lunes, 20 de julio de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Establécete en Mi Misericordia

Es como si conversara contigo...                                                                                   

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1442. 31 de mayo de 1945. Hora Santa.
Yo entraba a la iglesia en traje de casa y me disculpaba.
Me dijo: Pero si lo que busco es vuestra intimidad. Estar siempre con vosotros, como quiera que os encontréis. Estar, sobre todo, en el pensamiento habitual de vuestros corazones, Mis fieles amigos, para consolarme de los que no se acuerdan de Mí sino para insultarme. Desgraciadamente, de esos hay muchos; tú no puedes saber cuántos.
Comprende entonces Mi Gozo cuando encuentro un cariño delicado que Me ofrece un asilo... iba a decir 'de protección'. . . ¡Oh, imágenes Mías, que tratáis de devolverme lo que Yo os he dado: la Vida! Sí, es la Vida lo que Me gusta encontrar en vosotros. Intensifica siempre tu vida interior. Me pertenece; no Me prives de ella jamás. Pídeme ayuda y Yo te diré las palabras que debes decirme. Dichas por ti serán un encanto consolador. ¿No has deseado convertirte Mi consoladora?
Yo. Señor, ¡cómo me has colmado desde esta mañana!
El: Es Mi Fiesta de Corpus y para Mí la Fiesta consiste en dar. Y es Mi preferida entre las fiestas de Amor. Establécete para siempre en Mi Misericordia. Hasta ahora la conocías, la observabas, pero no te atrevías a vivir en Ella y de Ella.
Que sea Ella tu morada, amiga Mía.
Lejos de lastimar la humildad, darás así un testimonio de confianza que honrará al Amor.
¡Cuánto más a gusto te sentirás con la certeza de agradarme! Será un encanto nuevo con que se adornará tu cariño. Y puesto que deseas complacerme, piensa seguido: 'Me ama hasta el punto de entregarse por mí.  Y es siempre algo nuevo, Mi Gabriela; la Misa lo repite cada mañana. Y aun amando con todas tus fuerzas acrecentadas, te sentirás muy pequeña; porque mientras más se ama, más la Verdad se aclara.
ReL

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