Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
¡Debería haber torrentes de lágrimas! |
"¿Padre, por qué llora tanto durante la Santa Misa?". "Hija mía, -replicó el Padre Pío,- ¿qué son esas pocas lágrimas comparadas con lo que sucede en el altar? ¡Debería haber torrentes de lágrimas!".
Pregunta hecha a San Pío de Pietrelcina |
La Comunión Espiritual bastantes veces al día. |
Si ustedes practican el Santo ejercicio de la Comunión Espiritual bastantes veces al día, en un mes se encontrarán completamente cambiados.
San Leonardo de Porto Maurizio |
Los Ángeles nos rodean como una Guardia de Amor. |
La Eucaristía es ese amor que sobrepasa todos los amores en el Cielo y en la tierra.
Cuando Jesús está corporalmente presente en nosotros, los Ángeles nos rodean como una Guardia de Amor. San Bernardo de Claraval Doctor de la Iglesia |
¡Ni un solo día dejaríamos de participar en la Santa Misa! |
Si pudierais vosotros mismos comprender la excelencia, las ventajas y los frutos de la Santa Misa, ni un solo día querríais pasar sin participar en ella.
San Pedro Julián Eymard |
¡Si tan sólo pudiéramos comprender! |
¡Oh Hermanas, si tan sólo pudiéramos comprender el hecho de que mientras que las Especies Eucarísticas permanecen dentro de nosotros, Jesús está ahí, trabajando en nosotros, inseparablemente del Padre y del Espíritu Santo, y por lo tanto, toda la Santa Trinidad esta ahí!
Santa María Magdalena de Pazzi |
Jesús, transfórmame en una segunda hostia. |
Jesús, transfórmame en una segunda hostia. Quiero ser una hostia viva para Ti. Tú eres el gran Señor, omnipotente, Tú puedes hacerme esta gracia. Y el Señor me contestó: "Tú eres una hostia viva, agradable al Padre celestial".
Santa Faustina Kowalska Diario, 1826 |
Tú, ante el asombro de toda la creación, engendraste a tu Creador. |
El título de Madre de Dios es, juntamente con el de Virgen santa, el más antiguo y constituye el fundamento de todos los demás títulos con los que María ha sido venerada y sigue siendo invocada de generación en generación, tanto en Oriente como en Occidente. Al misterio de su maternidad divina hacen referencia muchos himnos y numerosas oraciones de la tradición cristiana, como por ejemplo una antífona mariana del tiempo navideño, el Alma Redemptoris Mater, con la que oramos así: "Tu quae genuisti, natura mirante, tuum sanctum Genitorem, Virgo prius ac posterius", "Tú, ante el asombro de toda la creación, engendraste a tu Creador, Madre siempre virgen"...
Ella es madre porque engendró en la carne a Jesús; y lo es porque se adhirió totalmente a la voluntad del Padre. San Agustín escribe: "Ningún valor hubiera tenido para ella la misma maternidad divina, si no hubiera llevado a Cristo en su corazón, con una suerte mayor que cuando lo concibió en la carne" Benedicto XVI
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Apostolado de la Santa Misa Diaria |
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