y nos hace dar las gracias por ser capaces de amar y de ser amados por Dios y por los demás.
María Martínez invita en el segundo 50 a todos "a que traigáis vuestras heridas" al Sagrado Corazón, el sábado 29 por la noche en el Cerro de los Ángeles































miércoles, 26 de junio de 2019

La relación entre las mentiras piadosas y la ansiedad

Di la verdad -con amor- sobre ti y sobre los demás para una sana autoestima



En ocasiones necesito que me den ánimo. No sé si necesito que me oculten la verdad, pero sí que me den ánimo. Leía el otro día: “A mí dadme dulces mentiras y guardaos vuestras amargas verdades”.
Puede ser que sea así. Busco una dulce mentira que me anime a seguir caminando. Una vaga verdad que no me confronte con mis temores.
Vivo en un mundo que me espeta la verdad en la cara. Me confronta con mis límites, me hace ver que no tengo que vivir soñando. Porque la vida es muy dura. Y duele.
No tengo que decirle la verdad a todo el mundo. Tendré que callarme a veces. No sé si mentirles. Pero al menos callarme. Es lo que deseo en ocasiones. Que no me digan todo lo malo. Que no me confronten continuamente con mi incapacidad.
No sé si es comodidad o miedo lo que me lleva a buscar suaves caminos. Tal vez las dos cosas. O puede que sea el deseo de sentirme amado y valorado lo que me lleve a buscar halagos, abrazos y palmadas en la espalda. Para volver a levantarme después de haber caído.
No siempre voy a estar preparado para enfrentar la pobreza de mi vida. O para ver detrás de mis actos oscuras intenciones que desconozco.
¿Tengo que salir de mis mentiras para afrontar mi verdad? Creo que sí. Aunque me duela. Decía Toni Nadal:
Aceptar la realidad es algo muy importante y muy difícil hoy en día. Parece que tenemos que dar mensajes positivos, casi lo que quieren escuchar y creo que no es bueno. Cuando alguien no se sabe suficientemente bueno y conoce la realidad es el punto de partida para alcanzar los objetivos. He huido siempre de la sobrevaloración.
Aunque tienda a querer escuchar las suaves mentiras, en el fondo de mi alma deseo enfrentar la verdad. No soy tan bueno como deseo. No soy tan capaz. Tengo límites notorios.
Mis tensiones y ansiedades tienen origen en las mentiras que me debilitan. Le pido a Jesús la fuerza para ver mi verdad. Quiero que me la digan para saber de dónde parto. ¿Soy yo capaz de decirla?
No enfrento a la persona para decirle lo que yo veo y ella no.Tengo miedo de su reacción. O me excuso pensando que no está preparado para saberla. Que no será capaz de enfrentarla y se hundirá.
Puedo educar hijos débiles que no son capaces de aceptar la realidad como es. Es el punto de partida. Pero me da miedo. Y endulzo la vida. Así les será más fácil vivir cada día. Así podrán caminar sin miedo a su propia sombra. Y si no conocen todos sus límites podrán llegar a lo imposible. Porque no sabrán lo que no se puede conseguir. Puede ser.
Pero también sucede que cuando no asumo mi verdad vivo construyendo mi vida sobre mentiras, sobre arena. Me creo mejor de lo que soy. Sobrevaloro mis capacidades.
Y no soy capaz de mirar a la cara a mi primer fracaso. No reconozco mis errores, porque me han hecho creer que lo puedo todo.
Quiero educar en la verdad. Desde la originalidad de cada persona que Dios me confía. Decía el padre José Kentenich:
La vida no se crea, la poseen los organismos mismos. Sólo se la puede fomentar, favorecer y servir. En la semilla se encuentra potencialmente todo lo que será más tarde la planta desarrollada y madura”[1].
Ya en mi interior y en el corazón de cada uno duerme esa semilla que se proyecta en el tiempo. Duerme quien yo soy. Y el que puedo llegar a ser si me dejo educar por María.
Quiero servir la vida que hay en el alma. La vida verdadera. Y a partir de la verdad, no de dulces mentiras. Antoine de Saint-Exupéry le pedía a Jesús:
Envíame en el momento justo a alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor”.
En el amor se encuentra la diferencia. Alguien que me ame y sepa decirme quién soy. Y además ver lo bueno que hay en mí.
No quiero quedarme sólo en lo malo. Tengo que aceptar los límites, es cierto. Pero también he de promover los dones. Y saber que Dios construye con mi vida entregada en la humildad. Sin sentirme mejor que nadie. Sin pensar que todo lo puedo hacer solo. Desde mi sí humilde puedo llegar muy lejos.
Mi autoestima se construye sobre verdades, no sobre un suelo falso. Las mentiras tienen patas cortas y pronto se descubren. Seré más fuerte desde lo que sé que tengo y desde la aceptación de lo que no es perfecto en mí.
Es parte de mi camino de educación potenciar mi belleza y pulir mis imperfecciones. Dejar que las estrellas se apaguen al salir el sol en mi alma. Como leía: “Es mejor promover lo que te encanta, que atacar lo que no te gusta.
Jesús me educa creyendo en lo que hay en mí. En el tesoro que Dios ha escondido en mi alma. Aunque me resulte difícil aceptar las críticas y comentarios, los acepto. Les doy el sí.
Porque me permiten conocer mi vida. Incluso los falsos testimonios y difamaciones sobre mí me enseñan algo. En toda mentira hay algo de verdad. En toda verdad puede esconderse alguna mentira.
Vivo con verdades y mentiras. Conviven en mi corazón. Tal vez es lo único a lo que aspiro. Tomo lo que es verdadero y se lo entrego a Dios. Tomo mis mentiras y las pongo en sus manos. Él sabrá lo que puede hacer con mi barro. Una vasija nueva, eso seguro.

[1] J. Kentenich, Pedagogía de la confianza, de la libertad, del movimiento


Carlos Padilla Esteban, Aleteia

























martes, 25 de junio de 2019

Castidad: hay que quererlo


Castidad hay que quererlo


Muchas veces, se toma la castidad como si ésta consistiera en un “no hacer”. Por ejemplo, no tener relaciones, no mirar ciertas cosas en internet, no realizar ciertas acciones, etc. Vista desde el “no”, la castidad se presenta como un límite a la libertad, pues impide que uno haga tales o cuales cosas. Sin embargo, esta perspectiva no hace sino deformar la castidad, pues, lejos de oponerse a la libertad, la castidad requiere de ésta para empezar a existir.
Costumbre y hábito
Todo hábito se adquiere mediante la repetición de actos. Por ejemplo, para adquirir el hábito del estudio, no basta sentarse a estudiar una vez, sino que es necesario hacerlo varias veces. De este modo, de tanto repetir el acto, poco a poco se genera el hábito. Y mientras dicho acto más se sostiene en el tiempo, más fuerte se hace el hábito. Pero lo interesante es que la mera repetición de actos no basta para generar el hábito, sino que uno debe quererrealizar dichos actos. Es decir, debe elegirlos libremente, lo cual implica que se tiene la posibilidad de optar por lo contrario. Eso es precisamente lo que distingue la costumbre del hábito.
Alguien a quien obligan a estudiar una hora todas las tardes durante algunos meses, puede que se acostumbre a estar sentado durante ese tiempo. Sin embargo, apenas desaparezca la obligación de hacerlo, no le costará usar ese tiempo para dedicarse a otra cosa, pues realmente nunca se hizo el hábito del estudio. De igual forma, se tiene el caso de alguien a quien le gusta pasarse horas jugando Fortnite en el celular y, de pronto, tiene que dejar el equipo en el servicio técnico durante una semana. Si durante esa semana no juega porque no puede hacerlo —y no porque no quiera—, tal vez se acostumbre a pasar el rato y no jugar, pero apenas tenga de nuevo el celular, volverá al juego igual que antes. De hecho, probablemente vuelva con más fuerza por el tiempo que estuvo conteniendo las ganas de jugar.
Castidad y libertad
La castidad no es un acto, sino un hábito que se construye a partir de la repetición de actos. Sin embargo, para que se adquiera dicho hábito no basta hacer —o dejar de hacer— ciertas cosas, sino que uno debe quererrealizarlas —o dejar de hacerlas—. Ello supone precisamente que uno sabe por qué hace eso que hace, y elige libremente hacerlo. En materia de sexualidad, alguien que no realiza ciertos comportamientos sólo porque no tiene la posibilidad de hacerlo —pero, de tenerla, lo haría—, no desarrolla el hábito de la castidad. Esta imposibilidad puede ayudar, pero para que se genere el hábito, hay que quererlo. Si no se ejercita la libertad, no hay castidad.
La castidad muchas veces se expresa en la no realización de ciertos actos. Pero para que haya verdaderamente castidad, ese “no” debe ser la consecuencia de un “sí” más grande. El acto a partir del cual se genera el hábito de la castidad es el de ordenar las fuerzas del mundo de la sexualidad hacia el amor. Amor entendido como la búsqueda del bien de la otra persona. Y es precisamente como consecuencia de ese “sí” que uno se abstiene de realizar ciertas acciones: aquellas que se oponen al amor. “Porque te amo —busco tu bien—, evito hacer contigo ciertas cosas.” “Elijo mirar a las otras personas como sujetos de amor, y por eso evito aquellas imágenes que me las presentan como objetos de placer.” Se trata, pues, de ejercitar la libertad eligiendo una y otra vez el amor. Sólo así se adquiere el hábito de la castidad.
Publicado en AmaFuerte.com.






















lunes, 24 de junio de 2019

Familia en Misión: Toda una familia se hace misionera


Daniel Colado y Miriam Cortés junto a su pequeño hijo Daniel en la parroquia de Cristo Rey
Daniel Colado y Miriam Cortés junto a su pequeño hijo Daniel
en la parroquia de Cristo Rey

Nos hemos ofrecido a la Iglesia para ir a cualquier parte del mundo a evangelizar”. Son las palabras de una joven familia salmantina que dejará atrás su familia y sus trabajos para iniciar una nueva vida en una parroquia de Argentina. “Una locura”. Así la definen muchos de los compañeros de trabajo de Daniel Colado y Miriam Cortés cuando comunicaron a sus empresas que dejarían sus empleos indefinidos con un propósito más alto: “dar nuestro testimonio de familia católica”.
La enfermedad de un familiar y el apoyo de la fe durante los momentos duros fue el argumento definitivo que les animó a dar el paso. “El sufrimiento sin Dios se convierte en un sinvivir y en una desazón muy grande”, explica Daniel. Activos en la comunidad neocatecumenal de Cristo Rey, acudieron a una convivencia en Italia donde se sorteó su destino para viajar como familias misioneras. La elección fue Argentina. “Nosotros preferimos que fuese por sorteo porque sabemos que siempre donde hemos estado Dios nos ha cuidado”, subraya Colado. En el sorteo se evitaron los lugares muy conflictivos. “Podemos poner nuestra vida en peligro, pero no la de nuestros hijos”, aclara.
"Dios siempre está presente"
A pesar de su juventud, ambos tienen un trabajo fijo y un hijo de diez meses. Las primeras reacciones fueron de ‘sorpresa’. “Prácticamente todo el mundo nos dijo que era una locura, salvo los más asiduos de la comunidad”, recuerda Colado que dejará atrás su trabajo de comercial con un grado en Estudios Hebreos y Arameos que estudió en Filología en Salamanca.
Por su parte, Cortés detalla que tenía un empleo indefinido como enfermera en una residencia junto a las sustituciones que realizaba en la sanidad pública. En plena mudanza de grandes proporciones, reconocen “vértigo” ante un cambio de ubicación pero huyen del sentimiento del miedo. “Venimos de familias numerosas de cinco y seis hermanos. Mi madre quedó viuda muy joven con seis hijos y nunca nos ha faltado de nada. Yo he visto que Dios en mi familia y mi historia ha estado siempre como un padre. Sé que Dios proveerá en Argentina, Salamanca o donde sea”, detalla.
"Se evangeliza con la vida"
¿Cómo se evangeliza en pleno siglo XXI? La joven familia salmantina acude aún sin una misión específica pero con una certeza. “Se evangeliza con la vida y el ejemplo de familia.Damos catequesis con nuestro testimonio para decir que se puede ser feliz porque Dios te ama”, expresa. La parroquia que ha solicitado ayuda se encuentra en La Plata (Buenos Aires). “Es una zona donde está apareciendo mucho la droga, sobre todo entre los jóvenes, con la búsqueda de alienarse y huir de la realidad. Hay mucha gente con sufrimiento que no conoce a Dios”, explica este joven misionero salmantino.
Las maletas no se hacen para una semana, ni un mes, ni un año. No son unas vacaciones. “No es una mudanza temporal, sino para toda la vida. Es un periodo indefinido. Si todo va bien, en principio para toda la vida, pero si se complicasen las cosas podríamos volver”, detalla. Entre las complicaciones pone el ejemplo de hijos de familias de misioneros que han tenido dificultades en el aprendizaje. Aunque esta posibilidad no la barajan. “Mientras todo vaya bien, allí estaremos”, precisa.
La familia misionera saldrá de Salamanca el próximo 25 de junio rumbo a Argentina.Previamente, se celebrará el envío en la iglesia de Cristo Rey donde la comunidad les dará la bendición para esta etapa fundamental en sus vidas.
Publicado en La Gaceta de Salamanca
A.B. ReL



















¿Cómo reaccionar frente a la hipersexualización de los jóvenes?

La manera como el sexo se hace presente muy a menudo a través de la pornografía y las redes sociales en la vida de los niños y los jóvenes no les beneficia

GROUP TEENAGERS

Es un hecho, la hipersexualidad invade las escuelas. Muchas noticias lo prueban. Por ejemplo el principal colegio de Mios, en Gironde (Francia) informó por correo a los 600 padres de alumnos de 5º y 6º de comportamientos inapropiados en el centro docente.
Su descripción es fría: “Visionado de películas de carácter pornográfico, exhibicionismo, masturbación en el patio del recreo, tocamientos de partes íntimas, difusión de fotos o videos desnudos en las redes sociales, realización de videos de carácter pornográfico”. Alumnos de 11 o 12 años.
El total desconocimiento, entre algunos, del carácter íntimo de la sexualidad, relacionado con el mal uso de las redes sociales, hace del patio una amenaza para los adolescentes.
¿Qué pueden hacer los padres por la educación afectiva de sus hijos? Elementos de respuesta con Françoise Guinard, miembro de CLER Amor y Familia y ponente sobre el tema de la pornografía en los foros Giga la Vie organizados por el Instituto de Hauts-de-Sei
¿Es este fenómeno de hipersexualización entre los jóvenes algo nuevo? 
Esta sexualidad exacerbada mostrada a todos llegó en el momento en que los teléfonos inteligentes cayeron en manos de los niños.
Ellos tienen entonces acceso a las redes sociales, a publicidad inapropiada y a contenido pornográfico. A pesar de la prohibición del teléfono en la escuela [en Francia, n.d.t.], se conectan en los baños o al final de las clases.
¿Por qué es tan problemático, tan contagioso? Porque la edad escolar es una edad en la que el niño busca valorarse a los ojos de los demás.Quiere mostrar a sus compañeros lo que ha visto, ¡y más si es chocante, porque esto le da valor! Y los compañeros no se atreven a decir que no y darse la vuelta, por miedo a quedar mal.
Algunos dicen que son cosas de la edad. ¿Pero es algo para su edad?
No, esto no es para su edad. Los adultos tienden a veces a banalizar la sexualidad. La ley prohíbe a los menores el acceso a toda forma de pornografía, pero de hecho los menores no están protegidos en absoluto.
Los padres son los primeros educadores de sus hijos. A ellos les corresponde acompañarles en el descubrimiento de la vida afectiva, de la vida relacional y de la sexualidad. Pero es verdad que a menudo están demasiado desamparados para abordar con ellos estos temas.
¿Entonces cómo hacerlo bien?
Es esencial retomar con ellos las nociones de pudor, de intimidad y de respeto: respeto a uno mismo y al otro. “Mi cuerpo es mío”.
Cuidar su cuerpo es respetarlo. Y respetar su cuerpo es saber decir que no. Es propio de su edad tener una cierta curiosidad por el cuerpo, por la sexualidad, por descubrir cómo funciona. Pero este medio para satisfacer esta curiosidad no es bueno porque pone en el cerebro imágenes impactantes de cuerpos.
¿Cuál es el peligro?
Sería estar a la vez impactado e imbuido por la fuerza de estas imágenes, y volver a ellas por lo que impactaron al cerebro. Hay un riesgo de acostumbrarse, y después de dependencia.
¿Qué decirle a un hijo que empieza 6º, por ejemplo, pues se confrontará necesariamente con comportamientos así en el patio?
En primer lugar evitaría sanciones o castigos porque se corre el riesgo de reforzar la atracción de los jóvenes por estas prácticas.
Aconsejo privilegiar la prevención a través de la información y el diálogo, para ayudar al joven a reflexionar y a retirarse de estos comportamientos: ¿qué es lo que me gustaría vivir? ¿Qué produce esto sobre mí? ¿Y al otro?
Y es importante prevenir a su hijo que estas imágenes y videos relacionados con la sexualidad circulan quizás en el colegio y que algunos niños tienen curiosidad por este tema.
Infórmale de que estas imágenes de cuerpos se hacen sobre todo para un público adulto, que hay imágenes bonitas de cuerpos y otras en cambio en las que el cuerpo está degradado, dañado.
Dile que estas imágenes son degradantes, incluso asquerosas, que es una industria enorme hecha para ganar dinero. Si un niño se enfrenta a esto es verdaderamente necesario hablar, aunque no las vaya a ver, porque puede ser muy culpabilizado por ello.


Mathilde De Robien, Aleteia
































sábado, 22 de junio de 2019

«La confirmación: Gigantes y guerreros». Un video sobre el sacramento

Al ver este vídeo, que nos traen nuestros amigos de Catholic Stuff, recordaba el tiempo en que me preparé para recibir la confirmación. Fue una catequesis muy especial porque mi catequista era un religioso que nos enseñaba caminando o en el campo, y era algo muy espontáneo. Hoy, al igual que él, he tratado de hacerlo cuando doy catequesis para la preparación en algún sacramento. Siento que es importante que quien se prepara se sienta muy motivado, es más, diría yo, que se sienta enamorado del sacramento que va a recibir.


























San Luis Gonzaga, 21 de junio, Patrono de la juventud

«Patrono de la juventud, vivió rodeado de santos. Luchó por su vocación a la que se oponía su familia y fue desde niño un dechado de virtudes. Conquistó la gloria a temprana edad. Es una de las grandes figuras de la Compañía de Jesús»


San Luis Gonzaga, cuadro histórico
San Luis Gonzaga, Cuadro Histórico

Ciertas hagiografías ofrecieron un relato de su vida que no se corresponde con la realidad. En ellas aparece adornado de una ingenuidad casi pueril, cuando era una persona de férrea voluntad. En la brevísima etapa del siglo XVI que le tocó vivir, época postridentina, coexistían herejes y mártires. La reforma protestante y la contrarreforma se medían con los signos de un floreciente Renacimiento en España, un Siglo de Oro literario nunca igualado hasta ahora, y el importante papel de la Iglesia en la expansión y colonización europea, entre otros. A nada de ello fue ajeno el santo, testigo del asesinato de dos de sus hermanos. En este contexto histórico se calibra el alcance de su entrega.
Primogénito del marqués de Castiglione delle Stiviere y sobrino del duque de Mantua, nació en la fortaleza que la familia tenía en esta región de Lombardía, Italia, el 9 de marzo de 1568. Tras un parto complicado, su madre lo consagró a María. Su padre Ferrante dispuso que recibiera una esmerada educación, acorde con el futuro prometedor que soñaba para él, y creyó que haría méritos siguiéndole en la carrera militar. Era un niño cuando se vio rodeado de soldados y diverso armamento; un extraño mundo de juegos del que extrajo lecciones de valentía y espíritu de sacrificio, escenario de alguna travesura. En él se contaminó puntualmente con expresiones malsonantes, impropias de su edad y alcurnia, hecho que le hizo ver su preceptor y por el cual se afligió sobremanera. Y eso que se produjo en su infancia, sin ápice de malicia. Sucedió lo que cabía esperar hallándose en tan rudo entorno, donde estas manifestaciones verbales eran ordinarias. A los 7 años se fue decantando por la vida de perfección. En 1577 su padre lo condujo junto a sus hermanos a Florencia, cuna de los Medici, faro en ese momento de la cultura europea. Allí se formó en diversas disciplinas con excelentes resultados.
No era un joven frágil ni pusilánime. Perfectamente consciente de su procedencia y de los privilegios que tenía, no se le escapaban ciertas licencias que se cometían en el ambiente de la corte, un mundo opaco que no era para él. Su padre pronto iba a constatar que no estaba dispuesto a dejarse cautivar por el esplendor ni la opulencia. Su modelo de vida era Cristo y con su gracia doblegaría la voluntad de su progenitor. Antes de proceder, se preguntaba: «¿De qué sirve esto para la eternidad?». En un momento dado, reconoció: «Dios me dio la gracia de no pensar sino en lo que quiero». El 25 de marzo de 1578 en la basílica florentina de la Anunciación se consagró a Dios. Era su íntima y radical respuesta a los desórdenes del tiempo y lugar en que crecía. También le dolían las pésimas amistades con las que se mezcló temporalmente. A la vista de tanta miseria, sentía crecer en su interior el anhelo de ser casto, pobre y obediente.
Poco antes de cumplir 12 años, se trasladó a la corte del duque de Mantua. Contrajo una enfermedad renal, y la sobrellevó envuelto en la oración, lecturas de vidas de santos y diversos textos espirituales; también impartía catequesis. En ese ambiente recogido se despertó su idea de ser sacerdote. Aunque no logró reponerse por completo –le quedaron secuelas de por vida–, comenzó a practicar un riguroso ascetismo marcado por durísimas mortificaciones y disciplinas. Recibió la primera comunión en 1580 de manos de san Carlos Borromeo.
En 1581 llegó a España con su familia. No alteró el camino de perfección emprendido. El día de la Asunción de 1583, al comulgar en la iglesia de los jesuitas de Madrid, escuchó: «Luís, ingresa en la Compañía de Jesús». Este alto ideal fue un desafío que importunó a su padre, pero llenó de gozo a la madre que comentó en una ocasión: «Si Dios se dignase escoger a uno de vosotros para su servicio, ¡qué dichosa sería yo!». Luis respondió vivamente: «Yo seré el que Dios escogerá». Un jesuita le advirtió que precisaba el permiso paterno. Ferrante se mostró inflexible. En 1584 regresaron a Italia. Allí Luis comenzó los ejercicios espirituales. Actuaba evangélicamente, insistiendo sin desfallecer ante su padre. Incluso en una ocasión, hallándose en Castiglione, se escapó de casa. Después de acaloradas discusiones entre ambos, severos castigos y fracasados intentos de Ferrante para disuadirle, éste aceptó lo inevitable y escribió al general de los jesuitas notificándole la decisión de Luis; le confesó que se desprendía de lo que más amaba en el mundo.
A finales de 1585 el joven, que renunció a sus derechos sucesorios a favor de su hermano, se trasladó a Roma y comenzó el noviciado bajo tutela de san Roberto Belarmino; poco antes había sido recibido por el papa Sixto V. Seis meses más tarde murió su padre confortado por su testimonio. Vivía prendido de las cosas celestiales. Sus mortificaciones y pautas penitenciales eran tan extremas que sus superiores las vigilaban velando para que no las efectuara en las horas del refrigerio. Belarmino le hizo ver que le convenía dedicarse a un apostolado directo y no encerrarse tanto en sus devociones particulares. Su delicada salud le condujo a Nápoles. Después, se trasladó al Colegio Romano con el fin de culminar sus estudios.
Profesó en 1587. Al año siguiente recibió las órdenes menores en San Juan de Letrán. Era muy profundo; una lección que dio sobre la Eucaristía causó gran impacto en los oyentes. Durante una breve estancia en Milán se le reveló su pronta muerte. 1591 trajo a Roma la temible peste y con ella su hora postrera. Se afanó en el hospital de los jesuitas, animando y consolando a enfermos y moribundos con visible heroicidad. Un día cargó sobre sus hombros un contagiado que vio en la calle, lo trasladó al hospital y quedó infectado por él. Preso de fiebre entonaba alabanzas a Dios. Falleció el 21 de junio. Tenía 23 años. Paulo V lo beatificó el 19 de octubre de 1605. Benedicto XIII lo canonizó el 13 de diciembre de 1726, declarándole Patrono de la juventud, título ratificado por Pío XI el 13 de junio de 1926.
Isabel Orellana Vilches, Zenit


























viernes, 21 de junio de 2019

Marcha de la Libertad: ex-homosexuales dan testimonio público de conversión cristiana

En Estados Unidos existen movimientos de ex-homosexuales que realizan eventos públicos para dar testimonio de conversión cristiana.
Asimismo, narran cómo se retiraron de la vida homosexual para dar aliento y compañía a los que quieren hacer lo mismo pero tienen miedo de hacerlo.
Según la página web “Acontecer Cristiano”, “Freedom March” (Marcha de la Libertad) está organizada por el ex-travesti Jeffrey McCall y otros cristianos conversos.
También indica que es una expresión pública de “cristianos que dejaron atrás la práctica de la homosexualidad, y ahora dan testimonio del poder transformador del Espíritu Santo”.

Jeffrey McCall antes y después de su conversión (De izquierda a derecha) / Fuente: Youtube

En una entrevista al “Christian Post”, McCall indicó: “Fui transformado por la gracia de Jesús y descubrí que otros también lo fueron. Estas marchas son una manera de garantizar que otras personas que hayan superado eso no se sientan aisladas y solas”.
Uno de los líderes de la marcha es Edward Byrd, ex-homosexual y co-fundador del “Freedom March”, indicó a Acontecer Cristiano con respecto a las críticas hacia su movimiento:
Creen que no somos felices, creen que no estamos satisfechos cuando, de hecho, estamos viviendo la mejor fase de nuestras vidas. No estamos diciendo que sea fácil, pero la verdadera alegría, la paz y la libertad que tenemos no es nada comparado con lo que había conocido antes”.

Fuente: Facebook

La última marcha ocurrió el sábado 25 de mayo, y según su página de Facebook habrá otra el 23 de junio a la 1pm en Saint Paul Capitol, Minnesota, Estados Unidos.
¿Qué opinan? ¿Deberían haber marchas así en tu país?
ChurchPOP





























El valor de esos pequeños gestos en la pareja

En qué momento dejé de buscar y de encontrar alegría en los pequeños actos de servicio, en esos detalles que le hagan saber a mi cónyuge que para mí sigue siendo el número uno



Por cosas de la vida, por falta de organización -o quizá de voluntad y hasta pereza- había dejado pasar algunas semanas el doblar la ropa que salía de la secadora.
Día tras día esa canasta de mimbre que tengo junto a la máquina se llenaba más y más. Me encontraba tan metida en mis asuntos que no presté atención a que mi esposo ya no tenía ropa blanca en su armario.
Cada mañana era la misma escena: él abría sus cajones y no encontraba ni blancos ni calcetines. No me decía nada. Solo corría a aquella gran pila de ropa a buscar lo que necesitaba. En lo que más perdía el tiempo era en buscar y encontrar los pares de calcetines. ¿Ofrecerme a ayudarle? ¡Claro que no! Total, no es asunto ni de vida ni de muerte y siempre habrá un mañana para doblar ropa. ¡Vaya egoísmo el mío!

Matrimonio: vocación al servicio mutuo 

Una día -y solo porque de verdad ya no cabía un alfiler- arrastré el súper canasto hacia aquel sillón. Vacié la ropa y me dispuse a doblar.
¿Pero, por dónde empiezo? ¡Vaya ejercicio de paciencia!
Parecía la escena de un mercado sobre ruedas, de una pulga donde los marchantes gritan: “¡Pásele, pásele! Aquí, barata la ropa… ¡Llévela, llévela…!”
Fastidiada y hasta de malas comencé la labor titánica de hacer pares los calcetines… Dobladita por aquí, colgadita por allá…
“¡Ash, qué flojera estar perdiendo el tiempo en esto! Qué necesidad… Con todo lo que tengo encima y ahora esto…”
Poco a poco me metí de lleno al trabajo que había comenzado muy molesta y sin ganas.
Pasaron los minutos, no sé cuántos, cuando de pronto me descubro cautivada por un pensamiento sobre lo que significaba el doblar los calcetines de mi esposo: amor y servicio. Un acto tan pequeño y a la vez con tantísimo valor y significado.
¡Sí, estaba sirviendo a mi esposo! Lo estaba amando con ese detalle de servicio porque al doblar sus calcetines -sin palabras- yo le estaba mandando el mensaje de “dedico mi tiempo a tus necesidades porque lo que es importante para ti, también lo es para mí”. 
Además, entre otras muchas razones, le agilizo el que encuentre su ropa para que salga a trabajar a tiempo y así siga haciendo lo que más le apasiona: trabajar para nosotros, su familia.
De verdad que hasta mi estado de ánimo y humor mejoraron. Ese pensamiento -que segura estoy vino del cielo- me llevó a un cambio de actitud, a darme cuenta lo importante que soy en la vida diaria de mi esposo. Soy, como dice el Génesis, su “ayuda idónea”.
Seguí reflexionando… ¡Qué fácil es caer en el egoísmo en el matrimonio! En qué momento dejé de buscar y de encontrar alegría en los pequeños actos de servicio, en esos detalles que le hagan saber a mi esposo que para mí sigue siendo el número uno.
¿Mi esposo necesita que le doble su ropita? Para nada. Él es perfectamente capaz y hasta lo hace mucho mejor que yo.
¿Me gusta hacerlo? Tampoco. Sin embargo, con mi servicio le hago ver que pienso en él, que lo amo y que en esta vida -después de Dios- él es mi prioridad y que el servirle es mi mayor alegría.

Luz Ivonne Ream, Aleteia



























jueves, 20 de junio de 2019

Ayuda a la Iglesia Necesitada: Más de 111 millones recaudados en 2018 para ayudar a 139 países

5.019 proyectos
Ayuda a la Iglesia Necesitada 2018
Ayuda A La Iglesia Necesitada 2018
 111.108.825 euros para la Iglesia pobre, oprimida y perseguida en todo el mundo. Es el total de las ofertas recogidas en 2018 de Ayuda a la Iglesia Necesitada a través de sus 23 oficinas nacionales y la sede internacional.
La Fundación Pontificia ha presentado este 20 de junio de 2019 la memoria anual correspondiente a 2018. El 80,1% de los donativos recibidos en 2018 por la Institución a nivel global, se destinó a gastos relacionados con la misión de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
ACN es una organización internacional, con sede social en el Vaticano y cuya central está ubicada en la localidad de Königstein, Alemania. Allí se gestionan las aportaciones recaudadas por las oficinas nacionales, y se reciben y evalúan las peticiones de ayuda procedentes de más de 145 países, donde los católicos sufren necesidad o persecución. Desde Königstein se realiza también el seguimiento exhaustivo de los proyectos a los que se da apoyo.
Más de 5.000 proyectos
Esta colección, obtenida gracias a donaciones privadas de los más de 330 mil benefactores que ACS cuenta a nivel internacional, permitió realizar 5.019 proyectos en 139 países.
Como en los últimos años, la mayoría de las ofertas se donaron a proyectos en África (27%) y Oriente Medio (25%). La región del Medio Oriente ha visto un aumento significativo en la ayuda en los últimos años. De hecho, desde el comienzo de la llamada Primavera Árabe en 2011, la Fundación Pontificia ha realizado intervenciones por un total de 92 millones de euros, de los cuales más de 18 millones solo en 2018.
El apoyo de emergencia para miles de cristianos y refugiados desplazados, especialmente en el Medio Oriente, representó más del 12% de la ayuda otorgada el año pasado. Pero es particularmente significativo destacar el gran trabajo de reconstrucción de hogares cristianos, hecho posible por el apoyo de ACS en Siria e Irak. De hecho, 1.479 hogares cristianos fueron reconstruidos en el Medio Oriente gracias a la intervención de la Fundación.
Siria, el país más ayudado
En el Medio Oriente también está el país que en 2018 se ha beneficiado más que todo con el apoyo de ACS. Se trata de Siria, donde se realizaron intervenciones por un total de 8.615.940 euros, más de dos millones y 860 mil euros más que en 2017. En el ranking de beneficiarios, en segundo lugar, hay otro país de Oriente Medio, Irak, donde el año pasado se financiaron proyectos por un total de 6.513.500 euros. Le siguen India (5.246.706 euros), Ucrania (3.295.987 euros) y la República Democrática del Congo (2.880.466 euros).
En cuanto a las áreas de intervención, se confirmaron los proyectos de construcción y reconstrucción (31,9% de la ayuda) con un total de más de 23 millones y 200 mil euros que contribuyeron a la construcción de 2.470 viviendas, capillas, iglesias, conventos, seminarios y centros pastorales.
Intenciones en la Misa
Sigue la iniciativa de rezar por las intenciones en la Misa (16.4%). 40.569 sacerdotes se beneficiaron en 2018 de este apoyo particular, fundamental en áreas pobres donde los sacerdotes no pueden contar con ninguna otra forma de sustento: uno de cada 10 en el mundo. En total, el año pasado se celebró 1.421.001 veces la Misa de acuerdo con las intenciones de los benefactores de la fundación, o cada 22 segundos.
En tercer lugar, entre los tipos de ayuda están los de emergencia, a la par de las intervenciones en apoyo de la formación de sacerdotes y religiosos (12,4%). En 2018 se apoyó la formación de 11,817 seminaristas, o uno de cada 10 en el mundo, y se financiaron los estudios de 4,370 sacerdotes.
 Rosa Die Alcolea, Zenit



















lunes, 17 de junio de 2019

¿Cómo son el infierno, los demonios, las almas o el cielo? La experiencia mística de Marino Restrepo

Este misionero, entonces alejado de la Iglesia, tuvo un éxtasis cuando estaba secuestrado


Marino Restrepo creó "Peregrinos del Amor" con el que evangeliza por todo el mundo
Marino Restrepo creó "Peregrinos del Amor" con el que evangeliza por todo el mundo


Marino Restrepo lleva más de 20 años evangelizando sin descanso, como si cada día fuera el último. Lo hace a través de la asociación “Peregrinos del Amor”, centrada en este anuncio del Evangelio, y por el cual ha predicado ya en más de 90 países.
Esta urgencia surgió en él un día que jamás podrá olvidar. Tras llevar 33 años alejado completamente de la Iglesia, asiduo a la New Age y con problemas con el alcohol y las drogas, Restrepo volvió a su Colombia natal donde fue secuestrado por guerrilleros de las FARC. En pleno cautiverio y cuando pensaba que no sobreviviría tuvo una espectacular experiencia mística. Vio el infierno en toda su realidad, el poder del demonio y de los espíritus del mal, pero también se le mostró el cielo y su “luz extraordinaria”.
Esta experiencia le transformó desde ese instante y para siempre. Aunque siguió secuestrado cinco meses más se sentía más vivo que nunca. Y tras ser liberado tuvo claro que su vida debía estar en servir únicamente a Dios. Ahora en un extenso testimonio explica a Religión en Libertad los detalles más profundos de su vida de perdición, su posterior secuestro y esta experiencia mística que le sacó del abismo y le acabó convirtiendo en un misionero itinerante.
Nueva Era, alcohol, drogas...
Restrepo cuenta que nació en una familia católica, siendo el sexto de diez hermanos. Hasta los 14 años creció viviendo las tradiciones católicas hasta que fue enviado a Bogotá a continuar con sus estudios. En plena revolución de los 60, este adolescente pronto cayó en el estilo de vida hippy, el orientalismo, las drogas, el movimiento proaborto y todo lo relacionado con la revolución sexual en marcha.
“Pasaron pocos meses y dejé la fe católica. Me embarqué en una vida entregada a la Nueva Era”, cuenta este misionero, que recuerda que desde aquel momento entró en una “realidad oscura y peligrosa”.
Poco a poco se fue introduciendo en este tipo de vida, adentrándose más en la magia, el ocultismo y la numerología. Y así fue como se trasladó a Alemania para completar sus estudios, especializándose en composición musical. Siete años después, ya con mujer y dos hijos, se trasladó a Los Ángeles donde en el mundo del espectáculo consiguió mucha fama y dinero.
“Me centré en el dinero, la fama y el poder. Esos eran mis dioses. Vivía encantado con esto y nadie en todos estos años me habló de Dios”. Así llegó el año 1997 donde viajó a Colombia a ver a su familia, llena de sufrimiento en ese tiempo tras la muerte en un corto periodo de tiempo de  su esposa, dos de sus hermanos y sus padres. Sus cuatro hermanas vivían este duelo cristianamente, pero él que creía en la reencarnación lo veía desde otro prisma.
Secuestrado por las FARC
Fue este viaje el que dio un vuelco total a su vida. Una de sus hermanas le pidió que por favor le acompañara a la Novena de Navidad del Niño Jesús, pues gracias a ella se podía conseguir una gracia especial. “Para mí, que era materialista, pensé que gracia era algo parecido a suerte. Le pedí un cambio de vida aunque obviamente lo que pedía eran más cosas del mundo. Sin embargo, él me cambió la vida en esa Navidad, pero a su manera”, cuenta Restrepo.
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Marino fue secuestrado por la narcoguerrilla de las FARC y trasladado a la selva
Esto ocurrió el 25 de diciembre de 1997. Tras un día entero de fiesta y emborrachándose se fue a dormir a la plantación de café de un tío suyo, pero al llegar de repente fue asaltado y secuestrado por seis guerrilleros de las FARC.
Amordazado y encapuchado, Marino fue llevado a la selva y encerrado en una cueva llena de alimañas. De los seis meses de cautiverio, los 15 primeros días los pasó allí pensando que no sobreviviría, pues el jefe le había dicho que le matarían sí o sí.
La experiencia mística que transformó su vida
Entonces se produjo este éxtasis. Aunque su cuerpo seguía en la cueva, él se vio a la edad de  3 años jugando en el patio de su casa y así fue reviviendo toda su vida, así hasta que pasó “algo doloroso”. “En esos 33 años alejado de Dios mi conciencia se había dormido. Pero de pronto esta conciencia se había despertado. Era un gran dolor espiritual, pero era increíble ver las consecuencias del pecado”, relata Marino, señalando que esto iba aumentando según avanzaba su vida pues los pecados eran mucho mayores.
“De pronto ocurrió algo más misterioso. Lo primero fue una iluminación de la conciencia. De pronto, aparecí en no en la cueva sino bocabajo en una montaña, donde había un silencio perfecto. Cuando levanté la cabeza vi el firmamento, la majestuosidad de la creación. Nunca había visto algo como esto. Miré hacia adelante y vi otra montaña más alta. La cima estaba cubierta de niebla, y poco a poco se fue desvaneciendo. Cuando desapareció me encontré contemplando la ciudad más extraordinaria de luz”.
La voz de Dios y la visión de sus pecados
Estas dos montañas no estaban conectadas entre sí, y en ese instante Marino escuchó una voz que provenía de todas partes. Era –explica- “una voz llena de amor, compasión y misericordia. Cuando me habló en ese instante sabía que era la voz de Dios”.
Este predicador asegura que Dios le explicó el momento en el que Marino se alejó de Él. “Me fue mostrando cómo me fui internando en el pecado y deslumbrado por el mundo entró el espíritu del mal. Después de haberme contaminado con todo esto el demonio comenzó a entrar con una fuerza terrible”.
En ese recorrido por su vida, Dios siguió mostrándole el momento en el que “la autoridad demoníaca empezó a manejarme y me vendió el mundo y estas pasiones por las cosas temporales, haciéndome un instrumento de esto”.
La importancia de los sacramentos
A continuación, el Señor le habló de la Iglesia  y le dijo: “La Iglesia Católica es mi Iglesia, la única Iglesia. Pero la salvación es para toda la humanidad”. Y a continuación le mostró el sacramento de la confesión, “el arma poderosa que nos permite mantener la amistad con Dios”. En este punto, Marino pudo ver “algo terrible” y que era ver que el pecado mortal “es una persona, un nombre propio” y que “cuanto más tiempo estemos en ese pecado más espíritus de esa legión vienen a nuestra vida. Cada día hay una batalla por nuestra alma”.
Después Dios le mostró la fuerza de la Eucaristía. “Me presentó la realidad de la misa, de la consagración de las especies. Cada vez que se celebra la Eucaristía disminuye la fuerza del demonio contra las almas. Si somos católicos preparados para recibir la Eucaristía y somos instrumentos eucarísticos de reparación, al llegar al altar y recibir la Eucaristía nos convertimos en antorchas de luz. Somos sagrarios vivos por donde vamos y los demonios huyen por donde pasamos. Bendecimos los lugres por los que pasamos”, señala Marino Restrepo.
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Una visión del infierno
A continuación ocurrió uno de los momentos más extraordinarios de este éxtasis, el hecho de poder ver el cielo, el infierno y las almas purgantes. “Aparecí en un lago en el que el agua me llegaba a la cintura. Al frente vi una roca preciosa color oro viejo, era muy grande y arriba veía una cabeza que miraba de lado".
Luego en el lago vio una bruma y de ellos salían los espíritus del mal. “Eran cientos de ellos y cuando miraba a alguno de ellos veía perfectamente el pecado. Si no hubiera tenido pecados no estarían en ese lago. Pero eran 33 años alejado de la Iglesia”, recuerda.
A renglón seguido, Marino vio como “Satanás tenía trazada mi vida perfecta hacia un abismo. En ese abismo pude ver perfectamente el infierno. Es imposible describir lo que vi en ese abismo, es algo espantoso”.
Las almas purgantes y el cielo
Al otro lado, sin embargo, pudo ver a las almas purgantes. “Estaban ascendiendo poco a poco hacia la luz, que estaba encima de la roca. Estas almas a pesar de las complicaciones  estaban resolviendo lo que quedó sin resolver en la vida terrena. Son preciosas a pesar de que muchas parecían como deformes y no tenían claridad. Pero estaban llenas de amor”, explica
Encima de Marino estaba su ángel guardián, que le mostró más cosas de aquel lago. Entonces, cuenta que “después la roca se llenó de manera extraordinaria de luz. Era la misma luz que vi en esa ciudad de la montaña. Sabía que esa luz era Jesús. Miré hacia el lago porque no podía mirar esa luz. Luego sentí una presencia y miré de reojo y vi que era la Virgen”.
En ese momento salió del éxtasis y volvió a la cueva en la que se encontraba secuestrado. Sabía que había vivido algo extraordinario. “Estuve cinco meses y medio más secuestrado. Yo ya era una persona transformada, pero en ese momento no sabía cuánto”. Ahí empezó la vida de este predicador y evangelizador incansable.

Javier Lozano / ReL