sábado, 31 de julio de 2021

9 ideas para no «desconectar» de Dios este verano: cómo descansar y aumentar la relación con Él

 Esto sirve también para el invierno

El hemisferio norte está ya inmerso en pleno verano. Se nota en las playas abarrotadas, en las piscinas llenas de amigos y familias, pero también en los pueblos y hasta en la montaña. Es un tiempo de descanso, de recuperarse del acelerado ritmo de vida que se lleva durante el curso y también, como se dice popularmente, para desconectar.

Sin embargo, en las vacaciones de verano se corre el peligroso riesgo de “desconectar” demasiado y guardar en un cajón la relación con Dios. La oración e incluso la misa pueden dejarse de lado durante esta temporada si se da una desconexión demasiado grande.

Por ello, la web Arguments ofrece 9 ideas para que el verano sea un punto y seguido en la relación con Dios y no un punto y aparte.  Puede convertirse incluso en un tiempo para aumentar la fe, seguir formándose y hacer buenas obras. Todo tiempo es bueno si es para el Señor. Estos son los consejos que ofrece esta página de formación católica.

***

1. Descanso sí, pereza no

Hay muchos refranes, reflexiones de santos y consideraciones de grandes pensadores que hablan sobre el peligro que conlleva la pereza. El perezoso no necesita demonio que lo tiente, o como dijo Goethe: “Una vida ociosa es una muerte anticipada”. Y esto es aplicable a la vida interior, a nuestro trato con Dios.

En palabras de San Agustín: “La ociosidad camina con lentitud, por eso todos los vicios la alcanzan”. Y es que “el no hacer nada” nos anestesia, nos atonta y nos adormece por dentro y por fuera.

Todos hemos experimentado alguna vez el mal humor que se nos pone y la flojera que nos entra después de un día tirados en el sofá viendo la tele y haciendo nada; o de haber estado horas y horas haciendo “tumbing” cara al sol en la piscina.

Un hombre en bañador con sombrero en una tumbona playera

A veces podemos caer en la trampa de confundir el descanso con no hacer nada. Y esto es un engaño. San Josemaría decía que “descansar no es no hacer nada; es cambiar de ocupación”. El descanso es muy importante. Somos cuerpo y alma, somos una unidad. Y para poder trabajar, servir a los demás, sonreír, rezar… necesitamos tener energía.

Jesús también descansaba con los apóstoles y se los llevaba a un lugar apartado a reponer fuerzas, para luego poder seguir predicando y haciendo milagros.

Por eso es importante dormir las horas necesarias, comer, estar con los amigos y cambiar de aires de vez en cuando. Descansamos para poder servir más y mejor a los demás. Por eso el descanso, así planteado, no es en absoluto algo egoísta, sino todo lo contrario.

Y como todo en esta vida, a descansar también se aprende. El verano, con la reducción del horario laboral y las vacaciones, se convierte en un momento estupendo para esto.

2. Hazte un horario, pero un horario 'que mole'

Hay un refrán que dice: “El tiempo es oro”; pero para los cristianos es mucho más, ¡el tiempo es gloria! Es el medio que Dios nos da para amarle y dejarnos amar por Él. Son muchos los que no conocen a Cristo todavía. Esto no nos puede dejar indiferentes. Antes hemos hablado de la importancia del descanso, de la necesidad de cambiar de ocupación, y del riesgo y la trampa de confundirlo con no hacer nada, con dejarnos llevar por la pereza.

Por eso, hacernos un horario en verano, nos ayudará a no dejarnos llevar por la apetencia y el capricho del momento -que se venga y se vuelve un tirano-. Tan importante es tener una hora para levantarnos (que ahora se entiende que será más tarde que durante el curso), como de acostarnos (que también quizás sea más tarde porque nos quedamos viendo una serie, hablando en familia de sobremesa o tomando algo con los amigos, etc.).

Ya que tenemos más tiempo, porque en verano se reduce la carga de trabajo, podemos aprovechar para echar una mano en casa, dedicar un tiempo a hacer orden un poco más a fondo, algún arreglo pendiente… Por supuesto, sacar ratos para quedar con amigos que de normal quizás no tenemos tanto tiempo para estar con ellos. Leer, ver una película, oír música, pintar, hacer deporte, ir a dar un paseo, ver una exposición… y cómo no, aprovechar para dedicar más tiempo a nuestra familia y a Dios.

Una mujer joven reza

3. Pon a Jesús en el centro de tu día

Cuando queremos a una persona queremos vernos, hacer cosas juntos, hablar y compartir lo que nos preocupa e ilusiona… en definitiva, estar juntos. El amor y el cariño crecen con el trato, y eso, exige tiempo. No es cuestión solo de cantidad, sino también de calidad. Podemos estar con alguien pero tener la cabeza en mil cosas, estar a la vez pendientes del móvil… Con el Señor nos puede pasar lo mismo. Para quererle más y caer en la cuenta de todo lo que nos quiere, tenemos que ponernos a tiro, dedicar un tiempo a estar con Él y hablar de nuestras cosas, y cuidar que ese tiempo, no nos lo robe ni el móvil, ni el acelere interior, ni otras distracciones.

Por esto te animamos a que te concretes un tiempo cada día para hablar con Jesús, para rezar. A veces nos puede parecer que nuestra oración es una farsa, se nos van los sentimientos y pensamos que estamos perdiendo el tiempo, que no sirve de nada… Pero solo dejarnos tocar por su mirada, nos va cambiando el corazón. Así lo cuenta Dimitri Conejo en la entrevista que le hicimos a cerca de su conversión. Te recomendamos que si no lo has hecho, la leas despacio. Seguro que en algún momento te sientes identificado con lo que cuenta.

Si puedes, acude de vez en cuando a una iglesia a rezar. En muchas ciudades suele haber una capilla de «adoración perpetua«, es decir, con el Santísimo Expuesto en la Custodia. ¿Por qué no ir una vez a la semana a estar un rato con Él?

Cuando no puedas, puedes hacer la oración en tu cuarto o viendo el mar o dando un paseo.

Dios está en todas partes. Solo tienes que recogerte y ponerte en presencia suya.

Te puede ayudar recitar esta breve oración: «Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí; que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía Inmaculada; San José, mi padre y señor; Ángel de mi guarda; interceded por mí«.

Y por supuesto, participa de la Santa Misa siempre que puedas, no solo los domingos. Ahí Jesús se nos da con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma y con su Divinidad. Y no esperes para confesarte ofender y caer en faltas graves. Descubre la ayuda de la Confesión frecuente.

Si pones la lucha lejos del muro, le será más complicado al enemigo poder entrar en la fortaleza de tu corazón. La Confesión perdona y borra los pecados; pero también nos ayuda y nos da la gracia para hacer cosas buenas, de amar más y mejor. Y por último, búscate un buen director espiritual, que te acompañe, oriente y ayude a discernir por dónde te va llevando el Señor y qué quiere de ti.

4. Date a los demás

Lo que más descansa sin duda alguna es no pensar en nosotros mismos. Cuanto más amamos a los demás, menos tiempo tenemos para pensar en nuestras preocupacioncillas, en nuestras cositas, en si me hacen caso, me miran o no me miran, me valoran o me tienen en cuenta.

Un joven ayuda a una anciana

Quien tiene un amigo tiene un tesoro, ¡cuídalos! A veces por la incompatibilidad de horarios, el trabajo y demás, no podemos estar todo lo que nos gustaría con nuestros amigos. Pero el verano es un momento fantástico para ello, para hacer planes juntos, descansar con ellos y compartir aficiones. Y por qué no, también para rezar juntos.

Hay amigos, y amigos. Muchas veces llamamos amigos a simples conocidos, a gente con la que coincidimos, pero eso no es una verdadera amistad. Amigo es aquel que está a las buenas y a las malas; con el que siempre puedes contar; el que te dice verdades como puños, también cuando a veces no quieres escucharlas, pero sin dejarte en la estacada; el que saca lo mejor de ti; alguien con quien reír, llorar y soñar; en definitiva, amigos son los que te ayudan a esculpir en ti el rostro de Cristo.

Aprovecha para estar pendiente de los que han tenido un año difícil, están más cansados o tienen alguna preocupación.

5. Santos de copas

“Santos de copas son los cristianos por los que el mundo clama: Cristianos que no llevan cruces vistas colgando del cuello, pero que aman sirviendo hasta que duele. Que no llevan el Evangelio en la boca, sino inyectado en vena; que no menosprecian las diversiones y placeres del mundo, sino que son los que más los disfrutan. Cristianos que no juzgan a los equivocados, sino que se arrodillan a sus pies para aliviarles y sanar sus heridas.

Santos de copas son los que no llevan cara de sufrimiento, sino que se muestran escandalosamente alegres. Los que no buscan a Dios en las sacristías y acciones evangelizadoras, sino en su puesto de trabajo y en las fiestas, con una copa en la mano.

Dios —el Padre, Cristo y el Espíritu— es alguien que ocupa el centro de sus vidas». Así los describe en el libro Santos de copas  José Pedro Manglano.

¿Quién dijo que ser cristiano es aburrido; que es para gente amargada, que no sabe disfrutar ni pasárselo bien? Jesús era divertido, tenía amigos con los que compartía ratos entrañables, iba a bodas y se alegraba con las alegrías de los demás.

Grupo de amigos jóvenes toman cerveza y ríen

Hay ambientes y ambientes. Estar en un lugar donde a nuestro alrededor la gente está ofendiendo a Dios, aunque nosotros no hagamos “nada malo”, no debería ser el mejor sitio para estar. Empezando porque no es muy coherente y siguiendo porque de alguna manera, el hecho de estar ahí “como si nada”, también nos hace daño aunque no lo percibamos de primeras así. Nos vamos insensibilizando el alma, perdiendo finura y cariño por el Señor. Y esto es algo que es fácil que lo hayamos experimentado en algún momento. Ese amargor o vacío por dentro tras una noche en una discoteca donde la gente bebía sin control, fumaba de todo y manoseaban al personal. Divertirse sí, y cuanto más mejor, pero siempre con Él; que donde estemos, el Señor en nuestra alma en gracia pueda estar a gusto, pueda sonreír.

6. No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma

"Lo que se necesita para ser feliz no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado", San Josemaría. Todos queremos ser felices. Todos queremos amar y ser amados. No hay nada que nos llene más. Amamos con cuerpo y alma. Por eso, cuando con el cuerpo decimos una cosa, pero con el corazón otra, algo va mal… tenemos un problema. Estamos dañando nuestra capacidad de amar; estamos poniendo en juego nuestra felicidad. Es la mayor de las mentiras.

El verdadero amor hace de la vida de la otra persona algo sagrado. Yo te respeto. Yo no quiero usarte. Por eso la castidad, la pureza, son dos virtudes que tenemos que pedir todos los días.

7. Lee para formarte y tener criterio propio

La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo. San Bernardo decía que "la lectura y la oración son las armas con que se vence al demonio y se conquista el cielo". Explica todo esto con una bella comparación sobre el pasaje de San Mateo: "Buscad y hallaréis". “Buscad leyendo, –explica el santo,– y encontraréis meditando. La lectura pone el alimento en la boca para masticarlo por la meditación”. "Cuando oramos, le hablamos a Dios; cuando leemos, le oímos", San Jerónimo.

Si no vives como piensas, acabarás Mujer con gran sombrero de paja lee tumbada en la playapensando como vives. Y si no piensas por qué vives así, acabarás dejándote arrastrar por lo que hace la mayoría, por tu capricho, por la rutina… El mundo está necesitado de personas con convicciones personales profundas. ¿Quieres vencer el pecado, saber santificar el sufrimiento, vivir cristianamente? Lee la vida de los santos. Te sentirás movido por estos héroes y, consciente o inconscientemente, tratarás de imitar sus virtudes de fortaleza, trabajo, obediencia y respeto de sí y de los demás.

8. Disfruta y cuida de la “casa común”

El hombre, para ser “Señor del mundo” debe tratar a cada ser según su propia naturaleza y no bajo guía, solamente, de los intereses humanos.

El cuidado del regalo de la creación es una tarea que compartimos todos. Para los cristianos “nada de este mundo nos resulta indiferente”, y nos sentimos “llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud”. El mundo es nuestro hogar, y tenemos que cuidarlo para dejarlo mejor que lo encontramos a las futuras generaciones.

Se puede cuidar del mundo y de los seres creados de muchas formas: reciclando, gastando solo el agua necesaria, no coger siempre el coche para todo y disfrutar de ir andando o en bici a los sitios, no tirando basura al suelo cuando vas a la playa o al campo, acompañando a personas mayores y cuidando a los enfermos…

9. A Jesús se va y se vuelve por María

Donde está María está Jesús. Deja tus propósitos en manos de la Virgen. Acude a Ella cuando necesites recomenzar; te desanimes porque no te salen las cosas; no sepas ni qué decirle a su Hijo; tengas miedo; cuando estés contento para darle gracias y cuando te sientas triste, para que desate los nudos de tu vida. Es el Remedio de los remedios.

Una Madre nunca desoye a un hijo, nunca mira para otro lado o se hace la indiferente. No hay nadie más empeñado en que seas feliz que Ella. Lo hace todo más fácil. Pégate a su lado este verano, y verás cómo lo convierte en el mejor verano de tu vida.

(Tomado de Arguments y adaptado para
ReligionEnLibertad en julio de 2019)

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Taxista Misionero - bajo la protección de Nuestra Señora del Sagrado Corazón




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De tierra de misión a evangelizadora: Vinh, pequeña diócesis de Vietnam, ordena 34 sacerdotes

 

Este 25 de julio, fiesta de Santiago Apóstol, 34 nuevos sacerdotes
han sido ordenados en la diócesis vietnamita de Vinh

Occidente, durante siglos en el centro de l Iglesia Católica, vive una gran crisis de fe y de vocaciones. Pero la Iglesia Católica es mucho más que Europa o América. Si bien el catolicismo parece decaer en estos continentes ocurre lo contrario en otros lugares del mundo. De hecho, cada año hay unos veinte millones de católicos más en el orbe.

Lo que antes era tierra de misión ya empieza a ser semilla de evangelizadores. Es lo que está ocurriendo por ejemplo en Vietnam, país todavía bajo el comunismo y con una minoría católica, pero aunque pequeña es una Iglesia floreciente.

Este 25 de julio la Diócesis de Vinh ordenó 34 nuevos sacerdotes, de los cuales muchos serán misioneros fidei donum. Según Catholic Hierarchy, esta diócesis tiene una población total que supera los tres millones de personas, de los cuales los católicos no llegan a los 300.000, algo menos del 10% de la población.

Aún así, el catolicismo crece en Vietnam y no deja de ofrecer vocaciones a la Iglesia universal.  “Es un día de gran alegría, un día de gran bendición en la Diócesis de Vinh, que se alegra por los 34 nuevos sacerdotes que serán misioneros fidei donumallí donde el Señor les llame para anunciar y testimoniar el Evangelio”, dijo monseñor Alphonso Nguyen Huu Long, obispo de Vinh, durante las ordenaciones.

El obispo de Vinh, monseñor Nguyễn Hữu Long

El prelado dijo en la homilía, tal y como recoge la agencia Fides“vivimos este momento de gran felicidad, en un momento de gran sufrimiento en muchas partes del mundo, especialmente mientras muchas personas están luchando duramente con la pandemia del Covid-19 en Vietnam. Esta misa de ordenación sacerdotal debería haberse celebrado en presencia de todos los sacerdotes de la diócesis, junto con otros muchos religiosos, seminaristas y fieles. Lo celebramos en presencia de un pequeño grupo, de la manera más sencilla y respetando los protocolos de prevención contra el Covid-19”.

Los nuevos sacerdotes, ha señalado el obispo, precisamente en esta dramática situación, serán como el ‘Buen Samaritano’, llevando cuidados y misericordia a los corazones heridos, y serán también misioneros en lugares remotos o incluso en otras diócesis, allí donde el Señor les llame a vivir.

“La evangelización –ha recordado- es la tarea de todo bautizado; la misión de todo sacerdote es llevar a los hombres a Dios para recibir el don de la salvación y la vida eterna”.

El obispo ha recordado: “Los sacerdotes están llamados a mostrar su disponibilidad y alegría cuando son enviados para el servicio pastoral o para una misión en zonas remotas, en el campo pobre o en regiones de difícil acceso. Las personas que se encuentran en lugares de conflicto, o donde hay catástrofes naturales o un alto riesgo de contagio de pandemias necesitan realmente la presencia de los sacerdotes para tener consuelo material y espiritual, ayuda para superar el dolor, para recibir esperanza”.

Seminaristas de Vietnam

“Los sacerdotes – ha continuado Monseñor Alphonso Nguyen Huu Long- son apóstoles y han sido elegidos por Jesús para trabajar en su viña. Hoy en día, en nuestro mundo, no es fácil encontrar jóvenes dispuestos a dar su vida para servir a la gente en lugares difíciles y peligrosos. Pero el Señor sigue llamando a jóvenes dispuestos a llevar la semilla de la fe y el amor de Dios a los hermanos en dificultad”.

A continuación, el obispo explicó que donará algunos sacerdotes a otras diócesis necesitadas de sacerdotes, enviándolos en misión “para que todos los fieles tengan un buen acceso a la Buena Noticia del Evangelio”. “En el contexto de la escasez de sacerdotes, y mientras la población sufre gravemente la pandemia y otras cosas, tras un discernimiento en oración, he decidido compartir la mitad de estos nuevos sacerdotes con territorios aislados, en otras diócesis que carecen de sacerdotes. En particular, serán 'fidei donum' en la diócesis de Hung Hoa, en el norte de Vietnam, que abarca 10 provincias en zonas montañosas y bajas con unos 250.000 fieles pero un número limitado de presbíteros”.

De este modo, el obispo añadió que “en la diócesis de Vinh somos bendecidos por Dios porque nos ha dado muchos sacerdotes y estamos contentos de compartir este precioso regalo con lugares donde la gente tiene gran necesidad de un sacerdote. Pedimos a nuestros nuevos sacerdotes que dediquen su vida al servicio y a la gloria de Dios durante el resto de su vida, sin preocuparse por el lugar en el que vivirán, sino pensando sólo en llevar almas a Dios”.

Dirigiéndose a los nuevos sacerdotes, les exhortó: “Mostraréis vuestro amor a Dios y vuestro ardor, obteniendo muchos frutos de fe, diciendo en vuestro corazón: 'Señor, vengo a hacer tu voluntad'. Demos gracias a Dios que nos ha dado 34 nuevos sacerdotes, para llevar la Buena Noticia, dispuestos a cuidar de los pobres y vulnerables”.

J.L./ReL

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viernes, 30 de julio de 2021

¡Victoria frente al lobby LGTBI! La Justicia da la razón a Elena Lorenzo, perseguida durante años

 


Elena Lorenzo ha logrado vencer al sistema, y al igual que David tumbó a Goliat, esta coach perseguida durante años por el lobby LGTB y por la propia administración ha conseguido que la Justicia le dé la razón. De este modo, se ha anulado la sanción de 20.001 euros que le impuso la Comunidad de Madrid en la utilización de la radical Ley LGTB, aprobada por la ‘popular’ Cristina Cifuentes, y que todavía a día de hoy está vigente en la Comunidad de Madrid.

En su trayectoria profesional, Elena Lorenzo ha acompañado a numerosas personas con tendencias homosexuales y que libremente acudieron a ella. Ahora son personas felices y realizadas, pero el precio a pagar para esta coach ha sido muy alto. Aún así, siempre se ha mantenido firme en sus convicciones y ha luchado por la justicia, la verdad y para el bien de tantas personas que debido a las leyes LGTB no podrían recibir una ayuda que necesitan.

En este sentido, la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid ha estimado el recurso que presentó la Asociación de Abogados Cristianos, que ha auxiliado a Elena Lorenzo, y ha obligado a la Comunidad de Madrid a la devolución de la sanción de 20.000 euros mientras condena a la administración madrileña a hacerse cargo de todas las costas.

En el auto judicial, el Tribunal Superior de Justicia asegura que “siendo cierta y reglada la finalidad de la información previa, es obligado concluir que la Administración ha incurrido en fraude de ley en su utilización […]. Tales irregularidades procedimentales han supuesto una efectiva indefensión para la recurrente y una ausencia plena de procedimiento, por lo que son subsumibles en las causas de nulidad de pleno derecho”.

Bandera LGTB en Madrid

La presidente de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos ha denunciado que “se ha alargado 5 años el procedimiento sin ninguna justificación. Se ha tratado de una clara persecución ideológica a esta coach por parte del lobby LGTBI, amparada por la Comunidad de Madrid, en especial por el ex vicepresidente, Ignacio Aguado”.

Precisamente, Lorenzo nunca ha tirado la toalla en esta persecución ideológica contra ella, pero sobre todo por su apreciada labor con personas homosexuales, que desmontaba todos los argumentos del lobby LGTB.

Una multa que era una advertencia al disidente

Cuando se anunció la sanción de 20.000 euros contra ella, Elena Lorenzo recordaba que la multa era “una advertencia muy seria a los que pensamos diferente, para que acatemos a través del miedo y del silencio” estas normativas, por lo que dijo estar “siendo víctima” de una persecución política.

En su opinión, aquella sanción pretendía “enmascarar” en la defensa de los derechos de los homosexuales como grupo, pero ella considera que es todo lo contrario: “Limita y quiere eliminar la libertad de los homosexuales y heterosexuales como individuos sancionando una actividad donde muchas personas han querido desde su libertad buscar ayuda para orientar, descubrir y conocer su propia orientación o identidad sexual”.

Como guía en su lucha contra el sistema durante todos estos años siempre estuvo su defensa de las “libertades fundamentales” pues “de nosotros depende que nuestra libertad no sea pisoteada ni ahora ni en las futuras generaciones”.

En una entrevista concedida a Religión en Libertad cuando empezó a ser atacada, la coach hablaba de su verdadera labor y no de lo que le acusaban estos lobbies. “Lo importante es la persona. Trabajo con quien pide ayuda, ya sea con el que se considera gay y quiere seguir siéndolo, o con quien experimenta deseos homosexuales y no lo quiere para él o para ella. Cualquiera de los dos está en su perfecto derecho”.

“Lo curioso de todo esto es que esta ley (Ley de protección integral contra la LGTBIfobia) apoya sólo a aquellos que sí aceptan su propia orientación. Pero si alguien desea cambiarla, la ley prohíbe prestarles apoyo. Me pregunto si este aspecto de la ley la hace igualitaria, por no decir otra cosa”, alertaba ya entonces.

La imposición de un "pensamiento único"

Del mismo modo, Elena Lorenzo desmontaba las falsas acusaciones sobre su trabajo con personas homosexuales señalando que “cambiar o no cambiar es una decisión libre y, con la debida explicación, la persona va optando por aquello que mejor concuerda con el ideal de personalidad que persigue. Algunos logran más avances que otros, como sucede en cualquier proceso personal. Tengo clientes que persisten en su orientación sexual y trabajo con ellos en otros aspectos del coaching (desarrollo profesional, relación de pareja…). Otros, cuando indagan en su propia vida, comienzan a detectar causas que los llevaron a una determinada orientación. Al no estar de acuerdo con ello, deciden optar libremente por otra orientación. Yo no puedo dejar de apoyarlos”.

“En ningún momento empleo técnicas que susciten rechazo o repugnancia a su orientación sexual, ¡pues te aseguro que eso no funciona!”, sentenciaba.

Sin embargo, Elena Lorenzo tuvo claro desde el principio que el problema iba más allá de su persona, era la imposición de una ideología donde no cabe la disidencia ni los cabos sueltos. Así lo explicaba en otra entrevista: “Al colectivo LGBT lo único que le importa es transmitir e imponer, a base de sanciones y multas, un pensamiento único que permite elevar los derechos de este pequeño grupo muy por encima de los derechos de los ciudadanos en general, el cual ya de por sí es una práctica antidemocrática e inconstitucional, como si se tratara de una ‘especie protegida’”.

Lorenzo insistía que “cualquiera que no esté de acuerdo con ellos se convierte en una persona homófoba, es decir, una persona que se posiciona en contra y expresa odio hacia este colectivo. Nadie puede discrepar y nadie puede hacer pública la discrepancia porque eso constituye en sí una vulneración de la ley LGTBI que puede llegar a costar hasta 45.000 euros de multa”. En su opinión, “todo esto provoca miedo e inseguridad entre los ciudadanos, que es justo el objetivo que pretenden alcanzar para que la ciudadanía no se desvíe del guión impuesto. Y debo decir que en muchos casos lo logran, pero no será conmigo.

J.Lozano / ReL


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Tras seis cirugías, el obispo de Sudán del Sur que recibió un disparo está ansioso por regresar

 


Casi tres meses después de recibir un disparo nada más ser nombrado obispo de Rumbek, en Sudán del Sur, Christian Carlassare dice que está haciendo un buen progreso en su recuperación y espera regresar a su diócesis “lo antes posible”. En una entrevista de la que se hace eco la web norteamericana Crux, Carlassare dijo que “no tengo dudas sobre el deseo de volver a mi Sudán del Sur, la gente me espera y, más allá de los muchos problemas, también hay una gran esperanza y quiero se parte de ello”.

Carlassare

Christian Carlassare, en el hospital tras haber sido curado de las heridas de bala
 

 

Carlassare es un misionero comboniano italiano, de 43 años. Fue nombrado obispo de Rumbek en marzo y llegó a principios de abril y aún no había sido ordenado obispo cuando le dispararon el 26 de abril, poco después de la medianoche, cuando dos hombres armados irrumpieron en su casa y le dispararon en las piernas.

Sobrevivió al asalto, pero sufrió una importante pérdida de sangre y, como resultado, fue trasladado a un hospital de Nairobi para recibir una transfusión. Luego fue trasladado a Italia, donde ha continuado su recuperación. Su consagración episcopal estaba programada inicialmente para el 23 de mayo, pero se ha pospuesto a medida que avanza la investigación sobre su ataque.

Al recordar el ataque, Carlassare explicó que fue “un momento dramático” en el que tuvo que ponerse en las manos de Dios, “pensando que mi trabajo terminaría ahí”. “Esto me dio libertad, y la conciencia de que nuestro testimonio es válido cuando somos fieles al Evangelio hasta el final, en nuestra fidelidad diaria”, dijo, señalando que durante las primeras tres semanas de su recuperación estuvo restringido al reposo en cama e incapaz de caminar. A lo largo de este tiempo ha sido sometido a seis cirugías diferentes. Por ahora, vive en su ciudad natal de Vicenza, en el noreste de Italia.

Carlassare ha pasado toda su vida sacerdotal en Sudán del Sur, trabajando con la tribu Nuer. Sin embargo, Rumbek es un área que pertenece predominantemente a la tribu Dinka, tradicionalmente es enemiga de los Nuer. A medida que se difundió la noticia del tiroteo, muchos observadores sospecharon que esas tensiones étnicas podrían haber influido.

Carlassare señaló que el acuerdo de paz alcanzado en 2018 parece mantenerse, aunque las partes todavía están luchando por implementarlo por completo, y dijo que “es una gran esperanza para Sudán del Sur que nos hace mirar al país con un poco más de perspectiva”.

La paz, dijo, “es siempre frágil, siempre está sujeta a límites y situaciones de violencia que la socavan. Es un largo viaje que hay que emprender sin tener miedo de lo lejos que nos puede llevar”.

ReL

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El diablo tiene su talón de Aquiles, ¿lo sabías?

 


«Fiel es el Señor; él os afianzará y os

 Conoce tus armas y úsalas para vencer

guardará del Maligno»

II Tesalonicenses 3, 3

El diablo existe, partamos por allí. No es una leyenda urbana ni un cuento nocturno para asustar a los niños. Existe y es muy malo. Quiere lastimarte, separarte de Dios.

Recuerdo cuando escribí mi libro El Mundo Invisible, sobre la presencia del demonio en el mundo, la Iglesia y nuestras vidas.

Tuve vivencias escalofriantes. Ocurrieron cosas muy extrañas. Pero no les di mucha importancia, las vi como una señal de que el libro haría mucho bien.

Aun así, las experiencias que tuve, seguro para desanimarme, no las deseo volver a vivir. 

El diablo asesino

El maligno, es el mayor enemigo de la humanidad.
No soporta que seas bueno y actúes como un instrumento de la Misericordia de Dios y ayudes a las personas en su salvación personal, a llegar al Paraíso.  

Jesús lo identificó y nos habló de él, para que nadie tuviera dudas. Esta descripción a mí me da escalofríos. Nos enfrentamos a un asesino. Abre tu Biblia y busca Juan 8, 44.

«Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira”.

Puedes vencerlo

Pero el diablo no es todopoderoso como Dios.

Tiene muchas limitaciones y podemos vencerlo. Por ejemplo, no puede obligarte a pecar, eso es una decisión tuya, lo haces sabiendo que vas a ofender a Dios y separarte de su amor.

Tienes libre albedrío. No puede hacer más de lo que tú le permites. Por eso suelen decirnos que es como un perro rabioso o un león encadenado. No te hará nada excepto si te acercas demasiado y metes tu cabeza entre sus fauces.

¿Y cómo lo consigue? Conoce tus limitaciones y debilidades. Sabe qué es lo que te hace caer. Y te insinúa que lo mereces, que es bueno para ti, que te dará mucho placer.

Tú sabes que no es verdad, tienes una conciencia que te lo recuerda constantemente y un ángel de la guarda que te ayuda a superar ese deseo. Pero como no rezas, eres presa fácil.

Arma poderosa

La oración te fortalece.

Lo he comprobado. Necesitamos rezar, para salir adelante.

Cuando no rezo, caigo con facilidad en el pecado, pero cuando rezo con fervor a diario y hago de mi vida una oración logro superar las tentaciones y agradar a Dios con mis actos.

Mientras hagas buenas obras, de una forma u otra, serás perseguido, violentarán tu vida, tratará de desalentarle, robarte el entusiasmo, pero debes tener coraje.

Jamás tengas miedo, ora mucho y confía en Dios, que es un Padre extraordinario y cuidará de ti.

Tú sigue adelante, amando, ofreciendo, actuando con bondad, haciendo obras de misericordia. No te canses de hacer el bien.

Haz siempre lo que le agrada a Dios y Él te bendecirá con abundancia.


Comparte tus experiencias con Dios. Escríbeme. Te dejo mi email personal cv2decastro@hotmail.com   ¡Dios te bendiga!
Claudio de Castro, Aleteia

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jueves, 29 de julio de 2021

Las 10 bienaventuranzas de quienes logran desconectar el celular

 

WOMAN LOOKING AT PHONE WHILE COOKING


¿Y si desconectando de tu celular te diera la oportunidad de acceder a otra realidad?

En verdad, en verdad os digo: el Reino de los Cielos es como un hombre que arroja desde el barco su celular al mar e inicia a vivir. El momento presente se ha convertido en su brújula, la hermandad es su vela.

Aquí están las 10 bienaventuranzas de quienes logran desconectar el celular:

  1. Bienaventurados los que tienen el valor de usar su celular y no de servirlo: tendrán la vida entre sus manos;
  2. Bienaventurados los que tienen el valor de desconectar sus celulares para una velada con amigos o familiares: vivirán verdaderos momentos de felicidad fraterna;
  3. Bienaventurados los que tienen el valor de desconectar sus celulares cuando están trabajando: realmente trabajarán;
  4. Bienaventurados los que tienen el coraje de desconectar sus celulares mientras viajan: se abrirán a una galaxia de posibilidades, es decir, leer, dormir, rezar, escribir, reflexionar, mirar el paisaje, no hacer nada;
  5. Bienaventurados los que tienen el coraje de desinstalar aplicaciones superprácticas, caras e imprescindibles para vegetar pero totalmente inútiles para los que quieren vivir. Ahorrarán tiempo y garantizarán una mayor concentración;
  6. Bienaventurados los que tienen el valor de eliminar las notificaciones de sus aplicaciones: no serán gestionadas por un algoritmo, sino que gestionarán su vida y vivirán el momento presente;
  7. Bienaventurados los que tienen el valor de desconectar sus celulares en el momento de la oración: rezarán;
  8. Bienaventurados los que tienen el valor de no tener en mano el celular cuando están aburridos, estresados ​​o esperando: gestionarán su estrés, descubrirán el mundo, vivirán en su soledad, vivirán con ellos mismos o con los demás, escucharán a sus seres queridos, practicarán deportes;
  9. Bienaventurados los que tienen el valor de confesar esas horas perdidas, esas miradas heridas, esas relaciones rotas por el celular: recibirán la misericordia y la fuerza de Dios;
  10. Bienaventurados los que tienen el valor de vivir: desconectarán sus celulares
Joseph Challier,Aleteia 

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¿Estoy usando pandemia para dejar de esforzarme?

 


He aprendido a vivir acomodado, relajado, escondido en mi cueva, y soy indulgente conmigo mismo mientras sigo exigiendo a los demás

No quiero poner la pandemia como excusa cuando no he logrado lo que deseaba. Es una buena excusa, sin duda.

El confinamiento, el bloqueo de la economía, el miedo justificado a la enfermedad. Lentamente me siento más libre que antes, o más cómodo.

Puedo hacer más cosas sin dejar de hacer lo que quiero. Pero a veces pienso que la pandemia me sirve de excusa para no moverme.

Si no rezo tanto como antes es por la pandemia. Si no cuido a mis amigos y familiares que están lejos es por la pandemia.

Si no me preocupo más del que más necesita es por la pandemia. Si no he mejorado mis relaciones personales será por la pandemia.

Si mi trabajo no mejora y siento que no avanzo ni crezco, la pandemia tiene la culpa. Si en el estudio no noto avances y no aprendo, la pandemia es responsable.

La pandemia es una buena excusa. Evita que me esfuerce. Y así aprendo a vivir acomodado, relajado, escondido en mi cueva, y feliz porque así todo parece más fácil.

No participo en las reuniones por la pandemia. No salgo de casa por lo mismo. Y la vida se me escapa entre los dedos sin que me dé cuenta.

Excusas para justificarme me alejan de los demás

Tal vez es que no logro entender que de nada valen las excusas cuando las cosas no salen como yo quiero.

desde pequeño me inventaba muchas excusas para no hacer lo que no quería, para justificar mi pereza, para darle un sentido a mis desvaríos y fracasos.

Justifico lo injustificable y miro con benevolencia mis actitudes egoístas y rígidas. La excusa me vale para seguir siendo como soy sin buscar cambios.

Algo siempre justifica mis actitudes, mi forma de actuar en el mundo.

Y no acepto a los que no son como yo. A los que pecan públicamente. A los que no entran por la misma puerta de la justicia que a mí me alegra el alma.

Yo cumplo, muchos incumplen. Y entonces discrimino y juzgo.

Acogida y misericordia

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Así no era Jesús. No se justificaba y no excluía. Decía Juan Antonio Pagola:

«Jesús rompe el círculo de discriminación. Todos son acogidos. Pone a todos, justos y pecadores, ante el misterio de la misericordia de Dios. Solo quedan excluidos los que no lo acogen. Es una Iglesia acogedora que elimina prejuicios y rompe fronteras».

Quisiera tener un corazón más grande y acogedor. Mirar con misericordia.

Me justifico a mí fácilmente. Y a otros con más dificultad. Los condeno en su pecado y me alejo de ellos, porque no están en gracia, no son buenos, no viven cerca de Dios.

Me da miedo ese pecado que me puede hacer daño. No justifico a los demás, pero conmigo sí soy indulgente.

Con ellos inmisericorde. Han pecado, lo digo abiertamente. Y pienso que si los miro con misericordia estoy justificando su pecado o dando valor a su forma de vida que yo no apruebo.

Jesús perdonó al pecador y nunca dejó de condenar el pecado. Pero fue misericordioso y comió con todos. También con aquellos que aún no cambiaban de vida y su pecado aún no era pasado.

Escala de grises

Es difícil. ¿Dónde me encuentro al enfrentar los grandes desafíos que me plantea este mundo?

Si condeno al pecador, parece que soy un rígido sin misericordia. Si lo perdono y lo trato con misericordia, ven en mí a un blando indulgente que todo lo tolera y acepta el pecado como forma de vida.

Las cosas no son blancas o negras. No todo es sí o es no. De repente me veo entre matices que me intranquilizan la conciencia.

Si me pongo de un lado condeno. Si me voy al otro perdono. Si me quedo en medio me angustio.

¿Quién soy yo para juzgar el corazón de las personas? Veo caras, no corazones. Veo actitudes, pero desconozco su historia. Y juzgo con rapidez pretendiendo ser Dios.

Yo no soy juez

No quiero vivir condenando o salvando. Mirando a ver dónde se esconde el pecado de los demás.

No quiero ser un juez que vive diciendo lo que está perfecto, lo que está mal y lo que está más o menos bien. No siento que sea mi vocación, ni mi camino de vida.

Dios sabe más que yo. Mira mi corazón cada noche, cuando llego cansado a su presencia y me dice que me ama.

No analiza cada uno de mis errores. No pide que explique por qué he actuado de una determinada manera.

Me mira, me abraza y me invita a llevar su misericordia al mundo. Porque es esa mirada suya la que salva el corazón de los hombres.

Luz en la oscuridad

WOMAN, PRAY, CHURCH

Quizás esta actitud mía crea inseguridad cuando lo que uno busca son certezas absolutas y respuestas claras.

Nada de claroscuros y matices. Mejor decir lo que está claramente mal. Y lo que está totalmente bien. Así no hay dudas.

Pero miro a Jesús y siento que Él me pide que le busque en medio de la noche. Que descubra su bondad en medio de los actos malos de hombres que un día quisieron ser buenos.

Que lo intente encontrar en medio de acciones que parecen ir contra la verdad y crean inquietud en los corazones nobles.

Y me dice que me detenga ante cada persona. La mire a los ojos y escuche su vida. No me pide que la condene. Tampoco que la salve. Porque es Él el que hace todo eso.

Yo sólo quiero ser su reflejo imperfecto en medio de los hombres. Sólo eso, una verdad lanzada al viento en medio de la noche.

Y un canto de esperanza cuando aparentemente se ha ocultado la luz ante mis ojos.


Carlos Padilla Esteban, Aleteia

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