1392. 28 de septiembre. Nantes. Hora Santa en los Recoletos.
Si tú sufres, aquí estoy para sufrir contigo y no sólo eso, sino que Soy Yo quien sufre en ti. La Unión es lo que importa. Y si crees en Mi Amor, el sufrimiento te será dulce; sentirás que Me das algo de lo que Yo te di. ¡Amable intercambio, en que los corazones se turnan los asaltos de Amor!
Me gustaría ser vencido por ti, si esto fuera posible... Pero eres demasiado pequeña para vencer a tu Dios y el egoísmo, que nunca desaparece del todo en la vida del hombre, entorpece las cosas. Pero dime que todo es Mío en tu casa.
Me gustaría ser vencido por ti, si esto fuera posible... Pero eres demasiado pequeña para vencer a tu Dios y el egoísmo, que nunca desaparece del todo en la vida del hombre, entorpece las cosas. Pero dime que todo es Mío en tu casa.
1393. Octubre. De regreso a la ciudad.
Por la calle, yo miraba lo que sucedía en torno mío.
Ahora que lo has visto todo, ¿qué tal si entras un poco a buscarme en tu interior? La cita del Amor. ¡Qué hermoso es estar juntos, hija Mía! ¿Podrías disfrutarlo como Yo?
Entona un canto sin palabras, Yo elevaré tu voz. Será la Alegría del Padre. Busquemos Su Reino y Su Gloria en todo instante de nuestra vida. Y hablo de 'nuestra' porque tu vida es una prolongación de la Mía. ¿Quieres que Yo continúe viviendo sobre la Tierra? ¡Qué sea por medio tuyo!
ReL
No hay comentarios:
Publicar un comentario