Queremos llevar el amor del Hijo de Dios a todos los hombres. Ha permitido que le abran el Corazón con una lanza para que esté abierto para todos. Que el Corazón de Jesús nos ayude a ser sus testigos. Para ello invocamos la ayuda de la Madre de Dios, Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús.
martes, 22 de diciembre de 2020
¿Pagas las consecuencias de malas decisiones? Prueba esto
No se puede cambiar lo que ya es pasado, mejor vivir con paz las consecuencias de lo decidido que angustiarse o apenarse
Decidir lo correcto no es tan sencillo. Siempre me puedo equivocar y no hacer lo correcto. O no elegir lo que Dios quiere. O seguir otro camino dejándome llevar por mi debilidad.
Todas las decisiones que tomo tienen consecuencias. Una profesora les decía a unas alumnas huérfanas:
«Vosotras estáis aquí porque vuestros padres tomaron decisiones equivocadas y ahora cargáis con sus consecuencias. Estamos aquí para que a partir de ahora toméis decisiones acertadas».
Si tomo decisiones equivocadas habrá consecuencias. El sí que doy o el no que pronuncio. Se abre o se cierra un posible camino.
Puedo tomar una elección obligado por las circunstancias. Puedo huir por mi miedo a fracasar. La soledad y el vacío en el alma me hacen elegir escapes que no me llenan por dentro y la tristeza es más honda entonces o más permanente.
El riesgo de decidir
Decir que sí a lo que otros me piden puede ser decirle que no a lo que Dios sugiere. ¡Qué difícil acertar en todas mis decisiones!
Un camino equivocado. Una puerta que no golpeo al verla cerrada. Un pasaje estrecho que me lleva a parajes anchos y luminosos. El miedo a la estrechez, el miedo a la oscuridad en la que no soy capaz de ver la verdad de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario