domingo, 18 de octubre de 2020

Evangelio del día

 

ChristianArt 
 
Mateo 22, 15-21 Devuelve a César lo que le pertenece a César
 
 
Vercingetorix arroja sus armas a los pies de Julio César, Pintado por Lionel Royer (1852-1926), Pintado en 1899,
Óleo sobre lienzo © Musée Crozatier, Auvergne, Francia

En aquel tiempo, se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo. Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces, junto con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran: “Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con verdad el camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?” Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó: “Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo”. Ellos le presentaron una moneda. Jesús les preguntó: “¿De quién es esta imagen y esta inscripción?” Le respondieron: “Del César”. Y Jesús concluyó: “Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.

Comentario

Bulle

San Claudio de la Colombière (1641-1682)
jesuita
Reflexiones cristianas (Écrits spirituels, Christus n° 9, DDB, 1982), trad. sc©evangelizo.org


Cumplir con sus deberes

El buen orden del mundo depende de la fidelidad de cada uno para cumplir con sus deberes de estado. Todos los desórdenes nacen de la negligencia que se tiene para cumplirlos. El mundo sería bello si cada uno cumpliera sus deberes de estado. Es lo que más se descuida, mismo las personas piadosas y ellas a veces más que otros. Sin embargo, no se acusan mucho de eso. (…)
Un hombre que falta a sus deberes de estado, aunque realice otras cosas, es una voz discordante en la harmonía del mundo. (…) Cuando se elige un estado, sólo se piensa en las ventajas humanas y no en todos los deberes humanos que implica. No se puede faltar a sus deberes sin herir al prójimo. Como Dios tiene los intereses de todos más presentes que los suyos propios, es muy peligroso de no cumplirlos.
Las omisiones en este punto se cometen fácilmente. Se perciben difícilmente y es raro que se las repare. Son pecados que se cometen al no hacer nada: no consiste en una mala acción y que frecuentemente sigue a una buena obra. Al omitir sus deberes, dañan a otros y se hacen daño ustedes mismos. Daño a los otros porque ustedes no cuidan que mantengan sus deberes y daño a ustedes mismos porque no realizan sus propios deberes. (EDD)





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