sábado, 14 de marzo de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: La Hostia te escucha

Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1271. 30 de septiembre. Iglesia de Ingrandes. "En la Hostia Mi Corazón palpita como palpitaba cuando vivía Yo sobre la Tierra, como palpita ahora en el Cielo. Cristo no tiene sino un solo Corazón, porque Cristo es Uno. ¡Ya ves lo solo que estoy en una iglesia vacía! Consuélame creyendo firmemente en Mi Presencia. Yo preveía estas soledades y, sin embargo, instituí Mi Sacramento. Por una sola alma lo habría Yo instituido. Una sola alma hubiera podido gustarla. . .
Conversa con la Hostia como con tu más dulce íntimo. La Hostia te escucha. Ensánchate, pues, bien segura puedes estar de que eres muy amada. Descansa. Deja la Tierra, entra en el Espíritu, déjame arrebatarte. Dime que estás impaciente por alcanzarme, ofréceme tu fidelidad. Tú Me perteneces: ¿Cómo podrías ya ser tuya? ¿No te sientes feliz de pertenecerme? Date. Date siempre más y con mayor frecuencia. Alarga tus impulsos. Y date a Mí dándote a tus hermanos."
Yo estaba distraída y Le dije: "Ya lo ves, Jesús mío, cómo mi pensamiento se me escapa a todos lados." Me contestó: "Si así es, dímelo y humíllate. Estás segura sobre Mi Corazón. ¡Si se supiera cuánta es la fuerza de la humildad! Recuerda que en el infierno hay vírgenes, pero no almas humildes."
Y como yo me disculpaba de tenerle siempre que decir las mismas cosas, me dijo:"Eso no importa, si el que se disculpa es el amor."

ReL

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