¿Qué ha hecho la Iglesia española durante la pandemia? ¿Cómo ha podido ayudar a quién más lo necesitaba? Estas son la respuestas
Ante tal cúmulo de problemas y desafíos que nos presenta la pandemia, la Iglesia ha ofrecido, en la medida de sus posibilidades, respuestas e iniciativas.
Algunas de estas propuestas están siendo apoyadas por los departamentos y organismos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana.
En general, se puede decir que toda la actividad de la Iglesia se ha intensificado durante este tiempo y no se ha echado el cierre. Debemos tener en cuenta las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia y las recomendaciones del papa Francisco en “Fratelli tutti”: “No tenemos que esperar todo de los que nos gobiernan, sería infantil. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y trasformaciones. Seamos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas” (nº 77).
Cubrir las necesidades más básicas:
Una respuesta asistencial mediante la atención y ayuda material con bienes de primera necesidad para cubrir las necesidades más básicas de los necesitados: alimentos, suministros, vivienda, conexiones, equipos electrónicos. Se ha multiplicado, por lo tanto, la inversión económica para cubrir todas estas necesidades. Según datos de Cáritas Española, se ha producido un incremento del 57% del número de personas atendidas, pero, como advierten los agentes pastorales de esta organización eclesial, existe el riesgo de caer de nuevo en el asistencialismo y abandonar el enfoque de defensa de los derechos y promoción de las personas.
Atención telefónica y on-line constante y continua (Mail, redes sociales).
Gracias a estos medios, ha sido posible llevar a cabo un acompañamiento integral a los más necesitados, acogiendo sus problemas e intentando buscarles soluciones eficaces. Este tipo de ayudas se ha centrado en el asesoramiento para todo tipo de gestiones burocráticas y administrativas (SEPE, Seguridad Social, Ayudas…), en el acompañamiento psicológico, formación laboral, búsqueda de empleo, apoyo afectivo ante la soledad y la incertidumbre, etc.
Acompañamiento a los más vulnerables
Común a todos los sectores pastorales ha sido la realización de un acompañamiento a las personas en situación de vulnerabilidad, procurando responder a la necesidad de escucha, de autoestima, de cercanía, de cariño y de esperanza. Sobre todo, se ha constatado la necesidad de acompañamiento ante la soledad, la angustia y la incertidumbre que están experimentando durante este tiempo la mayoría de las personas atendidas.
Actividades pastorales
Se ha dado asistencia espiritual y se han promovido actividades pastorales vía telemática. Concretamente, la atención espiritual ha sido un aspecto fundamental del acompañamiento. Concretamente, se han organizado encuentros on-line que han permitido seguir creando comunidad en la distancia física y alimentando la fe. Estos dos aspectos han sido muy demandados.
Aumento del voluntariado
En algunos sectores pastorales, se ha experimentado un aumento del voluntariado, especialmente con presencia de jóvenes. Estos, en algunos casos, no provenían de las parroquias ni de grupos eclesiales.
Trabajo en Red
Se ha trabajado en Red con otros grupos eclesiales y, también, con entidades civiles y de la administración pública; en algunos casos, también se ha realizado una coordinación con organismos internacionales. Así mismo, hubo diálogos con el gobierno para la detección de las dificultades y para el seguimiento del Ingreso Mínimo Vital. Esta propuesta ya hace tiempo que la venía planteando Caritas.
Denuncia de injusticias
Se ha acentuado una tarea de Sensibilización, Incidencia y Denuncia ante situaciones concretas de injusticia y vulneración de derechos (expresiones públicas como los círculos del silencio, en el caso de las migraciones y de Cáritas diocesanas). Estas manifestaciones han tenido lugar en los entornos de trabajo y de convivencia de las personas descartadas para poner al descubierto sus problemas y necesidades.
Dar voz a los sin voz
Se ha realizado un esfuerzo por visibilizar en los medios de comunicación la voz de los sin voz (radio y televisión) y ante la administración pública. En concreto, en algunos de los sectores pastorales de la Comisión Episcopal, su actuación e incidencia ha tenido estas notas propias:
Pastoral Gitana
Ante la precaria situación en la que se encuentran bastantes personas de etnia gitana, la respuesta se está ofreciendo fundamentalmente por parte de los propios familiares. Es importante destacar el trabajo de mujeres de mediana edad que están poniendo todos los medios a su alcance para responder a las necesidades familiares. Desde el departamento de Pastoral Gitana se considera muy urgente el potenciar la pastoral como vehículo para detectar casos de vulnerabilidad y para compartir la fe en red o de forma presencial.
Apostolado del Mar
Se ha realizado trabajo en red con sindicatos y conexión con inspectores del control portuario para estar alerta ante incumplimiento de normas. Visita a los barcos para acompañar a la tripulación. Contactos con cofradías y atención a marineros locales en situación de ERTE o desempleo. En los centros de Stella Maris se ofrece a la tripulación y a los marinos información sobre el puerto y la ciudad donde están, asistencia laboral, social o espiritual. También existe asesoramiento para que se cumplan sus derechos, para la repatriación si fuese necesaria y para el cobro de salario en caso de abandono del buque.
Trata de personas
En relación a la Trata, se han aportado recursos residenciales de acogida y de acompañamiento, ofreciéndoles la cobertura habitual, al haber sido calificados como recursos esenciales. También se ofreció material a las diócesis, con matiz preventivo, destinado a dotar de herramientas para la detección de posibles víctimas en época de crisis y se ha diseñado un protocolo de actuación. A pesar de todo, se necesitan medios para la detección de otras formas de explotación (servicio doméstico, comisión de delitos y matrimonios forzosos), así como recursos de acogida, intervención y acompañamiento.
Migraciones
Se han ofrecido iniciativas de acogida para temporeros en cuarentena (Seminario diocesano de Logroño) y atención a grupos específicos en situación precaria como los temporeros (Albacete). También se ha ofrecido orientación a familias solicitantes de asilo en situación de calle, al denegárseles el asilo, y acompañamiento a las empleadas de hogar. Este grupo de mujeres, fundamentalmente inmigrantes, ha sufrido mucho los despidos como consecuencia del coronavirus. Así mismo, se ofreció apoyo de asociacionismo en el caso de los MENAS y se han visitado jóvenes de los CIES que fueron reubicados en otros recursos por el confinamiento, puesto que los lugares en que residían no reunían condiciones. Se atendieron también sus necesidades básicas desde las delegaciones diocesanas, con un posicionamiento contrario a la reapertura de los CIES, denunciando las condiciones de insalubridad y hacinamiento existentes en Melilla.
Pastoral de las Ferias, Circos y carreteras
Los trabajadores de estos grupos han recibido el oportuno acompañamiento, ayudándoles a obtener recursos para cubrir sus necesidades básicas y ofreciéndoles voz en algún programa de radio.
En Pastoral del turismo
Ante la crisis experimentada por el turismo, se está promocionando recorridos turísticos vinculados al patrimonio histórico-religioso. Con ello, además de colaborar en la reactivación del sector, se piensa también en las grandes posibilidades de evangelización por medio del patrimonio religioso.
Pastoral Penitenciaria
Se suministraron 25.000 mascarillas a los internos y se les proporcionó ropa y dinero a los más pobres. Los pisos de acogida han seguido prestando su servicio a quienes cumplían condena y no tenían familia ni lugar en el que residir. Durante este tiempo, se ha incrementado la comunicación de los capellanes y voluntarios con los internos mediante el correo y se ha mantenido el acompañamiento a sus familias. En el futuro, además de destacar la gran labor del voluntariado que humaniza las prisiones, es preciso descubrir nuevas posibilidades para la reinserción social de los presos al salir de la prisión.
El trabajo de Caritas se ha incrementado
Cáritas ha incrementado en casi el 60% el número de personas atendidas. De estas, una de cada tres no había acudido antes a Caritas en busca de ayuda. El número de plazas de acogida para personas sin hogar ha aumentado en un 25% (1.407) durante la pandemia. Casi se han triplicado los recursos invertidos (2,7).
Del Documento: Sobre la situación social creada por la pandemia
Álvaro Real, Aleteia
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