jueves, 25 de septiembre de 2025

Perteguer lanza «Lumen», IA católica: ayuda con homilías, a rezar y a explicar la fe a los hijos

 «Una herramienta que orienta en la vida cristiana complementando -no sustituyendo- al sacerdote»

Chico usando un móvil.

Lumen nace con una misión muy concreta, la de “poner los avances de la llamada inteligencia artificial al servicio de la evangelización y la formación”.

La inteligencia artificial se ha consolidado en pocos años como la líder indiscutible de internet. El archiconocido ChatGPT nació a finales de 2022, y en tan solo tres años se ha extendido hasta tal punto su uso y el de otras IA que en 2026, el 90% del contenido de internet será generado por estas aplicaciones o “grandes modelos de lenguaje”, según las previsiones. Que surgiese uno de estos asistentes virtuales dirigidos a la población católica era solo cuestión de tiempo: hace pocas semanas que ChatLumen, el modelo diseñado por Juan Antonio Perteguer, ha comenzado su andadura y afirma a Religión en Libertad que su propuesta ya sorprende.

El ingeniero y educador cuenta que Lumen nace con una misión muy concreta, la de “poner los avances de la llamada inteligencia artificial al servicio de la evangelización y la formación”.

Su objetivo, agrega, es “ayudar a las personas a acercarse más a Cristo”, lo que parece que ya se consigue “iluminando las dudas de fe, aclarando cuestiones doctrinales y ofreciendo siempre una respuesta con base en la Biblia, la Tradición y el Magisterio y Doctrina Social de la Iglesia”.

¿No es esta la labor del sacerdote? Su impulsor aclara que, si bien ChatLumen es accesible en todo momento y busca orientar hacia la verdad y la vida cristiana, no pretende “sustituir nunca al sacerdote o la comunidad eclesial, sino complementarlos”.

En este sentido, subraya que muchas de las “conversaciones” que los usuarios mantienen con la IA -siempre de forma anónima- parecen corroborar el objetivo para el que fue diseñada: ayuda a resolver dudas de fe e, incluso, los usuarios reportan “sentirse muy acompañados ante la soledad espiritual”. “Hoy muchas personas viven desconectadas de la enseñanza de la Iglesia o sin alguien con quien hablar de sus inquietudes”, lamenta.

Juan Antonio Perteguer.

“ChatLumen ayuda a disipar dudas, a dar confianza y a recordar que la fe no es un peso, sino un camino de libertad"

“ChatLumen ayuda a disipar dudas, a dar confianza y a recordar que la fe no es un peso, sino un camino de libertad y de encuentro amoroso con Dios”, observa Perteguer, matizando que ChatLumen “no pretende sustituir el acompañamiento espiritual y suele recomendar hablar con un buen sacerdote y acercarse a los sacramentos, en concreto anima bastantes veces a hacer una buena confesión”.

Otra de las grandes dudas que rodea el sector de la inteligencias artificiales es el de la veracidad de sus contenidos.

En el caso de Lumen, como cualquier otra IA, “no es infalible” y siempre puede equivocarse. Por ello, el equipo de desarrollo ha “entrenado” a la aplicación con lo que Perteguer define como “una sólida base de conocimiento”, que abarca desde las Escrituras o los Santos Padres a la doctrina social de la Iglesia y el magisterio y pensamiento de santos como Agustín de Hipona, Tomás de Aquino o Edith Stein.

“Aun así, ChatLumen no es infalible, por eso insistimos en que no sustituye al Magisterio ni a la enseñanza viva de la Iglesia, el usuario debe contrastar siempre lo que recibe con la Palabra de Dios y la enseñanza perenne de la Iglesia”.

A estas bases obtenidas de fuentes fiables se agrega un segundo mecanismo de control como es la supervisión humana, por la que un equipo revisa periódicamente las respuestas de la IA, a la que se “reentrena” para los “ajustes finos”.

Una inteligencia artificial que ya sorprende

Perteguer se muestra visiblemente sorprendido ante no pocas conversaciones o preguntas de los usuarios con el asistente virtual.

Muchas de ellas se dirigen a resolver dudas concretas y cotidianas del día a día, sobre cómo rezar mejor, superar las dificultades espirituales, cómo explicar la fe a los hijos, vivir bien en el trabajo o incluso de moral sexual.

Confiesa que uno de los aspectos que más llaman la atención es la confianza con la que muchos preguntan cosas muy íntimas, que muestran hambre de Dios y necesidad de respuestas claras.

Y al margen de grandes dudas existenciales o teológicas, también parece haber espacio para lo puramente práctico: no son pocos los sacerdotes que incluso usan ChatLumen como asistente para ayudarles con la preparación de las homilías.

Preguntado por cómo se plasmará la influencia del asistente en el día a día, afirma con certeza que puede ayudar –“y ya lo está haciendo”– a muchas personas incluso alejadas o que no pertenecen a la Iglesia.

“Les ayuda a resolver sus dudas, a superar los prejuicios, a descubrir a un Jesús que nos ama y a una Iglesia que es Madre y Maestra”.

Por el momento, ya surgen los primeros relatos y testimonios que parecen mostrar los “alentadores frutos” de la inteligencia artificial católica.

“Hay personas que han redescubierto la riqueza del Catecismo, jóvenes que encuentran respuestas claras frente a dudas que internet resolvía de manera confusa, y fieles que vuelven a la confesión o a la oración diaria animados por una respuesta que les tocó el corazón. Estos pequeños frutos muestran que ChatLumen es una herramienta que Dios puede usar para acercar almas”. 

ReL



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