lunes, 11 de noviembre de 2019

Así recibieron a sacerdote en una ciudad donde nunca hubo Misa






Fuente: Circe Denyer / Publicdomainpictures.net   
La página “Oración por Sacerdotes”, es una iniciativa que busca incentivar a los fieles católicos a rezar por el aumento de vocaciones sacerdotales.
Brinda testimonios y muestra la realidad de la Iglesia ante la falta de sacerdotes y sacramentos.  
En uno de sus apartados, se comparten videos donde distintos presbíteros cuentan sus experiencias, mostrando la importancia de la vida sacerdotal.

Ciudades que nunca han tenido sacerdotes

Uno de los videos narra el testimonio del Padre Miguel Segura, de los Legionarios de Cristo, que trabaja en la Pastoral Juvenil de Madrid, España.
En este cuenta que, en una ocasión, conoció a un sacerdote, uno polaco llamado Jarek, que visitó un pueblo pequeño de Kazajistán, país que queda en el oeste asiático, al sur de Rusia.
Él explicó que este lugar estaba formado principalmente de deportados de otros países, y que podría tener la población de casi toda Europa. Los sacerdotes de esta nación, simplemente, no se dan abasto
Inclusive, mencionó la existencia de pueblos que, desde el tiempo de Cristo, nunca tuvieron a un sacerdote católico en sus calles.

“Bienvenido Jesucristo”

La misión del Padre Jarek, era ir a impartir los sacramentos a uno de estos pueblos olvidados. De hecho, él era el primer sacerdote en pisar el suelo de este poblado.
Llegó en carro a la entrada de la ciudad, donde los pobladores lo detuvieron, pidiéndole que salga del carro y se monte en un burro. Lo llevaron a la plaza central y el camino estaba lleno de pétalos de flores.
Al llegar, vio a una multitud que lo esperaban alegres de tenerlo con ellos. Una señora mayor, la que lideraba todo el agasajo, se le acercó, se arrodilló, le besó los pies, y le dijo: “Bienvenido Jesucristo”.
El Padre Jarek, pensando que estaba loca, le corrigió indicándole que él no era Cristo. A lo que ella le respondió: “Tú eres Jesucristo, porque hoy tendremos con nosotros la Eucaristía”.
Ella había preparado a todo el pueblo para recibir los sacramentos, no importaba que edad tuviesen. Hizo apostolado a todos para que entendieran la Misa y la importancia de una vida cristiana.
Todos ahí recibieron por primera vez, con ilusión, el cuerpo y la sangre de Cristo.

Te compartimos la historia a continuación:

¡Qué importante es el apostolado del laico, y la misión del sacerdote en la Iglesia! ¡Oremos por las vocaciones!



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