Entrevista a Stella y Victor Dominguez, 46 años de matrimonio, delegados de Paraguay para el Encuentro Mundial de las Familias en Roma (22 al 26 de junio de 2022).
«¿Usted no se cansa de tener sexo con su pareja?» Son de esas preguntas curiosas que los novios le hacen a los esposos, Stella (65 años) y Victor Domínguez (68 años) , expertos en pastoral familiar durante sus charlas, convivencias y acompañamientos.
Ellos educan desde el testimonio con sus 46 años de matrimonio, pertenecen al Movimiento Apostólico de Schoenstatt en Paraguay.
Tienen ocho nietos de seis hijos. Son pioneros en su país llevando adelante la «pastoral de la esperanza» para ayudar a esposos en crisis, divorciados vueltos a casar y personas abandonadas por sus cónyuges, entre otras historias.
«Acompañamiento espiritual para las nuevas uniones», es el argumento específico que trae a Stella y a Victor a Roma para participar como expertos – invitados por el papa Francisco – en el panel de reflexión sobre el «camino de santidad» en el marco del «X Encuentro Mundial de las Familias» que se lleva a cabo en el Vaticano (22 al 26 de junio de 2022) bajo el lema: “El amor familiar«.
Victor se define un romántico y un enamorado perdido de su esposa. Todavía le brillan los ojos cuando recuerda su primer encuentro. Él era un joven administrador de un edificio. Ella tenía 17 años. «Todavía recuerdo sus piernas», dice sonriendo. Stella, en cambio, recuerda otros detalles; por ejemplo la caballerosidad de Victor que atento le brindó ayuda porque había perdido las llaves para entrar a su oficina. Era su primer trabajo de secretaria para una ONG.
Los Dominguez han enfrentado las dificultades de toda familia. Los desafíos económicos de ser una familia numerosa, la enfermedad prematura de su primera hija (un problema cardíaco), conciliar su apostolado con el cuidado de los hijos y, ahora de los nietos, la superación del drama familiar de la enfermedad de un hijo que padeció cáncer (ya superado) y la convicción de que todo es «gracia» y crecimiento de la mano de Dios y de su Iglesia.
P: Pasión
Víctor y Stella instruyen a los matrimonios y a los novios en las 5 ‘P’ para que no naufrague el amor, inspirados en el magisterio del papa Francisco.
No obstante, Victor agregó orgulloso, después de años de romanticismo, otra «P» (¡sí las «P» del Papa llegan solo a 4!) La quinta «P» está basada en el «Placer«, la «Pasión«, el Pacto de amor de ser eternos novios, que con ternura y con mucho compromiso consiste en «enamorar todos los días a nuestra pareja» y para que – como dice el disco popular – no lleguen los «pingüinos a la cama». Pero, sobre todo el «hielo» en el corazón y en la «mente» que debe ser «creativa» para mostrar cariño y atenciones renovadas.
«El Placer, la Pasión es muy importante…tienes que renovar todos los días tu matrimonio, el día que fuiste novio, cuando las palomitas volaban», dicen Victor y Stella. De vez en cuando, bailar un bolero, a luces bajas y con la puerta cerrada para que nadie interrumpa. Stella dice: Todo es «P», los «Preludios» que preceden la pasión y el placer.
En este sentido, otra canción viene a la mente: ‘aquel primer beso fue el preludio de un gran amor’. Sin embargo, para los Dominguez «un primer beso» sabe a eso cada día. Stella me pregunta: «¿Cuándo fue tu aniversario?». Ella me propone reavivar después de ocho días esa conmemoración. También educar a los hijos para que esos preludios se puedan dar : «Nuestros hijos saben que cuando está la puerta cerrada no se entra: papá y mamá están dialogando o en intimidad – y sin decirles más».
P: Paciencia
La paciencia es lo contrario a la resignación. No es una actitud pasiva, conformista. La paciencia cristiana. Es llevar sobre los hombros al otro, sus problemas y cansancios. Pero con gozo y alegría para que la paciencia se vuelva un catalizador de misericordia hacia el otro y, hasta con nosotros mismos. Es una virtud de los que caminan en la vida matrimonial. Sin pereza o cerrazones. Es capacidad de dialogar y soportar las cosas menos agradables, juntos como pareja.
Stella insiste en la necesidad de aceptar las debilidades del otro: «Victor es impuntual y yo soy muy acelerada. Entonces, tengo que tener paciencia para no enojarme con él. Sé que Victor es responsable y tiene otras virtudes…él espera hasta último para llegar, pero también le ayudo para que tenga todo listo (llaves, ropa, etc. ) y no tenga contratiempos. Es una negociación tácita entre nosotros».
Y ambos terminan la frase: «¡Paciencia!«. «Una paciencia de hoy: teníamos la cita contigo y ella acelerada caminaba adelante, si yo no tuviera paciencia entonces diría: ‘que me importa’, entonces aceleré el paso para seguir su ritmo y disminuir esos 100 metros que me lleva adelante» (risas).
P: Perseverancia
La perseverancia en el amor y en la oración. De hecho, el Papa invita a los novios y a los esposos a rezar juntos, el uno por el otro: «Padre Nuestro, danos hoy nuestro amor cotidiano». Stella confirma: «Yo rezo todos los días, o sea, rezamos el rosario juntos, yo rezo por él, él reza por mí, por justamente esas debilidades, esas cosas que a mí me molesta, esas cosas para que realmente Dios me ayude a ser más colaborativa con Él en ese sentido».
Entonces, Victor, agrega, «la perseverancia en todo el diálogo y escuchar al otro no es oír lo que yo quiero escuchar, sino escucharle con el corazón y escucharle más allá». Stella dice «perseverar en la escucha para comprender si está cansado, si tuvo un mal día, y si está enojado por algo…A veces, no quiere que yo le hable». Victor añade: » Yo me meto a mi habitación y es mi caja, mi espacio, cada uno debe tener un espacio».
Stella: «Por eso con solo verle yo tengo que saber que en eso es súper importante y yo pido esa perseverancia. A veces yo quiero hablarle, yo quiero contarle las cosas y ya consigo entonces contenerme, eso es la perseverancia».
P: Perdón
Significa perdonar siempre. Según Victor, no es perdonar hoy y mañana no: ¡Siempre! No irse a dormir sin hacer las pases para que no llegue al día siguiente una «guerra fría».
«Muchas veces nos cuesta mirarnos hacia adentro y realmente notar que en mí está el problema. El pedir perdón es devolver la libertad al otro. Porque eso me libera también a mí primero, luego nos libera a nosotros, ya que si nosotros no vivimos el perdón es muy difícil que podamos perdonar. Perdonarnos a nosotros mismos y al otro: a nuestros hijos, por ejemplo».
P: Pequeños detalles
Victor le pregunta a este reportero: ¿Llevas una rosa roja a tu esposa? ¿Compras chocolates? ¿Compartes momentos de relajantes y de unión con ella? ¿Bailas a solas con ella su música preferida? ¿Le llamas al teléfono un minuto en tu jornada para decirle algo bonito y que llene de expectativa el reencuentro? (Mmm…pienso para responder dos veces).
Victor insiste que una cena romántica no es para hablar del trabajo o de uno mismo, sino para compartir con ella, llenar el mundo interior de la pareja de significados y tiempo dedicado recíprocamente. «Hablar de nosotros, no de nuestros hijos, etc.».
También «llevar el desayuno a la cama. Y nuestros hijos casados, eso aprendieron y lo hacen con sus esposas y nuestros nietos». Victor toma de la mano Stella y dice: «Yo la llamo al teléfono en un momentito y le pongo un disco: «Usted es la culpable….» (risas). Y precisa que es necesario buscar la música adecuada para cada momento especial. Victor dice: «Pequeño detalle: en el día de nuestro aniversario a mí me gusta llevarla a un hotel».
Y Victor asegura que la «P» de pequeños detalles lleva a la «P» de Pasión. «Por ejemplo, en un día, no podés empezar sin un proceso para llegar a la noche. Hay muchos varones que llegó la noche y le exigen a su esposa tener relaciones sexuales, pero durante el día no tuvieron un detalle, ni una llamada. La mujer necesita ese proceso, porque si no se siente una cosa usada». Y ahí viene a la mente otra canción: «El cariño es como una flor. Que no se puede descuidar. Porque siempre hay alguien que espera poderla arrancar«.
Ary Waldir Ramos Díaz,Aleteia
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