
Según Planned Parenthood, el aborto farmacológico 'es como tener un periodo con sangrado muy abundante y con cólicos'. 'Era un niño', dice una madre que recurrió a la píldora abortiva, en un vídeo de Live Action (verlo abajo).
Las últimas semanas han sido trágicas para la vida de los bebés en gestación. En España, donde el aborto, hasta las 14 semanas, está de facto reconocido como un derecho garantizado por los servicios públicos de salud, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, empeñado en que “a España no la reconozca ni la madre que la parió”, ha anunciado que iniciará los trámites para blindar el aborto en la Constitución a fin de consagrar la “libertad y la autonomía” de las mujeres. No contento con esto, el ejecutivo afirmó que quiere impedir que las mujeres que quieran abortar reciban información, que calificó de “falsa”, relacionada con el denominado síndrome postaborto (trastornos, reconocidos por asociaciones médicas y psicológicas, que sufren las mujeres que abortan y que incluyen ansiedad, depresión, insomnio, abuso de drogas o alcohol, conductas suicidas y problemas de pareja). Desafortunadamente, la iniciativa del partido político Vox, recién aprobada por el Partido Popular, que obligaría a proporcionar la información relacionada con dicho síndrome, peligra, pues a algunos líderes de la “derechita cobarde” del PP les parece más importante sumar votos que salvar vidas. Como si el trauma postaborto fuese una invención de fanáticos y no la trágica y angustiosa realidad que viven y testimonian muchas mujeres.
A esto se suma que, al igual que en otros países, en España la cruel y despiadada persecución contra quienes procuran proteger, tanto a la madre como al bebé en gestación ha aumentado. Pues ya no solo se amenaza, acosa e intimida a los activistas provida, sino que, desde la reforma del Código Penal del 2022, se tipificaron como delito las conductas que “puedan considerarse” acoso a las mujeres que acuden a abortar, con lo cual la oración realizada frente a los abortorios puede llegar a ser perseguida bajo dicha tipificación.
Por otro lado, en los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el pasado 2 de octubre una nueva versión genérica de la píldora abortiva mifepristona. Esta es elaborada por la empresa Evita Solutions, la cual tiene como objetivo normalizar el aborto y hacerlo totalmente accesible. Lamentablemente, este objetivo será fácil de lograr, ya que actualmente, en los Estados Unidos, alrededor del 63% de los abortos se realizan por dicho método farmacológico el cual, además de eliminar al bebé en gestación, pone en grave riesgo a las mujeres. Amén de que facilita aún más el aborto debido a que su distribución (en ocasiones vía correo) está poco regulada, lo cual permite a las mujeres eludir las leyes que buscan proteger la vida del neonato.
- Así funciona la píldora abortiva, según explica este vídeo de Life Action: la mifepristona bloquea la acción de la progesterona, lo que rompe el revestimiento del útero y priva de oxígeno y nutrientes al embrión, que muere dentro del vientre de su madre; dos días después, ingiere misoprostol para expulsarlo (el medicamento, según explica la propia Planned Parenthood, "causa cólicos y sangrado para vaciar tu útero").
La autorización de la píldora abortiva no solo es lamentable sino sorpresiva, pues se esperaba que la FDA realizara una revisión exhaustiva de sus efectos adversos, ya que, aun cuando ni éste ni ningún procedimiento abortivo es realmente seguro pues su fin es eliminar al bebé en gestación, estos medicamentos son sumamente perjudiciales para las mujeres. Datos recientes muestran que el 10,93% de las mujeres que han usado mifepristona experimenta sepsis, infección, hemorragia u otro evento adverso grave dentro de los 45 días posteriores al aborto. Por lo que la tasa real de eventos adversos graves tras abortos con mifepristona es al menos 22 veces superior a la cifra resumida de "menos del 0,5%" en los ensayos clínicos informada en la etiqueta del medicamento.
A pesar de esto, más de noventa países han aprobado el uso de mifepristona y, el llamado aborto farmacéutico representa al menos la mitad de todos los abortos en la mayoría de los países de altos ingresos con datos disponibles. Asimismo, la popularización en muchos países de Occidente del método abortivo farmacológico ha jugado un papel clave en el aumento vertiginoso de los abortos en los últimos años. En los Estados Unidos, el último informe anual del gigante del aborto, Planned Parenthood muestra que entre 2023 y 2024 se realizaron un número récord de abortos: más de 402.000. Y en España, en 2024, se realizaron 106.172 abortos, casi el 95% de ellos por decisión voluntaria de la mujer (es decir sin necesidad de alegar ningún motivo “grave”), lo cual representa un incremento de 3.075 casos respecto a 2023. Además, el método farmacológico (administración de pastillas que provocan el aborto) se consolidó como el método predominante en los centros públicos.
El discurso falso pero emotivo y efectista con el que se ha difundido el aborto ha sido extraordinariamente eficaz, pues en Occidente el llamado derecho al aborto está ampliamente aceptado contando con un apoyo de más del 70% en España y del 66% en los Estados Unidos. Pues si bien, la mayor parte de la sociedad se opone al aborto sin límite, la mayoría se opone a la prohibición total del aborto. Y, desafortunadamente, gran parte de la sociedad acepta como lícito el aborto voluntario, es decir, realizado por razones “personales” siempre y cuando se realice en las primeras etapas del embarazo. Olvidamos que, independientemente de que el feto sea diminuto o grande, tenga apenas un par de semanas o nueve meses, haya sido concebido bajo terribles circunstancias o sea deseado, presente alguna anomalía o venga sano, toda vida humana, desde el momento de la concepción, es sagrada, pues ha sido creada a imagen y semejanza de Dios. Por ello, el abominable crimen del aborto debería estar prohibido siempre y sin excepción alguna.
- Natalia cuenta a Live Action su experiencia con la píldora abortiva. Estaba de 7 semanas y esperó otras 3, a ver si durante ese tiempo el padre la apoyaba para tenerlo. Cuando expulsó a su hijo en el retrete... "le vi, no era como tener un periodo intenso, era como un niño; miré abajo y no pude mirar más, porque... realmente era un niño, ¿me entiendes?".
El aborto provocado es un asesinato cruel, frío y alevoso promovido por muchas instituciones y organizaciones internacionales, así como por la mayoría de los gobiernos occidentales los cuales, con la ley en la mano, han convertido el seno materno lugar que debería ser el más apacible y seguro del ser humano, en una potencial zona de crimen. Además, el aborto cambia la vida de la madre, acaba la vida del hijo y destruye los sagrados vínculos familiares. Pues el aborto pone a la madre contra el hijo que alberga en su vientre y al padre contra el hijo que engendró; a la madre contra el padre cuando éste desea tener al bebé y, al padre contra la madre cuando ésta no desea abortar y la presiona a hacerlo.
Mientras sigamos negando la autoridad de Dios y hagamos leyes que contradicen sus más sagrados preceptos seguiremos labrando nuestra propia destrucción. Pues, como nos advierte Alicia von Hildebrand: “La obra diabólica que ha tenido lugar desde la legalización del aborto es que ha destruido, en aquellas trágicas mujeres que han permitido que asesinaran a su hijo, el sentido de la sacralidad de la maternidad. El aborto no solo asesina a los inocentes; asesina espiritualmente a las mujeres... la herida creada en sus almas es tan grande que sólo la gracia de Dios puede sanarla. El alma misma de una mujer está destinada a ser maternal.”
Angèlica Barragàn, ReL
Vea tambièn Derecho del concebido
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