Monseñor Zhu no sólo sobrevivió a la cárcel y a los campos de trabajo sino que además se contagió de coronavirus y superó la enfermedad. |
La naturaleza dictatorial de China y la falta de libertad religiosa quedó patente de manera clara este sábado con el anuncio del fallecimiento de tres obispos chinos fieles a Roma y que durante años estuvieron en la cárcel o en campos de trabajo. Sus muertes se han producido durante estos últimos meses.
Roma informó este sábado 23 de mayo de la muerte de tres obispos chinos que se distinguieron por su gran amor y fidelidad a la Iglesia, y que estuvieron encarcelados o en campos de trabajo forzoso a causa de esto.
Se trata de ancianos obispos que en vida sufrieron graves padecimientos por amor a Cristo y a su Iglesia. Sus nombres eran Andrea Jin Daoyuan (90 años), Ma Zhongmu Nel (101 años), Joseph Zhu Baoyu (99 años).
El 20 de noviembre de 2019 falleció monseñor Andrea Jin Daoyuan, obispo ‘sin jurisdicción’ de la diócesis de Changzhi/Luan, en Shanxi, en China continental. Nació en junio de 1929, fue ordenado sacerdote en Pekín en 1956. Poco después de ser ordenado y en plena persecución comunista contra la Iglesia fiel a Roma fue arrestado y pasó casi trece años en la cárcel.
“Es recordado como pastor devoto y celoso para con su pueblo. Se dedicó en particular a la pastoral vocacional. Al mismo tiempo Mons. Andrea Jin Daoyuan se dedicó personalmente a la construcción de distintos lugares de culto en la diócesis de Changzhi/Luan. Sus funerales se realizaron el 26 de noviembre con la participación de la comunidad católica local”, informa la agencia Fides.
El segundo obispo fallecido es Ma Zhongmu Nel, que falleció en marzo con 101 años. Era obispo emérito de Yinchuan/Ningxia, nunca fue reconocido por el régimen chino y ha sido hasta ahora el único obispo chino de origen mongol.
Fue un obispo no oficial desde 1983 a 2005. Desde 1958 a 1969 fue obligado a trabajos forzados por no someterse a la Asociación patriótica. Desde 1969 a 1979 trabajó como obrero en un depósito de agua. Tradujo el Misal romano en lengua mongol, pero no recibió la aprobación porque en el Vaticano nadie conocía la lengua mongol.
En el 2004 la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en el Vaticano le envió una cruz pectoral como signo de reconocimiento y comunión. Un año después dejó el gobierno pastoral y, con ayuda de los fieles, se dedicó a traducir al mongol el Nuevo Testamento y el Misal Romano.
El tercero de los obispos es Joseph Zhu Baoyu, fallecido este mes de mayo a los 99 años. Fue ordenado sacerdote en 1957 y en 1995 fue nombrado obispo en Nanyang. Miembro de la Iglesia subterránea estuvo muchos años en la cárcel y en campos de reeducación.
Una vez ya retirado, Monseñor Zhu fue reconocido por el Gobierno chino. Mons. Zhu fue diagnosticado el 3 de febrero con el COVID-19 y logró vencer al virus.
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