miércoles, 8 de julio de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Encanta al Encantador

Es como si conversara contigo...                                                                  

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1419. 11 de enero. Hora Santa.
En la casa cubierta por la nieve, yo Le decía: Trato, mi Amor, de estar cerca de Ti, pero no es lo mismo que en la iglesia.
El: No es lo mismo que en la iglesia, pero aquí también tienes la Presencia de Dios: como la lamparita que vela tu vida. Si lo crees firmemente, ¡qué consuelo para ti y para Mí!
Tú te sientes apenada si estás junto a alguien que no te hace caso, especialmente si lo buscas por amor. Yo Soy todo Amor; cuando Me hieren, hieren al Amor, ¿no es ésta la peor de las heridas?
Vosotros que sois Mis íntimos, no seáis nunca así. Y para hablarme no uséis sino esa clase de palabras que encantan al Amor; después de todo, la manera de expresarse tiene su importancia en una conversación.
Y cuando el Interlocutor es Dios, ¿cómo podrían no escogerse en la dulzura las palabras más generosas y más definitivas de celo y de cariño? ¡Las expresiones que tú usaría si vieras Mi Rostro!
Por esto te digo con tanta frecuencia que no temas exagerar las demostraciones de amor; Yo no tuve miedo de propasarme. Ahora tú vives en el tiempo en que te es posible amar libremente y encantar a tu Dios. Es cosa que debes hacer ahora, ¡no la dejes para después! Encanta al Encantador.
ReL


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