Son tiempos de confinamiento, tiempos de soledad para muchos, de dolor para otros. Tiempos para mirar hacia adentro, para rezar, para meditar. Busca un lugar en tu casa para recogerte y convierte tu hogar en una “iglesia doméstica”. Aquí algunas ideas
para crear un espacio en casa dedicado a la oración.
para crear un espacio en casa dedicado a la oración.
Para afrontar estos tiempos difíciles, esta prueba a la que nos somete el coronavirus, son muchas las familias que están recurriendo más que nunca a la oración. Padrenuestros, rosarios, novenas… Ante esta situación y dado que no podemos salir de casa ni visitar una iglesia, conviene buscar un lugar en nuestro hogar para establecer en él un clima de oración. En Aleteia queremos animarte a establecer un rincón de oración.
Como su nombre indica, se trata de instalar un lugar para rezar. Escoge bien el lugar cuyo tamaño varía en función de las características de la vivienda y la familia: desde una estantería, pasando por un armario grande o una despensa hasta una pequeña habitación, un trastero, un desván…
Este rincón de oración formará parte de la casa, instalado de forma permanente. No se trata pues de colocar para el tiempo de oración un icono y una vela que después se retira. La permanencia de ese lugar en la casa recuerda a todos, a lo largo del día, el papel de la oración en nuestra vida, su importancia vital.
Un padre nos contó que, en su casa, el rincón de oración está en el salón y que ahí una lamparilla está permanentemente encendida delante del icono, tal como hacen los cristianos de países orientales. Sus hijos le han dicho que cuando se levantan por la noche y pasan por delante, la luz les recuerda la presencia de Dios y los tranquiliza.
El rincón de oración facilita el recogimiento. Llama a la oración. Es también una potente herramienta para la catequesis familiar aunque no está exclusivamente reservado a la oración colectiva porque cada uno y de forma individual podrá tener allí la calma y el silencio necesario para encontrar a Dios durante el día.
Encuentra inspiración en estos rincones de oración
¿Cómo crear nuestro rincón de oración?
Será nuestro rincón, el de nuestra familia, tan único como ella lo es. No se parecerá a ningún otro y formará parte de las tradiciones y de los tesoros de la familia.
¿Dónde instalar un rincón de oración?
El primer paso es elegir la ubicación del rincón de oración. A veces se tantea un poco, se prueba en un lugar y luego en otro antes de encontrar el mejor. La evolución de la familia, los deseos de los niños también pueden llevar al cambio. Incluso en las viviendas pequeñas, existen varias posibilidades y hay que saber que existe un lugar ideal en sí mismo: el rincón de oración puede estar en el vestíbulo tanto como en la cocina, en la habitación de los niños tanto como en el salón. Sin embargo, se pueden identificar algunos criterios de selección:
- Que haya espacio suficiente para que toda la familia se reúna (con espacio extra para invitados ocasionales).
- Que sea un lugar que favorezca la calma, que no distraiga la atención. Si se instala delante de una ventana que da a la calle, el ruido y la animación del exterior pueden impedir el recogimiento.
- Que sea lo más estético posible… o que pueda llegar a serlo. Evite la proximidad del cubo de basura o del cesto de ropa sucia.
- Que podamos pasar delante con frecuencia durante el día, que no sea relegado a un lugar al que nadie nunca va.
- Y que al mismo tiempo esté lo suficientemente aislado para que podamos ir a rezar a solas. Sabemos que este último criterio puede resultar difícil de cumplir en hogares no muy grandes donde viven cinco o seis personas. Esto puede dificultar la educación para la oración personal pero no debe desanimarnos. Nos corresponde a cada uno de nosotros inventar una vida familiar que permita a cada niño (y a sus padres) encontrar momentos de calma y soledad durante el día para respirar, encontrarse a sí mismo y rezar.
¿Qué colocar en un rincón de oración?
Una vez elegido, el “rincón” queda por concretar lo que allí colocaremos.
- Un crucifijo
- Una imagen de la Virgen María: una escultura, un cuadro o un icono. Es muy importante no elegir esta imagen o estatua de forma aleatoria sino una advocación de María a la que nuestra familia tenga especial devoción. También se ha de tener en cuenta la belleza. Es esencial que el niño asocie muy pronto Dios a la belleza. Por lo tanto, es recomendable evitar las imágenes oscuras o feas, tanto como las reproducciones de mala calidad.
- Vela(s): otro elemento importante del rincón de oración cuya llama nos recuerda el amor de Dios, el fuego del Espíritu Santo, y la luz de Cristo que nos guía. Algunas familias encienden tres velas: una por cada persona de la Santísima Trinidad. Otras encienden tantas velas como miembros de la familia: cada uno la suya y cuando faltan personas sus velas están ahí para representarlas. Durante el Adviento o la Cuaresma, el número de velas puede aumentar de semana en semana. En la fecha aniversario de su bautismo, los niños también pueden encender su vela, si llegan a conservarla.
- Flores (reales e artificiales). Las plantas traen vida y alegría. Los niños también estarán encantados decorar con flores rincón de oración.
- Mensajes y peticiones de oración: Un tablero de corcho en el que colgar las peticiones de oración escritas puede ser muy útil. Algunas familias también utilizar tarjetas que pegan con whasi tape a la pared. En este tablón se podrán colgar dibujos infantiles, frases del Evangelio (del día o del domingo), fotos de personas por las que rezamos especialmente (por ejemplo los ahijados), etcétera.
- Una moqueta gruesa o una alfombra favorecerá el recogimiento y el confort.
- Una buena iluminación
- Una pequeña estantería con libros y cuadernos de oración
- Cojines, taburetes o pequeños bancos
- Un altavoz Bluetooth para escuchar música espiritual
- Y aquellas cosas que nos animen a acercarnos a Dios
¡Tan solo nos queda ir a rezar allí!
Christine Ponsard, Edifa, Aleteia
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