Marcha Contra La Ideología De Género En Canadá
La «Marcha del millón de personas», o #1MillionMarch4Children, también ha provocado una contraprotesta organizada, en parte, por los sindicatos del sector público de Ontario, y en parte por los lobbies y movimientos LGBT y transgénero, ampliamente apoyados por el gobierno federal. La de Ottawa, como se preveía, fue sólo una de las decenas y decenas de manifestaciones celebradas en todo Canadá el 20 de septiembre para demostrar la oposición y el enfado de los padres porque, en la mayoría de las provincias del país, no sólo se impone a los niños la doctrina Lgbti y de los derechos reproductivos, sino que los menores de 16 años también pueden decidir cambiar de género sexual y de pronombre, sin permiso ni siquiera información de la escuela a sus padres.
(ZENIT Noticias – La Bussola Quotidiana / Otawwa, 26.09.2023).- No fueron un millón, pero sí ciertamente cientos de miles de padres los que se reunieron el miércoles 20 de septiembre en muchas ciudades de Canadá, para protestar contra el adoctrinamiento de la ideología abortista y Lgbti que quiere el gobierno liberal de Trudeau en todas las escuelas del país. Se trata de un movimiento de padres de todas las clases sociales y credos, en el que los musulmanes desempeñan un papel destacado, que exigen el respeto de la libertad educativa y de los derechos humanos concedidos a los padres por todas las convenciones y cartas de derechos canadienses e internacionales, que el gobierno (il)liberal, y ahora socialista, de Trudeau está violando flagrantemente.
El-Cheikh, padre y líder de la comunidad islámica, fue el promotor de la iniciativa en Ottawa, donde se dieron cita más de 10.000 personas y donde, junto a los numerosos líderes religiosos evangélicos, padres y educadores cristianos, aseguró que la ‘Marcha del millón de personas’ no será un acto puntual, sino el inicio de un movimiento nacional coordinado también a través de la web ‘Hands off our Kids’, que ya recoge numerosas noticias e informes de las iniciativas del pasado miércoles.
La «Marcha del millón de personas», o #1MillionMarch4Children, también ha provocado una contraprotesta organizada, en parte, por los sindicatos del sector público de Ontario, y en parte por los lobbies y movimientos LGBT y transgénero, ampliamente apoyados por el gobierno federal. La de Ottawa, como se preveía, fue sólo una de las decenas y decenas de manifestaciones celebradas en todo Canadá el 20 de septiembre para demostrar la oposición y el enfado de los padres porque, en la mayoría de las provincias del país, no sólo se impone a los niños la doctrina Lgbti y de los derechos reproductivos, sino que los menores de 16 años también pueden decidir cambiar de género sexual y de pronombre, sin permiso ni siquiera información de la escuela a sus padres. Una imposición doctrinaria plenamente comunista aplicada con métodos autoritarios soviéticos. Los asistentes a las diversas manifestaciones celebradas en el país corearon el lema «Dejad en paz a nuestros hijos», en desafío a esos programas escolares que quiere el gobierno de Trudeau.
Los detractores de este nuevo movimiento popular canadiense, profundamente interconfesional y firme defensor de la libertad y los derechos de los padres, califican a los manifestantes de simplistas y despectivos, y les acusan de ser «extremistas de derechas» que quieren perjudicar a los jóvenes LGBT+. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, condenó las marchas y escribió en su cuenta de Twitter: «La transfobia, la homofobia y la bifobia no tienen cabida en este país. Condenamos enérgicamente este odio y sus manifestaciones y nos mantenemos unidos en apoyo de los canadienses 2Slgbtqi+ de todo el país: sois buenos y se os aprecia.»
En total acuerdo con Trudeau, Celeste Trianon, una de las responsables del grupo de presión LGBT de Canadá, también recordó a la cadena nacional Ctv News que es necesario convencer a las personas discrepantes y «enseñarles el vocabulario adecuado, las palabras apropiadas, en un momento adecuado para su edad, para explicarles que la inclusión es algo bueno. Tenemos que asegurarnos de que sus compañeros trans y queer en la escuela se sientan bienvenidos’, afirmó Trianon. De hecho, mientras que en Ottawa la policía detuvo a cinco manifestantes que protestaban en defensa de los derechos de los niños y los padres, en Vancouver bandas de matones Lgbti, organizadas y coordinadas con varias federaciones sindicales, provocaron a los pacíficos padres y buscaron repetidamente la confrontación para desbaratar la manifestación autorizada.
El desafío al adoctrinamiento y la manipulación de los niños y la privación de la patria potestad, así como la restricción de las libertades ciudadanas, también ha sido asumido en los meses de verano por varios gobernadores conservadores y mayorías parlamentarias en varias provincias federales canadienses, empezando por Ontario, Nuevo Brunswick y Saskatchewan, que también prohibieron la presencia de Planned Parenthood en las escuelas e introdujeron apresuradamente normativas a favor de la información y el consentimiento paterno obligatorio previo a la educación sexual, abortiva y LGBT de los niños en las escuelas.
Los primeros brotes de protestas habían estallado el 15 de julio, cuando los padres musulmanes de los escolares de la ciudad de Mississauga (Ontario) decidieron protestar públicamente contra la ideología de género impuesta por el gobierno canadiense a sus hijos y a los escolares de la ciudad. Después, el 17 de julio, en Calgary (Alberta), decenas de padres cristianos y musulmanes salieron a la calle para «proteger juntos» a sus hijos del adoctrinamiento y la abolición de la patria potestad que se estaba imponiendo en las escuelas. Canadá se ha transformado bajo los diez años de gobierno de Justin Trudeau de un país liberal y tolerante a otro tiránico y discriminatorio con los ciudadanos de a pie y los padres que no se resignan a ver a sus hijos engullidos por las demenciales doctrinas abortistas y Lgbti.
A todo esto, el líder conservador Pierre Polievre sigue ganando terreno en las encuestas: según un nuevo sondeo de Ipsos realizado en exclusiva para el diario canadiense Global News, el 40% de los canadienses cree que es la mejor opción como primer ministro, Trudeau se queda en el 31%. Polievre podría ganar las elecciones generales del próximo 2025 y restablecer un Estado democrático y liberal en el país. Dos años es mucho tiempo y sus posiciones siguen siendo ambiguas sobre el aborto, pero le reconforta la claridad de su postura oficial sobre los derechos de los padres en la educación: «Los padres deben tener la última palabra… las escuelas les dejan la decisión final sobre el adoctrinamiento sexual, de género y Lgbti».
Luca Volonté
Traducción del original en lengua italiana realizada por el director editorial de ZENIT.
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