miércoles, 27 de julio de 2022

Haití: Una escuela católica refugia a cientos de niños que huyen de la violencia

 

HAITI

La institución Saint-Louis de Gonzague, en la capital del país, Puerto Príncipe, se ha transformado lugar de protección para cientos de niños (también adultos) que lograron escapar de la violencia de bandas que ha dejado un reguero de muertos en los últimos tiempos

La violencia entre bandas rivales, que buscan hacerse con el control de barrios y comunas como Cité Soleil, volvió a desatarse en Haití, uno de los países de América Latina más vulnerables y golpeada también por catástrofes naturales o corrupción gubernamental.

Un reciente artículo de Jaime Septién en Aleteia hacía referencia a aquello de«pueblo olvidado que navega a la deriva». Y es que precisamente, un día después del primer aniversario del asesinato del entonces presidente Jovenal Moïse (7 de julio de 2021) la violencia volvió a convertirse en noticia a través de tiroteos, saqueos y secuestros.  

En medio de esta ola de violencia, la prestigiosa institución Saint-Louis de Gonzague, centro de educación católica (primaria y secundaria) fundado y dirigido por los Hermanos de la Instrucción Cristiana (FIC), se ha transformado en respuesta de amor para con cientos de niños, entre los cuales también hay adultos, que lograron escapar de la barbarie.  

Según informaron medios como BBC Mundo, desde bebés a adolescentes duermen en las aulas de Saint-Louis de Gonzague (actualmente sin clases por las vacaciones). En base a información proporcionada por Reuters, el medio británico reproduce que los niños bromeaban y se divertían el pasado viernes en el patio jugando al escondite o haciendo partidos de fútbol improvisados con botellas de plástico.

«Los niños necesitan ayuda»

Quien se pronunció sobre la situación de violencia y refugio a menores en Haití fue la hermana Rosemiline, integrante de la comunidad religiosa Kizito Family, que fue fundada por la hermana Paësie. En este caso, «una monja francesa que pasó casi dos décadas sirviendo en Haití como Misionera de la Caridad antes de recibir permiso para iniciar una nueva orden de hermanas para trabajar con niños de familias muy desfavorecidas en Cité Soleil, uno de las zonas más empobrecidas de nuestro hemisferio», como recuerda el sitio web de la comunidad religiosa.

«Los niños necesitan mucha ayuda», expresó la hermana Rosemiline, continúa BBC Mundo en base a Reuters.  

«La situación es verdaderamente mala en su lugar de origen. Esperamos comida, pero lo que recibimos no satisface a los pequeños», agregó.

También se sumó la voz de un organizador comunitario que le contó a Reuters que los niños se tuvieron que vestir con uniformes escolares para convencer a los líderes de bandas que iban a la escuela cuando huyeron de la violencia. Lo propio en cuanto a que los niños estaban solos ya que sus padres no pudieron eludir la guerra de las pandillas (G9 y GPEG).  

El testimonio de un joven

Jean Michelet, es un joven de 16 años que dijo haber resultado herido el día que estallaron las batallas entre pandillas a principios de julio. «Necesitamos mucha ayuda», esbozó, reproducen otros medios como ACN, palabras en línea con Rosemiline.

«Estaba en casa el día que comenzó la guerra. Fueron muchos disparos. Una bala atravesó el techo y me dio en la cabeza», indicó.

El joven también contó que fue una monja la que lo logró llevar hasta el hospital para tratar su herida. «La situación es realmente mala», agregó en declaraciones a ese medio, que indicó que también adultos se habían refugiado .

El recuerdo de Luisa Dell’Orto

Mientras esta compleja situación de violencia aqueja a Haití una vez más, el recuerdo del reciente asesinato de Luisa Dell’OrtoHermanita del Evangelio de Carlos de Foucauld, ocurrido a fines de junio en Puerto Príncipe.

En el caso de la religiosa de 64 años de origen italiano, también un acto vinculado a la violencia, hecho que derivó incluso en una mención del propio papa Francisco durante el rezo del Ángelus.

«Encomiendo su alma a Dios y rezo por el pueblo haitiano, especialmente por los más pequeños, para que tengan un futuro más sereno, sin miseria ni violencia. Sor Luisa hizo de su vida un don para los demás, hasta el martirio», dijo el papa en ese momento, palabras que vuelven a retumbar en medio del caos.

Pablo Cesio,Aleteia 

Vea también     Testimonios cristianos ante la violencia y la persecución


























No hay comentarios:

Publicar un comentario