1380. 6 de julio. Iglesia de Fresne. Hora Santa.
Yo Le dije: Señor, Te doy las gracias por haberme hecho escapar del bombardeo de ayer.
Me dijo: Dame todos tus agradecimientos, pues todos me los debes. Tú misma no eres nada y todo cuanto tienes Yo te lo di. Esos pequeños agradecimientos me complacen; todo cuanto sube del corazón de Mis pequeños es un regalo para Mí.
Encántame multiplicando tus sonrisas interiores; es el don de tu vida y se lo haces a Quien te la dio. Yo lo tomo todo. Y si trabajas por la Redención, estarás sobre Mi Corazón; te llamaré Mi ayudante y te ayudaré para que realmente lo seas. Esto nos aliviará a los dos. Pedirás mis Gracias como si Me tuvieras compasión; tanto así es mi Deseo de dártelas. ¿Estás segura, hija Mía, de que deseas recibirlas tanto como Yo deseo dártelas?
ReL
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