jueves, 23 de julio de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Todo se embellece cuando lo toca el Amor

Es como si conversara contigo...                                                                               

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'



1449. 2 de julio.
Yo:  Señor, haz que cada una de mis visitas le traiga al prójimo alegría y paz. Pero,
¿seré lo suficientemente pura?
El me contestó: ¿Quién es puro? No hay sino pecadores y purificados. ¡Ay de aquéllos que se enorgullecen de no sucumbir a una tentación que no los asalta!
1450. 5 de julio. Hora Santa.
Sí, hija. Piérdete en Mí y no te vuelvas a encontrar. Yo sabré bien guardarte si te entregas a Mí.
¿Sabes lo que es entregarte y lo que es servirme? Un buen servidor piensa siempre en el bien de su amo; le gustaría aumentar su fortuna, si le fuera posible; se enorgullece de su reputación, pues lo ama hasta el olvido de sí.
Yo no os llamo ya Mis servidores, sino Mis amigos. ¡Cuáles tienen que ser, entonces, vuestros sentimientos de confusión, de gozo, de Esperanza en este Amigo rico e incomparable! Pues se diría que no quiso ser rico sino para daros y haceros favores. Y si tú estuviste contenta esta mañana cuando regalaste un objeto al templo, piensa en Mi Alegría cuando veo que por Mis Méritos vuestras almas se enriquecen. Porque todo se embellece cuando lo toca el Amor.
ReL

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