«En mis contratos, siempre firmaba que no besaría a otra mujer», contó a «Nothing Left Unsaid»
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Ruvé Robertson, Rose en la película -junto a Neal en la imagen- interpreta a la fallecida esposa del protagonista.
Neal McDonough es archiconocido en Hollywood por sus papeles en Minority Report, Capitán América: El primer vengador, Banderas de nuestros padres, en la serie Hermanos de sangre o, especialmente, por representar a Malcolm Beck en Yellowstone. Con semejante trayectoria, sorprende que recientemente haya ocupado los grandes titulares tras confesar en el podcast "Nothing Left Unsaid" que “la meca del cine” le puso “en la lista negra” por negarse a participar en escenas besando a ninguna actriz que no fuese su mujer, Ruvé Robertson.
En la entrevista, el actor católico detalló que la decisión de no besar a otra mujer en pantalla ha sido desde siempre una de las clausulas de sus contratos en cada producción. Preguntado por los motivos por los que pasó a engrosar dicha “lista negra”, respondió:
“Siempre había estipulado en mis contratos que no besaría a otra mujer en pantalla. Mi esposa no tenía ningún problema. En realidad, era yo quien tenía el problema. Pensé: 'No quiero que pases por eso. Sé que vamos a empezar a tener hijos, y no quiero que mis hijos pasen por eso'”.
Lo contó recientemente el mismo McDonough a partir del minuto 6:00 del podcast
Nothing Left Unsaid:
Llegado un momento, cuenta el actor, “creí que Hollywood simplemente me había dado la espalda por completo y nunca me volvería a llamar”.
Sin identidad
“No me dejaron formar parte del programa, durante dos años no conseguí trabajo y perdí todo lo imaginable. No solo casas y cosas materiales, sino también mi estilo, serenidad, identidad… todo. Mi identidad era la de actor, y era muy buena. Y cuando la pierdes, [también tú] te pierdes en una espiral descendente”, relata.
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Aquella situación sumió a McDonough en una grave crisis personal: “No se lo desearía a nadie. Ahí fue cuando tuve un gran problema con la bebida porque pensaba que bebiendo sería la única forma de ahogar mis penas y evadirme del mundo”.
Cuando tocó fondo, llegó a un punto de inflexión en el que dejó el alcohol y pudo reencontrarse con su misión, propósito e identidad.
Volviendo a la luz con su conciencia cristiana
"Y entonces Ruvé me dijo que tenía que volver a la iglesia. Solía ir todos los días, también los domingos... Dejé de beber y todo cambió. Literalmente, se despejaron las nubes. La gente me llama, tengo éxito, me vuelvo a querer… Vale, soy hijo de Dios y tengo un trabajo que hacer. Deja de revolcarte en la autocompasión. Sacúdete el polvo y dale duro", pensaba.
La fidelidad a su esposa Ruvé en la gran pantalla nunca escapó de sus coordenadas vitales, siendo el motor de una decisión que ha marcado su carrera hasta hoy, tras más de 20 años de matrimonio y cinco hijos.
Neal McDonough tiene una larga trayectoria en Hollywood, pero siempre intentando ser coherente con su fe católica
Su visión de la fidelidad: predicar con el ejemplo
“Es guapa y todo lo demás palidece comparado con mi esposa Ruvé. Pero, hablando en serio, era algo con lo que nunca me sentí cómodo", confesó en referencia a escenas románticas en la gran pantalla.
Preguntado por Christian Post, McDonough y su esposa Ruvé expresaron al respecto su deseo diario de “hacer las cosas de la mejor forma que cada uno puede, dar gloria a Dios y hacer lo posible por la relación”. El matrimonio “es siempre la prioridad en mi vida”, dijo el actor, que también habló de su concepción de la fidelidad, remarcando la importancia del ejemplo.
“Lo correcto es predicar con el ejemplo y eso es lo que hacemos. Todos cometemos errores, pero todos podemos ser perdonados por Dios. Eso es parte de las grandes cosas de la vida”.
Lo cierto es que, finalmente, si grabó una escena con beso en la gran pantalla. Fue durante el rodaje de su última película, The Last Rodeo, estrenada el pasado mes de mayo de 2025, después de una larga serie de interpretaciones de villanos y antagonistas que no eran sino el reflejo de su crisis interna.
Junto a su esposa en "The last rodeo"
Miniatura del video
La de 2025 se trata de una cinta en la que McDonough interpreta a Joe Wainwright, un excampeón del mundo de rodeo que lo arriesga todo para salvar a su nieto costeándole una cirugía frente a un tumor agresivo. Para ello, participa en una competición de alto riesgo en cuya preparación tendrá la oportunidad de reconciliarse con su pasado y donde entra en juego su esposa, Ruvé, que interpreta en la producción a Rose Wainright, la esposa de Joe.
En una publicación de Angel Studios, productora de la cinta, y de la cuenta de la propia película, El último rodeo -The last rodeo-, McDonough detalla no solo lo que supone la primera escena de un beso en 35 años de carrera como actor, sino que además este sea con su propia esposa.
«El último rodeo» es «una de las mejores películas de fe jamás producidas»: un cine que tiene futuro
“La razón por la que ha sido tan especial para mí es porque, como todo el mundo sabe, nunca he querido besar a otra mujer en escena. Pero ahora he tenido que besar a la única, a mi mejor amiga y al amor de mi vida Ruvé, que interpreta a mi esposa Rose en The last rodeo”, comienza introduciendo el actor, que continúa asombrado tras décadas interpretando en la gran pantalla.
“Tener mi primer beso en pantalla interpretando al héroe y besando a la chica es algo que nunca había hecho, pero que siempre había querido hacer a lo largo de mi carrera. Y ahora lo he hecho. Gracias Angel Studios por permitirme la oportunidad de besar a mi esposa, Ruvé, en una película. Fue simplemente increíble. Gracias, Dios os bendiga y nos vemos en los cines”, concluye el actor.
José María Carrera, ReL
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