
'Mirarán al que traspasaron. Historia de la espiritualidad del Corazón de Cristo' se presentó el 18 de junio en la parroquia del Buen Suceso de Madrid. De izquierda a derecha en la foto: Pablo Cervera (coautor), José Francisco Serrano Oceja, Manuel Vargas, Miguel Ángel Velasco y Javier Pueyo (coautor).
La portada de "Mirarán al que traspasaron". Historia de la espiritualidad del Corazón de Cristo es la "Santa Reliquia". Así la llaman las carmelitas descalzas del Cerro de los Ángeles. Es el Corazón de Jesús del monumento que fue dinamitado y tiroteado en el año 1936 por los republicanos. Con el tiempo el jesuita Alfonso Torres, director espiritual de Santa Maravillas de Jesús, lo descubrió sepultado en el jardín de las monjas. El Corazón quedó intacto.

Pablo Cervera Barranco y Javier Pueyo Velasco, 'Mirarán al que traspasaron'
La devoción al Corazón de Jesús no surge con Santa Margarita María de Alacoque. Es un desarrollo histórico. Evidentemente, con la santa adquiere una forma concreta, unas prácticas, una publicidad, etc. Pero viene desde el Antiguo Testamento.
Alguno dirá ¿cómo es posible? Pues sí: "Mirarán al que traspasaron" es un anuncio profético que hace el profeta Zacarías sobre el Mesías y que después recoge San Juan al final de su evangelio, como cumplimiento de esa profecía, y a su vez es anuncio de otra proyección histórica.
"Mirarán al que traspasaron" es una proyección histórica que se realiza en la vida de los creyentes y en la vida de la Iglesia. Igual que el Magnificat es una profecía histórica que la Virgen hace de sí misma al decir "bienaventurada me llamarán todas las generaciones". Nosotros cumplimos esa profecía cada vez que rendimos culto a la Virgen. Con el Corazón de Cristo pasa lo mismo: "Mirarán al que traspasaron". Es verdad que ahí y en los evangelios, salvo en Mateo, todavía no se habla de corazón; se habla de costado traspasado, de la interioridad, de las entrañas…. Todo eso es el desarrollo que irá convergiendo y está recogido en el libro.
En él hablamos de "espiritualidad" porque, en el imaginario colectivo, la palabra "devoción" ha perdido toda la riqueza y profundidad del latín (devovere): entrega, consagración, dedicación, ofrecimiento… Hoy, si se habla de devoción, pensamos que es algo añadido, algo superfluo, algo prescindible, algo al arbitrio de cada uno, que se puede o no acoger o escoger.
Al hablar de espiritualidad se está hablando de un constructo o esqueleto de vida cristiana que tiene como eje el Corazón de Cristo, desde el cual se vive toda la vida cristiana.
De hecho, no cabe reducir el Corazón de Jesús a la consagración y la reparación. La vida de los laicos, la vida de los matrimonios, la vida de los consagrados, la vida de los sacerdotes, los sacramentos en la vida de la Iglesia… todo eso puede ser explicado y vivido desde el horizonte del Corazón de Cristo. Encuentro con la persona de Cristo, muerto y resucitado, vivo, donador del Espíritu Santo, que ofrece y entrega su interioridad para que le acojamos en entrega de amor y participemos en el drama de redención que anima su existencia. Ahí está todo….
Por tanto, "Mirarán al que traspasaron". Historia del espiritualidad del Corazón de Cristo es una especie de ensayo de teología espiritual histórico. Esa mirada ("Mirarán") es una mirada infalible, es una mirada que será de todos los tiempos, es una mirada de amor y reparación, es una mirada de fe que encauzará el culto cristiano, una mirada que traerá abundantes frutos de vida cristiana, una mirada que será contemplación del amor divino encarnado…
Pablo Cervera Barranco, ReL
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