jueves, 13 de febrero de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: No vivas sino para morir

Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1203. 8 de enero. En Ancenis. Contemplando la agonía de mi hermana, yo pensaba en Su Agonía. "La Mía era más violenta; era preciso que Cristo sufriera más que nadie sobre la Tierra. Poned vuestras agonías en la Mía y dadme vuestra confianza. Considerad la inmensidad de Mis Dolores y la ausencia de toda consolación: Ya ves a tu hermana, que está tan contenta de haber recibido la Extrema Unción, el santo Viático y la última absolución. Yo Soy su Alegría. Tú ¿no tratarás de consolarme en agradecimiento de lo que hago por los tuyos? Que tu corazón se abra y Me ame con toda simplicidad."
1204. 10 de enero. Nantes. En la iglesia de Nuestra Señora de los Torrentes. "Hace ya tanto tiempo que tú Me pedías torrentes de Gracias espirituales, y temporales. Creo haberte respondido más allá de lo que esperabas. Ten pues grande confianza en Mí, pequeña hija Mía. De Mí puedes esperarlo todo: Soy tu gran Amigo. Dame seguido el alma de tu buena hermana, sabiendo que Me causas un placer. Ya sabes cuánto amo a las almas y cuánta prisa Me corre el llegar con ellas a la Unión.
"Prepárate. No vivas sino para morir. Y hay que trabajar sobre el amor, porque hay que morir de amor. Y son los frecuentes actos de amor los que resanan las faltas en que has incurrido y que te afligen.
"¡Hija querida! Trátame como a un Amante al que en verdad se ama, mientras vives todavía en el tiempo; porque pronto viene la Eternidad. En Ella ya no se puede merecer y son los méritos los que Me alegran. Haz que Yo sea amado de todos, pero especialmente de los pecadores. Y hazte amable tú misma por amor de Mi Amor. Ya sabéis que lo que al prójimo se hace, a Mí se Me hace."
ReL


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