sábado, 16 de septiembre de 2023

¿Rezar el Rosario cada día? Con estos 10 consejos prácticos es más fácil llegar a conseguirlo


 

Muchos católicos hacen el propósito de rezar el Rosario con más frecuencia, llegar a establecer esta oración en su actividad diaria o rezarlo mejor, con más atención y devoción.

La repetición del saludo bíblico a María y la meditación de los misterios de la vida de Jesús y la Madre de Dios fortalecen la vida cristiana de muchos. Pero abundan las personas que no encuentran tiempo para orar así. Otras constatan que se distraen con facilidad.

Difundimos aquí 10 consejos prácticos para rezar el Rosario, tomados del libro El Rosario: Teología de rodillas, del  sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Florian Kolfhaus, publicados originalmente en alemán en CNA Deutsch y traducidos y adaptados por Diego López Marina para Aciprensa. 

1. Tener el Rosario en el bolsillo

Todo católico debe tener siempre un Rosario en su bolsillo. Existe el denario con sólo diez cuentas y que puede transportarse fácilmente.

Siempre que busques un pañuelo o una llave antes de salir, recuerda también llevar el Rosario de Jesús y María.

2. Aprovechar el tiempo libre también para rezar

En la vida cotidiana siempre hay un "tiempo libre" que podremos aprovechar para rezar el Rosario: cuando esperamos la consulta médica, un bus, una llamada importante, entre otros.

Y si por alguna razón una persona no desea mostrarse en una “sala de espera” como católico practicante, también puede utilizar sus manos: tenemos diez dedos, para contar con ellos las Avemarías.

3. Rezar mientras se realizan quehaceres y deporte

Muchas actividades no requieren pensar mucho, porque las hacemos mecánicamente. Cuando se pica la cebolla, se tiende la ropa o se lava el auto también se puede rezar el Rosario. Así como cuando las personas que se aman piensan en el otro sin importar la actividad que realicen, el Rosario ayuda a permanecer en sintonía con el corazón de Jesús y María.

Esto también funciona para muchos deportes: correr, andar en bicicleta o nadar son actividades en las que se puede rezar el Rosario al ritmo de la propia respiración (ya sea de forma interna o en voz alta si estás solo en un campo abierto).

Un hombre reza el rosario

En muchas ocasiones que no se reza el Rosario es debido a la pereza o la aparente monotonía, pero hay costumbres muy sencillas que ayudan a vencerla y rezarlo cada día: tenerlo a mano, rezar por seres queridos o aprovechar el tiempo libre o de deporte son solo algunas. 

4. Las imágenes y la música también pueden ayudar

El Rosario es una oración contemplativa. Más importante que las palabras que usemos, es la predisposición de nuestro corazón para contemplar cada uno de los misterios.

Para este propósito se puede buscar en Internet 5 imágenes que nos ayuden a contemplar cada pasaje de la vida Cristo y María. Por otro lado, la música también puede ser útil si se ejecuta en un segundo plano para encontrar paz.

5. Canalizar nuestras distracciones para rezar

Es difícil una oración en la que no surjan distracciones. Una y otra vez los pensamientos vienen a nuestra mente: la lista de compras, el cumpleaños de un amigo, una enfermedad o una preocupación. Si luchamos contra ella en la oración, a menudo es peor.

Es mejor reunir estas "distracciones" y rezar un Avemaría por las personas, por los amigos y familiares, por uno mismo y los problemas. De este modo la oración se hace sincera y personal.

6. Rezar por el otro mientras nos desplazamos

En el camino al trabajo o a la escuela, ya sea en auto o en bus, en tren o caminando, es posible rezar el Rosario sin bajar la cabeza y cerrar los ojos.

Rezar mientras nos desplazamos significa dedicar los Avemarías a las personas con las que hemos establecido contacto o visto durante el día; también por las empresas e instituciones que están en mi camino.

Por ejemplo, si veo a un doctor en mi camino puedo rezar por las personas que atenderán sus enfermedades con él.

7. Orar de rodillas o peregrinando

El Rosario puede rezarse siempre y en todo lugar. A veces, cuando se reza de rodillas o se peregrina se puede llegar a sentir un "desafío físico". Sin embargo esto no se trata de “torturarse” o aguantar el mayor tiempo posible, sino de tener en cuenta que tenemos un cuerpo y alma para adorar a Dios. Por lo tanto, el rosario es también una oración de peregrinación.

8. Conectar cada misterio con una intención

No siempre se tiene que rezar el Rosario de corrido. A menudo puede ser útil conectar cada misterio con una preocupación particular: mi madre, un amigo, el Papa, los cristianos perseguidos. Cuanto más específico sea, mejor. La alabanza y dar gracias a Dios no deben tampoco estar ausentes.

Hombre besando el Rosario

No hace falta ser mayor para abrazar el rosario cada noche: rezar las Avemarías, aunque sea acostado, ya es "mejor que contar ovejas".  

9. Rezarlo en momentos de sequía espiritual

Nosotros los cristianos no somos “yoguis” que debemos cumplir con prácticas ascéticas para “vaciar” nuestra mente. Si bien nuestra relación con Dios está por encima de cualquier actividad, hay también momentos de sequía y aflicción en los que no se puede orar.

En estos momentos difíciles, tenemos que recogernos con el Rosario y simplemente recitar las oraciones. Esto no es una charla pagana, sino que aquella pequeña chispa de buena voluntad que ofrecemos a Dios, puede fomentar que el Espíritu Santo avive la llama de nuestro espíritu.

En tiempos difíciles, incluso puede ser suficiente sostener el Rosario sin pronunciar una palabra. Este estado desdichado ante Dios y su madre se convierte en una buena oración y ciertamente no permanece sin respuesta.

10. Caer dormido rezando el Rosario

El Rosario no debe estar solo es nuestro bolsillos, sino en cada mesita de noche. Cuando se intenta conciliar el sueño también se pueden rezar los Avemarías y es mejor que contar ovejas.

En ocasiones solo las personas mayores y enfermas se “aferran” al Rosario por la noche debido a las promesas de seguridad, fortaleza y consuelo. Sin embargo, también en los buenos tiempos se debe recurrir a esta oración y pedir especialmente por aquellos que sufren.

Muchos peregrinos de la JMJ celebrada en julio en Cracovia habrán tenido primera noticia de una aparición de la Virgen que en Polonia está muy arraiga, hasta el punto que la llaman "la Lourdes polaca".

ReL

La Virgen se apareció a dos niñas en Polonia y dejó una petición: rezar el Rosario todos los días



Fue en Gietrzwald, una aldea cercana a la ciudad de Olsztyn, en la región de Warmia, el cuadrante noreste de la actual Polonia. Y tuvo lugar en 1877, cuando la nación se encontraba bajo dominio prusiano que, en cuanto protestante, procuraba dificultar la provisión de sacerdotes para las parroquias, con objeto de debilitar al arraigado catolicismo del pueblo. El canciller Otto von Bismarck aplicaba con mano de hierro la Kulturkampf [lucha cultural] anticatólica y muchas congregaciones religiosas habían sido suprimidas.


"Rezad el rosario todos los días"
El 27 de junio de 1877, la niña Justina Szafrinski, de 13 años, venía de examinarse de catecismo con vistas a su Primera Comunión cuando, junto a un árbol cercano a la iglesia del pueblo, vio a la Virgen María.

Desconfiando de lo que había sucedido, al día siguiente regresó al lugar junto con su amiga Bárbara Samulowska, de 12 años. Empezaron a rezar el Rosario, y entonces recibieron de nuevo la sobrenatural visita, con quien mantuvieron un breve diálogo:

-¿Quién sois?
-Soy la Inmaculada Concepción.
-¿Y qué desea la Madre de Dios?
-Que recéis el rosario todos los días.

Desde ese día y hasta el 16 de septiembre, las niñas, hijas de campesinos, vieron a Nuestra Señora numerosas veces, y de formas muy distintas: sentada en un trono rodeada de ángeles, o sobre una nube con el rostro radiante, o con una corona sobre la cabeza y el Niño Jesús en los brazos.

Se conoce poco sobre lo que les dijo la Virgen. Las niñas fueron apoyadas por el párroco, Agustín Weichsel, que comprendió la sobrenaturalidad de lo que las pequeñas le contaban y autorizó una peregrinación. En sucesivas visiones, Justina y Bárbara le pidieron la curación de alguna persona enferma y le preguntaron cuándo cesarían los impedimentos administrativos que mantenían muchas iglesias de la zona sin sacerdote.

La Virgen siempre respondió que había que rezar el rosario "con devoción" pidiendo esos favores, y que entonces tendrían lugar las curaciones (lo que sucedió el 8 de septiembre) y llegaría el final de la opresión religiosa, lo que tuvo lugar en breve, cuando varias parroquias pudieron finalmente recibir su párroco.

Una devoción imparable
En las semanas posteriores, el obispo de Warmia y futuro cardenal, Filip Krementz, ordenó una investigación que incluyó el interrogatorio de las niñas, y que concluyó que no parecía haber fraude ni obtenían las niñas o sus familias beneficio alguno del relato de los hechos y de las peregrinaciones, cada vez más numerosas, que llegaban hasta Gietrzwald.

Y que tendrían en el fraile capuchino Honorato de Biala (en el siglo, Wenceslao Kozminski, 18291916), beatificado por San Juan Pablo II en 1988, uno de sus grandes propagadores.

Aun sin recibir aún una aprobación oficial, la aldea y el santuario que se construyó allí para las celebraciones se convirtieron en un gran centro mariano de Polonia, a donde llegaban fieles incluso de Lituania y Rusia.

En toda la región de Warmia la devoción a la Virgen de Czestochowa ya era muy intensa, y de hecho había en la iglesia del pueblo una reproducción suya que desde un siglo antes ya atraía peregrinos.

En 1967, el cardenal Stefan Wyszynski honró allí a Nuestra Señora, y finalmente el 11 de septiembre de 1977 el obispo de Warmia, Josef Drzazga, otorgó reconocimiento canónico a las apariciones en presencia del cardenal arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla. Quien ya como Papa, en 2002, con motivo del 125º aniversario de las apariciones, envió una carta al santuario agradeciendo a la Virgen su protección maternal sobre los cristianos.

La web del santuario hoy es sanktuariummaryjne.pl.

Discreción y vida religiosa activa
En cuanto a las videntes, pasados unos años y alcanzada la edad apropiada ingresaron como Hijas de la Caridad, iniciando su noviciado en 1884 en la casa madre de París. Justina dejó una honda huella espiritual en la casa de formación. En cuanto a Bárbara, adoptó el nombre de Hermana Stanislava y tras once años en la capital francesa fue destinada a la misión en Guatemala, donde murió en 1950.

A pesar de ser una aparición y una devoción muy conocidas en Polonia, fuera no lo son tanto... hasta ahora. Será un fruto más de la JMJ de Cracovia. Sobre todo, con su mensaje único, casi unívoco, insistente, coincidente con Lourdes y Fátima pero como si fuese su lema específico: "Rezad el rosario todos los días".

C.L. ReL
(Artículo publicado originariamente en el portal de noticias marianas www.carifilii.es)

Vea también    Las 15 promesas de la Virgen María
a quienes recen el Rosario


















No hay comentarios:

Publicar un comentario