domingo, 23 de agosto de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Me encargo de tu flaqueza

Es como si conversara contigo...                                                                                                       

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1493. 24 de enero de 1946. Hora Santa.
Yo:  Mi Señor amado, ¡cuánto me gustaría aumentar unos grados en el amor y conseguirte algunas conversiones que Te hicieran, como decimos nosotros sobre la Tierra, 'enloquecer de alegría'!
El: Tienes razón, hija. Me he conducido como si estuviera loco con Mi 'Locura de la Cruz'. Admito que Me he salido de la órbita de la razón humana y ha sido con la esperanza de que algunos, conmovidos por el espectáculo de un Sacrificio tan completo, Me ofrecieran a su vez la totalidad de su ser interior. 
Respondiendo, agradeciendo, continuando.
¿Quieres tú ser de ese número? Dímelo así, para que Yo Me encargue de tu flaqueza. Ve cuan preciosa puede ser tu debilidad, ya que Me atrae. Ya sé que eres débil, pero no necesito de tu fuerza sino más bien de tu abandono.
Entonces, Señor -dije yo- me pongo toda entera en Tus Manos, para tener así el honor de continuarte, ¿qué otra Gracia pudiera ser más grande? Continuar a mi Dios...
El: Pídemelo todas las mañanas. Vuélvemelo a decir por la tarde; y por la noche examina cómo lo hiciste. ¿Verdad que sabes que te escucho? ¿Que te oigo y que te colmo? Sé agradecida. Y examina el estado en que te encuentras. ¿Es el amor lo que guía tus pensamientos, la causa de tus acciones y el pulso de tu corazón?
Comprende que es mucho más dulce vivir para otro que vivir para sí y más cuando ese Otro es Dios. Y puedes estar segura de que el saber que vives para Mí, total y únicamente para Mí, me volvería, como tú lo deseas, Loco de Alegría, con esa alegría inenarrable de la Unión  indefectible cimentada por el Espíritu.
Tr<ñ

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