sábado, 13 de febrero de 2021

Diez compositores renacentistas y su alabanza a la “Reina de los Cielos”

 

Descubre con nosotros la antífona mariana de Cuaresma en los siglos XV y XVI. Obras de arte con las que poder entrar en oración y penitencia

De las cuatro antiguas antífonas marianas que se cantan en el oficio divino durante el año litúrgico, el Ave Regina Caelorum es quizás la menos conocida a nivel popular. Su origen probablemente se remonte al siglo XII y, aunque su autor es desconocido, algunos consideran que podría tratarse de San Bernardo o de Ermanno Contractus.

El texto original latino es el siguiente:

Ave, Regina coelorum. Ave, Domina Angelorum. Salve radix, salve porta ex qua mundo lux est orta. Gaude, Virgo gloriosa, super omnes spetiosa. Vale, o valde decora, et pro nobis Christum exora.

Podríamos traducirlo al castellano de la siguiente manera:

¡Salve, Reina de los cielos! ¡Salve, Señora de los ángeles! Salve, raíz; salve, puerta por la cual la luz llega al mundo. Alégrate, virgen gloriosa, entre todas la más bella. Salve, doncella hermosa y ruega a Cristo por nosotros.

Se canta especialmente durante el tiempo de Cuaresma, o con mayor precisión entre la fiesta de la presentación de Jesús en el Templo hasta el miércoles de Semana Santa. Dado que es el período que estamos atravesando, hemos decidido detenernos en esta centenaria oración. Para ello presentaremos las versiones de diez compositores renacentistas que han alabado a Nuestra Buena Madre poniéndole música al ya citado texto.

La música coral del renacimiento tiene una belleza particular, que no sólo la hace portadora de un especial atractivo, sino también de una singular capacidad para estimular el recogimiento, la oración y la admiración sagrada. Con la esperanza de que así sea también para el lector, damos paso a nuestra revista.

Leonel Power (ca. 1370/85 – 1445)

Compositor inglés que junto a John Dunstable dominó la escena musical británica en la primera mitad del siglo XV. Fue director de coro de la capilla de Thomas de Lancaster y probablemente también de la catedral de Canterbery.

Guillaume Du Fay (1397 – 1474)

Músico franco-flamenco del primer Renacimiento, fue quizás es el más famoso e influyente compositor de la escena musical europea de mediados del siglo XV.

Pierre de La Rue (1452 – 1518)

Compositor y cantor franco-flamenco, considerado uno de los más famosos e influyentes compositores de la polifonía de los Países Bajos en las décadas próximas al año 1500.

Josquin des Prés (ca. 1450 – 1521)

Considerado el primer gran maestro del estilo de música vocal polifónica del alto Renacimiento, des Prés es hoy uno de los más conocidos compositores renacentistas europeos. Dominó el mundo musical de su tiempo gracias a su singular habilidad para reunir las corrientes de la práctica musical de la época. Adquirió su fama durante el siglo XVI y la misma se revitalizó en el siglo XX, luego de que pasara mucho tiempo a la sombra de Palestrina.

Adrian Willaert (ca. 1490 – 1562)

Compositor flamenco, fundador de la Escuela Veneciana de música. Fue uno de los más representativos compositores nórdicos que en aquel entonces viajaron a Italia y trasplantaron allí el estilo polifónico neerlandés de la música franco-flamenca. En sus obras cultivó especialmente una estrecha relación entre texto y música

Cristóbal de Morales (ca. 1500 – 1553)

Fue sacerdote católico español, uno de grandes compositores polifónicos españoles del Renacimiento y el principal representante de la escuela polifonista andaluza. Fue maestro del coro de la catedral de Toledo y maestro de Francisco Guerrero, otro de los grandes compositores españoles de la época. Sus obras alcanzaron amplia difusión en Francia, en Alemania y en Italia. Se caracteriza por la sencillez de sus contrapuntos (facilitando la inteligibilidad del texto) y un misticismo religioso con cierto sentido dramático.

Tomás Luis de Victoria (1548 – 1611)

Sacerdote católico, compositor, organista y maestro de capilla español, es quizás uno de los más célebres compositores del Renacimiento. Su obra consta solamente de música sacra. En ellas su profunda convicción religiosa se manifiesta con gran pureza técnica, intenso dramatismo y apasionada expresión. Su estilo trasciende las fronteras del Renacimiento y anuncia ya le expresividad del barroco.

Alonso Lobo (1555 – 1617)

Maestro de capilla renacentista español de música religiosa nacido en Sevilla. Fue asistente de Francisco Guerrero y uno de los polifonistas más reconocidos de todos cuantos desarrollaron su labor al servicio de las catedrales españolas de la época de Felipe II. También tuvo contacto epistolar con Tomás Luis de Victoria, quien lo consideraba su igual.

Cipriano de Rore (ca.1516-1565)

Maestro de música y compositor flamenco del Renacimiento tardío. Fue un prominente compositor de madrigales italianos (vivió parte de su vida en ese país), pero también un prolífico compositor de música sacra, misas y motetes. Su punto de referencia fue Josquin des Prés de quien tomó muchas técnicas de composición. Experimentó con los cromatismos que eran tendencia en ese entonces y desarrolló sofisticados contrapuntos.

Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525 – 1594)

Célebre compositor italiano, punto cúlmine del estilo polifónico del Renacimiento. Su obra es casi completamente sacra y consta de 104 misas de cuatro a ocho voces, cerca de 400 motetes, 66 ofertorios, 35 magníficats y 65 himnos, además de algunos madrigales sacros y profanos, salmos y lamentaciones. Su música se distingue por su perenne belleza, su espiritualidad serena y profunda y su capacidad de incorporar la tradición para conducirla a su perfección.

Disfruten de la gran antífona mariana

Martín Susnik, Aleteia 

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