Desde hace algunos años, tanto en WhatsApp o redes sociales como Facebook, se hicieron comunes las “cadenas de oración” para recibir una bendición y evitar un castigo. ¿Cómo debe obrar un católico con este tipo de mensajes?
El sacerdote mexicano Sergio Román respondió a esta preocupación en un artículo publicado en el sitio católico Desde la Fe.
¿Qué debe hacer un católico con las cadenas de oración por WhatsApp?
“En primer lugar -dice el sacerdote-, lo que debemos hacer es recordar que Dios no puso condiciones a la hora de invitar a sus discípulos a orar, por lo que lo recomendable es borrar el texto, aunque quien nos lo haya enviado sea nuestro mejor amigo. ¿Y no pasa nada? ¡Absolutamente nada! No se preocupen”.
Al mismo tiempo señaló que “si bien podemos aprovechar este tipo de cadenas como un recordatorio –en medio de nuestra agitada vida– para orar por las muchas necesidades del mundo, no podemos dejar de señalar que intrínsecamente son malas, y no deben hacerse ni seguirse, porque presentan una imagen equivocada y supersticiosa de Dios“.
“En lugar de promover el amor a Dios, las cadenas promueven el miedo a la venganza divina, que sería tonta si Dios castigara a una persona por no haber reenviado una cadena. ¡Y Dios no es tonto!”, asegura el sacerdote.
Si bien, “es legítima la devoción a Jesús, a la Virgen y a los santos, y también es muy comprensible que un devoto quiera difundir esa devoción, pero no por el miedo, sino por amor”.
¿Y son malas estas cadenas de oración? “Sí -contesta el sacerdote-, porque fomentan la superstición al hacer creer que las gracias divinas dependen de la repetición sin sentido de una acción que no tiene ninguna importancia. Las cadenas rayan en la magia o en la brujería, que atribuye a las cosas el poder que sólo Dios tiene y que considera que hay fórmulas infalibles para obligar a Dios a hacer nuestros caprichos”.
¡Así que no temas, no te dejes esclavizar por este tipo de cadenas de oración y elimínalas!
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