jueves, 13 de noviembre de 2025

Mónica Armas abortó, hoy es rescatadora provida: «Un testimonio tiene más fuerza que un argumento»

 Cuenta su historia de fe y sanación en la película «Heridos»; cree que puede salvar vidas

Mónica Armas en una escena de Heridos, la película de testimonios provida y de sanación tras un aborto

Mónica Armas en una escena de Heridos, la película de testimonios provida y de sanación tras un aborto

Mónica Armas es uno de los cuatro testimonios que detallan haber sido gravemente heridos por el aborto y que lo cuentan, junto con su proceso de sanación, en el emocionante documental Heridos, que se estrena este 7 de noviembre en cines españoles.

Ella ya había contado parte de su testimonio en otras ocasiones (por ejemplo, aquí en Cambio de Agujas). Pero en este caso su historia resuena, más completa, acompañada de otras voces y experiencias, con el trabajo de actores y recreaciones de los hechos. Heridos hace visible, con elegancia, tristeza y esperanza, a un colectivo que toda una industria y un poder político quieren hacer invisible: a las víctimas adultas del aborto.

Mónica abortó con 23 años. ReligionEnLibertad habla con ella de lo que sucedió después de los hechos de la película, después de su llegada a la fe y de su proceso de sanación. Nos cuenta su paso a la acción, a ayudar a otras personas tentadas por el aborto.

"Yo me sentí perdonada por Dios, y sentí una llamada. Quizá por eso de que donde abundó el pecado, reabundó la gracia. Me sentí llamada a servir así Dios", explica.

"Durante unos años, tras mi conversión en Medjugorje, estuve enmudecida. Sólo podía hablar de mi herida del aborto con mi padre, que me había llevado al santuario, y con la gente que me acompañaba en Proyecto Raquel. Y en Proyecto Raquel, con el tiempo, supe que quería contar mi historia a más personas. Hay un protocolo para ver si alguien está llamado a dar su testimonio, cómo hacerlo". Proyecto Raquel es el itinerario del movimiento católico provida Spei Mater de acompañamiento y sanación para personas que han abortado.

Chicas proaborto saboteadoras... ¡lloraron con el testimonio!

La primera vez que Mónica Armas habló en público sobre su experiencia de aborto, herida y sanación, fue ante 90 jóvenes y adolescentes en un colegio. "Fui con otra chica y varios acompañantes de Proyecto Raquel. Pusimos carteles sobre el aborto en el colegio. Unas chicas proaborto movilizaron a la prensa y amenazaron con que no nos dejarían dar testimonio. Cuando empecé a hablar, vi jóvenes que se reían de mí al fondo de la sala. Pero al terminar, ellas vinieron llorando, a abrazarnos, a darnos las gracias. Nos dijeron que lo sentían muchísimo, que les había ayudado saber la verdad".

La experiencia de Mónica con muchísimas personas es que "un testimonio tiene más fuerza que un razonamiento o una argumentación. Por eso, creo que el Señor hoy suscita muchos testimonios".

Mónica acude allí donde la invitan. También colabora en rescatar a chicas que están pensando en abortar. "Algunas mujeres con las que hablé, abortaron; otras no lo hicieron. Pero yo me siento llamada a intentar evitar esa herida, a evitar la muerte del bebé y a evitar la herida a la madre, que la mata por dentro, en cierto sentido".

Qué decir a alguien tentado de abortar

¿Cómo y cuándo habla Mónica con una chica tentada de abortar? En la película se la ve caminando por un parque madrileño con una joven con aspecto atribulado. Pero no siempre es así. "A veces es una llamada de teléfono, otras veces quedamos en una cafetería, por lo general con otro familiar al lado. Con menores, sólo hablo con autorización de sus parientes. No improvisamos: en Proyecto Ángel, en Spei Mater, nos dan unas pautas, sobre qué decir y qué no decir. Cómo hablar, cómo mirar, cómo acoger... Tenemos un procedimiento que sabemos que da resultado, igual que el bombero que habla con el suicida o afronta una emergencia".

Algunos pasos de ayuda los puede aplicar cualquier persona que hable con una mujer asustada ante su embarazo.

En cierto momento de su historia, Mónica Armas entró en una iglesia, y tuvo una experiencia de Dios, como cuenta en Heridos

En cierto momento de su historia, Mónica Armas entró en una iglesia, y tuvo una experiencia de Dios, como cuenta en HeridosPELÍCULA HERIDOS

"Lo primero es decirle: '¡enhorabuena, estás embarazada, que bueno!' Hay que darle un sí, porque probablemente los que le rodean sólo le han dado noes, sólo le han presentado problemas y miedos".

Ella misma lo sufrió en su aborto, y lo cuenta en su testimonio. "Yo llegué a mi ginecóloga, y tenía el despacho lleno de fotos de bebés sonrientes, pero ella no me dio la enhorabuena. Me remitió a Isadora, un centro abortista. En el despacho de la ginecóloga yo ya vi una incoherencia: ¿por qué no me felicita, si se alegra de todos esos bebés? Pero 'normalicé' ese absurdo, porque ella era una autoridad".

El segundo paso es normalizar el embarazo. El cuerpo femenino está diseñado para ello, el embarazo es la forma en la que llegan nuevos seres humanos al mundo, es algo hermoso y natural. "La chica tentada de abortar piensa que estar embarazada es un problemón. Hay que cambiar ese enfoque, ha de ver que es un regalo fenomenal, y hay que decírselo: 'es magnífico, me alegro mucho'".

Vencer al miedo

El tercer paso es escuchar a la mujer, dejarla hablar, escuchar con atención y empatía. "Has de dejar que estas mujeres vayan vomitando su miedo, porque el miedo se vence expresándolo y dejándolo pasar", dice.

¿Es el miedo el 90 por ciento de la fuerza de la mentalidad abortiva? Mónica responde que sí. Casi todo en el aborto se construye sobre el miedo.

"No va ni de clase social, ni de edad. Hormonalmente, la embarazada pasa por muchos momentos. Si no sientes un apoyo a tu lado, sientes más miedo, el miedo te secuestra. Si alguien no detiene ese miedo, te llevará al aborto. Son cosas que pasan por la cabeza: el miedo al que dirán, la vergüenza... Pero el miedo es un espejismo. A veces me dicen: "tengo miedo a no saber cuidar al bebé". Yo les digo entonces: 'bueno, imagina que el niño nace, tiene 10 años y quedas en el paro y el futuro parece muy difícil. ¿Pero lo matarías por ese miedo?' En cualquier caso, el miedo se quita mostrando calidez, acogida. Les digo: 'yo te entiendo, pero no te preocupes, ¡ya eres madre!'. Puedes decir también: 'Dios te va a ayudar y yo también te voy a ayudar'. Al compartir el miedo, se debilita ese miedo. El miedo es una fase, con acompañamiento se va".

Acercar a Dios y su presencia sanadora

Mónica trabaja con Spei Mater, un movimiento que busca acercar a la persona a Dios y que constata, día tras día, que la fe ayuda a las personas heridas por el aborto. "En otras asociaciones también ayudan, escuchan, etc... Eso está bien. Pero en el protocolo de Spei Mater buscamos que la persona tenga acceso a Dios, al Santísimo. A menudo, las mujeres que atendemos piden confesarse. Vemos que Jesús está vivo y actúa. Muchas mujeres escriben sus cartas de perdón ante Dios, ante la presencia sagrada de Dios. Es parte del proceso sanador. Yo he escuchado auténticos milagros de conversión en Proyecto Raquel", explica Mónica.

"En Spei Mater capacitamos voluntarios. En Proyecto Ángel , que hace rescates, necesitamos personas con cierta capacidad de autonomía laboral y de horarios, gente con ganas de acompañar y ayudar. Pero se puede ayudar de muchas formas. También hay gente que aporta ayudas materiales, cunas, lugares para las embarazadas. ¡A veces ayudamos a familias muy desestructuradas!", va detallando.

Una película que puede salvar vidas

Mónica cree que la película Heridos es una gran herramienta para salvar vidas y cambiar mentes y corazones. "Difundir estos testimonios es una herramienta valiosa. La película recuerda que hay personas y asociaciones que ayudan y que hay sanación y esperanza", insiste.

  • La lista de cines para ver este documental de gran calado humano y espiritual se puede consultar en https://heridoslapelicula.com; hay pases en Madrid, Barcelona, Sevilla, Cádiz, Toledo, Valencia, Valladolid, Córdoba, Vigo, Málaga, Cantabria y, una semana después, en Elche, Guadalajara y Granada. La película dura 77 minutos.
  • Los grupos de 50 personas o más pueden contactar con la distribuidora para pedir pases especiales. Además, cualquier persona con ganas de apoyar la película, su distribución y concienciar sobre las heridas que causa el aborto puede hacerlo contactando en este formulario.

Pablo J. Ginès, ReL

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