El purgatorio existe y tú puedes ayudar a las almas que están sufriendo la purificación a encontrarse pronto con Dios
Mi tío Raúl tuvo una experiencia fuerte y sobrenatural con un alma del Purgatorio. Son vivencias que pocas personas tienen.
No tuvo miedo sino compasión. Se preocupó por aquella alma que lo despertaba en la madrugada para decirle que sufría. Pidió algunas misas y rezó por el alma de esa sufrida mujer. Nunca más volvió a aparecer.
Es una historia fascinante y te la cuento en este artículo que publiqué en Aleteia (se encuentra más abajo).
El purgatorio es real
Lo que digan aquellos que no creen en él no lo hará desaparecer.
Siempre que escribo sobre el Purgatorio saltan algunos para señalar, ofender, decir que es un «invento de los católicos» y procurar que dudemos de su existencia.
Me hacen recordar la vez que un penitente se fue a confesar por curiosidad con el Padre Pío en San Giovanni Rotondo, Italia.
-Padre Pío- le dijo el hombre-. No creo en el infierno.
-No te preocupes- respondió el famoso fraile-. Ya creerás cuando estés allá.
El purgatorio es dogma de fe
Si deseas conocer más sobre el purgatorio te recomiendo leer en el Catecismo de la Iglesia Católica.
Te lo explica con asombrosa sencillez para que no queden dudas sobre su existencia. Léelo. Es bueno que los católicos estudiemos el Catecismo y nos instruyamos para que nadie nos pueda hacer dudar.
Lee los numerales 1030, 1031 y 1032 del Catecismo sobre el Purgatorio.
Un alma agradecida
Creo que una vez te conté esta maravillosa experiencia. Escribí sobre nuestras hermanas, las benditas almas del purgatorio y me empezaron a llegar una gran cantidad de testimonios impactantes y veraces. Personas que tuvieron algún encuentro sobrenatural con un alma agradecida del purgatorio y nos compartían sus experiencias. ¡Fue maravilloso!
Pero… ¿existe el purgatorio? ¿Qué es? En Aleteia te lo explicamos:
Hay que decirlo, las almas del Purgatorio son agradecidas. ¡Cómo no serlo si con tus oraciones y sacrificios ofrecidos por ellas las ayudas a salir de allí y partir gozosas al paraíso prometido!
El caso que más me impresionó me lo envió un lector de Aleteia desde Costa Rica. Una amiga de él dedicaba parte del día a ir a los cementerios y rezar el Rosario por esas almas.
Una tarde, al terminar de rezar, una suave brisa la envolvió como en un abrazo y escuchó con claridad una voz que le susurró al oído: «!GRACIAS!».
Puedes leer completa esta fascinante historia en este artículo adjunto:
A menudo pienso en las almas olvidadas del purgatorio por las que nadie reza.
«Son almas que son queridas por Jesús, están pagando lo que deben a la justicia divina. Son almas que no deben ser olvidadas».
¿Alguien ha visto el purgatorio?
No solo es doctrina de fe, existe.
Hay testimonios de personas, santos de nuestra Iglesia que han estado allí y cuentan lo que vieron. Esto es un pequeño adelanto de lo que a continuación leerás…
«Yo estaba de pie delante del trono de Dios. Lo vi, pero no como un juez severo, sino como un padre afectuoso y lleno de amor. Entonces me di cuenta de que el Señor lo había hecho todo por amor mío, que había cuidado de mí desde el primer hasta el último instante de mi vida…»
Aleteia hizo una investigación fascinante y publicó este magnífico escrito que te recomiendo leer con testimonios de estas personas en el purgatorio:
¿Rezarías por esas almas?
Quiero pedirte amable lector que reces con fervor por nuestras hermanas, las benditas almas del purgatorio.
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