martes, 28 de abril de 2020

Estoy a la puerta y llamo: Confiada y en paz

Es como si conversara contigo...   

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'


1337. 7 de octubre En la iglesia de Montrelais.
Yo Le daba gracias por haberme librado del bombardeo.
El: "Sí, dame siempre las gracia Te he dado mucho. Y ahora, si te mandara alguna tribulación, ¿Me darías las gracias? Tendrías que hacerlo, pues Yo todo lo hago para el bien de las almas. No dudes de ello y cree en Mi Amor. Espera en Mi Amor, ama Mi Amor. Si así lo haces, lo recibirás todo como venido de Mí y Yo seré tu único motivo en todo lo que hagas. Si esperas en Mi Amor, ya no contarás más contigo misma y Me esperarás en todas las circunstancias difíciles, pensando que si tú no puedes nada, Yo lo puedo todo. Y así permanecerás confiada y en paz. Y tomarás de nueva cuenta tu tarea de amor, feliz de sufrir algo por consolarme.
Tú te dices a ti misma: ‘¡Oh, si por lo menos tuviera la seguridad de que lo consuelo!' Pero recuerda que siendo Dios, soy también Hombre y que a un hombre se le puede consolar.
No te admires de tener contratiempos; no fuiste hecha para el descanso en la Tierra, sino para el reposo del Cielo. Acostúmbrate a poner tus finalidades en la Eternidad; pues nada de cuanto te sucede tiene la menor importancia fuera de su relación con el Fin.
Juzga de todo en Mí y por Mí. Porque Mis Juicios no son con frecuencia iguales a los vuestros. Y saca de Mi Corazón Misericordia para derramarla sobre todos los que se te acerquen. ¡Cuánto bien puede resultar de ciertos contactos entre las almas: de una simple sonrisa, de un gesto benévolo! Pero Mi Pensamiento ha de estar clavado en ti como una bandera."
ReL

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