lunes, 12 de julio de 2021

5 errores por los que los católicos no evangelizan bien -o no evangelizan- y cómo corregirlos

Para comunicar, antes hay que escuchar, advierte Marcel LeJeune, de Catholic Missionary Disciples

Marcel LeJeune invita a los católicos a responder al deseo de la mayoría
de no cristianos y hablar con ellos de la fe.

Pretender que alguien nos abra su corazón antes de saber su nombre, asumir que términos como “fe” o “Iglesia” significan lo mismo para todos o desistir de cambiar el mundo son algunos de los errores que Marcel LeJeune considera que hay que corregir si se pretende evangelizar a la gente de nuestros días.

LeJeune está casado, tiene cinco hijos y preside los programas de formación apostólica de Catholic Missionary Disciples. Después de profundizar en cómo el relativismo dificulta la evangelización a los católicos, explica cinco errores frecuentes a la hora de hacer apostolado en nuestros días y cómo corregirlos.

1º Antes de empezar, preocúpate en saber cómo piensa

Desde expertos como LeJeune hasta no pocos protestantes conversos, son cada vez más los que observan que a la hora de evangelizar, “usando las mismas palabras, hablamos diferentes idiomas”. En muchas ocasiones, no sabemos que queremos decir con palabras como “Iglesia”, “fe”, “Dios” o “amor”. Por ello, “necesitamos definir los términos y explorar lo que significan estos para la otra persona”.

Solo “explorando el pensamiento de los demás, escuchando y haciendo preguntas abiertas podremos entablar una conversación con expectativas”.

2º No respondas antes de preguntar

Cuando la gente abandona la Iglesia, más que falta de fe o formación, puede deberse a que los propios católicos les dieron por perdido antes de escuchar. “Si preguntas al católico medio por qué alguien deja la Iglesia, te dirán que la persona `no tenía formación, catequesis o no entendió la fe´, y esto puede ser cierto o no. Si asumimos por qué se fueron, es probable que no preguntemos ni comprendamos sus motivos”, explica LeJeune.

De hecho, el experto afirma que muchas personas abandonan los sacramentos no por falta de formación, sino porque “estaban solos y quemados o no encontraron una comunidad”. Por ello, destaca la importancia de “comprender, servir y amar antes de predicar o argumentar".

"Cuando llegamos con muchas respuestas y pocas preguntas, tendemos a alejar a los demás”, añade.

Marcel LeJeune.

El experto evangelizador Marcel LeJeune destaca la importancia de la amistad y las relaciones sociales antes de evangelizar. 

3º El café, mejor antes de la catequesis

Las propias estadísticas muestran que la gente tiene sed de Dios, pero los católicos pocas veces ofrecen la posibilidad de conversar sobre Dios. "Más de seis de cada 10 no cristianos (62%) afirman estar abiertos a hablar sobre asuntos de fe con alguien que escucha sin juzgar –la cualidad a la que más importancia conceden– pero solo un tercio (34%) ve este rasgo en cristianos que conocen personalmente".

“Independientemente de que queramos, no podremos evangelizar hasta que tengamos relaciones de amistad y conozcamos a los no cristianos”.

Para ello, un primer paso puede ser “pedirle al compañero del trabajo o al vecino de en frente que tomé un café o coma contigo. Es una estrategia mucho mejor que invitarles a misa”.

4º No confundir fe y política al evangelizar

LeJeune considera que hay momentos en que los valores del Evangelio se cruzan con la política, pero a la hora de realizar nuestro apostolado, debemos tener cuidado. “No quiere decir que no podamos involucrarnos en política o trabajar por soluciones políticas a problemas culturales o morales, el problema es cuando confundimos la política con la fe o viceversa”.

“Puedes estar de acuerdo con otra persona sobre valores como la ayuda a los pobres, pero cuando no se está de acuerdo con la solución política, esto puede disminuir la capacidad de testificar la verdad en la vida de la otra persona”.

5º No te conformes y aspira a mejorar el mundo

La mediocridad rara vez atrae, y el católico promedio se parece demasiado a todos los demás”, explica. “No estamos generando discípulos que cambien el mundo. Frente a esta situación, hay algunos católicos que tienen la intención de amar a los demás, compartir su fe y que no son influidos por la cultura. Ellos son atractivos, porque viven de manera diferente”.

En este sentido, el experto se refiere también a las instituciones, cuya forma de actuar no ayuda a percibirlas como “construidas para transformar el mundo. La mayoría de instituciones católicas occidentales no tienen un liderazgo visionario o un impacto profundo".

"Todo ello es percibido con especial importancia en una cultura en la que a los jóvenes se les ha enseñado a creer que pueden cambiar literalmente el mundo, en el cambio climático o la política, por ejemplo. Si la Iglesia no está proyectando una gran visión de un mundo mejor y transformado, ¿qué estamos haciendo?”, se pregunta.

LeJeune concluye: Si deseamos evangelizar mejor y comprender la lógica del pensamiento moderno, “escucha y aprende cómo funciona el cerebro para llegar al corazón de la persona. A no hablar tanto y escuchar más, porque no se puede amar lo que no se conoce”.

ReL

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