Justo Gallego pasa a ocupar las páginas de la historia por haber construido él solo, durante seis décadas, una catedral en agradecimiento a la Virgen del Pilar por haberle sanado tras una tuberculosis.
Afincado en la localidad a 25 kilómetros de Madrid desde su nacimiento en 1925, sus vecinos y amigos recuerdan el gran corazón y la humildad que le caracterizaban.
Hoy, la catedral de la Fe, también conocida como “la catedral de don Justo” es una realidad que espera ser concluida por la ONG Mensajeros de la Paz, según las últimas voluntades de don Justo. Lo harán de la mano de la empresa de ingeniería Calter, artífice de los trabajos del estadio Bernabéu y las torres de Colón (Madrid).
El Ayuntamiento de Mejorada -de alcalde socialista- ha declarado tres días de luto oficial. En abril ya concedió a don Justo el distinguido reconocimiento en vida como hijo predilecto de la localidad.
Pese a ser artífice de una hazaña única, Justo Gallego acostumbraba a hacer gala de su humildad y deseo de permanecer escondido frente a la fama.
Una edificio impresionante y único en el mundo
Movido por su deseo de agradecer su sanación a la Virgen y sin más conocimiento técnico que el adquirido leyendo libros de arte, Justo Gallego logró construir una catedral única que combina sus grandes dimensiones con el empleo de materiales reciclados.
A día de hoy, la catedral tiene 4.700 metros cuadrados de superficie y una cúpula que alcanza los 35 metros de altura sobre una planta central de 50. Cuenta, además, con una cripta subterránea, dos claustros, un baptisterio, 12 torreones de 60 metros, 28 cúpulas y 2.000 vidrieras.
Y todo ello, destaca Actualidad Viajes, sin ningún tipo de planos, licencia de obra o proyecto técnico arquitectónico, teniendo continuamente tras de sí la amenaza de la demolición.
"Es increíble que hayan construido esta catedral a escala sin planos y sin proyectos y que lo haya hecho una sola persona", declaró impresionado Jesús Jiménez, director de edificación de Calter.
Para Justo, su parte favorita de la catedral era la cúpula, que le llevó 30 años construir.
Los fines de don Justo: honrar a la Virgen y dar testimonio de fe
“A los 27 años marché al convento, un día del Pilar, 12 de octubre de 1961, a Santa María de Huerta. Estuve 8 años, pero enfermé del pecho, de tuberculosis”, relató Justo al periodista Pedro del Castillo.
Tras su recuperación, no fue readmitido en el convento y se retiró a su hogar natal, en Mejorada del Campo, donde heredó un terreno que le permitiría poner en marcha su proyecto de vida.
Entonces, según relata el comunicado de Mensajeros de la Paz, “le prometió una ermita a la Virgen María y según fue construyendo quiso ofrecerle algo mucho mejor”.
El mismo año, Justo comenzó a construir la ermita, que continuaría incansable con 96 años, poniendo piedra sobre piedra gracias a su gran secreto de salud: “mucho ayuno y no comer carne”.
El resultado definitivo fue una imponente catedral, cerca de ser terminada, realizada para “dar testimonio de su gran fe”.
Los datos de la catedral de Mejorada: con 96 años de edad, su constructor seguía edificándola, invirtió 60 años de su vida, tiene 4.700 metros cuadrados de superficie y una cúpula que alcanza los 35 metros. También tiene 12 torreones de 60 metros, 28 cúpulas y 2.000 vidrieras.
Mundialmente conocido gracias a Aquarius
A justo no le gustaba ser el centro de atención. Ser conocido por todo el mundo no entraba en sus planes cuando le ofrecieron protagonizar uno de los spots publicitarios de Aquarius de 2005.
Y sin embargo, fue gracias a este anuncio que su proyecto saltó a la fama a nivel internacional.
Recibió 30.000 euros por la cesión del espacio, y desde entonces comenzó a recibir ayuda de todos los rincones del mundo, tanto de mano de obra voluntaria como donativos económicos para concluir su monumento, incluso de Rusia y China.
Spot publicitario del refresco Aquarius que dio a don Justo y su proyecto fama y reconocimiento internacional.
Sus conocimientos, un don de Dios
Don Justo admitía con frecuencia algo que sorprendía a todos los arquitectos y personalidades internacionales que acudían a visitar su catedral, como el escritor y fotógrafo alemán Ulrich Brinkhoff.
Justo Gallego recibió frecuentes visitas de artistas y autoridades internacionales, como esta del fotógrafo alemán Ulrich Brinkhoff.
“Yo nunca he estudiado”, confesaba humildemente. “Mis conocimientos son dones de Dios, que da a las personas. El mío ha salido de niño, en casa, he sido labrador y no he estudiado arquitectura”.
Y es que una virtud que destacaban todos los conocidos era su humildad. Eso, y que estaba “siempre riendo”.
“Yo no quiero fama, no soy un torero o un futbolista. Hay que esconderse y ser humilde”, se repetía. “Hay que hacer todo esto con humildad, no estoy yo aquí para salir de hombros”. Y cuando le entrevistaban, buscaba que se le viese lo menos posible. “Vienen, se les acoge y se habla amablemente, pero con humildad, sin vanidad”.
El 9 de noviembre, 19 días antes de fallecer, Justo donó su catedral a la ONG Mensajeros de la Paz para que terminase el proyecto al cual dedicó su vida.
Poco antes, en abril de este año, la alcaldía socialista de Mejorada del Campo declaró a Justo Gallego como hijo predilecto de la localidad.
Fue el mismo alcalde, Jorge Capa, el que logró que todos los grupos políticos presentes en el pleno del ayuntamiento de la localidad aprobasen una moción para la legalización de la catedral de Justo y su protección como Bien de Interés Cultural.
Fue en el mismo acto de reconocimiento en el que Justo se refirió humildemente a su deseo sobre la catedral: "Estoy muy orgulloso de dejar algo para el Señor y para todo el mundo, para los que me quieren y para los que no".
Entrevista a Justo Gallego por Pedro del Castillo, en "El lado bueno de las cosas".
J. M. Carrera - P. J. Ginés / ReL
Vea también La Iglesia Reino de Dios - San Juan Pablo II
No hay comentarios:
Publicar un comentario