lunes, 20 de abril de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Tente tú misma por nada

Es como si conversara contigo...

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1326. 16 de junio. Un jueves, en el campo. 
Gracias, mi Señor, de haber inventado para nosotros el sacramento de la Eucaristía un jueves, hace mucho años.
El: "Pequeña hija de la Santísima Trinidad, Mi Delicadeza infinita preparaba de largo tiempo atrás en Mi Corazón este Don para la Humanidad. Regalo digno de un Dios. ¿Qué podía Yo dar de más íntimo, más rico y más precioso, como no fuera Yo mismo? Cuando tú te des a los otros, ten en el pensamiento a tu gran Amigo y pon en tu relación con los otros la más fina delicadeza. Tente tú misma por nada, inventa alguna manera nueva de dar gusto sin retorno sobre ti misma. Esto es más fácil cuando se Me mira a Mí en el prójimo. Aun cuando él no se parezca a Mí, sin embargo, él Soy Yo. Porque todos son creaturas Mías y son salvos por Mí, si quieren.
Considera en el Evangelio todas Mis Delicadezas de palabra y de acción con Mis amigos y con Mis pecadores, cuando dije: 'Tampoco Yo te condenaré'; '¿Por qué molestáis a esta mujer?'; 'Si tú supieras el Don de Dios'; 'Pedro, he rogado por ti'; 'Si Yo no Me voy, el Consolador no vendrá a vosotros'; 'Amigo, ¿para qué has venido?'; 'Padre, perdónales'; 'Hoy estarás conmigo en el Paraíso.' 
Ya lo ves, en Mis Palabras no había sino Bondad y Amor. ¡Amor! Pídeme por tu prójimo y cuando lo hayas conseguido, verás la diferencia; qué simplicidad, qué riqueza y que irradiación por tu medio. Pídeme el Amor, Soy Yo Quien Lo posee y Lo doy a quien Yo quiero. Pero hay que pedirlo, hay que tomarlo de Mi Corazón. ¿Quieres?"
ReL

No hay comentarios:

Publicar un comentario