El actor compartió una experiencia que le sobrecogió estando junto a su madre -ella en silla de ruedas- en una terraza de los Museos Vaticanos
La visita de Russell Crowe a Roma y al Vaticano se está convirtiendo en una especie de itinerario espiritual para el actor.
El primer paso, que sin duda está conectado a la decisión de viajar a Roma, es que Crowe protagonizará una película basada en el padre Gabriele Amorth, el exorcista más famoso del mundo, que contaba a sus espaldas con miles de expulsiones de demonios y trabajaba en la diócesis de Roma. El rodaje comienza en breve y, aunque será en Irlanda, la conexión con Roma es absoluta.
El segundo paso lo dio al visitar esta semana el Coliseo Romano. El que había sido protagonista de Gladiator iba con su familia y en un tuit bromeó diciendo que estaba «enseñando a los chicos su antigua oficina». La foto era un selfie familiar.
Pero al día siguiente, tras unas horas de reflexión, hubo unos tuits de mayor calado.
En primer lugar, publicó uno junto a sus dos hijos en el interior del Coliseo. Luego pasó a hablar del impacto que le produjo el lugar. Escribió: «Lo que hacemos en la vida resuena en la eternidad».
Dolors Massot, Aleteia
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