viernes, 7 de febrero de 2020

Cómo conseguir que tu hijo te obedezca

Ideas prácticas para que los niños obedezcan a la primera y lo hagan con alegría.
CLEAN

Los niños están en el mejor momento para aprender valores y crecer en hábitos. 
Educar es un reto apasionante. Como padres, sabéis que la educación se logra día a día, con momentos divertidos e ilusionantes y también en las ocasiones en que el niño está rebelde.
Con la obediencia, los hijos aprenden a escuchar y atender lo que dicen los mayores: eso no solo sirve para los padres sino también para toda la familia y para los profesores en el colegio.

Crecerán en responsabilidad

Al mismo tiempo, al enseñarles a obedecer, podéis hacerles crecer en autonomía y en responsabilidad. Aprenden a razonar, a argumentar por qué deben obedecer y a agradecer que los padres les vayáis indicando el mejor camino para ser grandes personas.
¿Cómo lograr que los hijos sean obedientes y que valoren la obediencia como un valor positivo en su vida? ¿Cómo hacer que obedezcan con alegría, en casa y en la escuela?
Comienza con estos tips prácticos:

Ideas prácticas para que los niños obedezcan a la primera y lo hagan con alegría.

ESCUCHAR HASTA EL FINAL CON ATENCIÓN.

MIRAR CON ATENCIÓN A LA PERSONA QUE HABLA.




BACK TO SCHOOL
By Alexander_Safonov | Shutterstock
La obediencia les ayuda a ganar en autonomía y responsabilidad.

PONER BUENA CARA AL OBEDECER.

HACER A LA PRIMERA LO QUE ME MANDAN.

LOS MAYORES QUIEREN LO MEJOR PARA MÍ, POR ESO HE DE HACERLES CASO.




PARENTING
Shutterstock | LightField Studios
Recuérdales que deben mirar a los ojos a quien habla.

LEVANTARME CON PRONTITUD POR LA MAÑANA CUANDO ME DESPIERTAN.

ACOSTARME POR LA NOCHE CON PUNTUALIDAD.

REALIZAR ALGÚN ENCARGO QUE CONTRIBUYA A FACILITAR LA AYUDA EN CASA.




PARENTING
Shutterstock | New Africa
La obediencia en casa repercute en el modo en que los niños se comportan en la escuela.

DEJAR DE JUGAR O DE VER LA TELEVISIÓN O LA TABLET EN EL MOMENTO PREVISTO, O CUANDO SE LO INDIQUEN.

EVITAR LAS EXCUSAS (ES QUE....).

 Dolors Massot, Aleteia




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