Un fuerte testimonio de esperanza recogido en una entrevista a la directora ejecutiva de ACN Global Office María Inés Espinosa
La vida es curiosa, está llena de cosas malas pero también de una esperanza que todo lo renueva. Hoy te hablaré de esa esperanza fruto del perdón y la reconciliación.
¿Qué te pareció te pareció la entrevista que nos concedió el Padre Hugo de Ayuda a la Iglesia Necesitada? Desgarradora, ¿verdad?
El ISIS se tomó el pueblo, reunió a los hombres en el parque de la ciudad y les preguntaba a cada uno por su fe.
Si respondían «soy cristiano», les disparaban inmediatamente en la cabeza.
Nunca sabremos cuántos fueron los que murieron ese día por su fe.
Ningún cristiano renegó de su fe, ni uno solo. Mártires modernos que sólo en el paraíso prometido podremos conocer.
Los testigos cuentan que por amor a Cristo, con gran dignidad decidieron no huir, ni renegar de su fe, conociendo las consecuencias.
«Dios enjugará las lágrimas»
¿Tienes una Biblia a mano? Busca Apocalipsis 7.
No sé si estamos en los inicios de la gran persecución, pero bien podría referirse también a estos valientes mártires de la fe. Toma tu Biblia y lee:
«Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde vienen?» Yo contesté: «Señor, tú lo sabes.» El Anciano me replicó: «Esos son los que vienen de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero.
Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos; ya no sufrirán más hambre ni sed ni se verán agobiados por el sol ni por viento abrasador alguno, porque el Cordero que está junto al trono será su pastor y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida, y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos».
Cristianos perseguidos hoy
Como te prometí, tenemos más testimonios de «persecución religiosa» para ti.
Hoy entrevistamos a María Inés Espinosa, directora ejecutiva de una de las divisiones de la asociación pontificia “Ayuda a la Iglesia Necesitada” llamada ACN Global Office.
Igual que con nuestro testigo anterior, el padre Hugo Fabián Alaniz, argentino, misionero en los países árabes (Egipto, Jordania y Siria), tuve que depurar la entrevista, por lo cruda que fue al hablarnos de su impactante experiencia.
Ella ha sido testigo de la cruel persecución que enfrenta hoy nuestra santa Iglesia católica en muchos países.
Miremos lo que ocurre en Nicaragua, donde los sacerdotes son «secuestrados» y juzgados por jueces y testigos sin escrúpulos, gente cruel, afines a la dictadura de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
Son gobernantes crueles, que se apoderaron de Nicaragua en beneficio propio, y colaboradores sanguinarios, a los que el papa Francisco no ha tenido reparos en asemejar a las «dictaduras comunistas o hitlerianas».
Entrevista con María Inés Espinosa
– Primero una pregunta fundamental:¿hay persecución en la Iglesia actualmente?
Sí… Hoy vivimos una fuerte persecución contra la Iglesia católica.
Nosotros en AIN denunciamos todas las persecuciones en un informe que publicamos sobre libertad religiosa.
África es uno de los lugares del mundo más amenazados, sin olvidar la tragedia que viven los católicos en Corea del Norte, China, Nicaragua y otros países.
De dos años para acá los católicos más perseguidos están en el norte de África y esta persecución se expande como una sombra, llegando a otros países.
Durante la pandemia la persecución creció exponencialmente.
– ¿Tienes algún testimonio edificante?
Recuerdo especialmente en África a Rebeca, una mujer joven que fue secuestrada por Boko Haram (grupo terrorista de carácter fundamentalista islámico).
Le asesinaron frente a ella a su esposo, y a su hijo amado, luego la secuestraron y la violaron repetidas veces, hasta quedar embarazada.
Logró escapar y tuvo su bebé. Pudo abortar y no lo hizo, apostó por la vida, como don sagrado de Dios. Y no sólo tuvo su bebé, también perdonó a sus captores.
Con toda la pesadilla que le tocó vivir, aquello me pareció un gesto extraordinario de esperanza.
Le pregunté:
-¿Por qué tuviste tu bebé y por qué perdonas a tus captores?
–Este bebé no tiene la culpa. Es un don sagrado de Dios y yo lo voy a cuidar como si fuese el hijo de mi marido. Perdono de corazón porque es lo que Dios quiere que hagamos.
Eso que Rebeca hizo, fue maravilloso. Su historia trascendió logrando pequeños milagros cotidianos, que están tocando muchas vidas.
¡Ha logrado tanto! Inclusive el hombre que la vendió a sus captores para ser violada y que era de una tribu vecina ya se ha reconciliado con ella, le ha pedido perdón y hoy en día la sostiene y ayuda.
Reconciliación y esperanza
Esto es una esperanza nueva que uno no imaginaría. Son los frutos a los que lleva el perdón que nace del alma y es capaz de hacerte amar, incluso a los que te hicieron tanto daño.
Ese es el perdón de las Escrituras, que transciende y ha logrado el milagro de la reconciliación.
Las Sagradas Escrituras tienen bellos versículos sobre el perdón y el amor al prójimo.
«Si alguno dice: «Yo amo a Dios», y odia a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve».
1 Juan 4, 20
«Si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».
Mateo 6, 4-15
Nuestros misioneros católicos están convencidos de que llevan a Cristo Vivo, y saben que están expuestos a perder sus vidas, van dispuestos a donarla por Cristo.
Lo hacen sin miedo, por amor al prójimo. Ellos quieren amar, evangelizar, llevar la buena nueva a todo el mundo.
Recemos hoy por nuestros misioneros y «apoyemos» el esfuerzo de los que los ayudan a evangelizar.
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Claudio de Castro, Aleteia
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