Mary Eberstadt es una de las más influyentes estudiosas de la revolución sexual y de los desastres culturales que implicó para la familia y para la vida, con las epidemias de familias rotas, bebés abortados y adultos inmaduros incapaces de crear familias fuertes. Ella es Senior Research Fellow en el Faith and Reason Institute de Washington D.C. y colaboradora en revistas y periódicos como Los Angeles Times y el Wall Street Journal.
En su ensayo Home-Alone America (2004), Eberstadt ya enumeraba el daño que causa en los niños crecer en familias rotas y sin padre: más índice de depresión, delincuencia y abuso de sustancias, inicio precoz de la actividad sexual con difusión de las enfermedades sexuales, más niños vulnerables al abuso... En Adán y Eva después de la píldora (2012), Mary Eberstadt mostró que en una cultura que aumenta exponencialmente el acceso al sexo, hay menos satisfacción romántica.
Y en Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios (2013), Eberstadt mostraba que la fe y la familia van relacionadas: la fe favorece la edificación de la familia y la crisis de fe la erosiona. Además, el buen estado de una familia alimenta la fe, y el malo dificulta el acceso a Dios.
Esta es la analista que pronunció un discurso a jóvenes activistas provida universitarios en enero de 2020 que luego recogió en la revista First Things con el título "Seis reglas para radicales provida". Su amplitud de visión del momento cultural hace las personas con sensibilidad provida, y sus asociaciones, puedan beneficiarse de estas ideas. Las resumimos a continuación.
Regla 1: acudir siempre que se pueda a la Marcha por la Vida de cada año
En Estados Unidos la Marcha por la Vida atrae cada en Washington, pese a la nieve y el frío de cada enero, a decenas de miles de manifestantes, cada vez más, y cada vez más jóvenes. Además, en años recientes han empezado a organizarse marchas anuales en lugares del país lejos de Washington. Para Eberstadt, se trata de un expositor o espacio público al que no hay que renunciar pese al frío o el cansancio: muchos lo ven, y hace pensar.
Además, al contrario de las marchas provida en España, que no suelen atraer contra-manifestantes abortistas, en EEUU acuden activistas pro-aborto, y el contraste es elocuente: decenas o cientos de miles de jóvenes provida entusiastas y animosos, frente a algunos puñados de activistas abortistas enfadados y de edad avanzada. "El espectáculo es sepulcral: mujeres, muchas de ellas ya sin edad de tener hijos, se manifiestan a favor de aniquilar embarazos que nunca volverán a conocer", señala Eberstadt.
Vídeo de la Marcha por la Vida de enero 2020 en Washinton, en 1 minuto
Ella, que es analista de grandes tendencias sociales, defiende el valor de cada pequeño testimonio. Supo de una mujer que renunció a abortar porque veía a un cura se mantenía en silencio, de rodillas en la nieve, rezando ante su abortorio. "Ese cura de rodillas en la nieve ni me conoce, ni a lo que llevo dentro, pero le importa tanto, a él, un extraño... ¿cómo puedo hacer yo algo así?", pensó la mujer. "Pocas historias así figuran en nuestros registros", admite Eberstadt, pero aún así, dice "un testimonio potencial, un signo humano de contradicción, puede salvar vidas".
La marcha por la vida en Madrid en marzo de 2019, resumida en 1 minuto
Regla 2: Hay que ayudar al necesitado, no sólo antes de que nazca
Los abortistas suelen decir que a los provida sólo les preocupan las personas antes de que nazcan, no después. Es falso, y se demuestra cuando muchas asociaciones provida ofrecen apoyos y cuidados, acompañamiento y recursos, a las jóvenes madres y sus bebés. En España las asociaciones suelen hacerlo a través de RedMadre.
Eberstadt anima a las personas provida a colaborar también en otros servicios generosos que pueden ser muy diversos, para que ninguna persona vulnerable -niños, adolescentes, mayores, personas solas- se encuentre abandonada y sin amparo. "La misma cultura que ha sacralizado el aborto abunda en otras prácticas llenas de crueldad, degradación y decadencia. Debemos combatir esos males que suceden fuera del vientre materno. ¡Sed parte de esa buena lucha!
Regla 3: Buscar aliados, a veces sorprendentes
"No hace falta ser un tomista con carnet para entender una serie de cosas: que vivir es algo bueno, que quitar la vida está mal, que es injusto que el fuerte aplique violencia contra el débil... estas cosas siguen resonando en círculos no religiosos, incluso en la cultura popular y ambientes considerados hostiles a la cultura de la vida", dice la analista, que pone el ejemplo de la canción "River", de 2017, del rapero Eminem, en que un hombre lamenta el aborto de "nuestro niño no nacido".
Eberstadt, estudiosa de la Revolución Sexual y los cambios culturales en nuestra sociedad hedonista y consumista, vaticina: "La incomodidad ante el aborto, incluso en círculos que no son religiosos, sigue palpable hoy, y lo será aún dentro de cincuenta o cien años, por la simple razón de que el corazón humano, sin instrucción, sabe que el aborto está mal".
Por eso vale la pena que los provida busquen aliados que pueden ser muy diversos. Pone el ejemplo de Gandhi, que no era cristiano en absoluto, pero en su oposición a la violencia se oponía también al aborto. Incluso se enfrentó con la gran jerarca abortista, Margaret Sanger, la fundadora de la patronal abortista Planned Parenthood, cuando ella acudió a la India a predicar a los indios que tuvieran menos bebés. "Gandhi pacientemente le explicó que no todo el mundo piensa que sea un problema que haya más gente marrón en el mundo, especialmente entre la gente marrón. Gandhi sigue siendo un modelo de cómo actuar desde la oposición y nunca perder el terreno elevado".
Regla 4. Usar la moralidad del movimiento por el bienestar animal
Eberstadt es vegetariana (aunque no cree que ser vegetariano sea moralmente exigible) y lleva años estudiando conexiones que debería haber entre el movimiento a favor de los animales y el movimiento provida. Distingue entre el movimiento por los "derechos" de los animales ("filosóficamente problemático", dice) y el movimiento que pide simplemente un trato justo, moral, a los animales, "que es, potencialmente, amigo de la causa provida".
La conexión se puede hacer, dice, desde la ciencia: cuanto más investigamos a los animales, más vemos que se parecen a nosotros en organización social, formas de aprendizaje, etc...
Para personas que nunca se han dedicado a pensar sobre el aborto, puede ser bueno plantearles algunos temas. Por ejemplo, que quien se opone a hacer experimentos horrendos con animales, y crías de animales, ¿cómo puede permitir que se practiquen abortos con crías humanas? "Si los científicos se dedicaran a abortar bebés elefante, delfines o gorilas, la indignación de la especie Homo Sapiens sería prodigiosa", dice Eberstadt. "Al invocar el paralelo del bienestar animal, animamos a nuestros compañeros humanos a ampliar su corazón, no a empequeñecerlo".
(Con todo, esta vía tiene sus límites: en 2008, el entonces líder en Cataluña del partido de izquierda abortista ICV, Joan Herrera, preguntado por un digital católico, respondió: "Estaríamos también de acuerdo con que los simios tuvieran derecho a abortar libremente como lo estamos con las mujeres").
Regla 5. Entre los aliados, buscar al movimiento a favor del medio ambiente
Hay una rama absurda del movimiento por el medio ambiente que dice que los humanos "son" el problema, que las mujeres no deberían tener hijos y que cada bebé que nace es culpable de aumentar la "huella de carbón colectiva". A esto, Eberstadt responde que "sólo la humanidad puede gestionar los problemas medioambientales", porque los otros animales no van a poder. "Los científicos que la humanidad necesita en el futuro van a salir de entre nosotros, matarlos en el vientre materno no va a ayudar", escribe la autora.
"El verdadero ecologismo y medioambientalismo, el interés real en lo orgánico, lo local, lo no polucionado, el esfuerzo por vivir pacíficamente en el orden natural, no es enemigo de los amigos de la vida. De hecho, es un compañero de viaje potencial. Deberíamos esperar que cuando el medioambientalismo actual, misántropo, milenarista, finalmente quede exhausto por su anti-antro-antropología , sea reemplazado por una versión más consistente de preocupación por el medio ambiente, una en que el ecosistema humano recupere su lugar en el centro".
Regla 6. Jugar bien la carta de la mujer: el feminicidio prenatal
En realidad, el "aborto a petición" es sexista. Es perfectamente legal en EEUU o en España matar fetos femeninos sólo por ser femeninos. Es el feminicidio prenatal. Allí donde hay sonogramas y se detecta el sexo del bebé, suele haber preferencia por los hijos varones.
Al abortista se le puede preguntar: "¿es moralmente defendible el aborto en base al sexo del bebé? Si lo es, ¿por qué? Si el aborto a petición es pro-mujer, ¿cómo encaja con la realidad de que elimine de la existencia a tantas mujeres? ¿No refuerza eso la dominación masculina? ¿De verdad el feminismo no debería hablar sobre la violencia doméstica en el útero, cometida desproporcionadamente contra hembras no nacidas?"
Más consejos: al menos, no callar ni transigir en las mentiras
Eberstadt señala que "no existe el imperativo moral de acudir a todas las batallas todas las veces". Cada uno ha de elegir en qué batallas se implica.
Pero sí hay "una obligación sobre todas: rehusar a participar en las mentiras de otras personas, negar a esas mentiras ni un puntito de credibilidad (y aquí saludo a Aleksandr Solzhenitsyn)", dice la autora, refiriéndose al disidente ruso, preso por el régimen soviético y autor de Archipiélago Gulag. "Esta cuestión es materia de juicio prudencial".
Un consejo de John Waters: que se vea la fealdad del aborto
A raíz del artículo de Eberstadt, escribió también el columnista cultural irlandés (y retornado a la fe tras muchos años lejos de ella) John Waters. En su artículo en First Things, Waters considera primordial (su "regla número 7") dejar claro, bien visible, la fealdad, crueldad y daño del aborto en todas sus fases.
Eso afecta, por ejemplo, a las personas provida que rezan o dan consejos junto a los abortorios. En varios países, incluyendo España, se debate si limitar su presencia en la calle.
"¿Por qué quieren acabar con los rescatadores? Porque vemos cosas que los abortorios no quieren que veamos", decían los Rescatadores Juan Pablo II de Madrid. Cadáveres de mujeres que salen en bolsa. Prostitutas embarazadas forzadas a abortar por su chulo o su 'mami'. Chicas presionadas por sus mayores o novios. O menores embarazadas por abusadores adultos. Y el abortorio, por supuesto, no ve nada: sólo quiere facturar. La visibilidad es importante.
John Waters, periodista, critica la invisibilización del feto y
los debates abstractos que la gente no entendiende
los debates abstractos que la gente no entendiende
A partir de lo que vio en el reciente referéndum sobre el aborto que legalizó la práctica en Irlanda, John Waters denuncia que los abortistas "construyeron una cultura de eufemismos y evasivas, vigilados con conceptos de buen gusto y modales, que, en el fondo muestra lo que los promotores del aborto pretenden esconder. Su mayor éxito ha sido presentar el aborto como un 'procedimiento-rutinario' para 'salvar vidas de mujeres'", denuncia.
Waters insiste en que el niño por nacer merece ser visibilizado, merece generar emociones, empatía, simpatía, sentimientos de protección. Su destrucción también debe generar indignación. Denuncia que el "debate" en Irlanda en 2018 los portavoces provida hacían demasiados "argumentos abstractos, teóricos y académicos", sin lograr dar esa visualidad.
Esa visualización se puede hacer con dibujos, esquemas, modelos 3D (en España se hizo famoso el bebé Aído -así se llamaba la ministra socialista que ampliaba en aborto en el gobierno Zapatero-, reproducción a tamaño real de un feto de 12 semanas).
Una forma de hacer visible a la primera víctima del aborto, que suele mantenerse invisible
Un médico explica como se hace un aborto;
sin imágenes sangrientas, se ayuda de varios objetos
sin imágenes sangrientas, se ayuda de varios objetos
Waters defiende también las fotografías de abortos reales con sangre, que la policía irlandesa confiscaba en las calles de 2018 aunque no había leyes contra ellas. "Como periodista, he estado en muchos escenarios de autopsias y cuerpos de personas asesinadas. No son fáciles de ver. Pero, a menudo, para aprender de un caso, es vital que no dejes que la escrupulosidad interfiera en la comprensión. Y esto se aplica a periodistas y a legisladores".
Sin embargo, otros autores provida señalan que las fotos ensangrentadas de abortos pueden ser contraproducentes en varios casos. En su popular blog, Jennifer Fulwiler, activista pro vida católica que hasta 2007 era atea y durante mucho tiempo había sido proaborto, prefiere que no se enseñen fotos explícitas de abortos si no es cumpliendo 4 condiciones:
"1) Dejar que la persona elija si ver esas imágenes, no imponérselas
2) Dejar claro que estamos mirando un ser humano
3) Fotos en un contexto amigable, no hostil o recriminador
4) Después de las fotos, ofrecer apoyo y acción"
"1) Dejar que la persona elija si ver esas imágenes, no imponérselas
2) Dejar claro que estamos mirando un ser humano
3) Fotos en un contexto amigable, no hostil o recriminador
4) Después de las fotos, ofrecer apoyo y acción"
JPL-ReL
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