Los adolescentes y también los adultos jóvenes, si tienen fe cristiana, se preguntan qué es lo que Dios les pide para sus vidas, a qué deben dedicarlas, y cómo. ¿Casarse? ¿Consagrarse en una congregación, y en cuál, y de qué tipo? ¿Ser sacerdote? De esto hablan con el sacerdote Pablo Pinilla 3 jóvenes interesados en el mundo de las misiones en el vídeo de la tertulia joven Supergesto.
“La vocación es una llamada, y hay que discernirla”, explica Pablo de Mergelina, un ingeniero industrial de 26 años de Jóvenes para la Misión.
Según él, hay tres elementos esenciales:
- la llamada de Dios,
- el discernimiento personal,
- y la confirmación por parte de la Iglesia.
En cuanto a la llamada, no es algo que llega "de forma extraterrestre". “Dios llama a cada uno por su nombre, y nos va hablando desde lo que somos, en nuestro día a día; solo hay que estar atentos y receptivos”, explica Paula Rodríguez, del grupo misionero Jatari.
“Es precioso saber que Dios desde siempre ha soñado un plan para ti, y además te deja participar en él”, explica esta joven madrileña, que tras una experiencia misionera en Perú durante 6 meses, se está preparando para ir tres años más.
Paula Rodriguez y Pablo Mergelina, que ya tienen experiencia en misiones, hablan de cómo discernir la vocación misionera.
La vocación tiene mucho que ver con el sentido de la vida. “Es la gran pregunta, quién soy, y para quién soy”, explica Carlos Bobillo, un treintañero de Asociación Solidaria Universitaria (ASU ONG) y Hakuna. Y por ello, merece la pena estar en búsqueda y dedicarle tiempo ya que es una aventura. “Es algo en lo que merece la pena invertir, porque es para toda la vida”, añade Pablo de Mergelina.
Mirar con gafas de Dios: no es una aventura de hora y media
Este proceso a veces es largo y puede resultar desesperante. “El problema es que nosotros tenemos el concepto de aventura encasillado en una película de una hora y media, pero la vida es mucho más”, explica Fran Pinilla, moderador de la tertulia. Y por ello es tan importante el acompañamiento por parte de la Iglesia, de personas que te ayudan a mirar “con las gafas de Dios”.
Uno de los grandes retos para encontrar la vocación en esta sociedad contemporánea es el miedo a tener que elegir algo definitivo.
“Los jóvenes tenemos deseo de querer hacer de todo, y es un deseo muy bonito, pero puede paralizarnos para comprometernos con una cosa en concreto porque dejamos todas las demás”, explica Pablo de Mergelina.
En su caso concreto, él siempre ha querido tener una casa en propiedad, pero ahora que se va a casar y se va a ir a la misión, esto no va a ser posible. “Hay que fijarse en lo positivo, no es que pierdo una casa, sino que gano muchísimas cosas”.
La vocación misionera
Estos tres jóvenes han hecho muchas experiencias misioneras. Paula ha estado en Perú, Carlos en Burundi y Pablo en varios países –a partir de octubre se irá ya casado de misión a donde les envíe la archidiócesis de Madrid-.
Los tres coinciden en que la vocación misionera es una vocación propia. “Siempre vemos las tres grandes vocaciones del sacerdocio, matrimonio y vida consagrada; pero la misión tiene que ser la cuarta: es una llamada y hay que discernirla”, explica Pablo de Mergelina. Es decir, no se elige, sino que viene de una llamada de Dios.
Supergesto: las preguntas de los jóvenes, con los jóvenes
Supergesto es la nueva plataforma 100% virtual para jóvenes de Obras Misionales Pontificias. Es heredera de la tradicional revista misionera homónima, que dejó de imprimirse. Cada quince días, Supergesto publica una tertulia para jóvenes, en las que un grupo de influencers católicos y jóvenes que han realizado experiencia misioneras dialogan sobre temas actuales de la misión. Estas tertulias están moderadas por Fran Pinilla, sacerdote de la diócesis de Bilbao. A estas tertulias quincenales se añaden muchos otros contenidos como podcast misioneros, artículos de formación y recomendaciones culturales.
Jesús M.C., ReL
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