Los niños adquieren más vocabulario, mejoran su comprensión lectora, nos unimos más... Vale la pena el esfuerzo de los papás a última hora del día
Llega la noche, la hora de acostar a nuestros hijos, muchas veces estamos tan cansados que queremos que se duerman rapidito para irnos a descansar también o terminar de limpiar o acomodar algo en la casa.
Pero antes nos piden que leamos un cuento para dormir. Estamos tan agotados que muchas veces preferimos prestarles un ratito la tablet, el celular o dejamos que miren unos minutos los dibujitos antes de acostarse y así no les leemos un cuento.
El Papa Francisco nos dice:
“El hombre es un narrador. Desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos hambre de alimentos. Ya sea en forma de cuentos, de novelas, de películas, de canciones, de noticias…, las historias influyen en nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello”. (Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones, 2020).
Así es, el hombre ha escuchado historias desde antes de que se inventara la escritura y era una manera de aprender información importante de nuestro pasado.
Nuestro cerebro está preparado para interesarse por cuentos e historias, y escucharlos es además una forma eficaz de desarrollar nuestro cerebro.
Para los niños la hora de acostarse, es momento que le dedicamos solo a ellos, leerles un cuento antes de dormir es mucho más que una simple lectura, tiene un valor muy importante para ellos, los hace felices, se sienten queridos, valorados y les brinda múltiples beneficios.
Leerles un cuento les ayuda a mejorar distintas habilidades
A cualquier edad del niño leerles un cuento contribuye durante toda la infancia a mejorar distintas habilidades, como por ejemplo:
Les ayuda a adquirir nuevo vocabulario, una función muy importante para nuestro desarrollo intelectual y emocional.
Mejora su capacidad de atención y comprensión. Es fundamental que los niños puedan mantener la concentración por sí solos, sin la ayuda de las pantallas que le ofrecen nuevos estímulos a cada segundo.
Le ayuda a relacionarse con otros niños. Hay estudios que indican que los niños que tienen un buen vocabulario se sienten más seguros con los demás. A su vez, les ayuda a intervenir más en clase, a participar en las decisiones grupales y también se defienden mejor de los posibles ataques verbales de los compañeros.
Les ayuda a leer más rápido. A los niños con menos vocabulario les cuesta reconocer palabras nuevas y una de las mejores maneras de solucionarlo es leer muchos cuentos.
Mejora el rendimiento académico. A partir de los 8 años la lectura pasa a ser una habilidad fundamental para predecir el rendimiento escolar del niño. De ella dependerá su comprensión de los enunciados frente a pruebas y exámenes. A su vez también le ayudará a mejorar en sus redacciones.
Por lo que nunca mejor dicha la frase de Albert Einstein: “Si quieres que tus hijos sean inteligentes léeles cuentos. Si quieres que sean más inteligentes….leeles más cuentos”
La lectura también es un tiempo de calidad en familia
Es un buen momento para compartir un tiempo de calidad en familia y la lectura es un recurso que puede ayudar a desarrollar y reforzar los vínculos familiares.
A su vez ayuda a crear rutinas. El niño comprende que hay un tiempo para todo y que es necesario distribuir adecuadamente su tiempo para poder hacer las cosas que quiere, como por ejemplo que mamá o papá les lean un cuento.
En medio de un ambiente adecuado, una luz tenue, bajo la manta abrigada en la cama, el silencio y la voz suave, aparece ese momento tan esperado por ellos, mágico, especial, de encuentro entre padres e hijos, un cuento…
Los cuentos les sirven para estimular su imaginación a través de diferentes historias, personajes, lugares… Incluso se pueden identificar con algún personaje, y así comprender mejor sus problemas. Además les ayuda a que el sueño sea más enriquecedor, reparador y plácido.
Para los papas también es importante que los niños se interesen por la lectura. El papa Francisco ha escrito varios libros dirigidos a los niños, por ejemplo, «I bambini sono speranza» (Los niños son esperanza) en el que se dirige a los más pequeños con frases como «sé feliz cuando estás con los demás» o «juega con los demás como si fuerais un equipo y busca el bien de todos»
Otros de sus libros han sido dos volúmenes sobre respuestas a las cartas que recibe de los más pequeños, Querido Papa Francisco y El amor antes del mundo.
Benedicto XVI también ha escrito un libro para niños llamado «María, la mamma di Gesù» (María, la madre de Jesús). Allí les explicaba la vida de la Virgen María así como también las principales fiestas litúrgicas en su honor.
Leer un cuento cada noche antes de ir a dormir es una rutina sumamente positiva y saludable que no deberías dejar pasar incluso a pesar de la edad del niño, porque ya ves que ellos lo disfrutan y además les ayuda a desarrollar la imaginación y muchas habilidades.
Así que hoy no te olvides de leerle un cuento antes de ir a dormir a tus hijos, ¡lo están esperando!
María Eugenia Brun, Aleteia
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