martes, 21 de julio de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: En tu corazón

Es como si conversara contigo...                                                                                 

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'



1443. 7 de junio.
Yo no acabo de hablarte; entonces, espero que tú no te canses de escucharme. El contenido más íntimo del corazón se transmite como gota a gota, cada una de las cuales tiene un valor capital y ninguna reemplaza a otra.
Y así como Yo te doy Mis Secretos, así espero los tuyos. Sí, ya sé cuál es tu gran confidencia: 'Señor, no te amo como yo querría, dame manera de amarte más'. Este sufrimiento por no amarme mejor, ofrécemelo como homenaje directo de tu corazón. No te canses, Yo curaré tu pobrecito sufrimiento. Te lo curaré quizás con otro más grande, pero éste tendrá en sí una como herida de dulzura que te es todavía desconocida.
'Llaga deliciosa’ dicen los que la han experimentado, ¿Y no Me has pedido tú este dardo de serafín?
Yo:  Señor, no me hagas morir sin que ese dardo me haya atravesado.
El: Para obtenerlo, humíllate. Sacrifícate. Que tu mirada no se aparte de la Mía. El servidor está atento a las manos del Maestro. Entra en Mi Pensamiento tan hondo como puedas. A fuerza de acercarte al Amor, el Amor te fundirá.
1441. 9 de junio de 1945.
Yo miraba unas grandes nubes blancas en el cielo azul y Le decía a Jesús:
¿En dónde estás, mí Señor?
El me respondió con viveza: En tu corazón.
ReL

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