martes, 11 de abril de 2023

¿Es obligatorio comulgar en Pascua?

MASS         


Por qué los católicos están llamados a confesarse y comulgar en el tiempo pascual

Los cristianos para orientar su vida de fe tienen los diez mandamientos de la ley de Dios y también los preceptos o los mandamientos de la Iglesia.

«Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella.

El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo».

Catecismo, 2041

Una expresión de amor

La conciencia es la gran brújula, pero la Iglesia también ofrece unas orientaciones generales, los mandamientos que respetar y cumplir.

En líneas generales son una obligación, que sin embargo no debe ser vista como una imposición ciega venida de fuera.

Más bien es algo que hay que hacer porque es necesario, porque es imprescindible, porque es algo inherente a una realidad, algo que ha de ser consecuencia lógica de un ser y un existir.

Incluso el cumplimiento de una obligación debe verse como una expresión de amor: amor a Dios, amor al prójimo, amor a la patria, amor a uno mismo, etcétera.

Si uno ama verdaderamente, se obliga a algo.

Mandamientos de Dios y de la Iglesia

Habiendo hecho esta aclaración o acotación entremos en materia. Todos estos mandamientos tienen una finalidad ineludible.

Son para tenerlos en cuenta y observarlos de cara a hacer lo que es grato a los ojos de Dios y para el bien personal y de la Iglesia.

Pero también hay que tenerlos en cuenta a la hora de hacer el examen de conciencia como condición indispensable para hacer una buena confesión.

Los mandamientos de la ley de Dios son más o menos conocidos:

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Pero los mandamientos de la Iglesia no lo son tanto, incluso son muy ignorados. Recordémoslos:

1.- Oír misa entera los domingos y demás fiestas de precepto y no realizar trabajos serviles.

2.- Confesar los pecados al menos una vez al año, o en peligro de muerte o si se ha de comulgar estando en situación de pecado grave.

3.- Recibir el sacramento de la Eucaristía al menos por Pascua.

4.- Abstenerse de comer carne y ayunar en los días establecidos por la Iglesia.

5.- Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

Confesión previa

Pero centrémonos en el segundo y el tercero de estos mandamientos, mandamientos que están muy interrelacionados.

En relación con el segundo mandamiento de la Iglesia, todo cristiano, si quiere ser fiel a Jesucristo en la práctica constante, está obligado a confesarse, como mínimo, una vez al año.

«Todo fiel que haya llegado al uso de razón, está obligado a confesar fielmente sus pecados graves al menos una vez al año».

Canon de derecho canónico, 989
Confession

Este segundo mandamiento de la Iglesia está en línea con la actitud de conversión para mantener vigentes las promesas del Bautismo.

¿Por qué o para qué confesarse? El sacramento de la confesión es el sacramento que nos resucita y/o nos mantiene resucitados.

Es decir, la confesión nos permite recuperar la vida sobrenatural o incrementarla y así poder estar en comunión con el Señor resucitado.

Preparar la Comunión

La confesión prepara a la persona para concretar esa comunión comulgando debidamente, es decir comulgar en estado de gracia.

La confesión asegura la debida preparación para la Eucaristía.

young mom and little children in church receiving eucharist

¿Cuándo cumplir con este mandamiento de confesarse al menos una vez al año? El católico se debe confesar, ya sea durante la Cuaresma, ya sea durante la Semana Santa, todo de cara a cumplir con el tercer mandamiento de la Iglesia: comulgar por Pascua de resurrección.

Comulgar al menos el domingo de pascua o durante el tiempo pascual es una disposición recogida en el Canon de Derecho Canónico (920, 2) y proclamada en el IV Concilio ecuménico de Letrán.

En relación con este tercer mandamiento de la Iglesia, es necesario recordar que «todo fiel, después de la primera comunión, está obligado a comulgar por lo menos una vez al año» (Canon de derecho canónico, 920).

Por qué en Pascua

El centro de la vida de la Iglesia es la Eucaristía, la presencia real de Jesús, el Cristo, vivo, resucitado.

La Iglesia une, por ello, las dos realidades centrales de nuestra fe: Eucaristía y resurrección; y por esto promulga este tercer mandamiento que asocia estas realidades.

El tercer mandamiento de la Iglesia garantiza una mínima apertura de la persona a recibir a Jesucristo en relación directa con el tiempo de Pascua, porque se recibe a Jesucristo resucitado.

Por esto el tiempo de Pascua es fuente y eje principal de la liturgia cristiana.

La Iglesia con este tercer mandamiento recalca el infinito valor que tiene la Eucaristía para la vida cristiana.

En efecto, la Eucaristía es «culmen y fuente de todo el culto y de toda la vida cristiana» (Canon de Derecho Canónico, 897).

Es por esto que la Iglesia, como madre y maestra que es, quiere que al menos comulguemos en la solemnidad de la Pascua de resurrección o en el tiempo pascual .

Porque no solo es la fiesta más importante para nosotros los cristianos, sino también porque ahí es cuando mejor manifestamos nuestro interés por mantenernos resucitados, ahí es cuando mejor decimos creer en el resucitado y así seguirlo.

Más allá de los mínimos

El hecho de que la Iglesia diga que la confesión sea obligatoria una vez al año o que la comunión eucarística también sea obligatoria una vez al año no significa que los fieles no se deban confesar más veces, las veces que haya falta.

Porque siempre habrá errores, equivocaciones, debilidades.

Y ojalá se pueda comulgar igualmente más veces. Lo uno y lo otro es expresión de amor a Dios y de amor a la salvación.

Es muy recomendable la comunión frecuente como un medio seguro para crecer en la amistad con Jesucristo y en la santidad.

Florecer

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El tiempo de Pascua es llamado también pascua florida, expresión utilizada por el antiguo catecismo.

Este catecismo hablaba del deber de comulgar por pascua florida. ¿Y por qué se hablaba de pascua florida?

Porque la Pascua, en los países donde existen las cuatro estaciones climáticas, coincide con la estación llamada primavera, estación en la que, tras el letargo invernal, la naturaleza se despierta con todo su esplendor de forma repentina.

Así también debe pasar en la vida de todo cristiano: despertar o resucitar con Jesucristo, florecer con Él; que en el cristiano haya esa ‘explosión’ de vida, de luz, de alegría.

De manera pues que hay una feliz coincidencia y una relación directa entre la experiencia de la naturaleza en la primavera y la pascua; la naturaleza muestra lo que debe acontecer en la vida del creyente.


Henry Vargas Holguín, Aleteia

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- Santo Cura de Ars



































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