1274. 20 de octubre. Iglesia de Ingrandes. "Cuando estoy en tu casa estoy en la Mía. Arregla pues bien tu casa, para nosotros dos.
"Ten la impresión de que nunca Me dejas. Tu actitud y tu comportamiento mejorarán con ello.
Con sólo decirte a ti misma: 'Jesús está aquí', te quedas inmóvil, a la escucha. Haz esto con amor, no con temor; pues ya sabes que uno de los nombres que se da a tu Jesús es el de Cor-dero, pobre Cordero de Dios. ¿No amas acaso este nombre que Yo Me doy? Te recuerda la Dulzura de Mi Corazón, que es dulce y humilde. Y como tu debes parecerte a Mí ante la Mirada del Padre, aplícate al ejercicio de estas dos virtudes. Recuerda que debes siempre subir y que no se sube Sin pena. Ya sabes que Yo ayudo siempre a los que cuentan conmigo y no se apoyan en sí mismos.
"Ten la impresión de que nunca Me dejas. Tu actitud y tu comportamiento mejorarán con ello.
Con sólo decirte a ti misma: 'Jesús está aquí', te quedas inmóvil, a la escucha. Haz esto con amor, no con temor; pues ya sabes que uno de los nombres que se da a tu Jesús es el de Cor-dero, pobre Cordero de Dios. ¿No amas acaso este nombre que Yo Me doy? Te recuerda la Dulzura de Mi Corazón, que es dulce y humilde. Y como tu debes parecerte a Mí ante la Mirada del Padre, aplícate al ejercicio de estas dos virtudes. Recuerda que debes siempre subir y que no se sube Sin pena. Ya sabes que Yo ayudo siempre a los que cuentan conmigo y no se apoyan en sí mismos.
"Nunca hagas nada tú sola; trabaja conmigo, que Soy tu Esposo, tu Amigo, tu Hermano. Gabriela! No pierdas un solo minuto de amor y encontrarás la Eternidad. Alaba y glorifica a Dios. Únete a esos grandes artistas que son los ángeles y los santos, que eternamente Me cantan en coro. Que tu voz se funda con la de ellos, Yo sabré encontrarla, pues ante Mí todo queda firme y preciso, como un monumento, aun cuando tú lo hayas olvidado.
"Tú recuerdas de cuando en cuando tu vida; pero Yo la conozco minuto por minuto, pues todo Me es presente. Sé atenta a reparar todo aquello con lo cual alguna vez pudiste ofenderme y para esto, ¡ama! siempre y sin interrupción. Como tu respiración, que nunca se detiene. Que tu vida interior tenga siempre esos latidos regulares de amor. ¡Yo sabré corresponderles!"
"Tú recuerdas de cuando en cuando tu vida; pero Yo la conozco minuto por minuto, pues todo Me es presente. Sé atenta a reparar todo aquello con lo cual alguna vez pudiste ofenderme y para esto, ¡ama! siempre y sin interrupción. Como tu respiración, que nunca se detiene. Que tu vida interior tenga siempre esos latidos regulares de amor. ¡Yo sabré corresponderles!"
ReL
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