jueves, 20 de agosto de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Altar de propiciación

Es como si conversara contigo...                                                                                                       

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1483. 7 de diciembre.
Después de la comunión rezaba yo algunas oraciones sin pensar en lo que decía.
El: ¿No estabas hablándole a tu Padre? ¿Cuando te diriges a un interlocutor lo haces
pensando en otra casa? Entonces, cuando digas el 'Padrenuestro' sitúate bien frente a tu Dios y míralo.
Hora Santa.
Dime, hija, que en este momento presente Me ofreces toda tu capacidad de creer, de esperar y de amar; Yo la tomaré. A fuerza de hablarme así, levantarás en ti como un altar de propiciación para ti misma y para los demás. Y será como el arca de Noé, que unía la Tierra con el Ciclo; el hombre y el Hombre-Dios no serán sino una sola figura.
Tú te sientes muy pequeña y muy sola. Pero Noé también se sintió así, pequeño y solo sobre la Tierra. Y sin embargo, por su medio salvó Dios al género humano. El fue como un alma pequeña y perdida entre los pueblos del mundo, pero unida al Hijo de Dios en la plenitud de su buena voluntad; y así llegó a ser, por la divina Misericordia, un instrumento poderoso para la elevación del mundo.
ReL

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